Ahora toca el frente ruso

Como el resto de juegos de la serie, Mockba To Berlin es un juego de estrategia en tiempo real sin recolecci¨®n de recursos. Empezaremos cada misi¨®n con un determinado n¨²mero de unidades y deberemos empezar a cumplir nuestros objetivos con ellas, aunque conforme avancemos iremos recibiendo recursos.

Era de esperar que con el nuevo frente, apareciesen unidades que no hab¨ªamos visto hasta ahora en la serie, y as¨ª ha sido. En Mockba to Berlin podremos ver unidades blindadas como los Jagdtiger, Jagdpanther y Sturmtiger por el lado alem¨¢n y T34, KV1 e IS2 por el lado sovi¨¦tico. Tambi¨¦n veremos aviones como el JU 52, el FW 190 o el ME 262, adem¨¢s de el IL4 y el IL 2 Sturmovik. Pese a las nuevas unidades, no ser¨¢ dif¨ªcil hacernos con las caracter¨ªsticas de cada una gracias a la completa enciclopedia que incluye el juego.

Pero quiz¨¢, la novedad m¨¢s importante de la serie sean las nuevas caracter¨ªsticas que tiene la IA. En primer lugar, se ha a?adido la posibilidad de que los soldados con armas ligeras se retiren ante enemigos como los tanques o que incluso se rindan. Tambi¨¦n son capaces de bajar de los veh¨ªculos cuando estos son atacados, lo que impide que sean exterminados como moscas. Por ¨²ltimo, la IA es capaz de gestionar de manera diferente sus unidades, ya que en los escenarios del frente ruso hay mucho m¨¢s espacio abierto, lo que permite mayor movilidad de los tanques.

No obstante, pese a las novedades introducidas, Mockba to Berlin sigue cayendo en los errores de sus predecesores: la monoton¨ªa de las misiones. Y es que tras cumplir unas cuantas, nos parecer¨¢ que hemos hecho la misma misi¨®n en diferentes escenarios. Est¨¢n muy conseguidos factores como que la meteorolog¨ªa influya en el movimiento de nuestras unidades o la gran cantidad de tipos distintos que hay, pero eso no sirve para mejorar la jugabilidad si falla lo esencial.

La impresi¨®n que nos da es que Montecristo quiere vivir de las rentas de D-Day, y amortizar al m¨¢ximo la inversi¨®n que se hizo en su d¨ªa en el motor gr¨¢fico y el sistema de juego. Y el problema es que no nos est¨¢n vendiendo una expansi¨®n, sino un juego completo a precio de juego completo.

En cuanto a la m¨²sica, es simplemente adecuada, lo que cabr¨ªa esperar de un juego as¨ª. Tenemos melod¨ªas m¨¢s tranquilas para la exploraci¨®n y m¨¢s percusi¨®n para los combates, que simplemente acompa?an a lo que ocurre en pantalla, sin realzar el aspecto visual del juego.

El motor gr¨¢fico de este Mockba to Berlin sigue siendo el mismo que el de Africa Korps vs Desert Rats, por lo que en estos casi dos a?os no ha mejorado un ¨¢pice. Eso quiere decir, que pese a ser un motor bastante decente, tiene poco que hacer con las maravillas ofrecidas por otros t¨ªtulos m¨¢s actuales (Age of Empire III, Earth 2160) o con juegos de su mismo estilo (Codename Panzers Phase Two, por ejemplo).

Pese a esta pega, disfrutaremos de sombras din¨¢micas arrojadas por los ¨¢rboles, edificios y unidades y de un modelado de unidades muy correcto. El rendimiento tambi¨¦n es bueno en el equipo de pruebas, incluso cuando hay muchas unidades implicadas en combate.

Lo que s¨ª que se echa de menos es que no hay v¨ªdeos de la ¨¦poca para presentar las misiones, tan s¨®lo im¨¢genes con el motor del juego, aunque convenientemente retocadas con un filtro sepia para que parezcan m¨¢s antiguas. La verdad, prefiero v¨ªdeos reales, parece que te sumerge m¨¢s en tan oscuro per¨ªodo de la humanidad.

Pese a lo atractivo por novedoso (pocas veces se ha utilizado el frente ruso en un ETR ambientado en la Segunda Guerra Mundial), la jugabilidad de Mockba to Berlin es muy similar a los anteriores t¨ªtulos de la serie. Es decir, tras unas cuantas misiones, te parecer¨¢ que todas son parecidas, lo que hace que el juego se vuelva mon¨®tono.

Eso s¨ª, es muy sencillo aprender a jugar gracias a que es un ETR t¨ªpico, aunque sin recolecci¨®n de recursos. Por tanto, a nada que hayas jugado a alg¨²n juego de este tipo, estar¨¢s jugando perfectamente en cinco minutos. Como muchos de estos juegos, disponemos de tecla para parar la acci¨®n y meditar nuestras decisiones y control de la velocidad del juego, as¨ª que puedes tom¨¢rtelo con toda la calma que estimes oportuna.

Las mejoras en la IA ayudan a que el enemigo sea m¨¢s desafiante, lo mismo que mejora la eficacia de nuestras tropas, pero tampoco es una mejora significativa para la jugabilidad. El que nuestras unidades puedan apuntar a las orugas o al ca?¨®n de los tanques enemigos tampoco es algo tan cr¨ªtico como podr¨ªa pensarse. Al menos, las 20 misiones tienen una duraci¨®n suficiente, pero se echa de menos un modo de escaramuza o similar, que permita jugar escenarios sueltos diferentes de los presentes en las misiones.

Por otro lado, estas 20 misiones no siguen un hilo argumental que podr¨ªa enganchar m¨¢s al jugador, algo como la historia de un soldado o de una unidad, como hemos visto en otros t¨ªtulos. El ¨²nico argumento es seguir el desarrollo de la campa?a del frente ruso misi¨®n a misi¨®n.

En cuanto al modo multijugador, son s¨®lo 14 los mapas incluidos, varios de ellos id¨¦nticos a los de un s¨®lo jugador. Tampoco se incluye la posibilidad de crear una mapa aleatorio, por lo que el jugador que tenga mayor conocimiento del mapa ser¨¢ el que se lleve la victoria. Un parche con nuevos mapas har¨ªa mucho por alargar la vida del juego. Por ¨²ltimo, decir que el juego permite tres modos multijugador muy t¨ªpicos (Capturar la Bandera, Deathmatch y Conquista) y que se puede jugar tanto en red local como en Internet a trav¨¦s de Gamespy.