Una dinast��a de patricios

Vuelve la serie Patrician con su cuarta entrega: Imperio de los Mares y con Kalypso Media tomando el relevo a Ascaron Entertainment. Si una de tus aficiones es el comercio mar��timo, o si tienes pensado que lo sea en un futuro, descubre con nosotros las claves para convertirte en un patricio.

Actualizado a 8 de diciembre de 2011 12:38 CET

Patrician es una de esas series humildes que, por m��ritos propios, acaparan un ��xito bastante mayor de lo esperado. Desarrollada en sus inicios por la desaparecida Ascaron Entertainment, que siempre ser�� recordada por originar la primera entrega de Sacred, su primera versi��n se remonta al a?o 1992, y repetir��a en otras dos ocasiones, en 200 y 2003 respectivamente. Aunque la esencia del t��tulo se mantiene fiel a las bases, muchos aspectos han evolucionado desde The Patrician, y con esta cuarta entrega se llevan los cambios a la m��xima expresi��n. Con Kalypso Media ahora al tim��n, este a?o 2010 ha sido el elegido para resucitar la serie y publicar, 7 a?os despu��s de la tercera versi��n, el tan esperado Patrician IV: Imperio de los Mares.

Sin embargo, y aunque hemos tenido que esperar a estas fechas para encontrarnos la versi��n completamente localizada a nuestro idioma, este t��tulo lleva rondando por el resto del mundo unos pocos meses bajo el sobrenombre de ?Conquest by trade'. En nuestro pa��s se ha decidido volver a repetir parte del t��tulo con la coletilla a?adida en su tercera entrega, pero eso no cambia para nada el contenido del mismo. Para los que escuchen por primera vez el nombre de Patrician, decir que nos hallamos ante una oferta similar a las series Port Royale o The Guild en lo que a tem��tica y ��poca se refiere, aunque simplificando demasiado la definici��n podr��amos decir que nos encontramos ante un ?tycoon' sobre comercio marino durante los ��ltimos a?os del Medievo.

El concepto se repite durante las 4 entregas de la serie: encarnamos a un joven de una ciudad al norte de Europa cuyo objetivo en la vida es ganarse el pan mediante el comercio por mar. Para ello tendr�� que hacerse un hueco entre las poderosas estirpes de larga tradici��n mercantil que ya habitan por esas zonas, conocidos como la Liga Hanse��tica, e intentar mejorar su reputaci��n para llegar a ser una figura del comercio en el Continente. Por supuesto, no va a ser tarea f��cil: el mar est�� lleno de innumerables peligros, Europa es un hervidero de guerras y escaramuzas y los comerciantes de la Liga Hanse��tica no se van a quedar atr��s tan f��cilmente. Si queremos llegar a algo en esta profesi��n que hemos elegido, vamos a tener que espabilar mucho.

Un especial detalle a la caja del juego, y en general al empe?o que FX Interactive pone al distribuir sus productos. Encontramos un pergamino sellado que, al abrirlo, nos mostrar�� el mapa del juego con la totalidad de las rutas comerciales establecidas en el mismo, as�� como un resumen de los precios de las mercanc��as, tanto en producci��n como en recomendaciones a la hora de venderlas, y que se complementa con otro mapa de mayor tama?o que incluye todos los puertos y expediciones comerciales posibles en el juego. Es importante decir que, m��s all�� de haber introducido un simple mapa, lo que se ha a?adido es una perfecta gu��a para que tanto los jugadores noveles como los m��s experimentados tengan una constante referencia a la hora de jugar.

El t��tulo contiene dos modos de juego: campa?a y desaf��o. El primero vendr��a a ser la historia de nuestro joven comerciante en busca de fama y fortuna, y su avance se basa en objetivos que debemos ir cumpliendo para seguir escalando en la pir��mide de la Liga Hanse��tica. Esto no significa que sea un desarrollo cerrado basado en fases, porque de hecho es completamente libre, pero se nos animar�� a seguir el orden establecido con el fin de convertirnos en el Patricio m��s pr��spero de Europa. El segundo modo es casi exacto al primero, pero carece de esos objetivos intermedios y nos permite configurar la partida con mayor detalle, hasta el punto de que podemos alterar las producciones tradicionales de cada puerto por otras aleatorias.
Porque ese es el siguiente paso, configurar los par��metros que servir��n tanto para definir a nuestro representante en Patrician IV como los ajustes de dificultad para la partida. Comenzamos por el nombre y los apellidos de nuestro comerciante, su g��nero, ciudad natal y escudo familiar. Despu��s podremos modificar la dificultad del t��tulo y si la producci��n en cada ciudad ser�� aleatoria o, por lo contrario, se limitar�� a los bienes que hist��ricamente se obten��an en dichos lugares. Por ��ltimo ajustaremos la cantidad de ciudades en el juego y el nivel medio de poblaci��n. Como dec��amos antes, algunas de estas opciones no son configurables en el modo campa?a, mientras que en el modo de desaf��o tendremos total libertad para ajustar la partida a nuestro gusto.

En cuanto aceptamos pasamos a ver una ciudad costera, por defecto Lubeck, de donde procede nuestro alter ego, formada por unos cuantos edificios importantes y una serie de caba?as donde habitan sus vecinos. Lo m��s importante aqu�� ser�� su puerto y su lonja, centro de actividad para cualquier buen comerciante que se precie. Nuestro asistente nos dir�� que empecemos a comerciar, y nuestra primera misi��n ser�� comprar bienes en Lubeck para venderlos en cualquier otro puerto de Europa, acci��n b��sica en este juego. Esto se debe a que la forma r��pida de empezar a hacer dinero es trasladando distintos productos entre diversas ciudades. En el mapa de navegaci��n es simple atestiguar esto que estamos diciendo: vemos muchas m��s ciudades repartidas por toda Europa, y cada una con su puerto y su lonja.

El barco es el ��nico medio de transporte de mercanc��a, y comenzaremos con uno bastante decente para nuestro rango. Cada nave se diferencia por la cantidad de marinos a bordo, armamento y capacidad de carga, de manera que existir��n barcos destinados al comercio mientras que otros ser��n m��s apropiados para el ataque o la defensa de convoyes. Cuando tengamos suficiente dinero podremos acudir a los astilleros para comprar una nueva nave, pero tendremos que esperar unos cuantos d��as hasta que se termine, dependiendo de si los astilleros cuentan con las cantidades suficientes de maderas y herramientas como para finalizar nuestro encargo. Una gran flota ser�� sin��nimo de un comerciante pr��spero, y en cuanto las cosas nos vayan ven empezamos a tener m��s y m��s barcos.

Existen 4 tipos: goleta, carabela, nao y gale��n. Si dedicamos tiempo y dinero a investigar, podremos acceder a 3 clases adicionales: coca, urca y carraca. Cada nave puede mejorarse con la adquisici��n de ca?ones, pero eso va a suponer una reducci��n proporcional de la capacidad de carga de las mismas. De esta manera podremos asignar barcos a distintas tareas, entre las que vamos a distinguir cuatro opciones claras: transporte, escolta, patrulla o pirateo. Las ��ltimas opciones van a necesitar naves armadas, mientras que en la primera vamos a querer una gran capacidad de carga para rentabilizar los viajes, puesto que el tiempo que una nave pasa en mar abierto es tiempo en el que nuestros ingresos se van a encontrar paralizados en medio del agua, sin producir beneficios y con riesgo de ser saqueados.

En las ciudades encontramos otros edificios, como viviendas donde habitan cada una de las clases sociales que se alojan en la ciudad (trabajadores, burgueses o patricios), almacenes (donde podemos guardar mercanc��as y tener nuestras propias reservas), tabernas y distintos negocios locales. Destacan tanto el ayuntamiento como el edificio del gremio. En el primero podremos consultar informaci��n sobre la ciudad o la Liga Hanse��tica y, qui��n sabe, quiz��s ocupar este edificio si alg��n d��a somos nombrados alcaldes de la ciudad. En el segundo tendremos que afiliarnos si queremos conseguir los permisos necesarios para poder establecer oficinas comerciales, construir edificios o abrir negocios en su ciudad. Sin embargo, cuando empecemos tendremos que centrarnos en los aspectos m��s b��sicos del comercio.

Las ciudades se muestran en un entorno 3D con gran cantidad de detalles para nuestro regocijo visual, y los edificios ser��n perfectamente diferenciables cuando los hayamos visto en un par de ocasiones. Tambi��n tendremos acceso a la carta de navegaci��n, donde observar todos los puertos existentes en los mares del norte y con los que podremos establecer rutas comerciales. Por ��ltimo, una serie de iconos nos van a indicar tanto el estado de la urbe (si se ha declarado un incendio, condiciones meteorol��gicas,?) como las mercanc��as disponibles en cada uno. Respecto a la climatolog��a, diremos que afecta y mucho a nuestras expectativas comerciales y a la producci��n, siendo incluso imposible navegar en los meses m��s fr��o, cuando algunos de los puertos pr��cticamente se congelan.
En Patrician IV disponemos de 20 tipos distintos de mercanc��a, entre los que encontramos materias primas como madera, carne o hierro, o materias elaboradas como herramientas, vestiduras o vino. Cada puerto tiene acceso a ciertas mercanc��as de forma autom��tica, debido a la propia producci��n que proviene de la ciudad, pero para hacerse con el resto de elementos tendr�� que recurrir al comercio. Es ah�� donde entramos nosotros, que intentaremos comprar bienes en sus or��genes de producci��n, donde el precio es m��s barato, para transportarlos por mar a lugares donde son necesarios, vendiendo m��s caro. Esto se debe a que, como en la vida real, el precio de los productos se fija en funci��n de la oferta y la demanda de los mismos, y cuanto m��s escaso sea un bien, m��s caro ser�� comprarlo.

Hay elementos cuya demanda siempre es alta, como los alimentos, pues sin ellos los puertos se ver��n abocados a la hambruna, pero en general el balance de oferta y demanda se realiza a 10 d��as vista. Esto quiere decir que existir��n excedentes de un producto, y por lo tanto podr��n ser comprados m��s baratos, si no son necesarios durante los pr��ximos 10 d��as. El precio se ajusta con cada compra, de manera que es perfectamente posible que la d��cima unidad cueste un poco m��s barata que la und��cima, y lo mismo a la hora de vender. Es importante tener esto en cuenta, porque 15 unidades de madera a 20 de oro la unidad no cuestan 300 monedas? puede ser que las 5 primeras cuesten 20, las 10 siguientes 25 y el resto a 30, dando un valor total de 500 monedas al lote.

Para ello accedemos a la ventana de comercio donde encontramos un listado de las mercanc��as tanto en nuestro barco o almac��n como en la lonja u origen de venta. All�� vemos el precio de cada producto en ese puerto y las cargas almacenadas tanto en origen como destino, de manera que podremos ir comprando o vendiendo unidad por unidad hasta que no estemos conformes con el precio o no quede espacio o mercanc��as. Recordad que la idea es comprar los bienes all�� donde sean numerosos para venderlos donde escasean? y tened siempre claro el precio con al que hab��is comprado para no perder dinero en las transacciones. Revisad la oficina comercial frecuentemente para aseguraros de que vuestro balance es bueno y no est��is perdiendo demasiado dinero al comerciar.

Para saber que productos comprar y cuales vender disponemos de distintos m��todos. El m��s b��sico es fijarnos en los iconos que podemos encontrar en el mapa de navegaci��n, segunda parte principal de la interfaz despu��s de la correspondiente a cada ciudad. All�� vemos reflejados todos los puertos conocidos en el norte de Europa, y los productos que se originan en cada uno de ellos. En el caso de que una mercanc��a escasee de forma escandalosa, veremos un nuevo icono que nos indicar�� el tipo de producto necesario? y podremos aprovecharnos de la coyuntura si somos los suficientemente r��pidos. Sin embargo, un comerciante que se precie no puede tratar de ganar dinero viviendo al d��a: ha llegado el momento de establecer rutas comerciales.

Podemos elegir uno o varios barcos de nuestra flota y asignarles una ruta, de manera que el conjunto de naves elegidas pasar�� a ser un convoy de mercanc��as. Indicaremos en que ciudades tiene que detenerse y que productos debe comprar o vender en cada una de ellas, ya sea definiendo el tipo concreto o simplemente indicando que comercie al mejor precio posible. Una vez activado el convoy, proceder�� a viajar a los puertos en el orden establecido y realizando las tareas convenientes para comprar o vender las mercanc��as, de manera que nos dejaremos de preocupar de esa ruta de comercio. Accediendo a la ventana de informaci��n de cada convoy podremos saber c��mo de rentable est�� resultando esa ruta comercial, y puede que tengamos que reducir su longitud o aumentar su capacidad si queremos ganar m��s dinero.

A��n as��, puede que los puertos conocidos en el norte de Europa nos resulten escasos una vez hemos comenzado a dominar sus mares. En ese momento se abre la posibilidad de realizar expediciones para abrir nuevas rutas en el Mediterr��neo, y as�� llegar a nuevos productos o poder vender los nuestros a mejores precios. Tenemos que recordar que al principio solamente usaremos naves mercantes, pero que poco a poco tendremos que intentar introducir barcos para la defensa y escolta de nuestras mercanc��as, porque los ataques de piratas u otras facciones rivales no se har��n esperar demasiado en nuestro ascenso a lo m��s alto de la liga de comerciantes. En el momento menos esperado, nuestros convoyes podr��n sufrir un asalto en mitad del mar.
Las batallas navales se basan en mover los barcos de manera que podamos aprovechar sus capacidades. Si queremos huir, lo mejor ser�� aprovechar las corrientes para alejarnos del enemigo, mientras que si queremos atacar tendremos que estudiar las distancias para que nuestros ca?ones hagan el mayor da?o posible antes del abordaje. La labor de un capit��n ser�� fundamental en estos aspectos, y cada comandante que contratemos podr�� tener alguna de las siguientes habilidades: experiencia comercial, conocimientos t��cnicos, destreza en combate o habilidad de navegaci��n. Por ��ltimo, recordad que los barcos tienen que repararse si no queremos que la pr��xima roca que golpee el casco nos haga hundirnos para que los cazadores de tesoros tengan trabajo en el futuro.

Pero no solamente dependeremos de la capacidad de producir de los dem��s, y cuando vayamos aumentando de rango (cumpliendo los requisitos de riquezas y flota necesarios) seremos capaces de comprar o construir nuestros propios negocios. De esta manera podremos realizar nosotros mismos la producci��n de ciertas mercanc��as, con lo que conseguiremos abaratar costes y rentabilizar mucho m��s los ingresos. Nuestra reputaci��n ser�� muy importante en este respecto, puesto que en cada puerto nos admirar��n si les proporcionamos productos necesarios y nos odiar��n si nos llevamos aquellos que tanto necesitan. Dominando todos estos aspectos, seremos capaces de forjar nuestro propio imperio de los mares y convertirnos en el m��ximo representante de la Liga Hanse��tica.

Las ventanas de interfaz que permiten el acceso a todas las opciones son sencillas y muy claras, lo que facilita mucho el acceso del juego incluso a los que no conozcan la serie, gracias a la distribuci��n tan organizada de la informaci��n y los botones de men��. Igualmente, casi todos los elementos despliegan una ventana de informaci��n con datos sobre los mismos. Aquellos que hayan podido disfrutar de versiones anteriores se notar��n muy familiarizados con todo el desarrollo, porque apenas hay variaciones en el mismo, y se siguen manteniendo las bases asentadas desde el mismo The Patrician. Patrician IV se basa en coger los t��rminos de sus predecesores modernizando el aspecto t��cnico para que el t��tulo pueda seguir resultando atractivo a los nuevos jugadores y a los mayores seguidores de la serie.

A nivel t��cnico, Patrician IV da un salto en el camino del 3D, paso directo desde el 2D isom��trico de las versiones anteriores, aunque sin llegar a darle un uso verdaderamente funcional. Este cambio de aspecto mejora en calidad y cantidad de detalles a sus predecesores, y sienta realmente bien a Patrician. En el aspecto sonoro destacan las voces en castellano, parte del perfecto conjunto de localizaci��n al que afortunadamente nos tiene acostumbrados FX Interactive. El hilo musical no es rese?able, cumple con su papel de ayudar a que usemos algo m��s que el sentido de la vista, y se repite a intervalos regulares. Sin embargo, hay que reconocer que cumple con los requisitos de ambientaci��n a la perfecci��n, aunque alguna melod��a adicional no habr��a sobrado.

En conclusi��n, Patrician IV: Imperio de los Mares es una reedici��n o adaptaci��n de un desarrollo consolidado en su g��nero a las nuevas opciones que permite la tecnolog��a y los equipos actuales, a��n sin llegar a suponer una revoluci��n en dicho aspecto. De hecho, los mismos requisitos t��cnicos del juego atestiguan esta afirmaci��n, pues no vamos a necesitar un equipo de las ��ltimas prestaciones, ni de lejos. Una gran opci��n para los amantes de la serie, que ver��n renacer la misma adaptada a los tiempos que corren, o para los que deseen probar un simulador comercial accesible sin demasiadas complicaciones, o adquirir un juego que ofrezca casi infinitas horas de diversi��n por muy bajo coste.

-?Proporciona (casi) infinitas horas de juego.
-?Sencillo y muy accesible para cualquier usuario.

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g��nero. Est�� bien cuidado a todos los niveles. C��mpralo.