Need for Speed: Heat, an¨¢lisis

Dos han sido los a?os que ha necesitado Ghost Games para devolver al asfalto a una saga que ha hecho suya, Need for Speed. Y la ha puesto en circulaci¨®n con novedades en su eje central, siendo las soleadas ma?anas de Palm Beach, la ciudad donde transcurre el videojuego, muy diferente a la pomposa ciudad llena de neones por la noche.

Need for Speed: Heat es, no obstante, una nueva iteraci¨®n algo continuista en la que este importante cambio en la jugabilidad nos ha dejado un poco fr¨ªos pues la mec¨¢nica del juego se hace, a la larga, un tanto repetitiva, dejando patente el quiz¨¢s ya estancamiento de la saga.

Como el d¨ªa y la noche

Como hemos comentado anteriormente, en esta ocasi¨®n la desarrolladora Ghost Games ha querido a?adir a Need for Speed: Heat una mec¨¢nica diferenciadora con respecto a otros juegos de la franquicia. Aqu¨ª, adem¨¢s de contar con un modo historia que abordamos a trav¨¦s de los 12 avatares ¨²nicos que podemos escoger ¡ªtanto femeninos como masculinos¡ª , se a?ade la posibilidad de participar en carreras ¡ªo simplemente explorar la ciudad¡ª tanto en horas diurnas como nocturnas. Y adem¨¢s es tan sencillo como pulsar un bot¨®n y sin apenas pantalla de carga mediante.

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Las diferencias os las pod¨¦is imaginar. Por la ma?ana toda Palm Beach es un remanso de paz y carreras legales en circuitos semi cerrados donde se obtiene dinero con ellas para, m¨¢s tarde, dejarnos los cuartos en alguno de los talleres dispersos por la ciudad. No hay polic¨ªa que nos vigile por lo que hacer el cabra est¨¢ permitido. Sin embargo por la noche, y como suele ser recurrente en la saga, seremos el objetivo de todo aqu¨¦l que porte una estrella dorada enganchada al bolsillo de su camisa. Las carreras ilegales est¨¢n a la orden del d¨ªa y ser¨¢ con ellas donde nos labremos una reputaci¨®n entre los diversos clanes de Palm Beach para as¨ª desbloquear piezas de modificaci¨®n para nuestros veh¨ªculos.

As¨ª pues la estructura jugable de Need for Speed: Heat se basa exclusivamente en saber manejar los tiempos, nunca mejor dicho. El dinero necesario para modificar nuestros veh¨ªculos se consigue con las carreras diurnas. Si queremos desbloquear nuevas piezas o conseguir reputaci¨®n para desbloquear nuevas carreras, tenemos que competir en la noche. Sin embargo si la polic¨ªa nos pilla en esta ¨²ltima franja horaria todo lo que hemos conseguido en ella se ir¨¢ al garete, aportando un plus de emoci¨®n al horario diurno.

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Sin embargo encontramos un problema gordo en Need for Speed: Heat y es que casi todas las pruebas donde competimos nos han parecido aburridas y demasiado similares entre s¨ª. No hay demasiada diferencia en ellas ni tampoco variedad en los ¡°circuitos¡±. De hecho en m¨¢s de una ocasi¨®n tocar¨¢ repetir pruebas para poder avanzar en el juego.

La conducci¨®n es eficiente, lo esperable en un videojuego de carreras de corte arcade. Grandes derrapes, espectacularidad y muchas opciones de personalizaci¨®n que apenas influyen en el comportamiento del veh¨ªculo, s¨®lo aquellas realmente relevantes como el cambio de motor o el ¨®xido nitroso. En general se siente un poco b¨¢sico en este aspecto y se podr¨ªa haber trabajado algo mejor lo que es en t¨¦rminos de conducci¨®n.

Solo o acompa?ado

Need for Speed: Heat no cuenta con diversos modos de juego como tal si no con una opci¨®n que te permite disfrutar del t¨ªtulo en solitario o con hasta quince jugadores m¨¢s en el mapa donde transcurre la historia. Si escogemos esta ¨²ltima opci¨®n podemos ver a otros poseedores del videojuego por todo Palm Beach y retarles a alguna de las pruebas que tenemos disponibles en ese punto de la trama. No hay mucha m¨¢s interacci¨®n que la mencionada por lo que no esper¨¦is demasiados alardes en esta categor¨ªa.

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Ahora bien, al tener un mapa tan extenso en dimensiones la cifra de 16 jugadores por sesi¨®n nos parece algo escasa. Si est¨¢n todos concentrados en un punto del escenario la diversi¨®n est¨¢ asegurada, sin embargo, si cada uno va a su libre albedr¨ªo, cruzarnos con alguno de ellos s¨®lo se da si nos dirigimos hacia los mismos.

De hecho esta sensaci¨®n de soledad se agrava echando un simple vistazo al entorno que nos rodea. No vemos demasiado tr¨¢fico en ninguna de las cuatro regiones adyacentes a la ciudad principal, ni tampoco peatones. De hecho tampoco vemos demasiados elementos visuales que nos hagan sentir que estamos en su universo ficticio ¡ªaunque ambientado en Miami¡ª, por lo que da la sensaci¨®n en todo momento de que estamos pr¨¢cticamente solos.

Luces y sombras

El ladillo que encabeza estos p¨¢rrafos le viene como anillo al dedo a la hora de hablar de la tecnolog¨ªa empleada en Need for Speed: Heat. El juego de Ghost Games es bastante vistoso en escenarios nocturnos mientras que en los diurnos se le notan las costuras. Por la noche la ciudad se llena de luces, neones, efectos de iluminaci¨®n, sombras bastante logradas y situaciones realmente espectaculares. Sin embargo por el d¨ªa acusa de una distancia de visi¨®n decente sin m¨¢s, popping, escenarios a¨²n m¨¢s vac¨ªos o apenas efectos de iluminaci¨®n. Por otra parte, la versi¨®n que hemos analizado es la dedicada a Xbox One y el juego ha funcionado en todo momento a 30fps estables y con una resoluci¨®n 1080p.

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Agradecemos, en el aspecto sonoro, que las habituales voces cani se hayan quedado atr¨¢s, aunque sigan habiendo resquicios de estas. Todas las voces han sido dobladas al castellano as¨ª como los textos y el resultado en este sentido est¨¢ bastante conseguido. Ni qu¨¦ decir de la banda sonora, una maravilla tal y como estamos acostumbrados a ver en juegos bendecidos por Electronic Arts. Abarca un gran n¨²mero de g¨¦neros de entre los que destaca, por encima de todo, los ritmos latinos y la m¨²sica electr¨®nica. Una selecci¨®n musical compuesta por 84 temas entre banda sonora y melod¨ªas para los men¨²s que es un aut¨¦ntico gozo.