10 a?os de basket

El baloncesto ha llegado a su momento cumbre en la nueva generaci¨®n. Diez a?os, que se dice pronto. Diez temporadas siendo el ejemplo a seguir por las compa?¨ªas que se dedican a trabajar el mismo producto sin lograr las mismas cotas de realismo. La emoci¨®n jugable que se vive con la franquicia de basket por excelencia s¨®lo puede ser comparada con los grandes simuladores de f¨²tbol -PES en su d¨ªa, hoy FIFA-, tenis -Top Spin-, o hockey sobre hielo -con NHL y NHL 2K cambi¨¢ndose el rol cada cierto tiempo-. A d¨ªa de hoy parece que EA Sports le ha ganado la partida a la mayor¨ªa de estudios que siguen embarcados en el arduo proceso que requiere elaborar una nueva entrega de la misma franquicia a cada nueva temporada, siempre con la necesidad imperiosa de innovar.

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Pero -siempre hay un pero- el ¨²nico resquicio que queda sin franquear, en el que ning¨²n gigante ha podido meter las zarpas como quisiera para conquistar al p¨²blico, es en el campo del baloncesto digital. Las innumerables franquicias que tratan de recoger uno de los deportes m¨¢s seguidos del planeta siempre se han encontrado con los mismos problemas, empezando por el realismo que transmiten los partidos, pasando por el balance que han de tener todos los equipos, para terminar con el motor gr¨¢fico que ha tra¨ªdo de cabeza a tantos desarrolladores. Crear un juego de baloncesto no se puede equiparar a ning¨²n otro deporte por la base que se impone en esta disciplina. Todo el que disfrute del deporte del aro deber¨ªa tener m¨¢s o menos claro este concepto, o cuanto menos los profesionales, que no se cansan de repetirlo.

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2K ha sabido mantener la misma l¨ªnea durante diez a?os sin entorpecer el producto. La competencia directa en Europa, NBA Live, ha andado a la zaga hasta hace unos pocos a?os, cuando por fin parec¨ªa que EA Sports hab¨ªa terminado de truncar el camino de su franquicia por ignorarla durante demasiado tiempo. Los aficionados, el boca a boca, la popularidad de las nuevas licencias que no se amparan siempre en el mismo sistema jugable es lo que ha llevado a NBA 2K a convertirse en lo que es a d¨ªa de hoy: el mejor simulador de baloncesto que podemos encontrar en la sobremesa de la nueva generaci¨®n. En el pasado hemos conocido ediciones que rozaban la perfecci¨®n pero que se quedaban con la miel en los labios por problemas que ata?¨ªan principalmente a la jugabilidad.

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No obstante hay que tener en cuenta los da?os colaterales de la jugabilidad. Se conoce que cuando se mejora un aspecto hay otros alrededor que salen perjudicados. Este es precisamente el mayor problema al que ha de enfrentarse este NBA 2K10, sin duda alguna el m¨¢s completo de la franquicia, gui?o ideal para conmemorar los diez a?os de vida de la serie. Pasamos a conocer pues qu¨¦ es lo esconde esta entrega. Las preguntas las pon¨ªan los propios lectores en el primer contacto que ofrec¨ªamos hace unas pocas semanas: ?Valdr¨¢ la pena adquirir el juego teniendo la versi¨®n del a?o pasado? ?Se han mejorado los mates? ?Hasta qu¨¦ punto influyen las nuevas modalidades en la jugabilidad? Pues bien, todas estas dudas y m¨¢s se contestan en las siguientes p¨¢ginas del an¨¢lisis.

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Lo m¨¢s importante de esta temporada son las novedades. Siempre lo son, pero qu¨¦ duda cabe que esta edici¨®n hay dos modalidades que brillan con luz propia por encima del resto del contenido. Ya en la interfaz principal tenemos ocasi¨®n de comprobar qu¨¦ los chicos de 2K han querido resaltar estas opciones para llamar la atenci¨®n de los jugadores que no conociesen lo que ofrec¨ªa NBA 2K9. Ninguna de las dos se puede considerar una innovaci¨®n en toda regla, ya que a grandes rasgos se ha procurado seguir la l¨ªnea de otros simuladores. Esta es una constante en la industria de los videojuegos (y en el cine, en la literatura y en toda vertiente donde exista cierta competitividad por captar la atenci¨®n del p¨²blico) a la que ya deber¨ªamos estar acostumbrados a estas alturas, aunque no deja de sorprender el nivel de detalle que ofrecen una vez estamos inmersos en su progreso.

De esta forma nos encontramos con NBA Hoy (lo que se ha denominado NBA Today en textos anteriores). Esta plataforma nos permite disputar con veracidad los partidos de la realidad, siguiendo las estad¨ªsticas que podemos ver por la televisi¨®n, alineaciones originales, torneos, competiciones, lesiones, fichajes, drafts, etc¨¦tera. Est¨¢ todo lo que consideramos imprescindible para jugar con cierto realismo en lo referente a la competici¨®n real, lo que no deja de ser una v¨ªa m¨¢s para poder disputar todos los partidos que nos venga en gana siguiendo una l¨ªnea muy marcada. Ahora que la temporada est¨¢ dando los primeros coletazos es un momento id¨®neo para conocer en profundidad el funcionamiento interno de la liga y empaparnos con toda la actualidad que rodea a la NBA.

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La segunda novedad de marras en cuanto a modalidades se refiere viene a actualizar el concepto implementado por EA Sports en NBA Live. El DNA de los jugadores se cambia por un sistema m¨¢s profundo en cuando a opciones se refiere, que aqu¨ª se denomina Mi Jugador (My Player). Aqu¨ª hemos de crear a un jugador desde cero, supuestamente identificado con nuestra personalidad y apariencia f¨ªsica, llev¨¢ndole desde lo m¨¢s bajo hasta la c¨²spide, fichando por nuevos equipos con sus correspondientes drafts, e incluso con la posibilidad de disputar partidos por Internet bien con cualquier jugador que se atreva a retarnos o en el espacio reservado para los 1vs1. Los partidos callejeros, que ya deber¨ªamos conocer por anteriores versiones, se ven beneficiados por esta divertida inclusi¨®n cuya duraci¨®n, al igual que sucede con La Asociaci¨®n, es pr¨¢cticamente ilimitada.

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Respecto a la selecci¨®n de los drafts y a la demostraci¨®n que aparec¨ªa a la venta hace unas semanas, lo cierto es que el sistema funciona sin demasiadas complicaciones. Es requisito indispensable ser un experto en la materia para no perderse por el camino, am¨¦n de conocer a ciencia exacta las necesidades del equipo para no mermar la moral de los compa?eros. El uso del draft no deja de ser poco menos que una nota anecd¨®tica que agradecer¨¢n los aficionados ac¨¦rrimos, pasando desapercibido para el resto de jugadores. Como ¨¦sta, tantas otras opciones a las que tenemos acceso antes, durante o despu¨¦s de los partidos: cambio de filas, posiciones, posici¨®n del entrenador (con segundo entrenador incluido), estrategias en el poste bajo, cambios durante los partidos? Todo se puede automatizar o, por el contrario, personalizar a nuestro gusto.

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Es una buena se?al este hecho ya que en primer lugar posibilita a los jugadores que no conozcan la franquicia poder incorporarse sin traumas. La jugabilidad no es todo lo accesible que debiera por la alta exigencia que supone dominar el tempo de los partidos, realizar fintas que no se traduzcan en p¨¦rdidas in¨²tiles de bal¨®n, pases que no atraviesen media pista con una mara?a de jugadores de por medio, etc¨¦tera. Hay demasiado material que podr¨ªa pasar bajo la lupa del an¨¢lisis que francamente, dada la ausencia de cambios significativos, no merece la pena mencionar. La otra cara de la moneda la ponen las peque?as variaciones que ofrecen bastante variedad al paquete final, si bien la gran mayor¨ªa tienen que ver con el aspecto gr¨¢fico.

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Iremos por partes. En primer lugar, echaremos un breve vistazo por la cantidad de modalidades en las que podemos participar. A los ya mentados Mi Jugador y NBA Hoy se ha de a?adir el habitual modo Pr¨¢ctica, los Playoffs, La Asociaci¨®n, Situaci¨®n (donde debemos marcar unas condiciones determinadas para vencer un partido en el que el equipo visitante pierde por 10 puntos, por poner un ejemplo), Ligas en L¨ªnea, Desaf¨ªo para Novatos, y NBA Blacktop, siendo esta ¨²ltima la modalidad que debemos elegir en el caso de querer hacer uso de la vertiente callejera del baloncesto. Aqu¨ª tenemos posibilidad de jugar un 1vs1, un 21, partidos entre varios jugadores sin reglas, concursos de triples, de mates, etc¨¦tera.

Es decir, si no nos apetece tratar de ganar la competici¨®n pura y dura, siempre podemos optar por irnos hacia la diversi¨®n simplificada. Incluso as¨ª no estamos ante un NBA Street que pueda destacar precisamente por esta modalidad, pero nadie puede negar que se trata de un a?adido de lujo ya presente en otras ediciones que aqu¨ª vuelve a destacar con luz propia. Lo venimos diciendo a lo largo del an¨¢lisis: la mayor¨ªa de las modalidades que hacen acto de presencia ya las conocemos, por lo que en este sentido francamente no hay novedades que valga la pena rese?ar. Si acaso la Liga en L¨ªnea, cuyo rendimiento parece haber mejorado a tenor de las sensaciones que transmite jugar con el p¨²blico norteamericano, lo mismo que sucede con el ambiente que se respira en las canchas destinadas al basket callejero.

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Cambia el ritmo de partido por la simple raz¨®n de evitar las carreras interminables, los pases de banda eligiendo siempre al jugador m¨¢s ¨¢gil para llevar a canasta y puntuar sea de la forma que sea. Tambi¨¦n influye en el denominado ?momentum', esta cualidad que viene indicada junto a la barra energ¨¦tica que indica las posibilidades de acierto de un jugador en cuesti¨®n a la hora de lanzar un triple, realizar una finta o un mate espectacular. Desgraciadamente el sistema de tirar a canasta no acaba de convencer dada la poca coherencia de la IA a la hora de anotar puntos desde cualquier punto de la cancha pudiendo elegir siempre una opci¨®n mejor, peque?os aspectos que ensucian la sensaci¨®n de realismo que transmiten los partidos. Anotar es, b¨¢sicamente, una disciplina que sigue sin transmitir buenas vibraciones, un dato que afecta directamente al uso del momentum.

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La otra novedad relacionada con la jugabilidad ata?e a la posici¨®n de la defensa durante el partido, que ahora es est¨¢tica. Los jugadores se clavan en el suelo durante los ataques defendiendo la posici¨®n antes que el pase, lo que nos lleva a la necesidad de pensar varias veces la jugada para lograr un desmarque. La mec¨¢nica funciona mejor que en temporadas pasadas pero parece demasiado exigente cuando se trata de jugadores inexpertos, que se las ver¨¢n pintadas para poder anotar a canasta con facilidad, no hablemos ya de la posibilidad de realizar un mate. Esto nos lleva a fijarnos en la Inteligencia Artificial de los jugadores, tanto de nuestro propio equipo como del rival, que no siempre eligen la opci¨®n m¨¢s indicada o coherente a la hora de pasar un bal¨®n o lanzar a canasta.

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Lanzar un pase desde la l¨ªnea de fondo y ver c¨®mo se pierde sin due?o es m¨¢s habitual de lo que quisi¨¦ramos sin haber encontrado a¨²n el motivo de este h¨¢ndicap. Lo mismo sucede cuando, en un contraataque, la m¨¢quina decide pararse en seco y anotar un tiro de dos puntos antes que realizar un mate espectacular, entre otros ejercicios extra?os cuya finalidad todav¨ªa no hemos podido comprender. Son peque?os defectos que entorpecen una jugabilidad que, en todo lo dem¨¢s, se puede catalogar como un ejemplo a seguir. La presi¨®n que ejercen los jugadores, sus movimientos sobre la pista, los desmarques, la velocidad, la inercia de los disparos, las jugadas ensayadas que en dos o tres pases se traducen en un alley-oop imparable que se lleva la ovaci¨®n del p¨²blico, haciendo subir as¨ª el momentum que atraviesa el equipo.

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La ambientaci¨®n es lo m¨¢s logrado del producto. Es un placer ver c¨®mo el p¨²blico se comporta de forma coherente, silbando cuando los rivales empiezan a hacer buen juego ante la ineptitud de los de casa o viceversa, llevando los decibelios del pabell¨®n hasta un punto ensordecedor cuando realizamos una jugada fren¨¦tica o espectacular. A este fin contribuye un comentario a tres bandas que se ha dejado ¨ªntegramente en ingl¨¦s para el benepl¨¢cito de los jugadores a falta de conocer a alg¨²n comentarista local capacitado para transmitir las mismas vibraciones durante los partidos. Hay quien critica esta decisi¨®n por parte de 2K, nosotros la apoyamos por querer respetar la esencia original del deporte, su procedencia. Kevin Harlan, Clark Kellogg y Cheryl Miller siguen siendo insuperables en su terreno al igual que lo son los chicos del NHL 2K10.

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El m¨¢s llamativo: las animaciones. En ocasiones hemos de esperar unos segundos a que el asistente le pase el bal¨®n a nuestro jugador en una pausa incomprensible. Cuando un jugador quiere hacer girar la bola antes de lanzar un tiro libre, la pelota parece est¨¢tica, la animaci¨®n no es fluida. Ojo, no confundamos t¨¦rminos por la palabrer¨ªa: la calidad de la animaci¨®n propiamente dicha es sublime, pero no la agilidad con la que se representa en pantalla. Lo mismo sucede a la hora de recoger un bal¨®n de la cesta en los mates, donde a veces el jugador de marras que vaya a tirar recorre en un movimiento sorprendente varios metros sin mover un m¨²sculo, entre otros defectos que, como venimos diciendo, alejan al motor gr¨¢fico de la perfecci¨®n.

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