Impresiones de Outward, heredero de Morrowind

Hace unos a?os que empezamos a perder uno de los componentes m¨¢s importantes de nuestra industria. Desde sus comienzos siempre hab¨ªan existido los juegos peque?os y los grandes, pero hab¨ªa siempre hueco para el juego mediano. En Europa recordaremos t¨ªtulos como las sagas Gothic, Tzar o Sacred, juegos que sin tener un presupuesto desorbitado o llegar a competir con los juegos m¨¢s populares de sus respectivos g¨¦neros s¨ª aportaban nuevas ideas, modificando sutilmente sus inspiraciones y as¨ª ampliando el elenco de experiencias posibles. Normalmente iban acompa?adas de un precio m¨¢s econ¨®mico y toda suerte de problemas t¨¦cnicos que no siempre eran compensados por sus ideas m¨¢s originales. Estos t¨ªtulos recibir¨ªan el apelativo cari?oso de ¡°eurojank¡±, termino anglosaj¨®n que denotaba las carencias t¨¦cnicas y la procedencia europea de estos t¨ªtulos.

A lo largo de las ¨²ltimas generaciones hemos ido perdiendo esos juegos. Peque?as joyas como Singularity imitaban indudablemente a juegos mayores como Bioshock pero aportaba nuevas mec¨¢nicas e incluso una maravillosa ambientaci¨®n sovietico-alternativa. A medida que los presupuestos del videojuego medio aumentaban se nos dijo que este tipo de juegos ya no pod¨ªan existir. Cuando hacen falta cientos de millones para desarrollar un videojuego de acorde a los c¨¢nones contempor¨¢neos es dif¨ªcil que un peque?o estudio pueda competir. Por eso es verdaderamente sorprendente lo que se ha conseguido con Outward, cuyo equipo de diez desarrolladores ha creado un juego de mundo abierto con suficientes ideas frescas como para competir con la elite del g¨¦nero. Este no es un juego para todo el mundo, pero indudablemente habr¨¢ un peque?o grupo de gente para quienes sea una de las mejores y m¨¢s refrescantes experiencias del a?o. Outward se une al retorno del eurojank que comenzaron Kingdom Come: Deliverance y Divinity: Original Sin aunque, ironicamente, sea un producto canadiense.

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No todo lo que es oro reluce

Debemos comenzar nuestras impresiones hablando sobre los aspectos m¨¢s pobres de Outward, pues desafortunadamente son lo primero con lo que nos toparemos. Desde el primer momento queda claro que este no es un juego triple A, con unos gr¨¢ficos que recuerdan m¨¢s a la pasada generaci¨®n que la actual, animaciones pobres y mec¨¢nicas de interacci¨®n arcaicas e incomodas. Cosas como recolectar bayas llevan m¨¢s tiempo y esfuerzo del que deber¨ªan mientras movemos nuestro personaje a izquierda o derecha hasta conseguir presionar el bot¨®n necesario y que el juego lo registre con ¨¦xito. Las texturas no son nada del otro mundo, la f¨ªsica es pr¨¢cticamente inexistente con objetos irrompibles y m¨¢s adelante comprobaremos que el comportamiento de los enemigos puede ser err¨¢tico e impredecible ante determinados tipos de terreno. Todo ello consecuencias del escaso presupuesto del t¨ªtulo, todo ello recriminable y mejorable, pero os pedimos no dej¨¦is que la imperfecci¨®n t¨¦cnica os alej¨¦ del t¨ªtulo. Cabe mencionar, eso s¨ª, que todos los errores t¨¦cnicos que hemos tenido eran superficiales y ninguno afecto seriamente nuestra experiencia de juego. Gracias a un sistema de juego que mencionaremos m¨¢s tarde, una misi¨®n imposible de completar podr¨ªa ser m¨¢s agravante en este juego que la mayor¨ªa pero, afortunadamente, durante nuestra primera decena de horas con el juego no nos hemos topado con nada que impida nuestro progreso.

Una vez nos acostumbramos a estar jugando a algo m¨¢s humilde de lo habitual comenzamos a ver todo lo que hace a Outward especial. Este es un RPG de fantas¨ªa que recuerda m¨¢s a Morrowind que otra cosa, un juego donde la supervivencia forma parte clave de la experiencia y absolutamente todos los sistemas est¨¢n pensados para garantizar la inmersi¨®n absoluta en el mundo del juego. La mayor diferencia radica en la din¨¢mica de poder entre el jugador y el mundo. La gran mayor¨ªa de juegos del g¨¦nero, desde Skyrim hasta The Witcher 3 hacen del protagonista, eso, un aut¨¦ntico protagonista. Comienzas en una situaci¨®n desesperada, s¨ª, pero muy pronto se desvelan tus incre¨ªbles poderes y habilidades sobrehumanas, un destino ineludible en el que salvamos al mundo y a veces incluso la posibilidad de cambiar completamente todo lo que nos rodea con el mero poder de nuestras palabras (con ayuda a veces de nuestra espada o arma l¨¢ser).

Outward no es as¨ª. Comenzamos nuestras aventuras como parte de una expedici¨®n fallida en busca de tesoro. Nuestro amigo Yzan nos embauc¨® para hacernos a la mar pero algo fall¨® y ahora la mayor¨ªa de la tripulaci¨®n est¨¢ muerta y nuestros ahorros yacen en el fondo del oc¨¦ano. Tras una breve siesta despertamos en nuestra casa en Cierzo, el primer pueblo del juego y hogar de nuestra trib¨². En nuestra puerta una muchedumbre se ha reunido para increparnos por la expedici¨®n fallida y, sorprendentemente, pedirnos el pago de cuatro cuotas atrasadas (es dif¨ªcil pagar estando en coma) de nuestro ¡°Precio de Sangre¡±. La jefa de la tribu nos informa de que debido a las acciones de nuestros antepasados por las cuales la tribu cay¨® en deshonra debemos pagar mensualidades o enfrentarnos al desahucio y exilio totales. Mientras que en el resto de juegos comenzamos con la certeza de ser los ¨²nicos y verdaderos salvadores del mundo, en Outward somos morosos en deshonra. Nuestra primera misi¨®n es pagar 150 monedas de plata o conseguir un Favor de Sangre (por ayudar a un miembro de la tribu en una tarea importante) para saldar nuestra deuda. Como lo consigamos es nuestra decisi¨®n y aqu¨ª comienza a mostrarse la infinita libertad que ofrece este juego.

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Explorar vuelve a ser peligroso

A partir de aqu¨ª comienza una cuenta atr¨¢s. Tenemos cinco d¨ªas para pagar o descubrir las consecuencias de no hacerlo. En nuestro primer intento comenzamos hablando con nuestro amigo Yzan en la playa de Cierzo. El juego nos da la opci¨®n durante el di¨¢logo de amenazar a Yzan para hacerle pagarnos la plata, pero optamos por la mucho m¨¢s s¨²til manipulaci¨®n de hacernos las victimas e intentar darle pena. Surte efecto y nos confiesa haber escondido una caja repleta de suministros en un barco escondido al sur en un barco hundido cerca de la playa. En efecto, en Outward no hay marcadores de ning¨²n tipo, solo direcciones que nos dar¨¢n los NPCs. Tenemos acceso siempre a un mapa de la zona que habitamos, pero en ¨¦l no aparecen ni nuestro objetivo ni nosotros, tan solo los lugares m¨¢s importantes. Deberemos observar nuestros alrededores y guiarnos por las direcciones de la brujula para encontrar nuestros objetivos. Esto es algo que intent¨® el a?o pasado Assassins Creed: Origins con su modo de exploraci¨®n, pero no lleg¨® a convencernos por no haberse comprometido del todo Ubisoft a su implementaci¨®n. En Outward todo est¨¢ hecho de tal manera que, por primera vez en muchos a?os, hemos tenido que jugar con bol¨ªgrafo y papel cerca para apuntar nuestros objetivos y misiones. Desde Morrowind ning¨²n juego nos hac¨ªa sentirnos tan aut¨¦nticamente exploradores.

Tras obtener tan valiosa informaci¨®n nos dirigimos hacia la puerta de Cierzo. Un poco de palique con el guardia y una demostraci¨®n de nuestra habilidad valieron para que nos abriese la puerta e incluso ense?ara un nuevo golpe con nuestra arma de elecci¨®n (en nuestro caso una lanza por ser el arma medieval objetivamente superior en todos los aspectos). ?ramos libres de explorar la regi¨®n de Chersonese, siempre hacia el sur pues hab¨ªa tesoros que encontrar. Tras unos segundos andando encontramos la playa que indudablemente nos llevar¨ªa hacia el barco hundido. Monstruos poblaban la costa, monstruos que eludimos con nuestro impecable sigilo. Tras un rato caminando avistamos el barco a lo lejos, con el inconveniente de tener que rodear un gran mont¨ªculo para llegar a ¨¦l. Uno de los aspectos en los que peca Outward son escasas posibilidades de movimiento que a veces nos hacen dar rodeos innecesarios.

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Durante este rodeo en particular nos vimos perseguidos por hasta cuatro hienas salvajes. Un acantilado nos pareci¨® el sitio perfecto para enfrentarnos a ellas, lo cual hicimos valerosamente. Tras empujar a una de ellas de una patada mort¨ªfera el resto huyeron, pero la batalla nos hab¨ªa dejado debiles. En Outward no empezamos con pociones m¨¢gicas que nos sanan completamente, sino vendas que tardan minutos en curar nuestra vida al completo y no son especialmente abundantes. La alternativa ideal para recuperarnos es montar un campamento, dormir un rato y despertarte nuevo. Podemos escoger cuanto tiempo dedicar a dormir, reparar nuestro inventario o incluso montar guardia. Porque en Outward podemos ser emboscados mientras dormimos, lo que hace que escoger un buen sitio donde hacerlo sea de tremenda importancia.

Nuestra mala suerte hizo que entre nosotros y el tesoro buscado hubiera una fortaleza bandida, lo cual hac¨ªa imposible descansar y recuperar nuestra vida. Mientras sopes¨¢bamos nuestras opciones uno de los bandidos dio con nosotros y entramos en combate. Luchar en Outward es complicado, un proceso que requiere de extensa preparaci¨®n, amplios conocimientos de las mec¨¢nicas de combate y un buen grado de dominio de las mismas. Se parece en su ejecuci¨®n a Dark Souls, aunque las circunstancias que lo rodean hacen que la dificultad proceda de sitios casi completamente diferentes. Aqu¨ª deberemos tomar alimentos o pociones para conseguir distintas bonificaciones, poner trampas, usar las armas perfectas para nuestros enemigos e incluso dejar nuestra mochila en el suelo. En efecto, el inventario en Outward es f¨ªsico y nuestra mochila nos har¨¢ m¨¢s lentos y torpes, nuestras volteretas tremendamente inefectivas.

La muerte no es el final

Nada de esto pudimos hacerlo antes de enfrentarnos a este bandido, nuestro enemigo m¨¢s poderoso hasta ahora. Nuestra lanza de madera no pudo contra su armadura de hierro y poco m¨¢s tarde yac¨ªamos en el suelo, derrotados. Aqu¨ª es donde entra en juego el sistema m¨¢s innovador de Outward, algo que hasta ahora solo se hab¨ªan atrevido a hacer algunas novelas visuales o complejas simulaciones como Dwarf Fortress. En Outward nunca morimos del todo sino que las condiciones de nuestra derrota llevar¨¢n a una consecuencia relativamente l¨®gica dentro del mundo de juego. En este caso, el juego nos informa mediante una serie de escenas est¨¢ticas y texto de que una figura demon¨ªaca nos ha rescatado de ser apresados por los bandidos, acometiendo una matanza bastante sangrienta mientras se re¨ªa y recitaba versos. Para nuestra sorpresa nos despertamos en su guarida y ah¨ª est¨¢ El Inmaculado, miembro de una raza milenaria de demonios. Nos informa de que le encanta viajar y leer y es ese wanderlust el que le hizo rescatar a un compa?ero viajero. Muy simp¨¢tico el demonio nos ofrece tambi¨¦n una pieza de su equipamiento de viajero. Escogemos la mochila, pues su modelo nos permitir¨¢ llevar una linterna acoplada a la misma con la que iluminar los espacios m¨¢s oscuros.

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Salimos de su guarida, armados con nuestra nueva mochila y una extra?a necesidad de venganza. Volveriamos a la guarida de esos bandidos, les derrotar¨ªamos y obtendr¨ªamos el tesoro oculto en el barco hundido. Nada m¨¢s lejos de la realidad. Tras un par de ebrios mandoblazos por nuestra parte un trio de bandidos nos despacha sin dificultad y el juego nos informa de que hemos sido capturados por los bandidos. Despertamos en su mazmorra donde, tras un tiempo indagando, conseguimos embaucar a los guardias y recuperar nuestro equipo. Intentamos incitar un mot¨ªn, pero ning¨²n otro prisionero se nos une y la cosa acaba mal para nosotros. Poco m¨¢s tarde intentamos huir con ¨¦xito de la prisi¨®n por El Agujero, pues sobornar al guardia era una opci¨®n demasiado cara para nosotros, especialmente teniendo que pagar a la tribu de vuelta. Durante nuestra huida, por desgracia, perdimos nuestra mochila y con ello nuestro dinero. Llev¨¢bamos cuatro d¨ªas de juego, al d¨ªa siguiente deb¨ªamos pagar la Deuda de Sangre y no quer¨ªamos perder nuestra casa as¨ª que borramos la partida y comenzamos de nuevo. El hecho de que el juego se guarde autom¨¢ticamente en todo momento lleva a situaciones como esta, pero cuanto m¨¢s jugamos m¨¢s nos dimos cuenta de lo liberador que es no tener que preocuparse por guardar o repetir un combate contra unos enemigos infinitas veces. Tras tantos a?os acostumbrados a las partidas guardadas infinitas en los juegos de Bethesda, es muy agradable poder simplemente jugar.

Desde entonces hemos aprendido a amaestrar la regi¨®n de Ceronese. Conocemos los patrones de todos los enemigos, somos expertos en supervivencia, sigilo y combate, conocemos los puntos m¨¢s interesantes de la regi¨®n y hemos conseguido pagar la Deuda de Sangre, al menos por ahora. Hemos recibido la invitaci¨®n de una facci¨®n religiosa para unirnos a ella, lo cual saldar¨ªa para siempre esta deuda a costa de separarnos de nuestra tribu. Hemos conseguido incluso hacer magia, un proceso lento y costoso que requiere en primer lugar de la exploraci¨®n de una cueva para activar nuestro man¨¢ y de arduos procedimientos para lanzar una simple bola de fuego. Outward no te regala nada, no hay armas nuevas o armaduras impresionantes cada cuatro minutos, pero eso hace que absolutamente todo lo que consigas traiga consigo una sensaci¨®n de recompensa como pocos otros juegos. Se trata del raro juego que, de conseguir unas buenas ventas y una secuela apropiada (como ocurri¨® con Demons¡¯ Souls) podr¨ªa cambiar la industria. Mientras tanto, hay tantas mec¨¢nicas que nos dejamos en el tintero, tantos sistemas por explorar todav¨ªa que diez horas con el juego no dan ni para rozar superficialmente... Mientras escribimos este texto nos cuesta esperar para jugar m¨¢s y poder contaros el d¨ªa 27 si Outward es capaz de mantener su capacidad de sorprender e innovar a lo largo de sus supuestamente m¨¢s de cuarenta horas de duraci¨®n (eso completando una sola de sus tres facciones). A todo esto le a?adimos un modo cooperativo que podemos jugar tanto a trav¨¦s de la red como a pantalla partida. En cualquier momento de nuestra partida podemos abrir el men¨² y con un solo click estar jugando con nuestro compa?ero de sofa. A pesar de su modesto presupuesto el juego vendr¨¢ traducido a nuestro idioma, aunque los escaso di¨¢logos doblados no recibir¨¢n el mismo tratamiento. Su precio ser¨¢ de unos 40 euros.