Hay veces en los que un t¨ªtulo lo dice todo, y es el caso del juego que nos ocupa. 'My Pet Shop' se une a la creciente lista de juegos que ofrecen al jugador criar a su propia mascota, una especie de simulador de vida en la l¨ªnea de lo ofrecido en la serie Petz (que ya cuenta con integrantes de todo tipo, lo que incluye Dogz, Catz e incluso Horsez). Esta creciente fiebre, que comenz¨® en Espa?a con Nintendogs (en Jap¨®n ya hab¨ªa t¨ªtulos as¨ª en GBA) es un fil¨®n que siempre funciona a nivel comercial.
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Conocedores de esto, Taito ha desarrollado 'My Pet Shop', un producto que a¨²na la simulaci¨®n con elementos de RPG, todo de forma bastante liviana para que su p¨²blico objetivo no tenga ninguna dificultad a la hora de progresar en la aventura. Square Enix se ha encargado de distribuirlo en buena parte del globo, siendo Proein la editora en nuestro pa¨ªs, compa?¨ªa que ha tenido a bien traducirlo completamente al castellano para la ocasi¨®n. La premisa es bastante sencilla: t¨² y tu madre os hab¨¦is mudado a Ciudad Verde desde la metr¨®polis de Ciudad Dorada. En un entorno m¨¢s peque?o, y tras una serie de situaciones, decid¨ªs montar una tienda de animales para ayudar a los lugare?os que consigan las mascotas que desean. As¨ª, todo se inicia el primer d¨ªa en el local, en el que tendr¨¢s que echarle un cable a tu madre con varias peticiones de los residentes de la zona, desgran¨¢ndose poco a poco la mec¨¢nica de juego.
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Jugabilidad 'My Pet Shop' es un juego bastante simple y accesible desde el primer momento. A trav¨¦s de men¨²s simples y claros, vamos aceptando misiones tras hablar con nuestra madre. Pero antes de esto tendremos que obtener nuestra propia mascota, yendo al bosque de los alrededores y buscando entre todo el escenario hasta dar con ¨¦l. Aqu¨ª aprendemos la forma de atrapar a las criaturas, una bastante sencilla y que implica que nos vayamos ganando su confianza poco a poco, sin despertar sospechas que puedan hacerles huir. El mecanismo es sencillo: en el escenario, a trav¨¦s de la zona t¨¢ctil, debemos tocar todos los elementos del mismo y sacudirlos para encontrar lo que buscamos. Matorrales, ramas de ¨¢rboles, frutos o piedras son algunos de los elementos interactivos que iremos encontrando. Haciendo esto pueden ocurrir dos cosas, la primera es que encontremos objetos o trampas, como serpientes o bombas a punto de explotar, la segunda, que hallemos al animal. La aparici¨®n de uno u otro es aleatoria, as¨ª que podr¨ªa ser cualquier tipo de perro -por ejemplo- o un gato (al menos en los primeros compases).
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Por supuesto las cosas no acaban aqu¨ª. Adem¨¢s de estos peque?os encargos, podremos visitar varios puntos de la ciudad para hablar con m¨¢s gente y obtener m¨¢s misiones, as¨ª como entrar en tiendas a comprar elementos que a posteriori nos ayudar¨¢n en nuestra tarea como ayudantes de la tienda de animales: comprar comida para atraer animales, accesorios para vestirlos (desde lazos hasta camisas), etc¨¦tera. Para obtener todo esto debemos previamente ganar dinero, algo no excesivamente dif¨ªcil si nos ce?imos a los consejos que va dando la madre al protagonista a lo largo de su aventura. Seg¨²n se progresa en la misma, pasando los d¨ªas, se desbloquear¨¢n nuevas pruebas y minijuegos, alguno de ellos sumamente interesante, como los concursos en los que podemos inscribir a nuestras criaturas para que compitan con las de los dem¨¢s personajes. Todo esto hace que My Pet Shop sea un juego bastante divertido al principio, un simulador cuidado a priori y que proporciona momentos de entretenimiento sin mayor problema. Desgraciadamente al cabo de unas horas todo es demasiado repetitivo, algo que puede condenar a un juego de estas caracter¨ªsticas.
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