PES 2018
PES 2018, an¨¢lisis final
PES 2018 recuerda al mundo que los malos tiempos de Konami ya pasaron en lo que f¨²tbol se refiere. La gloria jugable de anta?o vuelve a estar presente, aunque todav¨ªa faltan pasos al frente imponentes para que el t¨ªtulo recupere la excelencia a todos los niveles.
PES 2018, An¨¢lisis en progreso
Empieza septiembre y con ¨¦l, la temporada futbol¨ªstica a nivel virtual. Ya es habitual que sea Konami la primera en dar el pistoletazo de salida con su propuesta, que ha ido en clara l¨ªnea ascendente desde hace algunos a?os y que la temporada pasada se convirti¨®, simplemente, en uno de los grandes juegos de f¨²tbol modernos. No solo el mejor desde la era de los 128 bits. PES 2018 es una evoluci¨®n de la entrega que vimos el a?o pasado, con varios cambios relevantes a nivel jugable, alguna que otra novedad en modalidades y la esencia que ha hecho recuperar la excelencia a la saga. Nuestras primeras sesiones sobre el terreno de juego confirman lo que ya pudimos ver en el E3 y en la beta de verano. PES se ha establecido ya como un contendiente a tener en cuenta tanto como su principal rival sobre el terreno de juego.
Cualquiera que haya le¨ªdo nuestras valoraciones de los juegos de f¨²tbol en los ¨²ltimos tiempos sabe, m¨¢s all¨¢ de la nota num¨¦rica que queda registrada en cada review, que hace tiempo que defendemos que hablar de un videojuego que se acerca al otro, o lo supera, en calidad o propuesta es algo absurdo. B¨¢sicamente porque tanto FIFA como PES han articulado t¨ªtulos muy potentes pero a la vez diferentes. De la misma manera que se puede jugar a f¨²tbol con estilos radicalmente distintos y v¨¢lidos, tambi¨¦n tenemos sobre el papel propuestas virtuales que difieren en la base, en la recreaci¨®n del deporte rey. Y eso nos lleva a se?alar que ambas propuestas son perfectamente v¨¢lidas y encajan seg¨²n cada tipo de jugador. En todo caso, el tiempo de comparativas ya llegar¨¢, esto es lo que presenta un PES 2018 que busca refinar la f¨®rmula del ¨¦xito conseguida la temporada pasada.
PES 2018: el realismo como objetivo
PES 2018 vuelve a centrarse en las licencias de algunos de sus equipos ¡®partner¡¯ como manera de contrarrestar un combate perdido como es el de las licencias. De nuevo conjuntos como Bar?a, Liverpool o Borussia de Dortmund copan la introducci¨®n del t¨ªtulo, que con un estilo y una interfaz muy similar a la del a?o pasado, invita al jugador a disfrutar del f¨²tbol virtual desde la primera partida. Porque es en el campo de juego, en lo que pasa entre el minuto 1 y el 90, donde la saga de Konami quiere dominar. Y de hecho es donde, como el a?o pasado, m¨¢s credenciales y opciones tiene de hacerlo. Aunque la base es la que conocimos hace doce meses, el juego ha cambiado varios elementos y mec¨¢nicas. Algunas a mejor, otras a peor. Lo vemos.
Esta entrega mantiene los controles ya conocidos. Con el bal¨®n en nuestra posesi¨®n tenemos las opciones de pase, pase largo, pase al hueco, disparo, correr, pase/disparo manual, control de precisi¨®n, regates combinando los anal¨®gicos y los cl¨¢sicos movimientos de la pared o el pase/vaselina por alto. A todo ello tambi¨¦n podemos indicar a los jugadores controlados por la IA que arranquen desmarques o incluso controlarlos nosotros mismos -algo que, eso s¨ª, sigue siendo un poco confuso por el sistema-. En defensa, ninguna novedad relevante: con un bot¨®n presionamos al rival; puls¨¢ndolo dos veces hacemos una entrada normal, con otro bot¨®n llamamos a la presi¨®n de un compa?ero (si lo pulsamos m¨¢s de una vez la presi¨®n ser¨¢ m¨²ltiple) y otra acci¨®n para hacer entradas a ras de suelo.
Con el panel de mandos claro, empieza el f¨²tbol. En materia ofensiva vemos como el First Touch del a?o pasado sigue siendo el mejor aliado para el juego de toque. PES es un t¨ªtulo que apuesta por un ritmo pausado y realista, donde la circulaci¨®n del bal¨®n es la manera m¨¢s veloz de atacar la porter¨ªa contraria. Los jugadores han ganado un sinf¨ªn de animaciones nuevas que se dejan ver en controles cuando reciben el bal¨®n en todo tipo de condiciones y alturas, permitiendo m¨¢s posibilidades de seguir jugando al toque. Esto, que se agradece, est¨¢ equilibrado con un sistema de pases que no es, ni puede ser, preciso al m¨¢ximo. Seg¨²n la posici¨®n del jugador algunos pases no llegar¨¢n a buen puerto, mientras que cruzar un bal¨®n raso demasiados metros est¨¢ llamado al fracaso. Aprender a controlar la direcci¨®n y la potencia es b¨¢sico, y de nuevo el sistema manual (con el gatillo izquierdo) es una soluci¨®n m¨¢s que interesante para ciertos momentos.
No podemos decir lo mismo del pase al hueco. El a?o pasado ya alertamos que se sent¨ªa demasiado preciso y eficaz, y este a?o durante las horas (muchas en poco tiempo) que hemos estado con el juego, es algo que se acent¨²a. Ya sea por bajo o por alto, el famoso ¡®triangulazo¡¯ funciona excesivamente bien. Hemos realizado con ¨¦xito pases largos con par¨¢bolas que parecen frenar en el punto justo para que llegue el receptor, con peque?os globos que trazan la curva perfecta para un remate de primeras o un control dentro del ¨¢rea. Y pasa lo mismo con el bal¨®n a ras de suelo: balones veloces que se deslizan perfectamente trazando una trayectoria inalcanzable para el defensa pero s¨ª para el extremo de turno. Es cierto que con el pase al hueco hay veces que no llega a buen puerto porque el pase es interior y el desmarque va por fuera, o viceversa, pero cuando el atacante se desmarca, esta asistencia tiene un alto porcentaje de acierto. Se pueden hacer pases por alto y por bajo simplemente espectaculares, muy satisfactorios de ver, pero que pierden fuerza por la frecuencia con la que se pueden conseguir.
Tambi¨¦n es cierto que es una sensaci¨®n que crece con los equipos y jugadores m¨¢s importantes. No es lo mismo ejecutarlo con ¨¦xito si el receptor debe ser un Lemar, Demb¨¦l¨¦ o Bale que si probamos suerte con jugadores no tan veloces, pero queda claro que es algo que lejos de haberse equilibrado parece ser que quedar¨¢ como asignatura pendiente en esta entrega. Algo similar sucede, no en tanta medida ni mucho menos, con los balones largos y los centros, donde la sensaci¨®n es que es algo m¨¢s sencillo conectar con el rematador. Despu¨¦s, quede claro, falta saber rematar en condiciones -algo mucho m¨¢s exigente- pero al menos en partidas contra la CPU s¨ª que hemos notado que tocar el bal¨®n tras un saque de porter¨ªa, un centro o un c¨®rner es algo habitual.
Precisamente es en los disparos y remates donde vemos mejoras importantes. Lanzamientos de fuera del ¨¢rea que no encuentran con tanta facilidad la porter¨ªa, disparos que se han equilibrado en lo que potencia se refiere y remates mucho m¨¢s variados, pero menos precisos. Rematar de cabeza, de volea o de semi tijera es relativamente sencillo por la precisi¨®n de los centros. Pero que todos estos vayan a porter¨ªa ya es otro cantar. Saber calcular el momento exacto y la potencia del bal¨®n largo y luego saber el momento justo para pulsar el bot¨®n de remate, su potencia y direcci¨®n es clave para que no se nos vaya un cabezazo demasiado alto, demasiado flojo o demasiado centrado.
Cabe destacar que los remates de volea-tijera est¨¢n muy presentes, tal vez en exceso en ciertos centros, pero es algo que se compensa con la gran variedad de opciones de disparo que se nos ofrece. Volviendo a las mejoras y a?adidos en animaciones, los jugadores cuentan con un elenco de disparos mucho mayor, y eso permite ver remates dentro del ¨¢rea desde todo tipo de posiciones, todas ellas realistas y veros¨ªmiles. Da gusto ver como el delantero se busca la vida para rematar seg¨²n donde est¨¦ la porter¨ªa, si est¨¢ marcado y presionado por un defensa, etc. Tambi¨¦n en las vaselinas, con toques de empeine, caricias o cucharas seg¨²n la potencia y posici¨®n del portero que sale a nuestro encuentro. A todo ello falta a?adir el tiro de calidad (gatillo derecho), que ya no tiene la eficacia de anta?o desde fuera del ¨¢rea¡ Pero que es una garant¨ªa de gol dentro del ¨¢rea. Los tiros de calidad desde la zona de penalti en adelante son un pase ajustado al palo del portero con un % de gol enorme. Seguramente estas situaciones y los pases al hueco son los dos elementos jugables que m¨¢s necesitan una revisi¨®n para el futuro por su funcionamiento.
Por-te-ra-zos
Y no es algo que sea culpa de los porteros, que el a?o pasado ya mejoraron y esta temporada son simplemente una maravilla. Era uno de los objetivos del equipo de desarrollo y el resultado es espectacular. Lo comentamos en el primer hands-on que tuvimos con el juego en el E3 y lo reafirmamos: los porteros m¨¢s reales de la saga. Se han a?adido un sinf¨ªn de reacciones, movimientos y paradas que vale la pena disfrutar aunque eso nos impida marcar el gol de la victoria. Salen a coger balones a¨¦reos o despejarlos de m¨²ltiples maneras, despejan hacia los laterales disparos rasos, corrigen su posici¨®n para llegar a disparos mordidos y tienen un elenco de paradas a bocajarro sorprendente. Por esto mismo nos sorprende que el tiro de calidad desde dentro del ¨¢rea siga siendo tan inaccesible para los guardametas. No se trata de que fallen en estos disparos, sino al rev¨¦s: son tan precisos y ajustados al palo que sus estiradas no son suficiente.
No solo han mejorado en n¨²mero de animaciones y variedad de las mismas, sino tambi¨¦n en porcentaje de acierto ante todo tipo de momentos. No son perfectos y hemos visto algunas cantadas sorprendentes (como por ejemplo, un remate de cabeza flojo al primer palo y el portero que hace una animaci¨®n que ¡®no procede¡¯ dejando el hueco para el gol f¨¢cil), pero en general son tremendamente satisfactorios. Cuando ves como el portero corrige su movimiento a contra pie por un disparo que ha rebotado en un defensa y se lanza a lo Ter Stegen contra el Bayern de M¨²nic hace algunas temporadas para impedir el gol, no puedes evitar exclamar cierta mueca de sorpresa. Y satisfacci¨®n.
Que ruede el bal¨®n
El bal¨®n vuelve a ser el protagonista del juego, con un equilibrio cada vez mejor en todos sus aspectos de juego. La imprevisibilidad siempre ha sido una de las grandes se?as de identidad de la saga y sucede lo mismo en PES 2018, un videojuego que se puede definir en una sola jugada: Control de espaldas a la porter¨ªa de un atacante que sabe zafarse de la presi¨®n y contacto de su defensa. Gira, encara desde fuera del ¨¢rea y dispara con potencia. Aparece la pierna de un defensor, que desv¨ªa la trayoectoria del bal¨®n, dejando el portero a contra pie. ?ste, suficientemente ¨¢gil, reacciona de manera realista y saca una mano milagrosa a ras de suelo. El bal¨®n queda muerto en el ¨¢rea. Alguien puede sacarla de un despeje. U otro atacante puede llegar para marcar a porter¨ªa vac¨ªa. Situaciones reales, cambiantes y con un final inesperado.
Nunca sabes del todo si llegas al bal¨®n dividido, si cuando lanzas el disparo llegar¨¢ el defensa antes para bloquearlo o no, si desde esa misma posici¨®n y potencia ir¨¢ a gol o saldr¨¢ desviado¡ en esto tiene mucho que ver la f¨ªsica del bal¨®n, con vida propia. Nunca se funde con el pie del jugador, sino que siempre tiene su espacio en conducciones, en controles¡ Y eso hace que cambie una misma situaci¨®n seg¨²n cada momento. Salvo por algunas par¨¢bolas excesivamente perfectas en pases al hueco por alto, su reacci¨®n y recreaci¨®n es perfecta.
Si a ello a?adimos las buenas sensaciones que dejan las f¨ªsicas de impacto, con el cuerpoeo de los defensores metiendo el hombro, los saltos divididos a por un bal¨®n con m¨²ltiples finales, el forcejeo en carrera que puede cambiar el devenir de un disparo o un pase¡ Vemos que la base que ya conocimos en el pasado se mantiene y se pule en materia de contacto y f¨ªsicas. Y se agradece.
La IA y la t¨¢ctica
PES 2018 brilla sobre el terreno de juego porque tambi¨¦n lo hace en la pizarra. De nuevo mantenemos unas opciones t¨¢cticas que son la envidia del g¨¦nero y que ojal¨¢ lo hubi¨¦ramos tenido a?os antes. No es ninguna novedad, pero sigue teniendo una incidencia notable en el juego. Adem¨¢s de la formaci¨®n, podemos escoger que esta sea din¨¢mica seg¨²n si tenemos o no el bal¨®n, y podemos cambiar la disposici¨®n y movimientos de los jugadores seg¨²n nuestras elecciones. Hacer que se juegue m¨¢s al toque o a balonazo largo, centrarse en jugadas por la banda con jugadores que ensanchan el campo o posiciones flexibles con interiores rompiendo marca y extremos que buscan las zonas centrales. Lo mejor de todo esto es que se ve que funciona sobre el terreno de juego, y que cambia la manera de afrontar un partido.
En defensa pasa lo mismo: laterales que se quedan o que suben; extremos que bajan a defender, presi¨®n alta o l¨ªnea defensiva que recula¡ A lo que si a?adimos el control que tenemos de la presi¨®n de varios jugadores con nuestras acciones o la posibilidad de mover jugadores concretos a posiciones (por ejemplo, controlar el lateral para que cierre un hueco que se ha generado) tenemos como resultado un elenco de opciones suficientes para impedir que nos marquen.
La t¨¢ctica es algo que afecta a la IA enemiga y que se agradece. Cada equipo tiene su manera de jugar, que difiere claramente seg¨²n el rival. Y eso acaba plasm¨¢ndose en una CPU muy satisfactoria como contrincante. Todo el mundo puede encontrar su nivel ideal de IA enemiga para disfrutar del juego. Y siempre tendr¨¢ delante estilos de juegos diferentes y no una m¨¢quina dominadora per se. Nos explicamos: Puedes jugar en la Champions contra el Leipzig, un equipo que tiene como estilo el contragolpe y el bal¨®n largo. En ese partido puedes acabar perdiendo 0-1. Pero no habr¨¢ sido por aplastamiento, porque la IA sea demasiado buena y nos domine. No. Ser¨¢ porque en un par de contras, el rival habr¨¢ sorprendido a nuestro equipo y se habr¨¢ llevado el triunfo si no hemos conseguido transformar ocasiones. Qui¨¦n te intentar¨¢ dominar es el Bar?a con juego de pases cortos y presi¨®n alta. Y eso se nota. Da gusto ver que si pierdes o empatas con un rival peque?o no es porque la IA va sobrada, sino porque sus armas las ha sabido ejecutar. Por eso hace ya algunas temporadas que PES, para el jugador offline, es una gozada.
Licencias y modos (offline)
PES 2018 sigue sin poder competir en licencias, aunque es cierto que cuenta con una gran cantidad de competiciones oficiales y algunos de los mejores equipos europeos. Tendremos ligas como las de Inglaterra, Espa?a, Francia, Holanda o Portugal, pero no est¨¢n todos los equipos licenciados (s¨ª los jugadores). Tambi¨¦n hay cosas curiosas: el Bar?a es la estrella del juego pero el Bar?a B no est¨¢ licenciado como conjunto en Segunda Divisi¨®n. De nuevo, la ausencia de ligas como la Bundesliga y ciertos equipos europeos son algunas de las ausencias m¨¢s destacadas, adem¨¢s de la falta de licencia de equipos poderosos como los de Manchester o el Arsenal. Esto se compensa, como es habitual, con equipos de otros continentes y competiciones como la Champions de Asia (hay varios equipos de la cada vez m¨¢s atractiva liga China), las ligas de Brasil y Argentina o competiciones como la Champions y Europa League con sus logos y melod¨ªas, que vuelven a ser protagonistas absolutos en un juego que cuenta con una gran cantidad de selecciones nacionales (no todas licenciadas).
Nada, eso s¨ª, que no se pueda cambiar en el editor completo y extenso para nombres, escudos, camisetas, traspasos, selecciones nacionales¡ Y con un sistema de importaci¨®n en PC (versi¨®n que hemos jugado) tan sencilla como a?adir los archivos a una carpeta y cogerlos. Se presupone que en PS4 ser¨¢ id¨¦ntico al del a?o pasado (ambos permiten actualizar y dejar el juego ¡®licenciado¡¯ en pocos minutos) a la espera de saber qu¨¦ pasar¨¢ con Xbox One, donde no hab¨ªa esta facilidad para la importaci¨®n del trabajo de esa comunidad que sin descanso crea aut¨¦nticas maravillas y que, por lo tanto, ofrece las herramientas pero no la opci¨®n de usar el trabajo de otros. Konami ya explic¨® que no era culpa suya sino del propio sistema, aunque seguramente si se creara un espacio para compartir dentro del juego los trabajos realizados (como hacen algunos juegos de carreras con ediciones visuales de veh¨ªculos) se podr¨ªa solucionar sin tener que pasar por descargar en un PC y grabar en un USB los Option Files y dem¨¢s.
El jugador offline se encontrar¨¢ la posibilidad de disfrutar de todo tipo de competiciones como las ya mencionadas (hacer la Champions desde la fase de grupos es una gozada con la interfaz, la banda sonora y las escenas marca de la casa como la inscripci¨®n del nuevo campe¨®n en el trofeo), jugar ligas y copas, personalizar las propias, hacer amistosos y probar el cooperativo offline con amigos ante la propia CPU.
La Liga Master es la modalidad estrella, y aunque todav¨ªa necesitamos profundizar m¨¢s en ella, ha ganado en agilidad a la hora de mostrar opciones y gestionar el equipo. Podemos escoger un equipo real o empezar con una plantilla inventada, usar un sistema de negociaci¨®n m¨¢s desafiante que da menos margen y menos manga ancha al jugador y, con todo esto, dirigir un club. En t¨¦rminos de fichajes nos ha gustado ver que las negociaciones pueden llegar a ser duras (por ejemplo, a pesar de tener dinero suficiente, no pudimos fichar a Carles Ale?¨¤ del Bar?a B aunque estuvimos insistiendo todo el mercado; por el contrario, algunos como Lemar salieron con un sobrecoste importante). Es cierto que es relativamente sencillo generar dinero con ventas pero nos topamos con situaciones interesantes.
El desarrollo de la Liga Master sigue unos cauces bastante tradicionales. A final de temporada podremos renovar con el equipo, buscar nuevas aventuras y si lo hemos hecho bien, tambi¨¦n tendremos la opci¨®n de ser seleccionadores de alg¨²n combinado nacional. En general, a pesar de disputar temporades en el modo Desaf¨ªo, no nos ha parecido excesivamente complicado gestionar el club, los egos de jugadores y su papel en el equipo. Fichar y vender no tiene demasiado secreto y las negociaciones se realizan de manera ¨¢gil. S¨ª que solo los que tienen 0% de opciones de fichar son inaccesibles, pero no son muy frecuentes. Vender un par de jugadores con ninguna participaci¨®n en el equipo para fichar una estrella y cumplir con el l¨ªmite de presupuesto y de salarios es relativamente sencillo. De nuevo, la agilidad de las gestiones y las opciones t¨¢cticas y de direcci¨®n ofrecen, eso s¨ª, diversi¨®n inmediata. No sabemos si para estar muchos a?os, pero s¨ª para sus primeras dos-tres temporadas por lo menos.
A nivel jugable, la posibilidad de entrenar a los jugadores para que mejoren habilidades concretas, el hecho de saber gestionar los partidos de la plantilla para que se vayan adaptando los fichajes, para que ciertos integrantes puedan adaptarse a otras posiciones y para que la relaci¨®n entre el equipo mejore -y as¨ª mejore su respuesta cuando jugamos- hacen que la sensaci¨®n es que no podamos dejarnos llevar y pensar solo en jugar con un mismo once. El t¨ªtulo invita a probar y gestionar un grupo, aunque hasta que no avancemos m¨¢s en ¨¦l no sabremos la incidencia real de todas estas posibilidades.
Falta un golpe encima de la mesa
Algo que llevamos reclamando desde hace tiempo en PES es que Konami d¨¦ un paso al frente importante en lo que modos de juego se refiere. La compa?¨ªa ha demostrado -y este a?o tambi¨¦n, a pesar de los tics ya se?alados y que en alg¨²n caso son m¨¢s frecuentes que hace doce meses- saber crear partidos realistas y ofrecer una jugabilidad excelente. Pero la sensaci¨®n es que no se da ese golpe encima de la mesa necesario para presentar la saga como un producto completo y brillante a todos niveles. Esto es algo que queda evidenciado sobre todo cuando nos adentramos en los modos online, mayoritarios y que en muchos casos cumplen su funci¨®n, pero que demuestran cierta falta de ambici¨®n. Empezando por el modo estrella: MyClub. Continuista, efectivo. Pero de poco avance.
Seguimos teniendo un modelo basado en FUT, el gran ¨¦xito de FIFA que se ha trasladado a todo tipo de juegos deportivos tanto de EA como de otras compa?¨ªas (como NBA 2K). Gestionar una plantilla creada con fichajes, con ojeadores que buscan nuevas incorporaciones y con dos elementos que hay que tener en cuenta: el director t¨¦cnico y su manera de entender el f¨²tbol y el esp¨ªritu, eso que conecta jugadores seg¨²n varias caracter¨ªsticas para mejorar el global del equipo y jugar mejor. A base de ganar GP (logros tras hacer haza?as y conseguir resultados) o monedas myClub se puede ir confeccionando un equipo cada vez m¨¢s poderoso. Una de las ventajas que tiene este modo es la inmediatez: ya pasaba el a?o anterior y se repite el hecho que el arranque es muy poderoso, con incorporaciones de relumbr¨®n y nombres que motivan desde un primer momento. Es una manera de combatir el tal vez no tan recorrido que puede tener un Ultimate Team.
El juego te premia con kits, potenciadores, monedas y otros elementos que permiten, sin jugar ni un partido, tener varios jugadores interesantes en el equipo. Esto compensa la falta de ciertas licencias y jugadores que reducen el espectro de posibilidades en comparaci¨®n con su principal rival (algo que consideramos necesario hacer porque al final, mucha gente tambi¨¦n decide opci¨®n futbol¨ªstica por modos como este). Eso s¨ª, la presencia de varias leyendas -destacan las del Bar?a por su cantidad- amenizan el desarrollo de la modalidad. El modo permite competir en divisiones, contra la CPU, usar el equipo para partidos cooperativos, amistosos y campeonatos. Tambi¨¦n, claro est¨¢, PES League (el modo de torneos organizados peri¨®dicamente). No se entiende que hayan recuperado partidos al azar (plantillas hechas aleatorias seg¨²n par¨¢metros que marquemos) y no se utilice dentro del sistema MyClub o, por lo menos, a nivel online.
Algo que ya vimos que funcionaba correctamente y vuelve a hacerlo es el modo cooperativo para tres jugadores, pudiendo crear un clan para jugar con amigos contra otros. Aqu¨ª se nos valorar¨¢ por lo que hagamos sobre el terreno de juego, puntuando y analizando nuestra manera de jugar. No solo cuenta marcar goles, por suerte. Este modo contrasta con el que parece ser el abandono a intentar crear un modo 11 contra 11 con cara y ojos, algo que aporta un grado de satisfacci¨®n enorme y que en Konami no han acabado de creerse del todo (solo disponible en vest¨ªbulos). Tendremos que conformarnos con el modo Leyenda, que nos permite jugar decenas de temporadas en modo offline contra la CPU para ir mejorando y convertirnos en leyenda en nuestro equipo¡ Y en la selecci¨®n.
La oferta se completa con las cl¨¢sicas temporadas por Divisiones, vest¨ªbulos para amistosos 1v1 o 2v2, campeonatos diversos y el ya mencionado PES League que permite jugar a campeonatos eliminatorios para entrar a otros de mayor envergadura. Lo mejor: el netcode nos ha funcionado de manera correcta y sin problemas durante nuestras partidas.
Hemos jugado a PES 2018 en su versi¨®n PC, que este a?o se equipara en motor y posibilidades a la versi¨®n de consolas -cosa que no pasaba en el anterior- y lo supera gracias a la posibilidad de jugar con resoluciones hasta 4K y varios elementos de personalizaci¨®n gr¨¢fica. A nivel visual, el juego mantiene las virtudes que se le vieron el a?o pasado con recreaci¨®n m¨¢s que fiel de los jugadores conocidos, as¨ª como los estadios licenciados. Es cierto que en lo que vista de juego se refiere -desde la c¨¢mara ingame- sigue siendo un t¨ªtulo al que le faltan detalles en el c¨¦sped y en acabados generales para dar un salto cualitativo a nivel de 'foto', cosa que eso s¨ª se compensa con las ya mencionadas nuevas animaciones, movimientos y f¨ªsicas que vemos cuando rueda el bal¨®n.
A nivel sonoro, un poco de lo que ya conoc¨ªamos. Banda sonora variada y con canciones comerciales del momento que amenizan nuestra navegaci¨®n y unos efectos en los estadios bastante convincentes, sobre todo con los c¨¢nticos cl¨¢sicos de los equipos oficiales como Bar?a, Dortmund o Liverpool. Es cierto que en lo que comentaristas se refiere hay mucho m¨¢s ¡®pero¡¯, porque ni Carlos Mart¨ªnez ni Maldini est¨¢n a la altura de lo que ofrecen en sus retransmisiones reales. Comentarios sin sentido (?En un Bar?a-Juventus con todas las estrellas el jugador a seguir ser¨¢ Alves?) y con trozos que se ve claramente que est¨¢n pegados y enganchados de una manera muy poco sutil para hablar de equipos y jugadores.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.