An¨¢lisis de MLB The Show 17

MLB The Show 17 llega a tiempo para el comienzo de una nueva temporada de b¨¦isbol en Estados Unidos, en la que cada equipo disputa nada menos que m¨¢s de 160 partidos. Curiosamente, se trata del deporte rey en Estados Unidos, pero probablemente sea el menos seguido en nuestro pa¨ªs tras el f¨²tbol americano, el hockey sobre hielo, y por supuesto, el baloncesto. Este hecho muchas veces pasa desapercibido, pero sin duda la exclusividad de esta licencia en PlayStation 4 sea un motivo m¨¢s para que la consola de Sony haya mandado en el mercado norteamericano en esta generaci¨®n, despu¨¦s de tanto tiempo de dominio por parte de la marca Xbox.

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De hecho, y aunque parezca mentira, esta franquicia llega esta temporada a las 11 de experiencia -comenz¨® en PlayStation 2-, siempre con el estudio de San Diego a cargo, un equipo cuya dedicaci¨®n pr¨¢cticamente exclusiva a esta licencia le ha permitido alcanzar unas cotas de simulaci¨®n solo equiparables a las de 2K Sports y su NBA 2K. La franquicia baloncest¨ªstica es ejemplar a la hora de ofrecer un simulador deportivo con total fidelidad al deporte que representa, pero este juego que nos ocupa no le anda a la zaga, por mucho que desconozcamos tanto del deporte del bate m¨¢s all¨¢ de su protagonismo en alguna pel¨ªcula o aquel episodio de Los Simpson en el que Homer se daba cuenta de lo aburrido que es sin cerveza de por medio.

A¨²n as¨ª, sabemos que muchas veces el deporte virtual es bastante m¨¢s divertido que el real, y este es el mejor ejemplo. Si hay algo capaz de aficionar al be¨ªsbol a cualquier persona fuera de las fronteras de Estados Unidos -o Cuba y Jap¨®n, donde tambi¨¦n es muy popular-, es este videojuego.

Conociendo las vicisitudes del b¨¦isbol

Hace ya muchos a?os pude comprender los objetivos, t¨¢cticas y reglamento del f¨²tbol americano gracias a la franquicia Madden, de Electronic Arts, y afortunadamente el b¨¦isbol es bastante menos complejo. Cualquiera que est¨¦ dispuesto a darle una oportunidad a MLB The Show 17 no tardar¨¢ en entender de qu¨¦ va este deporte, pero si nos quedamos en la intervenci¨®n de dos jugadores, pitcher -lanzador- y bateador, estar¨ªamos simplificando demasiado. Basta echar un vistazo simplemente a las plantillas para darnos cuenta de la cantidad de variables y posiciones que influyen en un partido de b¨¦isbol, y que de verdad ofrece m¨¢s profundidad de la que aparenta. Las horas a este juego sin duda van a permitir todas estas caracter¨ªsticas, pero la cantidad de contenido de los juegos deportivos de hoy no es la de antes, y evidentemente va a haber que profundizar bastante hasta llegar al punto de dominar el juego y poder enfrentarse a retos mayores, offline y sobre todo, online.

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Si hay algo que se les da bien a los americanos es dotar de ¨¦pica a cualquier cosa, incluso al b¨¦isbol, un deporte de ritmo tan pausado. Una intro realmente espectaculary que hace referencia a la historia de este deporte nos presenta los primeros pasos a dar, que no pod¨ªan sino consistir en un complet¨ªsimo tutorial. Ya este muestra un atisbo de los tipos de controles que nos vamos a encontrar en nuestras pr¨®ximas horas, aunque por fortuna cada aspecto del juego cuenta con varios niveles de complejidad, y por ejemplo, podremos batear simplemente pulsando un bot¨®n en el nivel m¨¢s bajo oeligiendo fuerza, direcci¨®n, etc. en el m¨¢s alto. Ojo, insisto, estoy hablando de complejidad, no de dificultad, y es que MLB The Show 17 ofrece un nivel de personalizaci¨®n encomiable.

Eso incluye una grand¨ªsima idea, y que a partir de ya deber¨ªan comenzar a copiar sin tapujos otras franquicias deportivas, como es la dificultad din¨¢mica. Nuestro acierto -o falta de ¨¦l- a la hora de lanzar la bola o batearla ir¨¢ marcando cu¨¢n dif¨ªcil ser¨¢ en las pr¨®ximas ocasiones, convirtiendo el juego en un desaf¨ªo constante a la par que accesible, sin hacerlo frustrante y sin necesidad de estar cont¨ªnuamente entrando y saliendo de men¨²s para cambiar esa dificultad manualmente.

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Una vez en el campo, una presentaci¨®n televisiva nos da la bienvenida a un apartado t¨¦cnico en el que sobresalen los modelados faciales y corporales de jugadores, as¨ª como pr¨¢cticamente cualquier zona del estadio, inclu¨ªdo el marcador, una espectacular pantalla gigante y el p¨²blico, que a pesar de no estar a ese nivel, no se representa en absoluto con meros monigotes de cart¨®n piedra. Los asistentes, incluso, ser¨¢n capaces de lanzarse a por una bola que vaya a parar a una grada, lo que a pesar de ser un detalle nimio, no hace sino profundizar a¨²n m¨¢s en un gran trabajo de ambientaci¨®n. Hay que afrontar que el b¨¦isbol es un deporte que no tiene ni por asomo la intensidad de otros, es pausado, pero aunque carezca de la ¨¦pica de otros, Sony San Diego hace todo lo posible para que MLB The Show 17 sea un juego espectacular a pesar de todo. La simulaci¨®n deportiva est¨¢ a una altura a¨²n mayor que la presentaci¨®n, ya que el ritmo del juego est¨¢ perfectamente plasmado y hay detalles tremendos en la IA, como que la velocidad a la que lanzan la bola a una base depende de la distancia a la que est¨¦ el jugador rival de la misma, arriesgando menos si a¨²n le queda un trecho por recorrer, por ejemplo.

Para dar m¨¢s ¨¦nfasis todav¨ªa en este aspecto, investigando a fondo en las caracter¨ªsticas de cada jugador es posible descubrir algo llamado Quirks. Estas no son sino habilidades -o debilidades- pasivas de cada uno, y puede que encontremos a un pitcher especialmente eficaz en los partidos fuera de casa, o en los que se disputan por la noche. El b¨¦isbol -como cualquier otro- es un deporte de conocer las fortalezas y debilidades propias y del rival, y MLB The Show 17 da todas las herramientas necesarias para ello.

Contenido hasta destrozar el bate

MLB The Show 17 ofrece una cantidad de contenido apabullante en todos los sentidos, y en cuanto a modos de juego cuenta con algunos que ya nos van a resultar familiares de otros videojuegos, pero a los cuales aqu¨ª se les da una vuelta de tuerca interesante. Sin ir m¨¢s lejos, lo m¨¢s interesante lo ofrece Diamond Dynasty, el equivalente al Ultimate Team de FIFA o Mi Equipo de NBA 2K, puro coleccionismo de cromos y donde no faltan la casa de subastas ni por supuesto, y por desgracia, la compra de sobres con dinero real. Sin embargo, a la hora de poner en liza a nuestro equipo, al que dotaremos de un uniforme absolutamente rid¨ªculo a no ser que pasemos un buen rato cre¨¢ndolo, las posibilidades son m¨²ltiples.

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Hay partidas online con ranking, un modo Battle Royale en el que draftear jugadores para enfrentarnos a otros jugadores y conseguir recompensas seg¨²n nuestra actuaci¨®n, y lo m¨¢s curioso, un modo Conquest realmente original y ya presente en la edici¨®n anterior. Este no es sino una suerte de Risk donde las unidades se cuentan por millones de fans, y a modo de juego de estrategia, replegamos nuestras unidades, nos reforzamos y por supuesto, atacamos otros territorios. Esto no supone ning¨²n problema si avanzamos hasta uno vac¨ªo, pero si este est¨¢ ocupado por otra franquicia, entraremos en una fase donde se da a elegir entre simular el partido directamente o jugarlo. Si salimos vencedores nos quedaremos con los fans rivales, m¨¢s cuanto m¨¢s elevada sea la dificultad que hayamos elegido para el partido, que ya de por s¨ª es elevada al principio por culpa de un equipo repleto de jugadores de tercera o segunda fila, en el mejor de los casos.

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Mientras, el modo estrella, como en casi todos los juegos deportivos, es Road to the Show. Es decir, ese en el que acompa?amos a nuestro alter ego a trav¨¦s de su carrera comenzando desde los campus pre-draft hasta la ¨¦lite, aunque al contrario que en otros modos similares, el peso narrativo es pr¨¢cticamente nulo en este caso. En su lugar, el narrador cuenta la historia como si de un documental se tratara, pero las escenas cinem¨¢ticas que la adornan no est¨¢n a la altura del resto del conjunto en su apartado t¨¦cnico, aunque afortunadamente no sean lo m¨¢s importante. Como es habitual, s¨ª que hay toma de decisiones, pero demasiado convencionales y obvias, con lo que cuanto m¨¢s diplom¨¢ticos y simp¨¢ticos seamos en nuestras respuestas, mejor nos ir¨¢ deportivamente, algo que a priori no deber¨ªa tener mucho que ver.

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Las estad¨ªsticas del estudio marcan que este es el modo m¨¢s jugado de la franquicia, de la misma manera que Mi Jugador lo es en NBA 2K y que El Camino tuvo un esperanzador estreno en FIFA 17. Sin embargo, y a pesar de que las posibilidades y opciones son enormes, se echa en falta alg¨²n aspecto claramente diferenciador respecto a otros videojuegos deportivos, ofreciendo un modo extenso pero que se puede hacer muy, muy largo si elegimos la posici¨®n en el campo equivocada.

La oferta se completa con el habitual modo Franquicia, donde es posible elegir hasta qu¨¦ punto estamos dispuestos a tomar responsabilidades, pudiendo limitarnos a las labores de entrenador o a?adir las de despacho, y aqu¨ª hay que estar muy preparado. La cantidad de opciones es tanta como cualquier videojuego que solo se centra en este apartado, y trat¨¢ndose de un videojuego de un deporte relativamente desconocido y con una temporada regular de m¨¢s de 150 partidos¡­ Contando con todo esto es evidente que la cantidad de horas que hay por delante es absolutamente abismal, siempre que uno est¨¦ dispuesto a profundizar en algunas caracter¨ªsticas menos agradecidas del deporte como es el de los fichajes o las finanzas, as¨ª como disputar tantos partidos de un par de horas de duraci¨®n. Para solucionar esto, un a?adido que es un acierto rotundo es Critical Situations, que como su propio nombre indica, pausar¨¢ un partido simulado en un momento decisivo y nos permitir¨¢ tomar el control total del mismo. De esta manera, nos ahorra tiempo de juego en temporadas tan tremendamente largas, y por qu¨¦ no decirlo, Sony San Diego se quita la responsabilidad de nuestros resultados en partidos simulados por completo.

Este an¨¢lisis se ha realizado con un c¨®digo de descarga para PlayStation 4.