Out of the Box, an¨¢lisis

Out of the Box, de cuyas primeras impresiones os hablamos recientemente, es una aventura narrativa de gesti¨®n en la que nos convertimos en Warren Baker, ex-convicto que deber¨¢ ganarse el pan como portero de discoteca. Inspirado en Papers, Please, la mec¨¢nica ser¨¢ similar al c¨¦lebre indie de gesti¨®n de aduanas. Como porteros, guardaremos la puerta de The Box, el local de moda, y deberemos decidir qui¨¦n entra y qui¨¦n se vuelve a casa. Adem¨¢s, viviremos el d¨ªa a d¨ªa de un Warren que busca reintegrarse en la sociedad y sobrevivir, pagando sus exigentes facturas con las que se garantizar¨¢ un hogar, el sustento de su hija, el gimnasio y la medicaci¨®n. Al poco rato de juego, no tardaremos en descubrir que The Box, regentado por Harry Sullivan, el magnate de la mafia para el cual ya trabajamos anta?o, es un negocio turbio, y tendremos la opci¨®n de seguir manteniendo el emporio del crimen o rebelarnos contra ¨¦l.

Nuclear Tales vuelve con un estilo gr¨¢fico id¨¦ntico al que luci¨® en Randal¡¯s Monday, la aventura gr¨¢fica de humor negro surrealista que lanzaron en 2014 y llena de referencias a la cultura popular que cosech¨® cr¨ªticas muy dispares. Nuclear Tales se caracteriza por las apuestas arriesgadas, por lo que decidieron labrar su propio camino. Esta vez, cuentan con el apoyo de Raiser Games, una emergente editora de Webedia, que aspira a cubrir las asignaturas pendientes de la industria nacional: la desvinculaci¨®n con el jugador y la ausencia de apoyo econ¨®mico. Nuclear Tales es uno de los primeros estudios que ampara Raiser Games, y en su campa?a publicitaria cuenta con influencers como AlexBy o Vegeta777, que ayudar¨¢n a popularizar sus t¨ªtulos y a establecer un v¨ªnculo con la comunidad de jugadores, y as¨ª conectar mejor con sus necesidades y preferencias. Con Out of the Box, Nuclear Tales aspira a crear una aventura narrativa noir con decisiones morales inc¨®modas, que se dar¨¢n tanto dentro como fuera del horario laboral de Warren.

En Out of the Box nos embarcamos en el lado m¨¢s turbio del mundo de la noche, con una historia de corte noir en la que no faltar¨¢n los clich¨¦s del hampa en la ficci¨®n: el peligroso magnate de la mafia de cuerpo orondo, buenos modales y crueldad infinita; su perverso sobrino, inflado de aires de grandeza; la seductora esposa del jefe mafioso, que ser¨¢ el inter¨¦s rom¨¢ntico de nuestro portero; el polic¨ªa honrado que busca derrocar el imperio del crimen y el propio Warren: tipo serio, tatuado y musculoso, con un pasado torturado y que busca una nueva oportunidad para integrarse en la sociedad. En cuanto a la personalidad de los personajes, ¨¦sta queda un poco descafeinada; quedan muy anclados en sus propios clich¨¦s y se echa en falta un poco m¨¢s de carisma en ellos, lo cual a?adir¨ªa m¨¢s encanto a una historia que se desarolla con un buen nivel de suspense.?

El drama de Warren consiste en que, reci¨¦n salido de la c¨¢rcel, debe buscar su lugar en una sociedad que le rechaza por su condici¨®n de ex-convicto. Asimismo, tiene unos gastos que afrontar: el alquiler de su piso, el gimnasio en el que debe cultivar el mismo cuerpo que le da de comer, la medicaci¨®n para mantener cuerda una mente que le martiriza con alucinaciones sangrientas sobre su pasado. Pero, sobre todo, tiene una responsabilidad principal, que es la que le har¨¢ aceptar un trabajo desesperado: la manutenci¨®n de su peque?a, que vive con su madre y ex-mujer de Warren. Harry Sullivan, magnate del crimen para el cual Warren realizaba trabajos sucios de mat¨®n, le ofrece trabajar de portero en la discoteca The Box, la cual es una tapadera de negocios sucios. Warren aceptar¨¢ la ¨²nica opci¨®n para conseguir un dinero que le permita solventar sus facturas y su papel dentro de la organizaci¨®n criminal de Harry depender¨¢ de su ¨¦tica, perfilada por el jugador a trav¨¦s de sus decisiones.

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En Out the Box, cada jornada de Warren se dividir¨¢ en un episodio de d¨ªa y de noche, hasta completar 30 semanas que se traducen en unas 5-6 horas de juego. De d¨ªa, la historia avanzar¨¢ con una breve escena en la que deberemos tomar decisiones que afectar¨¢n a c¨®mo nos relacionemos con el resto de personajes y qu¨¦ partido tomar. Aqu¨ª deberemos sopesar muchas cuestiones morales y pragm¨¢ticas, en las que inciden factores sobre nuestra meta en el futuro de Warren, sin olvidar que en cualquier momento podemos sufrir una pu?alada trapera: ?Cooperar con la polic¨ªa para desmantelar el emporio de nuestro jefe? ?Fiarnos de nuestros c¨®mplices en dicha misi¨®n? ?Nos compensa torturar a un inocente para ganarnos la confianza de nuestros compa?eros mafiosos? Cada decisi¨®n ir¨¢ moldeando el transcurso de una trama cuya intriga ir¨¢ in crescendo, lo cual despierta la curiosidad de experimentar otras decisiones en futuras partidas.

En Out of the Box recordaremos esa peque?a inquietud que se acent¨²a cuando nos solicitan el carn¨¦ en la puerta de un club nocturno, incluso sabiendo que somos mayores de edad. No obstante, durante las jornadas nocturnas ejerceremos el rol opuesto, el de portero de discoteca, pero no nos sentiremos en absoluto poderosos, sino m¨¢s bien la tensos ante la misi¨®n de cumplir con los objetivos para mantener nuestro puesto y conseguir el dinero suficiente para superar el mes. Guardando la puerta, deberemos seleccionar uno a uno a los posibles clientes de The Box y decidir si entran o no. Deberemos tener presentes ciertas normas b¨¢sicas: no se permiten la entrada a menores de edad, ni a gente ebria o con aseo deplorable, ni con bolsas o maletines. Casi todas las clases sociales son bienvenidas, si bien no debemos olvidar que la gente m¨¢s pudiente invertir¨¢ m¨¢s dinero en el local. Y aunque la embriaguez, la vestimenta y el equipaje son visibles a simple vista, para comprobar la edad deberemos revisar el carn¨¦. Los men¨²s de interacci¨®n son visibles y sencillos de controlar: en la parte superior tenemos la barra de aforo que, si se mantiene en la franja verde, ser¨¢ se?al de que hay un n¨²mero aceptable de parroquianos, mientras que el amarillo indicar¨¢ que la afluencia va floja y el rojo nos alertar¨¢ de estar al borde de una noche fracasada, con el consecuente despido y p¨¦rdida de la partida. A la izquierda, tenemos el bloc de notas de Warren, en el que podemos consultar las normas del local y la lista de VIPS, de la que hablaremos m¨¢s adelante. En la parte inferior, tenemos los comandos, representados por iconos, de las acciones que podemos tomar con los clientes: dejar pasar, pedir carn¨¦, conversar, golpear y expulsar.

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En cuanto al control de la cola en Out of the Box, se realiza un point & click muy intuitivo y f¨¢cil de dominar. Para tratar con un cliente, debemos seleccionarlo y pasaremos a interactuar con ¨¦l. Cuando pidamos el carn¨¦, deberemos fijarnos en la fecha de nacimiento y verificar si ha nacido en el 80 o antes ¡ªa partir de la fiesta de Nochevieja, el a?o m¨ªnimo ser¨¢ el 81¡ª. En ocasiones, nos intentar¨¢n enga?ar con un carn¨¦ falso, que se identifica f¨¢cilmente por tener una pegatina en la fecha de nacimiento o en una foto que no se corresponde con la del cliente. Asimismo, The Box?organizar¨¢ sesiones especiales en la que deberemos pedir un documento m¨¢s, como la entrada o el carn¨¦ universitario, y verificar su autenticidad. En otras jornadas, habr¨¢ ¡°tratos especiales¡±, en la cual deberemos dejar pasar a los clientes que nos digan la contrase?a correcta.

La paciencia de los clientes de The Box ser¨¢ un factor que deberemos tener en cuenta. Si un emoticono de incomodidad aparece sobre un personaje, significa que est¨¢ a punto de tomar la decisi¨®n de irse, con lo que deberemos plantearnos si priorizar su atenci¨®n. Tambi¨¦n deberemos estar atentos a si aparece el promotor de la discoteca rival, quien de tanto en tanto vendr¨¢ a robarnos clientela, con lo que deberemos expulsarle cuanto antes, ya sea por m¨¦todos pac¨ªficos o violentos.

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La discoteca The Box contar¨¢ con clientes VIP, cuyos nombres figurar¨¢n en una lista aparte. En caso de encontrarnos con alguno, deberemos dejarle pasar sin hacerle esperar, pero no hay que olvidar que los impostores existen, con lo que solicitar el carn¨¦ es una opci¨®n muy sensata si algo nos hace sospechar. Aqu¨ª hallaremos varios cameos de famosos que aportar¨¢n un toque c¨®mico, como Donald Trump, Britney Spears o los youtubers AlexBy y Mangel. Por supuesto, los nombres de toda celebridad est¨¢n modificados sutilmente.

Asimismo, las parejas y los grupos acudir¨¢n a The Box. En caso de las primeras, si no dejamos pasar a un miembro de la pareja, se marchar¨¢n los dos. En cuanto a los grupos, recibiremos una prima especial en caso de que dejemos pasar a todos. En cambio, si expulsamos a alguien, los acompa?antes que a¨²n no hayan entrado en el local se marchar¨¢n con ¨¦l.

La memoria ser¨¢ una herramienta ¨²til en Out of the Box. La clientela suele ser la misma y cada persona es ¨²nica y diferenciable, con lo que es posible familiarizarnos con los parroquianos y dejemos pasar, sin solicitar carn¨¦, a aquellos que ya conozcamos y vengan sobrios, as¨ª como tambi¨¦n podemos expulsar sin miramientos a los t¨ªpicos adolescentes que prueban suerte cada noche.

Al igual que en Papers, Please, en Out of the Box no faltar¨¢ el cliente que quiera sobornarnos a cambio de hacer la vista gorda ante su situaci¨®n. Y es aqu¨ª donde nos enfrentaremos al dilema de ganar un sueldo extra, a riesgo de ser sorprendidos en nuestra pr¨¢ctica deshonesta y recibir un castigo econ¨®mico?por ello. Al final de la jornada, recibiremos una relaci¨®n del dinero ganado en una noche, al que se suman los clientes que han entrado, las primas por aforo generoso y los extras conseguidos de forma paralela; y al que se restan las sanciones y las multas.

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Y, como a veces sucede en el mundo de la noche, suceder¨¢n peleas en la misma cola. En ese caso, deberemos intervenir seleccionando a uno de los contendientes y tranquilizarle a trav¨¦s de la diplomacia o la violencia. En caso de estar en baja forma por no haber pagado el gimnasio, correremos el riesgo de ser agredidos. Por otro lado, debemos estar atentos a los clientes que lleven un arma en mano, que nos har¨¢n perder la partida si les dejamos entrar en The Box.

Cada cuatro jornadas, deberemos enfrentarnos al pago de facturas, y es aqu¨ª donde sentiremos la angustia de Warren de llegar a fin de mes ¡ªexperiencia que m¨¢s de un jugador habr¨¢ vivido en sus propias carnes¡ª y repartir el dinero ganado en sus gastos, con la posibilidad de endeudarse. La partida finalizar¨¢ si no pagamos uno de los gastos importantes o si hemos cometido un error garrafal durante la gesti¨®n de la cola, como dejar entrar a alguien armado o expulsar a un VIP.

Y es que Out of the Box se hace adictivo. Es f¨¢cil coger soltura y llevar un buen ritmo de clientes aceptados y expulsiones. Sin embargo, el problema es la falta de equilibrio que hay en la aleatoriedad de estos clientes. Es posible que durante una jornada s¨®lo lidiemos con gente ebria y menor, de tal modo que superar la jornada sea imposible. Asimismo, rara ha sido la vez que hemos podido aceptar una pareja o grupo al completo. Por supuesto, es posible repetir una jornada, pero la frustraci¨®n de estar ante una cola donde no podemos aceptar a nadie sin perjudicarnos acaba ensombreciendo la experiencia de juego.

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Out of the Box, dentro de su tem¨¢tica noir, luce el mismo estilo gr¨¢fico cartoon que presentaba Randal¡¯s Monday, lo cual puede considerarse un sello de la casa Nuclear Tales. El dise?o visual de cada personaje es ¨²nico y diferenciador y en el caso de los clientes es f¨¢cil distinguir su tribu urbana y posici¨®n social. Es de agradecer que se haya optado por la diversidad de cuerpos, y que no se utilice la falta de belleza f¨ªsica para se?alar a los clientes indignos. Por otro lado, es una l¨¢stima que los personajes hayan quedado tan planos, a lo que contribuyen una serie de factores: las animaciones b¨¢sicas, la ausencia de voces y los di¨¢logos planos.

El ¨²nico acompa?amiento sonoro que oiremos en Out of the Box ser¨¢n las m¨²sicas variadas que oiremos en las jornadas nocturnas, y el sonido de las l¨ªneas de texto al escribirse en pantalla. Cada canci¨®n nos ayudar¨¢ a introducirnos en el ambiente nocturno de The Box, tanto si es una fiesta de rock, o de m¨²sica electr¨®nica. En las secuencias narrativas fuera de la discoteca, la m¨²sica se vuelve suave y discreta, y se echa en falta una mayor presencia sonora, en especial en los di¨¢logos, en los que unos actores de voz habr¨ªan apoyado un lenguaje escrito que, aunque sigue una redacci¨®n correcta, carece de car¨¢cter para dar m¨¢s vida a la historia.

Out of the Box mantiene el inter¨¦s gracias a una historia que, a pesar de sus t¨®picos y sus giros predecibles, resulta intrigante; y un buen ritmo entre las secuencias narrativas y la gesti¨®n del local. En todo momento vivimos la desesperaci¨®n de un Warren que busca sobrevivir a fin de mes. Es una l¨¢stima que la aleatoriedad de los clientes no est¨¦ bien calibrada, y tengamos que repetir varias jornadas fallidas hasta dar con una clientela que nos permita avanzar en el juego. Esto desemboca en una repetitividad que no beneficia a una propuesta que, a prori, resulta atractiva y original. Con todo, Out of the Box resulta divertido si logramos sortear sus problemas, e ideal para partidas r¨¢pidas que dosificar cuando apetece una partida breve y din¨¢mica.

Este juego ha sido analizado en su versi¨®n para PC Windows.

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