Patapon 3
- PlataformaPSP8
- G谷neroSimulaci車n
- DesarrolladorSCE Japan Studio
- Lanzamiento07/04/2011
- EditorSony Computer Entertainment
Patap車n al cubo
Su efecto medi芍tico ha ido de m芍s a menos en los 迆ltimos a?os; su ritmo, sin embargo, no cesa ni siquiera ante la llegada de una port芍til que reemplazar芍 el 谷xito de su hermana menor. Una de las licencias que han dado nombre propio a PSP es Patap車n, sorprendente en su debut, un poco conformista en su continuaci車n, un viejo conocido en su 迆ltima aparici車n p迆blica. Tercer Patap車n que sigue el esquema original sin grandes cambios m芍s all芍 de ofrecer diversi車n multijugador a raudales. De vuelta a pataponlandia.
La tribu patap車nica dise?ada en cuerpo y alma por Rolito, dise?ador vanguardista donde los haya, se enfrenta a su mayor reto desde que el Patap車n es Patap車n. Una extra?a plaga maldita se desata tras abrir una caja m赤stica que encierra nuevas y temibles desdichas para la sociedad pataponiana que ha tratado de expandir sus ra赤ces hacia nuevos territorios. Primero fue la necesidad de aumentar la poblaci車n de una tribu; luego la llegada de una raza invasora que priv車 de felicidad a los guerreros, chamanes y dem芍s jerarqu赤as modernas del clan que reg赤a el Dios omnipotente, oculto tras el ensordecedor ruido de tambores. Ahora que todo Patap車n se ha visto convertido en piedra, s車lo un salvador podr芍 devolver al pueblo el ritmo perdido a base de sudor, sangre y esfuerzo. Para ello necesitar芍, una vez m芍s, la ayuda de ese extra?o que se esconde al otro lado de la pantalla. Es decir: la nuestra.
Pyramid y Japan Studios a迆nan fuerzas en esta tercera entrega para ofrecer un producto que sigue las se?as de identidad de la licencia (un 谷xito a nivel medi芍tico en su debut, gracias a la innovaci車n que supuso su peculiar puesta en escena) sin incluir novedades especialmente significativas. ?Qu谷 quiere decir esto? Patap車n se entiende como una especie de binomio entre una disposici車n visual tremendamente original -obra del reconocido artista japon谷s Rolito- y la constante del ritmo como base para ordenar una serie de acciones al pueblo de Patap車n, constituido por extra?as criaturas cuyo dise?o nace de la iconograf赤a tradicional que Sony ha empleado para dar vida a la marca PlayStation. Un triangulo o un c赤rculo se convierte aqu赤 en un aguerrido miembro de una tribu que debe luchar contra la Naturaleza para eliminar la amenaza hostil de las tierras que pretenden conquistar.
La tercera entrega de la franquicia fue anunciada en el pasado E3 como parte de la retah赤la de lanzamientos que Sony pretend赤a lanzar al mercado antes de que finalizase el a?o, quiz芍s a modo de traca final para cerrar el amplio ciclo que ha recorrido hasta la fecha PSP. Parece que esa misma propuesta se extrapola al contenido que ofrece este tercer cap赤tulo, del que hubo ocasi車n de dar buena cuenta gracias a las demostraciones que han aparecido en PSN desde que fuese anunciado hasta el presente d赤a. Pyramid dej車 claro en su momento que la base jugable se mantendr赤a, dando a entender que en esta ocasi車n la atenci車n del estudio se centrar赤a en mejorar los apartados que se introdujeron en Patap車n 2, especialmente el multijugador, al parecer uno de los aspectos que cautiv車 al grueso de aficionados por la necesidad de cooperar para llegar a buen puerto durante las misiones.
Distintas melod赤as generan distintas formas de afrontar los combates. Algunas proponen una actitud atacante, otras defensivas. De nuestra victoria o derrota depende la estrategia que hayamos empleado durante la batalla, lo que a su vez depende tambi谷n de las unidades que hemos seleccionado en la antesala de la guerra. Nuevas unidades se suman a la fiesta, unido a la desaparici車n del Dios omnipotente, ahora representado como una unidad m芍s que se bate a ritmo de tambor para mantener por las nubes la moral de sus compa?eros. Pocas novedades se pueden se?alar en el plano jugable, demostrando la escasez general de mejoras que se han incluido en la mec芍nica de juego. Incluso aqu赤, Patap車n 3 se mantiene fiel a las se?as de identidad de sus antecesores, una t車nica que se mantiene en el resto de apartados a destacar en las p芍ginas venideras.
Este sistema de experiencia mejora sustancialmente las sensaciones jugables de anteriores cap赤tulos, entreg芍ndose al tradicional sistema por puntos. Esto otorga a迆n m芍s poder al usuario a la hora de crear un ej谷rcito invencible a base de recuperar objetos y de combinar distintos atributos en el caldero m芍gico, liderado nuevamente por nuestro cham芍n. La obtenci車n de materia prima en los escenarios en funci車n de nuestras acciones, la lucha sin cuartel contra especies aparentemente m芍s fuertes que la nuestra o la constante presi車n que supone la acci車n son elementos que no desaparecen del apartado jugable aunque, como podr芍 comprobar aquel que haya disfrutado de las aventuras anteriores, las novedades en este sentido brillan por su ausencia. De aqu赤 s車lo se puede castigar la m赤nima importancia de las hordas en pos de mayor presencia de h谷roes (nueve en total), que ahora monopolizan casi en su totalidad los combates.
Se dir赤a que Rolito ha tratado de aunar las novedades de este cap赤tulo con la grandeza de sus antecesores, tanto en lo referido al dise?o de los escenarios como al de los propios aldeanos de esta tribu. Menci車n especial para los mastod車nticos enemigos salvajes que aparecen en escena de cuando en cuando, una faceta que no resulta tan sorprendente como en el pasado -por razones obvias-, pero que sigue creando un hondo calado en el usuario. La 谷pica de las batallas no viene impuesta 迆nica y exclusivamente por la jugabilidad y la constante de marcar un ritmo acompasado, sino tambi谷n de lo que sucede en pantalla: la representaci車n de los combates bien podr赤a ser una escena ilustrativa para entender los combates ind赤genas al batirse contra la Naturaleza. El lector que piense que esto no es m芍s que una hip谷rbole har芍 bien en echar un vistazo a las capturas adjuntas al texto para verificar este hecho.
El mismo discurso es aplicable al apartado sonoro, del que ya se ha hablado largo y tendido en este an芍lisis, siendo uno de los aspectos m芍s importantes del t赤tulo tanto por su calidad como por el uso que se le otorga en la aventura. La m迆sica es el pilar central de Patap車n: lo fue en el primer cap赤tulo y lo sigue siendo en el tercero. Las melod赤as que tararean nuestros aldeanos son nuevas en buena parte, aunque muchas aparecen en forma de remix. No se puede criticar este modus operandi por parte de Pyramid (el estudio que en esta ocasi車n se ha encargado del desarrollo, con el apoyo de Japan Studios, que en parte se ha desentendido del proyecto, supervis芍ndolo), ya que resulta un acierto emplear antiguas melod赤as para ampliar la vida 迆til de un videojuego bastante longevo, especialmente si aprovechamos las posibilidades del modo multijugador, protagonista de este episodio.
Patap車n 3 destaca en este sentido gracias a la presencia de clanes y de toda clase de elementos que se combinan perfectamente con la mec芍nica del t赤tulo en el modo principal de juego. Parece que Pyramid invita a los jugadores a disfrutar del juego en compa?赤a, ya que se ha preparado absolutamente toda la parte jugable para este fin. El rendimiento de los servidores es a迆n un misterio (principalmente debido a que no ha sido posible probar suerte a trav谷s de Internet, s車lo en Ad-Hoc), aunque a juzgar por lo vivido en el pasado se dir赤a que Sony sabe perfectamente c車mo contentar al p迆blico al que se debe.
Esto se debe a la ausencia de novedades que justifiquen la adquisici車n urgente del t赤tulo. Lo ?nuevo' se limita a la mejora sustancial de los apartados multijugador, en otro intento de acercar la estrategia al disfrute entre varios jugadores. Sea en cooperativo o en competitivo, la tercera entrega de Patap車n es la m芍s completa en cuanto a la cantidad de misiones a realizar, as赤 como al n迆mero de horas que se requiere para terminar la l赤nea argumental. Sin embargo, es dif赤cil apreciar novedad alguna en el resto de apartados m芍s all芍 de la inclusi車n de nuevos escenarios, personajes y enemigos. La desaparici車n del Dios omnipotente parece m芍s un gui?o a los aficionados que una aut谷ntica mejora. El devenir de las misiones es previsible, tanto o m芍s que en anteriores entregas de la -ahora- franquicia.
Se necesita incidir sobre estos h芍ndicaps para que el lector comprenda la esencia de esta tercera entrega, b芍sicamente la misma que la de sus antecesores. El ritmo marca el comp芍s de la partida, la estrategia sigue siendo un aspecto imprescindible para garantizar la supervivencia de un pueblo que no ha perdido el peculiar sentido del humor que se atribuye al pueblo pataponiano desde que debutase en el mercado hace ya unos cuantos a?os. El caso es que la ausencia de novedades hace de este t赤tulo una especie de ampliaci車n que f芍cilmente nos invita a superar las treinta horas de juego (si queremos exprimir todo su contenido), o m芍s del doble en caso de que nuestra intenci車n sea hacer uso del multijugador.
Echamos en falta algo m芍s de originalidad que tan buenos resultados otorg車 a Patap車n en su d赤a, pero sigue siendo imposible enumerar defectos visibles a la sutil propuesta jugable. La fiebre ha vuelto aunque lo haga con menos fuerza en el pasado.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g谷nero. Est芍 bien cuidado a todos los niveles. C車mpralo.