Paseo por los 90

La productora norteamericana WayForward ha decidido distribuir a trav¨¦s de e-Shop la secuela 'espiritual' de sus anteriores t¨ªtulos, de 2009 y 2011, conocidos como Mighty Flip Champs! y Mighty Milki Way, que en su momento salieron en la tienda online DSiWare de Nintendo DS. Se dice que es una especie de continuaci¨®n porque guarda el esp¨ªritu de los anteriores t¨ªtulos y, aunque no tiene relaci¨®n directa a nivel jugable o de trama con estos, disponen de una vinculaci¨®n en su composici¨®n gr¨¢fica y sonora, as¨ª como en el entendimiento de una jugabilidad divertida, r¨¢pida y exigente.

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Mighty Switch Force! ha sido creado bajo una clara inspiraci¨®n de la est¨¦tica de los a?os 90 y por lo tanto se enorgullece de mostrar sus pixeles. Para ello nos ofrece unos fondos en 2 dimensiones, con movimientos repetitivos de objetos o veh¨ªculos, que nos recuerdan a Metal Slug o MegaMan y que har¨¢n emocionarse a m¨¢s de un nost¨¢lgico. Dicho dise?o visual tiene un corte cartoon inspirado notablemente en el manga japon¨¦s, aunque siempre bajo una est¨¦tica que bebe mucho del estilo americano de este mismo tipo de dibujo, gracias a un corte m¨¢s sencillo de las composiciones.

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Sin embargo, en pleno siglo XXI el juego sabe demostrar que su dise?o es un homenaje y no una falta de presupuesto, para ello ofrece un incre¨ªble efecto 3D donde apreciamos perfectamente que el fondo se vuelve profundo, pudiendo observar con gran nitidez como los diferentes bloques van y vuelven al frente seg¨²n vayamos jugando con ellos, algo que es inapreciable en 2D, pues nos da la sensaci¨®n de que los bloques ¨²nicamente se transparentan y se solidifican. Adem¨¢s, todos los sprites del juego est¨¢n dise?ados con una gran definici¨®n y un n¨²mero de colores muy elevados demostrando nuevamente un trabajo muy delicado detr¨¢s de su producci¨®n. Como no pod¨ªa ser de otra forma el apartado sonoro tambi¨¦n tiene un tratamiento muy retro y unas melod¨ªas techno muy repetitivas, aunque a su vez pegadizas, que en ning¨²n momento nos har¨¢n desesperarnos o aburrirnos con ellas. A esta banda sonora hay que unirle unos efectos sonoros muy b¨¢sicos pero creados con mucho anhelo a ¨¦pocas pasadas.

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El mejor reflejo de este dise?o manga y retro lo tiene la protagonista, conocida como Patricia Wagon, que, con un ajustado y corto traje de polic¨ªa azul y equipada como un casco sirena y una pistola, busca acabar con el mal en la ciudad de Planet Land. En este caso su principal amenaza son las hermanas Hooligan que, a trav¨¦s de robos y dem¨¢s fechor¨ªas, est¨¢n causando el caos por toda la ciudad. Nuestra misi¨®n ser¨¢ encontrar en cada nivel a 5 de estas hermanas Hooligan para llevarlas a prisi¨®n. Las Hooligan estar¨¢n situadas en diferentes puntos del mapa, a cada cual m¨¢s complicado de acceder y siempre inm¨®viles, teniendo nosotros que utilizar la fuerza, la habilidad y la astucia, a partes iguales, para poder recuperarlas a todas. Una vez que las hayamos encontrado deberemos volver al punto de extracci¨®n donde un enorme robot policial, denominado Corporal Gendarmor, nos esperar¨¢ para que montemos dentro de ¨¦l y salgamos de all¨ª lo antes posible.

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Al examinar el sistema de juego nos damos cuenta de que el t¨ªtulo no solamente es un homenaje a los a?os 90 por su aspecto visual o sonoro, sino tambi¨¦n por su dificultad y la concepci¨®n jugable de los niveles. Esto significa que en cada nuevo nivel encontraremos un reto de habilidad y mental m¨¢s complejo, por lo que la curva de aprendizaje, debido a que solo hay 16 niveles, ser¨¢ muy abrupta, llegando a desesperar a los jugadores que no est¨¢n acostumbrados a este tipo de retos. La mayor complicaci¨®n de estos niveles vendr¨¢ de la utilizaci¨®n de la raz¨®n por parte del jugador, ya que deberemos ser capaces de descubrir la forma de utilizar los elementos que hay a nuestro alrededor para conseguir nuestro objetivo. En un principio dicho reto es sencillo pues ¨²nicamente debemos aprender a dominar la Sirena del casco. Este artilugio nos permite manipular parcialmente nuestro entorno a trav¨¦s de la aparici¨®n y desaparici¨®n parcial o total de los bloques que tenemos a nuestro alrededor, una vez comprendamos la l¨®gica de este sistema simplemente ser¨¢ cuesti¨®n de aplicar nuestra habilidad plataformera para saltar y evitar caer atrapados en estos bloques pues, aunque son nuestros principales aliados, si pulsamos la sirena en medio de un nuevo bloque este nos empujar¨¢ hacia la pantalla y perderemos una de nuestras 3 vidas disponibles.

Esta complejidad de los bloques y la utilizaci¨®n del casco sirena ir¨¢ aumentando con la aparici¨®n de nuevos dispositivos como las lanzaderas. Estos artefactos podr¨¢n lanzar a los enemigos, y a nosotros mismos, en la direcci¨®n que indiquen a toda velocidad, pudiendo activarlos o desactivarlos al pulsar nuevamente la sirena. Dicha funci¨®n ocasiona que podamos encadenar un combo de lanzaderas y que, adem¨¢s de nuestra habilidad mental para determinar cual utilizar, debamos ser ¨¢giles para pulsar el bot¨®n justamente cuando pasemos por el nuevo portal, sin duda, un elemento entretenido y desesperante a partes iguales. Siguiendo con esta inventiva de los chicos de WayForward, nos encontramos, por ejemplo, con cubos de colores que se activan o desactivan si estamos encima de ellos, bloques que ¨²nicamente se destruyen con bichos bomba o cubos verdes que no nos permiten pasar por delante de ellos pero s¨ª disparar a trav¨¦s suyo. Un sinf¨ªn de posibilidades a nuestra disposici¨®n que deberemos utilizar perfectamente para superar cada nivel y no perder muchas vidas en el intento.

El factor de conservar vidas es fundamental pues, aunque se ha evitado el cl¨¢sico noventero de una ¨²nica vida, disponer solamente de 3 al empezar cada nivel no es un margen muy amplio. Como ayuda al ir avanzando encontraremos unos peque?os objetos azules que nos dar¨¢n un nuevo coraz¨®n. Es importante recoger todos los corazones ya que si nuestro casillero de 3 vidas llega a cero deberemos empezar el nivel desde el principio. Para facilitar la jugabilidad, adapt¨¢ndola as¨ª un poco a los tiempos modernos, se ha decidido incluir unos peque?os perritos negros que hacen la labor de Check Point y que, mientras tengamos corazones para reaparecer, nos permitir¨¢n volver desde ese punto al que hemos llegado, un favor que los m¨¢s j¨®venes agradecer¨¢n, evitando as¨ª que dejen el juego por desesperaci¨®n.

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Dicha desesperaci¨®n es un factor importante al jugar a Mighty Switch Force! pues hoy en d¨ªa no estamos acostumbrados a enfrentarnos a retos de este calibre mental y de habilidad plataformera, que exigen del jugador una coordinaci¨®n muy importante de ambas habilidades, as¨ª como de una concentraci¨®n absoluta. Debemos ser conscientes de que la mayor¨ªa de los puzles presentes no se pueden resolver con un salto doble o rompiendo todo lo que tenemos por delante con nuestra arma, sino que hasta lo m¨¢s improbable y retorcido se puede convertir en la ¨²nica soluci¨®n. Todo esto ocasiona que para muchos jugadores sea irritante el volver a comenzar de nuevo el nivel por cometer un m¨ªnimo error o por fallar buscando una soluci¨®n.

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A pesar de todos estos 'problemas' de jugabilidad que pasaron al ba¨²l de los recuerdos hace muchos a?os en los juegos modernos, debemos comprender que la verdadera esencia de Mighty Switch Force! reside precisamente en esto, en llevar al jugador a picarse consigo mismo y a demostrarse que sabe superar los retos mentales y que, adem¨¢s, tambi¨¦n tiene la suficiente habilidad con los botones como para eliminar a los enemigos y saltar de plataforma en plataforma mientras lo hace. Todos estos elementos de manera individual son muy sencillos de controlar pero en este t¨ªtulo est¨¢n siempre unidos y debemos ser capaces de pensar con rapidez y ejecutar los movimientos con precisi¨®n, algo a lo que hoy en d¨ªa no estamos muy acostumbrados.

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Esta jugabilidad tan compleja se acopla perfectamente a un manejo muy simple basado en unos pocos botones, demostrando con claridad que un control simple no es sin¨®nimo de facilidad. Tendremos un bot¨®n para disparar, otro para utilizar la sirena, uno m¨¢s para saltar y finalmente otro que hace las veces de c¨¢mara, lo que nos permitir¨¢ poder mirar levemente a nuestro alrededor sin movernos del sitio, pudiendo as¨ª completar algunos puzles muy dif¨ªciles que tienen una visibilidad muy reducida. A toda esta jugabilidad hay que unirle la existencia de los enemigos, temibles y simples a partes iguales, que ser¨¢n en muchas ocasiones nuestros mayores aliados para superar los niveles, demostrando que todo nuestro peque?o entorno est¨¢ situado all¨ª por algo.

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Nuestros rivales ser¨¢n de lo m¨¢s variados, siempre bajo una est¨¦tica manga y un dise?o muy simple e infantil pero efectivo. Entre ellos encontraremos enemigos d¨¦biles como los murci¨¦lagos mutantes o los seres bomba, que sucumbir¨¢n al poder de nuestra pistola, conocida como Pellet Gun, al darles un solo disparo. Al nombrar a nuestros enemigos no hay que olvidarse de los m¨¢s potentes como el robot caparaz¨®n o el dinosaurio mec¨¢nico, todos ellos seres tambi¨¦n de peque?o tama?o, pero inmunes a nuestra munici¨®n. A parte de estos encontraremos peligros muy importantes en elementos del entorno como pinchos o minas, objetos que deberemos tener muy en cuenta pues har¨¢n reducir nuestras vidas de manera considerable.

A medida que vayamos superando niveles iremos observando que el tiempo que debemos emplear para completarlos ser¨¢ considerablemente superior al de los primeros, que ¨²nicamente rondan los 2 o 3 minutos, llegando hasta duraciones de 10 o 15 minutos en los ¨²ltimos niveles. Teniendo en cuenta que contaremos con un total de 16 fases desbloqueables una a una, lo que supone que ¨²nicamente tenemos un nivel nuevo para jugar cada vez que superamos el anterior, el videojuego puede llegar a una duraci¨®n aproximada de 4 horas, lo que, sin duda, para un t¨ªtulo que vale 6 euros es un precio muy ajustado, aunque se echa de menos un mayor n¨²mero de niveles que, aparte de reducir la curva de aprendizaje, permitan enfrentarse a retos casi imposibles.

Para compensar esa falta de niveles los desarrolladores han decidido implementar un segundo factor que lo haga rejugable y ese no es otro que el tiempo. En cada una de las misiones tendremos un tiempo objetivo, que marca el record al que debemos aspirar, as¨ª como otros apartados donde se indica nuestro mejor registro y el ¨²ltimo conseguido. Este uso del tiempo no aparecer¨¢ ¨²nicamente en el men¨² de selecci¨®n de misiones sino que tambi¨¦n dentro de cada partida, en la pantalla t¨¢ctil tendremos un cron¨®metro y el tiempo objetivo, dej¨¢ndonos claro que hay que ser r¨¢pidos adem¨¢s de h¨¢biles. Para poder conseguir estos retos debemos aprendernos cada pantalla y adquirir una velocidad mental y con los botones de maestro.

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En esta pantalla inferior de Nintendo 3DS tambi¨¦n tendremos un indicador con las chicas que hemos capturado, el n¨²mero de vidas que nos queda y, finalmente, un radar que nos mostrar¨¢ d¨®nde est¨¢ situada la Hooligan m¨¢s pr¨®xima, abri¨¦ndose o cerr¨¢ndose para ello un peque?o ¨¢ngulo verde seg¨²n la proximidad a las mismas. El resto de men¨²s del juego son muy simples y efectivos, aunque se echa en falta la posibilidad de configurar alg¨²n par¨¢metro de la partida y la opci¨®n de reiniciar la misi¨®n sin tener que salir a la pantalla principal.

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