NieR: Automata The End of YoRHa Edition
- PlataformaNSW9
- G¨¦neroAcci¨®n, RPG
- DesarrolladorPlatinum Games
- Lanzamiento06/10/2022
- TextoEspa?ol
- VocesIngl¨¦s, Japon¨¦s
- EditorSquare Enix
NieR: Automata. The End of YoRHa Edition, an¨¢lisis Switch. Gloria a los Videojuegos
La obra maestra de Yoko Taro y Platinum Games llega a Switch con un port que se coloca entre lo mejor de su ya excelso cat¨¢logo.
Los juegos grandes, magn¨ªficos, esos que aparecen primero entre lo m¨¢s rese?ado del a?o y terminan en la lista de los mejores videojuegos de la Historia, son los que, una vez llegan, ya nunca se van. Fijaos por ejemplo en Elden Ring. Sali¨® en febrero y parece que fue lanzado ayer. En esa liga de primer¨ªsima divisi¨®n juega NieR: Automata. La feliz asociaci¨®n entre Yoko Taro y Platinum Games se ha convertido en, aunque suene a paradoja, un exitoso juego de culto (ah¨ª tenemos el Fan Festival de Tokio, ese anime que est¨¢ a punto de llegar o las m¨¢s de 6,5 millones de copias vendidas). Estrenado en 2017 llega fresco como una rosa a su lanzamiento en Nintendo Switch en los estertores de este apocal¨ªptico 2022.
No har¨¦ nada por lo que el Dios de la Biomec¨¢nica me impida la entrada en su cielo (Blade Runner)
Y de apocalipsis va la cosa, aunque m¨¢s bien de lo que pasa mucho despu¨¦s del fin de los tiempos. Al contrario que en esos mundos postdesastre en los que el recuerdo de la humanidad todav¨ªa respira fuerte entre las enredaderas que abrazan edificios, en Nier han pasado suficientes a?os como para que enormes ¨¢rboles desplacen a empujones a los rascacielos. En este contexto el hombre es solo un vago recuerdo que pervive ¨²nicamente en boca de las m¨¢quinas que los sue?an.
Juego autoconsciente de que lo es, Nier ataca al jugador con prepotencia, impidi¨¦ndole guardar partida al principio. Nos obliga a ser eficientes, a bucear por nosotros mismos en las opciones de un Men¨² que se integra plenamente en la narrativa del juego. No hacerlo puede derivar en repetir la primera zona en tantas ocasiones como para querer abandonar para siempre la partida. Es como un bautismo de juego, algo que nos pone a prueba para ver si somos dignos de adentrarnos en su propuesta. Y ya os decimos que vale la pena convertirse en creyente.
Ya desde el inicio los robots se nos venden como simples m¨¢quinas an¨®nimas, vac¨ªas, a las que podemos masacrar aporreando botones sin ninguna sombra de inmoralidad en nuestras cabecitas. Son el enemigo. No piensan ni sienten, ?verdad? Pronto se hace evidente que tienen emociones, muy b¨¢sicas, s¨ª, pero capaces de transmitir una humanidad de la que carece el mucho m¨¢s sofisticado androide 2B. Nuestra protagonista de ic¨®nico dise?o est¨¢ siempre anulando los atisbos de curiosidad, felicidad y camarader¨ªa de sus compa?eros. Nada es importante o relevante m¨¢s all¨¢ de las misiones. Los robots enemigos, con su dise?o redondeado y su comportamiento infantil, poco a poco consiguen que, como jugadores, arqueemos la ceja y cuestionemos nuestros actos. Exactamente como en la pel¨ªcula Blade Runner o en la versi¨®n del director de Soy Leyenda.
Como en esta ¨²ltima, finalmente somos conscientes de que el mundo les pertenece a ellos, al supuesto enemigo, desde hace ya mucho. Ellos conviven en armon¨ªa con la naturaleza y en paz. Los estilizados, andr¨®ginos y bellos androides, nuestros avatares, llegan una y otra vez desde fuera del planeta para intentar reconquistar la Tierra para los humanos. Pero es este un planeta del que fueron desterrados, que ya no es el suyo.
Tambi¨¦n hay ecos f¨ªlmicos en Nier de la extra?amente atrayente Oblivion, donde sus dos protagonistas viven en soledad a cientos de metros de altura sobre una Tierra devastada. Desde all¨ª, y en comunicaci¨®n permanente con los humanos que viven a¨²n m¨¢s alto, en la ¨®rbita del planeta, realizan incursiones diarias buscando atisbos de rehabitabilidad mientras combaten a esos seres que ganaron la antigua guerra.
Como en la pel¨ªcula protagonizada por Tom Cruise, la percepci¨®n de los pilares de nuestra insignificante existencia est¨¢ construida sobre tierras movedizas. En Nier tenemos al ser humano ejerciendo de Dios ante dos formas de vida artificial, cada una de ellas m¨¢s insignificante que la anterior y condenadas a una eterna lucha en pos del creador. La jerarqu¨ªa se establece en paralelo con la de nuestro propio mundo, con comandantes que ejercen de clero y comunicadores directos con Dios. No se cuestiona el mandato divino, construy¨¦ndose sobre dogmas la existencia y el sentido del d¨ªa a d¨ªa.
Gloria a Yoko Taro, a Platinum y a los Videojuegos
Las cabezas redondas y sonrientes de los robots que sucumben ante nuestros golpes nos hacen pensar que Yoko Taro (habituado a mostrarse en p¨²blico con m¨¢scara cabezona redonda) se posiciona con ellos y no con los protagonistas, con nosotros. Como juego de autor que es, Nier refleja las preocupaciones, deseos e inquietudes de su creador. Y en sus creaciones, Yoko Taro siempre se ha esforzado por invalidar, o dar ¨²nico sentido posible desde la locura, a las matanzas que realizamos en la mayor¨ªa de los videojuegos. Pero claro, es dif¨ªcil sustraerse del combate cuando es tan bueno como aqu¨ª.
Y es que, si Yoko Taro es el alma de Nier y quien pone en pie el juego, Platinum lo hace andar, correr, volar. Hay tanta autor¨ªa por un lado como por otro, siendo ambas personalidades plenamente reconocibles en el resultado. Lo mejor es lo bien que encaja todo en una obra con vocaci¨®n de videojuego perfecto, esas que, mientras jugamos, no queremos que terminen nunca. Por supuesto, tambi¨¦n estamos de suerte ah¨ª.
En Nier el final nunca es el final. Es de ese tipo de juegos (aunque est¨¦n en las ant¨ªpodas, pensamos en los Lego, por ejemplo) que se disfruta m¨¢s cuanto m¨¢s te adentras en ¨¦l. Su rejugabilidad, forzada si queremos desvelar todo su misterio, es pues un regalo para el jugador que se resiste a abandonar ese mundo tras los cr¨¦ditos finales. El juego no desaparece tras el The End sino que crece a trav¨¦s de ¨¦l. Es un puzle al que siempre le falta alguna pieza, y es la vuelta una y otra vez a su montaje que terminamos por vislumbrar el mosaico completo. As¨ª, de los 20 finales posibles, tenemos 5 importantes, clasificados de [A] a [E], que guardan el meollo del asunto. Y ya os aseguramos que el esfuerzo para desvelarlos vale la pena con creces.
La versi¨®n de Switch, esa m¨¢quina imposible
Se ha convertido en f¨¦liz costumbre. Switch, esa m¨¢quina tan limitada t¨¦cnicamente sobre el papel, vuelve a sorprendernos con una revisi¨®n que hace que nos frotemos los ojos. Es cierto que el port se beneficia de unos gr¨¢ficos originales que no eran punteros ni siquiera hace cinco a?os, por lo que la traslaci¨®n a la port¨¢til es casi exacta. El valor de Nier no est¨¢ en el realismo que brindan millones de pol¨ªgonos sino en la evocaci¨®n a trav¨¦s de su bella direcci¨®n art¨ªstica. Se trata pues, m¨¢s de un valor est¨¦tico que gr¨¢fico. Su particular uso del color, en continua variaci¨®n entre zonas y seg¨²n nuestro estado de salud, su atmosfera brumosa, las part¨ªculas que brillan en el aire cuando reflejan la luz del sol, la vencida belleza de unas ruinas de las que conocemos su pasado porque son nuestro presente, se trasladan casi tal cual a Switch en otra traslaci¨®n portentosa.
Se dan las concesiones habituales como texturas con menor resoluci¨®n, menos vegetaci¨®n que solo se hace del todo evidente en la distancia, sombras titubeantes de las que no se libraba del todo la versi¨®n de sobremesa y un popping del que podr¨ªamos decir lo mismo. Por lo dem¨¢s, todo luce de impresi¨®n a unos rocosos 30 frames por segundos que, tras alguna ca¨ªda muy puntual (cerca de cataratas, por ejemplo), una vez pasadas unas horas no nos hace echar de menos el framerate tambaleante de PS4/One. La resoluci¨®n, por su parte, luce a los m¨¢ximos n¨²meros en dock y port¨¢til, esto es, 1080p y 720p respectivamente, aunque todas las carencias comentadas se notan mucho menos con la consola en las manos que en el televisor, donde se le ven algo m¨¢s las costuras.
Tanto en dock como en port¨¢til encontramos pros y contras. Si como decimos el juego luce incre¨ªble cuando est¨¢ desacoplado, parece incre¨ªble igualmente que a estas alturas no sea un est¨¢ndar contar con la elecci¨®n del tama?o de los textos en port¨¢til. Unas l¨ªneas diminutas que cuesta leer por su m¨ªmesis crom¨¢tica con los fondos nos ha hecho compadecer a los usuarios de Switch Lite por su menor tama?o de pantalla.
El dock se beneficia, por su parte, de una sencilla implementaci¨®n del control de movimiento. Una vez cogido el truco (esquiva agitando el joycon izquierdo, combate haciendo lo propio en horizontal o vertical con el derecho), nos hemos sorprendido a nosotros mismos realizando aspavientos ante la pantalla como opci¨®n preferida ante la m¨¢s habitual de presionar botones.
En general, como el estado habitual de Switch para reposar es siempre el Stand By, esto beneficia las partidas m¨¢s cortas en port¨¢til y las exigencias de guardado (encontrarnos en lugares y zonas determinados). Esto puede traducirse sin embargo en la interrupci¨®n de la conexi¨®n de red, por lo que conviene estar atento para volver a activarla en las opciones. Su multijugador asim¨¦trico con toque souls, esto es, dejar nuestro cad¨¢ver en un espacio de juego com¨²n o encontrar el de otros, funciona sin problemas m¨¢s all¨¢ delque ehmos comentado.
Con respecto al contenido, Nier Automata The End of YoRHa Edition, incluye todos los extras que hab¨ªan recibido hasta ahora las versiones de sobremesa (DLCs de nombre impronunciable y skins cosm¨¦ticas para pods y personajes) sumando elementos en ese plan para la versi¨®n de Switch.
Conclusi¨®n
El excelso cat¨¢logo de Nintendo Switch se enriquece a¨²n m¨¢s con este juego Magn¨ªfico. Nier Automata The End of YoRHa Edition es adem¨¢s uno de los mejores port de la consola, por lo que todo lo que hace grande a la genialidad de Yoko Taro y Platinum Games est¨¢ aqu¨ª. Complejo a poco que se rasque en su superficie, en Nier afloran filosof¨ªa (con gui?o directo a Sartre), existencialismo, religi¨®n, humanismo, biolog¨ªa, Inteligencia Artificial, Rob¨®tica, y todo ello en un envoltorio que demuestra que Yoko Taro se aburre con juegos que formalmente sean lo mismo de principio a fin. As¨ª, tenemos 3D, 2D, scroll lateral, matamarianos vertical y horizontal, bullet hell, espacios semiabiertos y pasilleros¡ Nier es un juego con sorpresas tras cada esquina, y que se disfruta m¨¢s cuanto m¨¢s jugamos a ¨¦l. Para rematar una obra de tal magnitud tenemos esa banda sonora de Keiichi Okabe que tambi¨¦n se ha convertido en un referente y es de lo m¨¢s recordado de una obra ya de por s¨ª inolvidable. As¨ª que s¨ª, esta versi¨®n de Nier: Automata hace honor al cl¨¢sico. Una obra imprescindible destinada a ocupar p¨¢ginas en las recopilaciones de mejores videojuegos de la Historia del medio.
Lo mejor
- Est¨¢ todo aqu¨ª a pesar de los necesarios sacrificios t¨¦cnicos.
- El control por movimiento se ha implementado de forma sencilla y efectiva.
- En modo port¨¢til luce especialmente bien.
- M¨¢xima resoluci¨®n posible en dock y port¨¢til.
Lo peor
- En el dock se pueden apreciar las costuras.
- Textos en port¨¢til demasiado peque?os y no ajustables
Excelente
Un t¨ªtulo referente en su g¨¦nero, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutar¨¢s de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en cl¨¢sico con el paso de los a?os. C¨®mpralo sin pesta?ear.