Con el comienzo del verano celebramos el lanzamiento de Demon Gaze , uno de los dungeon-crawler m¨¢s importantes del cat¨¢logo de PSVita con el que sus creadores, Experience Inc., se dieron a conocer ante el gran p¨²blico. Aquella aventura, reminiscente de los grandes del g¨¦nero, fue peculiarmente conocida gracias al incre¨ªble despliegue de misiones, combates y mazmorras con el que se convirti¨® r¨¢pidamente en uno de los t¨ªtulos m¨¢s recomendables de la port¨¢til, a la vez que un buena opci¨®n para los jugadores que estuviesen buscando una experiencia compleja, dif¨ªcil y sobre todo exigente. Gracias a su ¨¦xito Experience Inc . obtuvo la oportunidad de financiar su siguiente proyecto, Operation Abyss: New Tokyo Legacy , t¨ªtulo que hoy traemos entre manos, con el que se buscaba, seg¨²n sus propias palabras, una experiencia "m¨¢s completa " y "enriquecedora " con la que "solventar " los problemas que presentaba su antecesor espiritual. Las querencias se han cumplido s¨®lo en parte, dado que Operation Abyss mejora en algunos aspectos la propuesta de Demon Gaze, como en la accesibilidad de men¨²s o en el nivel medio de dificultad de los combates, pero no consigue alcanzar su nivel en otros, tal es el caso del argumento o en la selecci¨®n de misiones. El punto de partida es pr¨¢cticamente el mismo: hablamos aqu¨ª de un dungeon-crawler que sigue los estandartes del g¨¦nero, con un intuitivo sistema de exploraci¨®n, multitud de enfrentamientos, retos de diversa ¨ªndole y una ambientaci¨®n futurista que roza los c¨¢nones del cyberpunk . Aquellos que hayan probado cualquier Etrian Odyssey o el m¨¢s reciente Persona Q no deber¨ªan de tener problemas para identificar Operation Abyss como uno de los exponentes de la nueva oleada de JRPGs basados en el concepto de la investigaci¨®n en primera persona y en la ejecuci¨®n de misiones independientes sin un peso muy espec¨ªfico en la interacci¨®n con otros personajes.
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Colapso en Jap¨®n
En Operation Abyss nos ponemos al frente de un peque?o grupo de estudiantes que por diversos motivos han reca¨ªdo en un grupo de investigaci¨®n que va "m¨¢s all¨¢ de lo oficial ", cuyo principal cometido consiste en localizar y eliminar a los denominados 'Variants', una clase espec¨ªfica de demonios cuya aparici¨®n cambia por completo la vida com¨²n de los habitantes de Jap¨®n. Nuestra historia particular comienza un d¨ªa cualquiera tras perder la consciencia al abandonar el instituto. Por motivos desconocidos, el h¨¦roe de turno pierde la consciencia y despierta en un lugar totalmente ajeno y sombr¨ªo. Poco despu¨¦s es rescatado y descubre su papel dentro de una organizaci¨®n policial que, como dec¨ªamos, tiene como fin realizar intervenciones contra estas criaturas. Despu¨¦s de las introducciones pertinentes y de conocer muy por encima a nuestros compa?eros, comenzamos a realizar misiones entre las que discurre un argumento com¨²n y con importantes altibajos. No se trata del gui¨®n o de la intrascendencia de algunas de las conversaciones, sino m¨¢s bien de cierto conformismo a la hora de plantear las situaciones y la forma en la que nuestros personajes reaccionan ante ellas. Es frecuente vernos inmersos en un momento de tensi¨®n ante el asesinato de alg¨²n personaje para minutos m¨¢s tarde estar enfrascados en un di¨¢logo infantil que poco o nada tiene que ver con lo que acaba de suceder. La falta de conexi¨®n entre eventos hace que la historia pierda intensidad y, con ello, tambi¨¦n se pierde la motivaci¨®n que podamos tener para seguir avanzando hasta conocer su resoluci¨®n. El t¨ªtulo llega a Espa?a sin doblaje ni subt¨ªtulos, aunque el nivel de ingl¨¦s requerido no es especialmente alto. No se ofrece la opci¨®n de cambiar las voces al japon¨¦s original, otro aspecto que tampoco encaja con el estandarte que se sigue hoy por hoy en el g¨¦nero.
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Exploraci¨®n e investigaci¨®n
Al margen de cu¨¢l sea nuestro grado de afinidad con el argumento, lo cierto es que la mec¨¢nica de juego apenas tarda unos minutos en tomar el protagonismo, por lo que antes de darnos cuenta comenzamos a discurrir por pasillos, luchando contra monstruos en combates por turnos o buscando alg¨²n objeto/persona espec¨ªfico. Operation Abyss brilla con luz propia en este aspecto, gracias a un sistema de exploraci¨®n ¨¢gil e intuitivo, con el que desplazamos a nuestro grupo de h¨¦roes a trav¨¦s de escenarios cuadriculados sin apenas tiempos de carga. Al comenzar la partida es menester decidir si queremos utilizar la configuraci¨®n recomendada, en la que se nos otorga autom¨¢ticamente un grupo de compa?eros de diversos estilos de combate, o si por el contrario preferimos realizar la selecci¨®n por cuenta propia. Independientemente de cu¨¢l sea nuestra elecci¨®n, podremos cambiar las estad¨ªsticas de nuestro equipo, sus atributos, arsenal, etc¨¦tera. Sin embargo, apostar por una configuraci¨®n m¨¢s "personal " conlleva el riesgo de cometer errores que nos perjudiquen a la larga. La exploraci¨®n se divide en dos aspectos: investigaci¨®n y combates. El primer plano nos invita a recorrer las mazmorras, descubriendo puertas y pasadizos secretos (para los que tenemos memos y otras pistas que facilitar¨¢n nuestra tarea), saltando entre dimensiones, cayendo en trampas, etc¨¦tera. El sistema tiene muchas reminiscencias del cl¨¢sico Generation Xth , aunque se puede decir que aplica los mismos conceptos de manera aut¨¦ntica y sin caer en pobres imitaciones. La idea de base en dificultad nuestra exploraci¨®n todo lo posible mediante elementos del exterior que hemos de controlar mediendo las aptitudes de nuestros personajes.
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Personalizaci¨®n absoluta
Aqu¨ª es precisamente donde destacan las opciones de personalizaci¨®n que ofrece la mec¨¢nica, ya que podemos cambiar pr¨¢cticamente todos los atributos de los personajes, y no s¨®lo ellos, sino tambi¨¦n otros como su colocaci¨®n en los combates, los hechizos que portan o la cadencia de los ataques entre otros. Aunque se vende como algo opcional, lo cierto es que dominar estos factores es esencial para alcanzar un buen nivel de comprensi¨®n en la mec¨¢nica. No es posible avanzar hasta los ¨²ltimos escenarios sin saber de qu¨¦ hechizos dotar a nuestros h¨¦roes, c¨®mo utilizarlos (en un sistema que no est¨¢ basado en puntos m¨¢gicos sino en usos por partida) o dejando al azar la toma de decisiones importantes en momentos cumbre. Dentro de todos los factores de riesgo que hemos de tener en cuenta, probablemente sea el denominado Blood Code el m¨¢s importante de todos. Este sistema invoca el poder personal de cada personaje (de forma muy similar a lo visto en Persona nuevamente) y otorga a cada uno hechizos espec¨ªficos y capacidades ¨²nicas muy a tener en cuenta en funci¨®n de cu¨¢l sea nuestra estrategia durante los combates. Poder personalizar pr¨¢cticamente todos los elementos que aparecen en los combates y fuera de ellos es una herramienta crucial para que los jugadores m¨¢s experimentados puedan hacer y deshacer a su antojo, pero tambi¨¦n puede ser un arma de doble filo para los que busquen iniciarse en el g¨¦nero. Echamos de menos m¨¢s tutoriales o una mejor explicaci¨®n de los conceptos que podemos utilizar para crear o modificar objetos, quiz¨¢s integr¨¢ndolos en la curva de aprendizaje del juego sin hacer de ellos un sub-manual de instrucciones que hemos de consultar de manera independiente. Con todo, uno de los aspectos que m¨¢s se criticaron de Demon Gaze fue su desmedida curva de dificultad una vez superado el ecuador de la partida. Operation Abyss corrige los errores de su antecesor gracias a la implementaci¨®n de un sistema de combate "creciente ", esto es: cuanto m¨¢s peleamos en un escenario, m¨¢s duros ser¨¢n nuestros enemigos y m¨¢s eficaces sus estrategias para derrotarnos. Esto punto entra en conflicto con la mec¨¢nica de combate, que asigna arbitrariamente nuestro target al ejecutar un comando. Esto, dicho en otras palabras, se traduce en que no elegimos el personaje al que atacamos, algo dif¨ªcil de aismilar durante los primeros compases de la aventura. Por suerte, y como suele suceder con cada novedad que se implementa en el g¨¦nero, es s¨®lo cuesti¨®n de pr¨¢ctica entender su funcionamiento y acostumbrarnos a ¨¦l, aunque se trata de un concepto que puede pasar factura a los jugadores con mayor af¨¢n de controlar absolutamente todo lo que sucede en pantalla.
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Un aspecto visual aceptable
Con respecto al dise?o de escenarios y de personajes, Operation Abyss ofrece una de cal y otra de arena. Mientras que los monstruos y personajes secundarios que aparecen en la aventura cuentan con un dise?o m¨¢s que aceptable y variado, los escenarios pecan de ser repetitivos. Es f¨¢cil perderse en ellos o perder la paciencia en algunas mazmorras (especialmente en las ¨²ltimas) ante la similitud de todas las habitaciones que transitamos, algo que contrasta con la ambientaci¨®n que se le da a la interfaz de los men¨²s. De nuevo se echa en falta m¨¢s variedad en este sentido, algo m¨¢s de trabajo a la hora de crear un ambiente que nos invite a explorar y a descubrir qu¨¦ nos agaurda al cruzal el siguiente umbral lejos de avanzar todo lo r¨¢pido que podamos para cumplir nuestros objetivos lo antes posible. El apartado sonoro, lejos de ofrecer algo realmente nuevo, se ha trabajado a consciencia para ofrecer una mezcla entre guitarras y violines, orquestas y bater¨ªas. Sin embargo, es dif¨ªcil explicar el contraste que ofrece la m¨²sica a la hora de desenvolverse en situaciones dram¨¢ticas, ya que no siempre encaja lo que escuchamos con lo que sucede en pantalla. Por suerte existe un doblaje que cubre un gran porcentaje del texto escrito -en ingl¨¦s-, y la calidad de las interpretaciones es simplemente aceptable. Operation Abyss tiende a ser un t¨ªtulo un poco gen¨¦rico en este sentido, perdiendo por ello parte de la personalidad que consigue en otros apartados anteriormente expuestos.