MicroMachines V4, Impresiones
Exactamente con las mismas premisas que hace quince a?os, el juego de Codemasters vuelve al ruedo sin grandes pretensiones, pero con muchas ganas de divertir al personal.
Ha llovido much¨ªsimo desde que los MicroMachines hicieran acto de aparici¨®n en el mundo de los videojuegos. Podr¨ªa decirse que, junto con los m¨¢s recientes Lego Starwars, se trata de la ¨²nica serie que, bas¨¢ndose en una franquicia juguetera, han conseguido un ¨¦xito importante en este cada vez m¨¢s complicado medio. Es por ello que no podemos dejar de mencionar y rendir tributo a las primeras entregas de este cl¨¢sico arcade, que sorprendieron a propios y extra?os con unas gratificantes dosis de diversi¨®n en Megadrive, Super Nintendo y Commodore Amiga.
Lejos de proponer mundos de fantas¨ªa o argumentos de leyenda propios de un juguete, el programa de Codemasters trata a estos peque?os veh¨ªculos como lo que en verdad son: coches de juguete que se ven jibarizados por las tremendamente ¨¦picas proporciones de los entornos dom¨¦sticos que hacen las veces de improvisados circu¨ªtos. As¨ª, nuestras peque?as reproducciones responder¨¢n a velocidades y leyes f¨ªsicas que muy poco tienen que ver con la realidad, dando lugar a situaciones propias de, mismamente, un juguete.
Aunque queda bastante claro que MicroMachines V4 no pretende desbancar a los grandes juegos de conducci¨®n, presenta una serie de premisas que se muestran irremediablemente atractivas. Aparte del mero desarrollo en s¨ª para un solo jugador, que es entretenimiento puro y duro, los programadores de Supersonic se las han ingeniado para que hasta ocho jugadores puedan participar simult¨¢neamente con tan s¨®lo cuatro mandos, a la usanza de lo que ya hiciesen en su d¨ªa con las entregas m¨¢s veteranas de la serie. Y creednos, con muchos amigos MicroMachines V4 es un desmadre garantizado.
Para ello, Codemasters ha vuelto a confiar en el grupo de programaci¨®n Supersonic, responsable de a?ejas entregas de la serie y de otros t¨ªtulos del mismo car¨¢cter, tales como Antz Extreme Racing o el m¨¢s reciente Mashed. El resultado, como bien cab¨ªa esperar, abarca de forma generosa el car¨¢cter l¨²dico que desde sus comienzos han tenido los juegos de MicroMachines, no dejando de lado los apartados t¨¦cnicos, muy mimados en su indispensable sobriedad. MicroMachines V4 es un juego que poco tiene que hacer al mirar de frente a los grandes del g¨¦nero de la conducci¨®n, pero es capaz de sacar pecho en t¨¦rminos de jugabilidad y convertirse en todoterreno de diversi¨®n.
Pocas novedades
A pesar de haber pasado por tres generaciones distintas, MicroMachines no ha variado un ¨¢pice en sus premisas l¨²dicas. De hecho, MicroMachines V4 transcurre de forma id¨¦ntica al primer juego de la serie, trat¨¢ndose as¨ª de todo un ejercicio de retro-jugabilidad. La verdad es que si algo funciona no hay por qu¨¦ cambiarlo, aunque se esperaba que Supersonic aprovechara las excelencias de hoy d¨ªa para sorprender a los fans de la saga. Y es que la inclusi¨®n de Havok para manejar la f¨ªsica del programa tampoco se dejar¨¢ notar en demas¨ªa, qued¨¢ndose todo tal y como lo record¨¢bamos de anta?o.
As¨ª, la metodolog¨ªa de juego, a la vieja usanza, muestra nuestros peque?os coches compitiendo en trazados cien por cien 'naturales', corriendo lo mismo en la cocina que en el jard¨ªn de casa. Aquel veh¨ªculo que llegue a dejar atr¨¢s a todos sus competidores sac¨¢ndolos de la pantalla se llevar¨¢ el punto de rigor, usando para ello todo tipo de artima?as tales como lanzar misiles, ametrallar al rival o dejar peque?as minas en forma de dados. Todo ello desde una perspectiva que muestra la acci¨®n tal y como lo hac¨ªa en los primeros MicroMachines, observ¨¢ndolo todo desde arriba.
T¨¦cnicamente queda result¨®n, pero apenas supone una evoluci¨®n de lo que vimos en su d¨ªa con MicroMachines V3 en Playstation, con lo cual podr¨¦is haceros una idea. De hecho, la posesi¨®n de ¨¦ste implica que, de adquirir el futuro V4, tendr¨ªais dos juegos muy, pero que muy parecidos. Y es que ni siquiera notaremos un significativo salto t¨¦cnico, qued¨¢ndose el motor Renderware que se usa en el t¨ªtulo que nos ocupa como algo muy lejano de lo que Criterion muestra en sus producciones.
Con todo, MicroMachines V4 es todo diversi¨®n, sin aditivos artificiales. Sus veinticinco circuitos y un gran n¨²mero de coches disponibles (que iremos desbloqueando poco a poco) incitan a jugar una y otra vez, con la premisa fundamental de no aburrir nunca. Y es que el aut¨¦ntico festival de jugabilidad que supone tanto s¨®lo como con amigos har¨¢n de este MicroMachines V4 un t¨ªtulo grande. A finales de mes lo podremos comprobar.
- Conducci¨®n