Vienes a mi casa y me insultas...

La posibilidad de convertirnos en unos mafiosos o criminales no es nueva en este mundo de los videojuegos, al menos en consolas de sobremesa. En GBA hemos echado en falta un GTA digno que hace bien poco Digital Eclipse nos ofrec¨ªa. Ahora llega PayBack prometiendo robos, acci¨®n y violencia. Prometiendo. C¨®mo odiamos a quien no cumple sus promesas...

Aunque a muchos les pueda extra?ar, este PayBack tiene poco o nada de original. Hace m¨¢s de diez a?os pudimos jugar a una curiosa y realmente divertida, para aquella ¨¦poca claro, versi¨®n muy similar a esta. Fue llamada m¨¢s tarde a ser la verdadera fuente de inspiraci¨®n de los GTA's, cuyos comienzos fueron m¨¢s que similares a esta aventura que hoy os acercamos.

Hace ya mucho, pero que mucho tiempo que se anunci¨® un remake -que acabar¨ªa convirti¨¦ndose en un port exacto- del juego, llevado a buen puerto por DSi Games, que sufrir¨ªa numerosos retrasos, varias veces por culpa de fallos en la programaci¨®n, por problemas inherentes a ella, o por esa larga b¨²squeda de alguna distribuidora que estuviese dispuesta a arriesgarse por el juego.

No parec¨ªa razonable, al menos teniendo en cuenta las primeras im¨¢genes que nos llegaban. Una empresa joven en el mercado, que no hab¨ªa asomado en demas¨ªa la cabeza, y unas cr¨ªticas m¨¢s que aceptables por parte de toda la prensa consiguieron que, finalmente, fuese Zoo Digital Publishing la distribuidora que se tirar¨ªa a la piscina. El retraso fue m¨¢s que significativo, pues ha sido casi un a?o de b¨²squeda que, en teor¨ªa, hab¨ªan aprovechado para pulir los defectos del juego.

Nosotros lo cre¨ªmos. Pusimos el cartucho en nuestra port¨¢til esperando un nuevo bombazo, alg¨²n juego nuevo del que pudi¨¦semos estar hablando hoy con gran alevos¨ªa pues, por lo general, son siempre los mismos juegos los mejores y que mejores notas se llevan. Sea como fuere, la puntuaci¨®n de un juego es completamente subjetiva y atiende a fin de cuentas a los gustos, de una u otra manera, del redactor en cuesti¨®n que lo haya tratado.

Quiz¨¢s fuese nuestra culpa, o quiz¨¢s estemos exagerando el resultado del productor final. De lo que cabe ninguna duda es que despu¨¦s de tanta dilaci¨®n parece que hemos comprendido la verdadera raz¨®n por la que ninguna compa?¨ªa quer¨ªa arriesgarse a distribuir el juego. ?Un remake de un gran juego? Sin duda. ?Una idea muy buena? Efectivamente. La teor¨ªa, como suele ocurrir, no sirve de nada sino se lleva a campo y se prueba. El campo que le ha tocado a PayBack es una guerra en pleno apogeo de la que no tiene salida.

Los coches, unidos al pobre entorno que recrea la carretera, dan una impresi¨®n muy mala de un apartado del que poco hay que comentar para evitar, simplemente, la larga lista de cr¨ªticas que os podr¨ªamos comentar. Es una adaptaci¨®n de la Amiga como ya hab¨ªamos dicho con anterioridad, pero ?es por ello necesario no mejorar ni un ¨¢pice del apartado que triunfo en un juego de hace ya m¨¢s de 10 a?os?

Repletos de ralentizaciones, con una c¨¢mara que representa la verdadera dificultad del juego, personajes microsc¨®picos que supuestamente son nuestros enemigos, y el uso de unos relieves que con vista a¨¦rea no acaban de convencernos.

El caso es que el efecto que se consigue es desastroso, no se ha hecho uso de ning¨²n tipo de m¨²sica interna a los coches o voces, algo que bien pensando, era casi imposible para un juego que contaba con un presupuesto tan limitado como este. No les podemos eximir de culpa: las cientos de interferencias que producen las melod¨ªas y los sonidos de ambiente consiguen acabar con nuestra paciencia.

Al final acabamos con el mismo cuento de siempre, quitando el sonido de la consola, bastante t¨ªpico por esta consola. Y es que a¨²n nos preguntamos cuando podremos decir que alg¨²n juego ajeno a los populares consigue ofrecer algo m¨¢s que algunos 'ruidos' que en teor¨ªa son el apartado sonoro de la aventura. Una aut¨¦ntica l¨¢stima.

El problema es que la pobre adaptaci¨®n que sufre el juego lo quiebra de tal forma que se convierte en un videojuego totalmente injugable, pese a contar con alguna que otra idea divertida y que admitimos podr¨ªa haber llegado a alg¨²n lugar sino hubiese sido por el p¨¦simo control de los elementos controlables dentro del juego. Que no son otros que nuestro propio personaje y, c¨®mo no, los autom¨®viles.

El sistema es exactamente igual al del GTA original, debemos pulsar un bot¨®n para que nuestro monigote se mueva, dirigi¨¦ndolo con la cruceta. La B se emplea para disparar o para otras acciones, mayormente relacionadas con interactuar con el escenario. Recoger armas, maletines y otros objetos que por lo general no vamos a ver demasiado a lo largo de la aventura.

Todo empeora cuando tomamos el control de los coches. Tendremos que robarlos, tarea bastante f¨¢cil de llevar a cabo. El problema es que los coches mantienen la est¨¦tica del original de Amiga, parecen aut¨¦nticas cajas de cart¨®n andantes que apenas consiguen moverse en el entorno que DSi Games ha desarrollado. Si por fin, despu¨¦s de recorrer los cuatro lados de la ciudad, conseguimos un coche veloz y apretamos el acelerador, acabaremos con un siniestro total inevitable.

Los problemas se arrastran de la perspectiva a¨¦rea que no deja lugar a un mayor detallado del mapa, error que se paga cara y que, como ya dijimos al comienzo, quiebra la jugabilidad. Que la quiebra decimos, por no sentenciar con que elimina cualquier posibilidad de disfrutar del juego.

Las misiones pueden ser de lo m¨¢s interesantes; podremos ir por ah¨ª aniquilando puntos blancos, supuestamente encapuchados del KKK, por lo cual se nos bonificar¨¢ de forma especial. Equivalen en definitiva a los machangos naranjas que aparec¨ªan en el primer GTA y que iban recitando curiosas frases. M¨¢s raz¨®n para escacharlos con nuestro coche o eliminarlos a balazos.

PayBack es todo lo que fue GTA en su d¨ªa pero con los fallos multiplicados por 10. Si en el GTA que os analiz¨¢bamos hace escasas semanas os remarc¨¢bamos que una de las razones de su baja nota era precisamente los problemas referentes a la jugabilidad, aqu¨ª sucede lo propio pero de forma cien veces peor. Y as¨ª sucesivamente.