Metroid Dread, ya lo hemos jugado. Esencia pura; regreso a lo grande

Metroid Dread tiene un significado especial en Nintendo. Tanto en el pasado como en el presente. Despu¨¦s de treinta y cinco a?os, la saga de acci¨®n y aventura de la cazarrecompensas Samus Aran se encuentra en un momento determinante en sus dos vertientes, la bidimensional y la tridimensional; con las diferencias y similitudes que las estrechan. El equipo de Yoshio Sakamoto, pieza clave en la saga y esta vez en calidad de productor, llevaba desde la publicaci¨®n de Metroid Fusion (2002, GBA) buscando la forma adecuada de continuar la historia con una quinta entrega que, en realidad, ser¨¢ la ¨²ltima del arco argumental iniciado en la obra de 1986. Si este Metroid 5 ha tardado tanto en llegar es porque Nintendo necesitaba encontrar la plataforma, el momento y el estudio adecuados. Ahora todas las piezas encajan.

Hemos asistido a una presentaci¨®n de Metroid Dread para Nintendo Switch en Madrid para jugar la primera hora de partida del t¨ªtulo llamado a ser el gran lanzamiento de 2021 en la consola h¨ªbrida; adem¨¢s, lo hemos hecho utilizando una Nintendo Switch OLED, de la que tambi¨¦n os daremos nuestras impresiones aprovechando la ocasi¨®n.

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Metroid Dread apunta muy alto; una primera hora de juego estimulante

MercurySteam asume esta compleja tarea. Compleja porque trabajas sobre un legado cuya sombra es tan prolongada que alcanzar el list¨®n de nombres como Super Metroid (1994, SNES) son palabras mayores. No en vano, tanto el estudio espa?ol como los fans est¨¢n en su leg¨ªtimo derecho de querer desafiar al mito y convertir Metroid Dread en un nombre que recordemos durante a?os. Despu¨¦s de completar esta primera hora de juego y vencer al primer jefe, nos gustar¨ªa comenzar estas impresiones dejando claro algo: podemos estar tranquilos, sigue siendo Metroid. De hecho, se siente muy Metroid.

Hay cosas que cambian. Hay aspectos que recuerdan irremediablemente al remake Metroid: Samus Returns (2017, Nintendo 3DS), su primera incursi¨®n en la serie, pero tambi¨¦n se perciben mejoras que nos han hecho disfrutar de lo lindo durante esta primera partida. Una evoluci¨®n de la f¨®rmula.

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Viajar al misterioso planeta ZDR para investigar una se?al recibida de la Federaci¨®n Gal¨¢ctica plantea el primer gran cambio estructural de este metroidvania. El mapa se hace grande, muy grande. En anteriores ocasiones, quiz¨¢ por las limitaciones tecnol¨®gicas del momento o quiz¨¢ por una mera cuesti¨®n de libertad creativa, todos convendremos en que Metroid dibujaba sus escenarios de arriba abajo, con descensos interrumpidos por la b¨²squeda de nuevas habilidades que permitiesen volver sobre nuestros pasos para avanzar por lugares antes inalcanzables. Metroid Dread quiere darle la vuelta a ese concepto, con una estructura de abajo arriba en la que, al margen de un mejorado sistema de movilidad y salto, Samus tendr¨¢ que v¨¦rselas con los E.M.M.I, unos mort¨ªferos robots tan perniciosos que se saben invulnerables a nuestras embestidas.

Una investigaci¨®n con invitados: los E.M.M.I te hacen sentir acorralado

Escapar es una palabra clave en esta obra. Salir lanzados y calcular los saltos en carrera mientras buscas c¨®mo salir o si el camino elegido tendr¨¢ salida es una decisi¨®n, sobre el papel, coherente con la ambientaci¨®n. Es todav¨ªa pronto para sacar conclusiones ¡ªhemos jugado solo una hora de las muchas que nos esperan¡ª, as¨ª que nos limitaremos a decir que este planteamiento funciona, funciona muy bien. Son momentos puntuales, pero recurrentes.

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La cara de incredulidad de cometer un error es esta vez m¨¢s acentuada cuando un E.M.M.I aparece sin avisar. Si nos alcanzan, salvo que consigamos acertar el esquive en el momento perfecto (son capaces de desplazarse por las paredes y moverse por entornos en los que Samus no, para m¨¢s inri), el resultado es nuestro desfallecimiento y su consecuente aparici¨®n en el ¨²ltimo punto de guardado. No todas las zonas est¨¢n custodiadas por estos seres, de forma que esperamos que haya un equilibrio entre la movilidad cl¨¢sica por los escenarios y estos momentos de alta tensi¨®n en los que cualquier prioridad queda en segundo plano: toca centrarse en escapar.

Dec¨ªamos que este planteamiento es coherente con la ambientaci¨®n porque as¨ª lo hemos sentido. Lo es por lo que vemos, por c¨®mo nos movemos y por un dise?o de sonido que no se ve, pero s¨ª se escucha. Nos ha sorprendido especialmente lo bien integrados que est¨¢n los efectos sonoros con unas composiciones ambientales que entienden perfectamente cu¨¢ndo guardar silencio y cu¨¢ndo alertar al jugador. Adem¨¢s, en Nintendo Switch OLED el sonido est¨¢ optimizado; da la sensaci¨®n de que el audio aparece por m¨¢s canales, que es m¨¢s envolvente. Se agradece en obras como esta, en la que los est¨ªmulos del entorno tienen que ir de la mano con el mapeado, con el espacio. Gratamente sorprendidos con el dise?o de sonido.

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La paleta de colores de Metroid Dread va muy en sinton¨ªa con MercurySteam, con alta presencia de tonalidades oscuras, ocres y tonalidades esta vez metalizadas. Es posible que no termine de convencer a todo el p¨²blico, pero s¨ª encaja con este contexto y, a juzgar por nuestras primeras impresiones, la direcci¨®n art¨ªstica es impecable, arropado por una tasa de im¨¢genes fluida a 60 FPS. Sin tirones t¨¦cnicos, con una agilidad acorde a la velocidad de la Samus Aran m¨¢s liviana que hemos visto en la historia de la saga. Hay animaciones por todos lados, con una profundidad de campo que se transmite de verdad a los mandos. Es una superproducci¨®n.

Cazador y presa; presa y cazador. Un laberinto abrumador

Hablemos pues de nuestras sensaciones a los mandos con Metroid Dread. Ha quedado claro que el mapa apunta a ser el m¨¢s extenso de toda la saga y que, a pesar de ser la quinta entrega de una historia argumental previamente contada, ser¨¢ un buen punto de partida para los que comiencen de cero en esta entrega. ?C¨®mo? En primer lugar, con una generosa introducci¨®n de varios minutos en la que se nos narra d¨®nde estamos y de d¨®nde venimos. El equipo de Sakamoto y MercurySteam nos dan respuestas en su justa medida nada m¨¢s empezar, dejando claro que esto sucede justo despu¨¦s de Metroid Fusion pero sin profundizar en demas¨ªa sobre lo que est¨¢ a punto de suceder. En segundo lugar, una presentaci¨®n de mec¨¢nicas que va de menos a m¨¢s, lo vamos desbloqueando todo poco a poco. Con todo, el t¨ªtulo va de frente: el reto es desafiante, sin concesiones.

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Hemos venido a perdernos, a descubrir, a errar y probar de nuevo hasta dominar cada mec¨¢nica, cada golpe, cada movimiento. Esa sensaci¨®n tan gratificante que llamamos memoria muscular. Sentirte en la zona. Dread nos ha transmitido esas sensaciones, lo cual es una alegr¨ªa y una tranquilidad.

Que nadie se preocupe: se mantiene la acci¨®n; los saltos; un mapa que parece no tener fin; las zonas interconectadas con la otra punta; las habilidades que llegan, tanto recurrentes como nuevas; los enemigos con debilidades y resistencias; los jefes finales con patrones a descubrir.

Samus Aran se controla de maravilla: agilidad, dinamismo, precisi¨®n a los mandos

Samus es la que m¨¢s ha cambiado, esta vez m¨¢s preparada que nunca. Si en los tr¨¢ileres os daba la sensaci¨®n de que parec¨ªa m¨¢s ¨¢gil, as¨ª es. Es r¨¢pida, se mueve de forma fluida y tiene m¨¢s habilidades en su abanico. El dinamismo del control repercute directamente en dos movimientos. El primero, la capacidad de deslizarnos por el suelo en entornos estrechos pulsando un bot¨®n, acabando as¨ª con cualquier interrupci¨®n del movimiento y sin impedir que tras ese deslizamiento ejecutemos un golpe. El segundo, un renovado golpe f¨ªsico en carrera sin perder impulso al ejecutarlo. Por otro lado, el parry ¡ªese esquive combinado con un contragolpe en el momento exacto¡ª vuelve a brillar con luz propia al dejar al enemigo a merced de un impacto definitivo. Es una de las cosas que mejor funcion¨® en las anteriores obras de MercurySteam; marca del estudio.

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Vuelve el apuntado libre en trescientos sesenta grados y el fijado en movimiento, complementados con nuevas habilidades como el camuflaje especial, que convierte a Samus en invisible durante un tiempo gracias a la energ¨ªa m¨ªstica Aeion. La clave est¨¢ en que, si permanecemos inm¨®viles durante su uso, la energ¨ªa se consumir¨¢. Esta energ¨ªa se repone autom¨¢ticamente mientras no la activamos. Y hablando del traje, cuyo dise?o nos ha gustado mucho, se basa esta vez en la tecnolog¨ªa Chozo. Parece una mezcla entre el traje de Fusion y Zero Mission (2004, GBA), con habilidades que regresan como el ca?¨®n, el rayo, el rayo enganche ¡ªparecido a una cuerda o gancho¡ª, los misiles limitados, la morfosfera o el aracnoim¨¢n, clave para escalar superficies inaccesibles mediante saltos. En la medida en que avancemos iremos desbloqueando todas estas habilidades sumado a otras que a¨²n no conocemos, dando como resultado el abanico de habilidades m¨¢s amplio hasta la fecha en la serie.

Todo esto sumado a un dise?o de niveles muy ambicioso y enrevesado, con backtracking constante, atajos, incontables caminos alternativos y zonas que requieren del salto perfecto para ser alcanzadas. Nintendo ha asegurado que la curva de dificultad no estar¨¢ alterada: Metroid Dread es un videojuego desafiante. No hay selector de dificultad, no hay ayudas. Hay aprendizaje, ensayo y error. Puro Metroid.

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Finalmente, un breve comentario sobre Nintendo Switch OLED, de la que ya os pudo hablar nuestra compa?era Paula S¨¢ez en profundidad hace solo unas semanas. Este nuevo modelo, que estar¨¢ disponible el mismo 8 de octubre, hace que la experiencia en modo port¨¢til gane significativamente en tres puntos. El primero es la tecnolog¨ªa de la pantalla. Cambia mucho su forma de reproducir las im¨¢genes; es una diferencia muy sensible respecto al panel LCD original. Intensidad del color, interpretaci¨®n crom¨¢tica, nitidez de los colores primarios y de los negros, ahora puros¡­ Es una mejor pantalla, no solo por el uso de esta tecnolog¨ªa. Adem¨¢s, el recubrimiento del panel tambi¨¦n ha cambiado, dotando as¨ª al chasis frontal de menos reflejos. Los marcos quedan mejor aprovechados gracias al panel de 7 pulgadas (anta?o 6,2 pulgadas), que sumado a un sonido optimizado ¡ªse nota en todo momento¡ª facilita la inmersi¨®n en las sesiones de juego. Todo ello sin hacer la consola m¨¢s grande ni pesada.

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Como si no hubiese pasado el tiempo: Metroid Dread es un salto para la saga 2D

Metroid Dread nos ha dejado muy satisfechos. Sigue siendo Metroid. Tambi¨¦n nos ha dejado esperanzados, porque aqu¨ª hay mimbres para hacer algo muy grande; en todos los sentidos. Nintendo Switch ha permitido que, esta vez s¨ª, Yoshio Sakamoto plasme sobre el papel todas esas ideas que se remontan a hace tres lustros junto a MercurySteam. Todo hace indicar que los fans tanto de la saga como del g¨¦nero encontrar¨¢n aqu¨ª una cita ineludible. El pr¨®ximo 8 de octubre saldremos de dudas. Mientras tanto, las sensaciones son extremadamente positivas. Metroid ha vuelto tal y como se fue, y eso es una magn¨ªfica noticia.

Hemos realizado estas impresiones durante un evento realizado por Nintendo Espa?a en Madrid; la consola utilizada fue una Nintendo Switch OLED en modo port¨¢til en todo momento.