Dificultad no apta para todo tipo de jugadores.

En un principio no podremos hacer frente con nuestro "min¨²sculo" armamento a la amenaza que representa la ca¨ªda inminente de un asteroide gigante sobre la superficie de nuestro planeta, y en segundo lugar Sigma siempre tratar¨¢ de dificultarnos las cosas, que para eso es el "malo"... La ¨²nica forma de cambiar el fat¨ªdico curso que ha tomado la Colonia Eurasia es la de construir un ca?¨®n gigante denominado Enigma, mediante la recolecci¨®n de las 8 partes de las que consta, y claro, busc¨¢ndolos a trav¨¦s de las cl¨¢sicas 8 fases de las que se compone el juego tras eliminar a sus correspondientes guardianas de fin de nivel. Cl¨¢sico Megaman...?

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Elaborados en unas estrictas dos dimensiones, no resaltan demasiado, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de detalles que se podr¨ªan a?adir en un t¨ªtulo as¨ª, o tomando como ejemplo las maravillas audiovisuales que se pueden crear hoy en d¨ªa combinando sabiamente 2D y 3D. Capcom sin embargo ha optado por continuar con su particular estilo de la saga X. Caracterizaciones manga muy coloridas, movimientos justos y gran variedad de enemigos. Fondos bien realizados pero sin destacar excesivamente y alguna que otra ralentizaci¨®n aislada. Esto no quiere decir que sea algo malo, de hecho muchos, como un servidor, adoramos las 2D, los pixels, el trabajo del artesano, pero tambi¨¦n es cierto que hemos podido comprobar como maravillas como Metal Slug saben sacar partido de las dos dimensiones como nadie. Quiz¨¢s la potencia de la m¨¢quina, sobre todo por la memoria RAM, condicione algo el resultado final, pero bien es cierto que Capcom podr¨ªa haber estrujado un poco m¨¢s su particular fuente de ingresos, y aumentar el n¨²mero de frames en las animaciones de los personajes o introducir algunos efectos especiales, con tal de poner la saga un poco m¨¢s al d¨ªa y de presentar un acabado m¨¢s atractivo.
Al final nos quedamos con un Megaman muy semejante a su anterior entrega en PSX y Saturn, que no es m¨¢s que una versi¨®n mejorada del antiguo t¨ªtulo para SNES. Sin muchas complicaciones ni novedades a nivel gr¨¢fico pero sin desmejorar en absoluto la saga manteniendo vivas sus se?as de identidad...

En primer lugar est¨¢ la posibilidad de cambiar de personaje (entre Megaman y Zero), al principio de cada una de las fases, lo cual reduce la dificultad en gran medida. En segundo lugar, y fue algo desconcertante, que al empezar a partida obtenemos la mejor armadura del juego (herencia directa de Megaman X4) con lo que nuestro objetivo a lo largo del juego no ser¨¢ la de mejorar con c¨¢psulas, elementos externos y armas que obtengamos de nuestros vencidos enemigos las armaduras que obtengamos (realmente las armas que llevemos), sino la desesperada b¨²squeda de las piezas del ca?¨®n Engima y que tan celosamente defienden los guardianas de Sigma. ?Qu¨¦ por qu¨¦ desesperadamente? Pues porque, (y en tercer lugar), Capcom ha decidido introducir un elemento nunca antes visto en la tradici¨®n de Megaman: El tiempo. Este ser¨¢ vital para el buen desarrollo de la aventura. El tiempo transcurre sin parar a medida que avanzamos por las fases y mientras m¨¢s minutos empleemos en pasarnos las diferentes secciones de cada uno de los niveles, m¨¢s duros ser¨¢n posteriormente las luchas con los enemigos finales, algo que hemos de evitar a toda costa. Esta variaci¨®n en el desarrollo cl¨¢sico de las fases en un juego de Megaman puede que sea del agrado para algunos, pero la verdad es que una de las "gracias" que ten¨ªan las versiones anteriores era precisamente poder buscar en los niveles las botas extras, los aumentadores de energ¨ªa, o los escasos secretos que los dise?adores de Capcom distribu¨ªan por los mismos. Ahora, con el factor fundamental del tiempo jugando en nuestra contra, pasaremos m¨¢s o menos de entretenernos en las fases e iremos al grano, hacia el malo de turno, para eliminarlo cuanto antes y si te he visto no me acuerdo...
Este cambio tan radical puede que trastorne a algunos, que no le haga ni pizca de gracia a otros o que frustre al resto por la imposibilidad de aumentar realmente el poder de Megaman. Combatir con los enemigos finales ya no constituye el mismo reto que anta?o, y en muchas ocasiones eliminarlos ser¨¢ cosa de ni?os (en otras ocasiones no). Ahora jugaremos teniendo un ojo en nuestro cron¨®metro esperando llegar cuanto antes al final. Lo cierto es que Capcom si que ha innovado en cierta medida en este aspecto, veremos que pasa finalmente con la secuela, hace tiempo anunciada, de Megaman X5...

Megaman X5 sigue fielmente la estela comenzada por el fant¨¢stico X (a secas) de SNES. En aquel momento Megaman X se convirti¨® en un soplo de aire fresco entre tanto Megaman achaparrado y fases tan parecidas entre s¨ª. Constituy¨® una peque?a vuelta de hoja al universo caracter¨ªstico de uno de los h¨¦roes m¨¢s conocidos en el videojuego, algo as¨ª como los cambios que provocaron en la memoria colectiva de sus seguidores la aparici¨®n de Megaman Legends.
Al estilo de Capcom, continuando con lo que funciona (y vaya que funciona) hasta la extenuaci¨®n, la explotaci¨®n del carism¨¢tico robot azulado est¨¢ llegando a cotas dif¨ªcilmente superables, y la verdad es que puede que la serie necesite un nuevo giro. Las novedades con respecto a ese viejo t¨ªtulo para 16 bits se nos antojan excesivamente cortas, ni siquiera en el plano t¨¦cnico (salvando las diferencias siempre, claro) existen justificaciones a encontrarnos con juegos clavados el uno al otro, y uno detr¨¢s del siguiente, sin descanso.... ni cambios....

Es posible que la introducci¨®n del tiempo, como motor de la trama en Megaman X5, o la historia mejor realizada que de costumbre (aunque los textos siguen siendo igual de absurdos que siempre), sean indicios de que algo va a cambiar con Megaman X6. La verdad es que lo esperaremos con ansiedad, sin quitar todos esos elementos que hacen atractivo a un "Megaman", pero introduciendo las suficientes novedades como para parecernos que realmente estamos disfrutando con un juego diferente...