One Piece: Burning Blood, An¨¢lisis

La obra de Eichiro Oda es semana tras semana uno de los mangas m¨¢s vendidos Espa?a y en todo el mundo, pero desde Occidente es complicado entender lo que supone para la sociedad japonesa el universo de One Piece, que se ha convertido por m¨¦ritos propios en una instituci¨®n, en algo tan conocido e introducido en la cultura pop en Jap¨®n como aqu¨ª puede serlo La Guerra de la Galaxias. Cada anuncio relativo a la saga, cada nueva temporada del anime o el estreno de un opening se ve reflejado en las enormes pantallas publicitarias de los centros de las ciudades japonesas. A los nipones no les parece extra?o que su tranv¨ªa est¨¦ decorado con motivos de esta historia de piratas, y los turistas que pasen por Odaiba tienen la posibilidad de darse un viajecito en una r¨¦plica real del Thousand Sunny.

Por ello, la responsabilidad que recae ahora sobre Spike Chunsoft (creadores de la saga Danganronpa, las versiones de Pok¨¦mon Mundo Misterioso para Nintendo 3DS o de 999) es enorme. No basta con hacer un buen juego, sino que tienen que respetar una obra con mucho bagaje a sus espaldas y dar a los fans de Luffy, Nami, Zoro y compa?¨ªa el fan-service que buscan cuando se ponen a los mandos de un videojuego sobre su manganime favorito. Desde Spike han realizado un trabajo sin peros en este aspecto, pero vayamos por partes.

Aqu¨ª hemos venido a darnos tortas

Lo m¨¢s importante en un t¨ªtulo de lucha es, l¨®gicamente, las posibilidades de sus sistema de combate, sus caracter¨ªsticas y su profundidad, aspecto que se ha relegado en pos de una mayor espectacularidad y accesibilidad. En Burning Blood las peleas son individuales por equipos de hasta 3 vs 3, contando adem¨¢s con la ayuda de personajes de apoyo (un m¨¢ximo de 3, y que no aparecen en combate pero nos aportan buffos como que el ataque aumente cuando nuestra vida se encuentre por debajo del 50% o reducir el retroceso durante la guardia). Nos podremos mover por un entorno tridimensional libremente, aunque los escenarios son m¨¢s peque?os que los de, por ejemplo, la saga Budokai Tenkaichi de Dragon Ball.

El esquema de control es sencillo: un bot¨®n para saltar, otro para la guardia, otro para atacar y otro para las habilidades ¨²nicas, que suelen ser ataques a distancia. Tambi¨¦n podremos realizar movimientos simples y fuertes (mayor duraci¨®n de la acci¨®n, pero m¨¢s potente) para romper las guardias. Con el gatillo superior izquierdo y uno de los dos botones de ataque hacemos movimientos especiales y con ciertos personajes como Ace, Crococidile o Akainu podemos activar la Logia pulsando el R1/RB, lo que nos hace invulnerables a los ataques f¨ªsicos pero disminuye la barra de energ¨ªa. Aun con la Logia activada, los personajes son vulnerables ante un ataque con Haki. Adem¨¢s, contamos con otra barra m¨¢s, el Medidor ardiente (compartido entre los tres luchadores), que cargada al m¨¢ximo nos permite activar un modo en el que nuestros ataques hacen m¨¢s da?o y/o son diferentes y, volviendo a pulsar el stick derecho, nos permite realizar nuestra habilidad final, ataques muy potentes o transformaciones espectaculares, como la de Drake, que se convierte en un dinosaurio.

El intercambio de personajes en medio de la batalla tambi¨¦n influye en el Medidor ardiente, pues permite gastar cierto n¨²mero de barras para encadenar un ataque especial con un golpe de uno de nuestros aliados, hacer que intervengan para defendernos ante un ataque o responder a la asistencia de aliado del rival con uno de nuestros compa?eros.

Sin embargo, a pesar de todas las posibilidades que cabr¨ªa imaginar con las combinaciones de este sistema (por no hablar de las mec¨¢nicas ¨²nicas de algunos personajes, como el garfio envenenado de Crocodile o la habilidad de sanaci¨®n de Brook), el aporreo del bot¨®n de ataque junto al uso del Rompeguardias y la habilidad final se convierte en algo tan efectivo como el dominio del intercambio y las habilidades especiales. No tiene por qu¨¦ algo necesariamente malo. El objetivo de One Piece Burning Blood no es entrar en la lista de juegos del EVO (Evolution Championship Series), sino entretener a los fans de One Piece, sean experimentados en juegos de lucha o no.

La historia: Guerra Suprema

El modo campa?a de One Piece Burning Blood trata sobre una de las sagas m¨¢s queridas por los fans del manganime: la batalla de Marine Ford, en la que los piratas libran una guerra contra los marines en el cuartel general de estos ¨²ltimos para salvar al hermano de Luffy, Ace, que espera su muerte en el pat¨ªbulo.

Guerra Suprema se recrea una y otra vez sobre un hecho tr¨¢gico para todos los seguidores de este universo, aludiendo a los fans y haci¨¦ndoles recordar ¡°ese¡± momento. Vivimos la historia desde cuatro puntos de vista: Luffy, Barbablanca, Akainu y Ace. El problema de esta estructura es que nos obliga a ver en varias ocasiones las mismas escenas cinem¨¢ticas, a afrontar las mismas situaciones poni¨¦ndonos cada vez en un lugar distinto y a luchar contra los mismos personajes.

Es el punto m¨¢s oscuro del juego no solo por esa sensaci¨®n de estar ante un d¨ªa de la marmota en One Piece, sino tambi¨¦n por su curva de dificultad bastante aleatoria y por su duraci¨®n, pues en poco m¨¢s de cinco horas (incluyendo cinem¨¢ticas y completando los desaf¨ªos alternativos que nos permiten desbloquear nuevos personajes para el roster) hemos terminado con el que se presupone modo principal del t¨ªtulo.

Se busca

Ser¨¢ este modo de juego el que nos atrape durante horas y horas, que nos propone recoger encargos a trav¨¦s de los ic¨®nicos carteles ¡°Wanted¡± de la saga. En primer lugar, es en esta secci¨®n donde se encuentran las clases de entrenamiento, impartidas por Rayleigh, altamente recomendadas para el primerizo en juegos de lucha. Pero la chicha est¨¢ en la lista de buscados. Son combates clasificados en distintos niveles de dificultad. Cuando completamos cierta cantidad de encargos de cada categor¨ªa, se nos permite acceder a la siguiente, m¨¢s complicada y con mejores recompensas, con un sistema similar a los encargos de Monster Hunter, por poner un ejemplo. Cada encargo tiene sus propias limitaciones (en puntos de pirata para la tripulaci¨®n, en n¨²mero de apoyos, en cantidad de luchadores que podemos escoger¡­).

El modo se antoja infinito pues, adem¨¢s de los desaf¨ªos con muchas limitaciones para los m¨¢s expertos de los carteles especiales, los carteles limitados se ir¨¢n actualizando poco a poco, proponi¨¦ndonos retos nuevos cada cierto tiempo. Tambi¨¦n ser¨¢ donde recurriremos en nuestras primeras horas con el t¨ªtulo para conseguir grandes cantidades de Beli, la moneda del juego, y poder comprar nuevos personajes y aliados a Buggy en la Base pirata, donde tambi¨¦n podremos crear nuestras tripulaciones (los equipos de un m¨¢ximo de 3 luchadores y 3 personajes de apoyo), que debemos cuidar que ofrezcan sinergias entre s¨ª y que el conjunto sea lo suficientemente vers¨¢til para no estar en desventaja ante otros equipos.

Piratas en internet

El online de One Piece Burning Blood se divide en dos modos principales. El primero, los cl¨¢sicos combates por rango en los que desbloqueamos t¨ªtulos y emblemas y que tambi¨¦n nos permite acceder a partidas de jugador, en las cuales nuestro rango no se ve afectado y donde podemos entrar en salas de hasta cuatro jugadores y ser espectadores de las partidas de nuestros amigos.

El segundo, m¨¢s innovador, es la Batalla de banderas pirata, cuyo objetivo es que la fuerza a la que nos hayamos alistado (Piratas Sombrero de Paja, el Ej¨¦rcito revolucionario, Piratas de Buggy y otras 12 m¨¢s) logre ser la que domine el mayor n¨²mero de territorios del mapa del mundo.? El modo funciona por temporadas (que duran una semana, tras la cual podemos cambiarnos de fuerza) en las que los jugadores deber¨¢n combatir contra otros jugadores o contra la IA (seg¨²n el territorio) y cada victoria suma puntos a nuestra bandera, indic¨¢ndose mediante un porcentaje las fuerzas con control de la isla. A mi parecer, el modo m¨¢s profundo y con m¨¢s posibilidades para atrapar a los jugadores.

Sin embargo, no se entiende entender qu¨¦ ha motivado la introducci¨®n de la mec¨¢nica de la Br¨²jula magn¨¦tica. Cada movimiento en el mapa y cada ataque gasta cierto n¨²mero de los 120 puntos con los que cuenta la br¨²jula, que se va recargando poco a poco. Por lo tanto, tras varias incursiones en distintas islas, se nos impide seguir jugando a Batalla de banderas pirata, como si se tratara de un juego gratuito para m¨®viles.

A esto hay que a?adirle los problemas del modo online: que el sistema nos empareje con alguien con una mala conexi¨®n no es frecuente, aunque ocurre ocasionalmente. Pero quiz¨¢ debido al poco n¨²mero de jugadores durante la realizaci¨®n de este an¨¢lisis, se tarda varios minutos en encontrar un contrincante (tanto en el combate online tradicional como en banderas pirata).

Manga en movimiento

A pesar de lo vac¨ªos que se perciben los escenarios y la baja nitidez de los mismos en comparaci¨®n con el resto de elementos, Burning Blood es una delicia audiovisual. Si bien no llega al nivel de lo que consiguen los chicos de CyberConnect 2 con sus Naruto: Ultimate Ninja, Spike Chunsoft ha dotado a este t¨ªtulo de un dise?o y movimiento de personajes, as¨ª como de efectos especiales, espectacular, a medio camino entre manga tridimensional en movimiento y anime. Tambi¨¦n son muy destacables las explosiones, los efectos de luz, las expresiones de los personajes en medio del combate, los sombreados del estilo del c¨®mic japon¨¦s, el deterioro de la vestimenta¡­ Pese a ciertos fallos en ocasiones con la c¨¢mara (cuya distancia podemos modificar), un buen trabajo en este aspecto.

En sonido el t¨ªtulo no se queda atr¨¢s: las voces de los personajes vienen de la mano de los dobladores del anime? japon¨¦s original (con subt¨ªtulos en castellano) y constantemente est¨¢n conversando en el campo de batalla. Adem¨¢s, algunos personajes interact¨²an y conversan con di¨¢logos propios en la introducci¨®n del combate. Los golpes, llamaradas, explosiones y dem¨¢s FX tambi¨¦n son dignos de menci¨®n, y quiz¨¢ lo ¨²nico que echamos en falta es una banda sonora m¨¢s potente, alguna melod¨ªa que se nos quede deambulando por el cerebro cuando no estamos frente a la pantalla.