Pikmin 3
Pikmin 3
Una de las obras m¨¢s personales de Shigeru Miyamoto llega este 26 de julio a las Wii U de toda Europa. Pikmin 3 es la tercera entrega de estos simp¨¢ticos y a la vez letales animales capaces de todo. Vuelve una de las sagas m¨¢s queridas de Gamecube.
Hace doce a?os, Shigeru Miyamoto se decidi¨® a lanzar una nueva creaci¨®n que escapaba de los grandes nombres que hab¨ªa forjado dentro de Nintendo. A los Mario, Zelda o Donkey Kong se le a?ad¨ªa un nuevo proyecto: Pikmin. Relacionado con el fen¨®meno Lemmings ¨Caunque poco tienen que ver en mec¨¢nicas el uno con el otro- y convertido en uno de los exclusivos m¨¢s entra?ables de la extinta Gamecube. Sin presencia en la pasada generaci¨®n de consolas m¨¢s all¨¢ de un port con nuevo control de movimiento para Wii, en esta ocasi¨®n estos peque?os, simp¨¢ticos y letales bichos vuelven a escena con Pikmin 3, la ¨²ltima gran obra de Miyamoto. Y uno de los trabajos m¨¢s personales del desarrollador japon¨¦s.
Fue en 2001 que aparecer¨ªa por primera vez Pikmin en Jap¨®n. A manos del Capit¨¢n Olimar ten¨ªamos que recuperar una gran cantidad de piezas de su nave para poderla reconstruir y volver a su planeta natal. La f¨®rmula fue un aut¨¦ntico ¨¦xito gracias a la mezcla entre estrategia en tiempo real y el toque de acci¨®n y aventura que mostraba el t¨ªtulo. Sin gustarte los RTS, pod¨ªa encantarte Pikmin por su mec¨¢nica de juego y por muchas de sus otras virtudes. La continuaci¨®n lleg¨® con la secuela directa tambi¨¦n para Gamecube, un juego que aportaba novedades como la presencia de un segundo personaje ¨CLuis- y algunos nuevos modos, adem¨¢s de ampliar los puzles y la duraci¨®n de la campa?a principal. Nunca m¨¢s se supo de la saga salvo por el New Play Control! Que se hizo en 2008 y 2009 de la primera entrega aprovechando los mandos de Wii.
Pero tanto Nintendo como sobre todo Miyamoto ten¨ªan bien presente que la saga deb¨ªa volver a primera l¨ªnea de fuego m¨¢s pronto que tarde. Fue en ese mismo 2008 cuando se habl¨® por primera vez de la idea de desarrollar Pikmin 3. No se hab¨ªa visto nada porque no era el momento, pero ya se sab¨ªa que el proyecto estaba en marcha para Wii. Tres a?os m¨¢s tarde se decidi¨® traspasar el juego a Wii U y convertirlo en uno de sus grandes reclamos. Adem¨¢s de aprovechar algunas de las bondades de la nueva consola, como el mando tableta o la alta definici¨®n. Finalmente, en 2011 se empezaron a ver resultados de este Pikmin 3, que eso s¨ª tuvo que abandonar la idea de ser juego de lanzamiento de la consola para salir algo m¨¢s tarde. El 26 de julio llega a Europa la tercera entrega de una franquicia que representa perfectamente la manera de hacer videojuegos de parte de la compa?¨ªa de Kioto: accesibles, inteligentes y con un sabor especial.
Jugando a Pikmin 3, uno no puede dejar de pensar en ciertas semejanzas con Luigi¡¯s Mansion 2 de Nintendo 3DS. Son t¨ªtulos distintos y ofrecen experiencias propias, pero ambos juegos son capaces de camuflar su esencia jugable en un entorno que no es lo que parece. Puzles, reflexi¨®n y estrategia quedan ¡°escondidos¡± dentro de una sensaci¨®n de aventura que es solo la carcasa del producto. Alguien puede pensar que la estrategia en tiempo real es aburrida, pero la presentaci¨®n de Pikmin y su dinamismo en las acciones que tomamos hacen que la estrategia ¨Cliviana comparada con grandes del g¨¦nero de PC- parezca otra cosa. Con el toque Nintendo, naturalmente. Y con la esencia de la franquicia Pikmin, que tiene unas se?as de identidad irrenunciables en este tercer episodio.
Gracias a ellos los tres protagonistas, el primero de todos Alph, pueden sobrevivir y reencontrarse a medida que avanzamos en el juego. En su periplo descubrir¨¢n tambi¨¦n que hay una serie de frutas de las que pueden extraer zumo, algo que les permitir¨¢ subsistir en este nuevo ecosistema y de paso llevar nuevos recursos a su planeta. Adem¨¢s de volver a formar el equipo y recoger frutas tambi¨¦n tendremos que dar con una llave vital para hacer funcionar nuestra nave y volver a Koppai. Por el camino no solo habr¨¢ enemigos de todo tipo, sino tambi¨¦n obst¨¢culos del terreno y algunas que otras sorpresa como la presencia de un par de hocotatianos que los jugadores de la saga Pikmin conocen perfectamente.
Nuestros objetivos son diversos a lo largo de los d¨ªas de exploraci¨®n en este desconocido planeta. Siguiendo una serie de se?ales que llegar¨¢n por radio tendremos que volver a encontrarnos con el capit¨¢n y con Brittany, adem¨¢s de buscar la llave turbol¨ªmica para poder encender la nave. Pero todo esto no es lo ¨²nico que haremos: tambi¨¦n deberemos recoger las frutas que hay esparcidas por los escenarios para poder ir llenando nuestra despensa de provisiones. No es balad¨ª: la acci¨®n se divide en d¨ªas que duran unos veinte minutos, y por cada d¨ªa que pasamos en este planeta consumimos una raci¨®n de zumo, as¨ª que no podemos quedarnos sin fruta si no queremos ver la partida terminada.
Hay cinco variedades de pikmins disponibles en esta entrega, dos de las cuales son totalmente nuevas. Los rojos son inmunes al fuego y son los m¨¢s agresivos de todos en batallas, ideales para acabar con enemigos. Los amarillos son amantes de la electricidad y cuentan con un salto mucho mayor que los dem¨¢s cuando los lanzamos. Los azules tienen unas branquias que les permiten pasar por dentro del agua, algo que supondr¨ªa la muerte de cualquier otro tipo. Las dos novedades son de peso: el primer caso es el de los p¨¦treos, negros y rocosos que son muy duros y lanzados al aire, un aut¨¦ntica bola de hormig¨®n para los enemigos y los obst¨¢culos m¨¢s f¨¦rreos. Los segundos, los voladores. D¨¦biles en combate pero capaces de volar, levantar objetos y atacar a enemigos que surquen los aires.
Los pikmins ni son abundantes ni tampoco infinitos. Hay que criarlos. Cuando conocemos una nueva raza de estos animales tendremos cerca una cebolla que es el generador de estos animalillos. Trayendo p¨ªldoras de colores y enemigos ir¨¢n saliendo nuevos pikmins que podremos gestionar guard¨¢ndolos en la cebolla o us¨¢ndolos en el terreno. En total los niveles no permiten tener m¨¢s de 100 pikmins a la vez, por lo que una vez ampliamos el abanico de posibilidades con todos los tipos posibles es importante repartir bien nuestro ej¨¦rcito. Y no solo eso, sino tambi¨¦n cuidarlo. Un mal ataque a un enemigo puede ser el fin de decenas de ellos, y regenerarlos avanzadas las partidas que es cuando m¨¢s los necesitamos no es tarea tan sencilla, ya que si gastamos un d¨ªa en reconstruir nuestro arsenal hay que buscar tambi¨¦n provisiones.
Estos letales personajes cuentan con dos tipos de mejora que los hacen m¨¢s eficientes en sus tareas: una es de car¨¢cter definitivo y la otra un potenciador durante un tiempo limitado. Como pasaba en anteriores entregas, encontraremos una serie de gelatinas que sirven de alimento para nuestro armamento. Si comen de all¨ª les saldr¨¢ una flor en la cabeza que significa que han evolucionado. El otro caso es una especie de pieza de fruta picante que no es comestible para los miembros de la tripulaci¨®n pero que sirve para rociar a los pikmins y potenciarlos durante un tiempo limitado: brillan y son m¨¢s r¨¢pidos y fuertes en sus principales tareas, que son: recoger objetos, matar enemigos, solucionar obst¨¢culos ¨Cencender luces haciendo de conductores de electricidad, levantar vallas de madera, romper cristales, etc.- y construir nuevos caminos.
Los enemigos se convierten en una molestia y un obst¨¢culo que forma parte de un objetivo mayor: querer llegar antes de que acabe el d¨ªa a ese punto alejado. Pikmin es un juego de entresijos, puzles y desaf¨ªos que tanto gustan a Nintendo (como en Zelda, la acci¨®n est¨¢ muy bien pero donde nos hacen estrujar el cerebro es en los puzles de las mazmorras). Construir puentes usando trozos que est¨¢n desperdigados por el escenario (o escondidos en zonas aparentemente vac¨ªas o dentro de enemigos); abrirnos paso por caminos cerrados por tipos de barrera como un muro de arena destruible a base de golpes, uno de vidrio que solo lo pueden romper los p¨¦treos o uno electrificado que se deben comer los amarillos; llegar a zonas elevadas con una serie de pikmins para que tiren una rampa m¨®vil a los dem¨¢s y puedan seguirles el ritmo; o acabar con ciertos enemigos para conseguir recompensas que nos permitan seguir.
Es un paso m¨¢s en el dise?o de niveles del juego, poder dividir la acci¨®n en tres partes en lugar de lo que hab¨ªamos visto en la anterior entrega del juego. Esto dota de mayor profundidad las mec¨¢nicas del t¨ªtulo, que no solo tratan de saber usar en cada momento a los pikmins adecuados sino tambi¨¦n de entender c¨®mo llegar a ese punto que parece imposible. No encontramos un reto imposible de comprender pero si laborioso que nos tendr¨¢ entretenidos durante cada d¨ªa. Y si nos despistamos o fallamos en nuestra lectura, las consecuencias pueden ser graves ya que o perdemos pikmins por el camino o el tiempo apremia y no llegamos a nuestro objetivo. O las dos cosas a la vez.
Otro elemento a tener en cuenta de esta divisi¨®n de tareas es que se puede hacer una partida mucho m¨¢s ¨¢gil, permitiendo que alg¨²n l¨ªder se quede cerca del inicio y pueda recoger a Pikmins que hayan hecho alguna tarea como recoger fruta (as¨ª no estamos yendo y viniendo cada dos por tres con todo el grupo).La estructura de las tierras que visitamos est¨¢ inteligentemente dise?ado, de tal manera que podemos estar un buen rato ¨Cd¨ªas- abri¨¦ndonos paso en las profundidades de un nivel y, llegados a cierto punto, conseguir conexiones con la parte inicial de la fase para agilizar nuestros movimientos en los d¨ªas siguientes. Adem¨¢s, la combinaci¨®n de ¡°puzles¡± y enemigos es acertada, d¨¢ndole ritmo y acci¨®n al juego: siempre estamos haciendo algo, ya que si no es abrir un hueco escarbando con pikmins amarillos tocar¨¢ eliminar un enemigo que nos estorba en nuestro periplo.
El desarrollo de fases hace que haya una sensaci¨®n Metroid en el propio juego que va m¨¢s all¨¢ del simple avance hacia nuestros objetivos principales. El primer mundo que visitamos seguramente no lo volver¨ªamos a pisar si no fuera porque contiene piezas de fruta en las profundidades del mar ¨Csolo los azules pueden llegar a ellas- o caminos bloqueados que solo alguna clase de pikmin concreta puede abrir, como los p¨¦treos o los amarillos. Y es que una cosa es terminar el juego y la otra explotarlo al 100%. Para el segundo caso nos encontraremos retos realmente interesantes y dif¨ªciles que dotan de m¨¢s riqueza al mundo de Pikmin 3 y de cierta rejugabilidad. Hay puzles realmente inteligentes que nos har¨¢n combinar de manera que no imaginar¨ªamos.
En nuestro caso terminamos la campa?a principal despu¨¦s de m¨¢s de 30 d¨ªas de expedici¨®n y un total de 10 horas y 20 minutos, aunque es algo menos de lo que realmente invertimos inicialmente: pulsando pausa podemos reiniciar un nivel desde el inicio del d¨ªa si hemos trazado mal alguna estrategia, algo que haremos en m¨¢s de una ocasi¨®n. Dicho esto, recogimos 29 de las 66 frutas que hay repartidas por todos los niveles, por lo que completarlo con todas las frutas ¨Ccomo decimos, algunos retos opcionales son duros por los enemigos que nos acechar¨¢n para coger una pieza concreta- amplia la duraci¨®n algunas horas m¨¢s solo en lo que campa?a principal se refiere.
Entre todo este compendio de elementos es importante destacar el tiempo, vital controlarlo y saberlo gestionar. Los d¨ªas son finitos en el mundo de Pikmin, y cuando oscurece volvemos autom¨¢ticamente a la nave ya que los monstruos que habitan el planeta se vuelven agresivos ¨Cm¨¢s- y acaban con todo el pikmin que se mueve. Tener un ojo en el reloj y controlar donde tenemos todos los pikmins es vital si no queremos perder efectivos: los que no est¨¦n dentro del radio de seguridad de la cebolla o no est¨¦n alineados con nuestros l¨ªderes quedar¨¢n abandonados y morir¨¢n. Hay que estar atentos tambi¨¦n en la recogida de objetos y alimentos, ya que no es raro acabar tarde con un jefe final y que el sol se ponga con los pikmins a medio camino de recoger su cuerpo y el objeto vital que escond¨ªa dentro de s¨ª.
Uno de sus principales contratiempos est¨¢ en el control del puntero donde tenemos que lanzar a los pikmins. Con el stick izquierdo movemos al personaje pero tambi¨¦n el puntero, y esto que en muchos casos como lanzarnos a un enemigo quieto o a una pared no es problema, si es m¨¢s complicado de gestionar contra los jefes finales y algunos sub-jefes. A veces es complicado movernos a toda velocidad por el escenario y apuntar al enemigo en cuesti¨®n ¨Cprecisan de reacci¨®n r¨¢pida- y este mismo problema nos lo encontramos con algunos enemigos voladores, que no son de f¨¢cil apuntado. S¨ª que tenemos la opci¨®n de fijar con un gatillo, pero aun as¨ª el sistema tiene problemas puntuales. En este sentido, el control con Wiimote y Nunchuck se antoja bastante m¨¢s preciso para dichas maniobras. En este caso no hay libertad de c¨¢mara pero el bot¨®n para centrarla detr¨¢s del personaje acaba siendo suficiente casi siempre. Por ¨²ltimo tambi¨¦n se nos permite jugar con el mando tradicional con una disposici¨®n, virtudes y defectos similares a la del mando tableta.
La otra modalidad de juego es competitiva: Bingo. Se trata de una batalla entre dos jugadores a pantalla partida que cuentan cada uno con un cartel con diversas casillas en las que hay frutas, enemigos y objetos. Cuando un jugador completa una l¨ªnea en horizontal, vertical o diagonal (recogiendo dichos elementos y llev¨¢ndolos a su cebolla) gana la partida. La gracia es luchar contra las necesidades del otro l¨ªder, con los pikmins mat¨¢ndose entre ellos y molestando tambi¨¦n al propio contrincante. Hay algunas variantes que a?aden picante al tema: la posibilidad de poner una bandera en cada cebolla y hacer que si uno roba la del rival y la lleva a su guarida gana inmediatamente la partida; y la ruleta de la fortuna: las cerezas son como monedas para la ruleta, que tienen efectos directos en nuestro rival. Desde una lluvia de meteoritos a hacerlo volver a su cebolla cuando estaba recogiendo un objeto o sumar diez pikmins m¨¢s para la causa.
Hojas de tama?o enorme perfectamente dise?adas, rocas con texturas m¨¢s que destacadas, flores y plantas en todos sitios. Todo tiene un nivel de detalle que se define en una sola palabra: bonito. Y detallista. Menci¨®n especial para elementos como el agua, brillantemente recreada. La sensaci¨®n es estar en medio de la vegetaci¨®n que todos conocemos multiplicada por diez en tama?o y con un toque fantasioso marca Nintendo en el dise?o de personajes y fauna. Las luces y sombras, reflejos en el agua, los efectos especiales de explosiones o la enormidad de los jefes finales es tambi¨¦n destacable. Todo funcionando perfectamente, aunque es cierto que en la recogida de alg¨²n enemigo gigante llegando a la cebolla se puede ver alg¨²n baj¨®n de framerate que eso s¨ª nunca afecta en la acci¨®n del juego, solo en dicho momento.
La banda sonora nos hace sentir la inmensidad de estos jardines gigantes en los que nos encontramos. Sonidos cl¨¢sicos que uno puede escuchar a poco que se acerque en un sitio envuelto en naturaleza, melod¨ªas perfectamente adaptadas a cada situaci¨®n ¨Calegres y llenas de detalles como la fauna y flora que habita en ese nivel al aire libre, o m¨¢s tensas y enigm¨¢ticas cuando entramos en una cueva- que saben en qu¨¦ momento cambiar ante enemigos o cuando luchamos contra jefes finales, donde todo tiene un toque m¨¢s r¨ªtmico y ¨¦pico. El sonido de los pikmins luchando, levantando p¨ªldoras, abri¨¦ndose camino, etc. Tambi¨¦n est¨¢ a un buen nivel. El juego llega con textos en pantalla en castellano, y aunque las voces de los protagonistas en di¨¢logos son sonidos sin sentido y no necesitan doblaje, s¨ª es cierto que en la lectura final del juego hay una voz en ingl¨¦s.
Excelente
Un t¨ªtulo referente en su g¨¦nero, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutar¨¢s de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en cl¨¢sico con el paso de los a?os. C¨®mpralo sin pesta?ear.