Medieval: Total War (PC)
La serie de juegos de estrategia de The Creative Assembly, bautizada Total War, va a engrosar su cat¨¢logo con la llegada de Medieval. Un sinf¨ªn de novedades os esperan en esta nueva entrega.
Hace dos a?os apareci¨® un juego de estrategia, de nombre Shogun, que bien poco ten¨ªa que ver con el estilo que entonces, y a¨²n todav¨ªa, imponen los moldes casi inquebrantables forjados por C&C, Warcraft y Age of Empires. Hab¨ªa que ocuparse de la gesti¨®n de recursos, de la construcci¨®n de edificios y unidades y, claro, de la mejora y evoluci¨®n de todos ellos. Pero estas tareas aparec¨ªan en un plano secundario; no prescindible, pero tampoco principal.
La verdadera salsa del juego estaba en el propio combate. Por fin hab¨ªa m¨¢s de una estrategia v¨¢lida, aquella que consistente en formar un ej¨¦rcito descomunal en tiempo r¨¦cord y arrasar el mapa con ¨¦l sin importar las maneras. Los tipos de unidades que interven¨ªan, su n¨²mero, su disposici¨®n sobre el campo de batalla, sus movimientos, su estado f¨ªsico, la climatolog¨ªa, la orograf¨ªa y factores intangibles como la moral o el honor, compon¨ªan el rosario de piezas que hab¨ªa que saber ordenar para componer la imagen de la victoria.
Sin embargo la novedad de la f¨®rmula era s¨®lo aparente, pues cierto es que hab¨ªa sido rescatada del ba¨²l de los recuerdos. Si echamos la vista atr¨¢s, muy atr¨¢s, antes de la fiebre Dune-C&C-Warcraft, veremos que tenemos muestras de juegos similares aparecidos durante los ochenta y los albores de los noventa. Me refiero a t¨ªtulos como el legendario The Ancient Art of War, Cohort y, sobre todo, Centurion: Defender of Rome, un programa puesto en circulaci¨®n por Electronic Arts all¨¢ por el a?o 1990 y que tuvo la facultad de cautivarme. Quien conozca ambos -Shogun y Centurion- no podr¨¢ negar las enormes similitudes que guardan uno y otro salvando, c¨®mo no, el recorrido tecnol¨®gico que los separa.
Pero mucho me temo que no te has acercado hasta aqu¨ª para hablar del pasado, sino del futuro. Y es que dentro de un futuro pr¨®ximo la serie de juegos de estrategia de The Creative Assembly, bautizada Total War, va a engrosar su cat¨¢logo con la llegada de Medieval. Su salida al mercado ha sido fijada en el 23 de agosto, eso s¨ª, para el pa¨ªs de las barras y las estrellas. De cu¨¢ndo llegar¨¢ al viejo continente, y en concreto a Espa?a, nada se ha afirmado. Bien, pues centr¨¦monos en una visi¨®n global de lo que Medieval: Total War ofrecer¨¢, para despu¨¦s pasar a comentar aquellos aspectos m¨¢s concretos que han trascendido.
El periodo hist¨®rico comprendido en Medieval abarca casi cuatrocientos a?os. Empezar¨¢ en el a?o 1095, con la llamada a la Primera Cruzada hecha por Urbano II, una ¨¦poca en la que el poder de los se?ores feudales se empeque?ec¨ªa al mismo ritmo que crec¨ªa el de los distintos monarcas europeos ayudados por la naciente burgues¨ªa. Tendr¨¢ su fin en el a?o 1453, con la ca¨ªda de Constantinopla. Este periplo lo veremos en el juego dividido en tres eras, a saber: la era Temprana -hasta el a?o 1205-, la era Alta -que llegar¨¢ hasta el a?o 1321- y la era Tard¨ªa.
Aparte de la campa?a completa, a trav¨¦s de estos cuatrocientos a?os, podremos jugar varias campa?as hist¨®ricas. Algunas de las que ya est¨¢n confirmadas son la Guerra de los 100 a?os, Las Cruzadas y la de las Hordas Doradas -fundadas por Batu Khan, uno de los nietos de Gengis Khan-. Esta lista no est¨¢ en absoluto cerrada, y es posible que finalmente sean m¨¢s las incluidas (la Reconquista espa?ola es una de las que suena).
Las facciones jugables sumar¨¢n un total de 12, que son estas: Egipcios, Bizantinos, Daneses, Ingleses, Franceses, Alemanes, Polacos, Rusos, Italianos, Almohades, Turcos y? Espa?oles. Ahora bien, las facciones danesa y rusa s¨®lo estar¨¢n disponibles en las eras Alta y Tard¨ªa. Eso significa que si decidimos jugar desde la era Temprana s¨®lo podremos elegir ente las otras diez de las expuestas. Tambi¨¦n habr¨¢ facciones no jugables, como los rebeldes, peque?os pa¨ªses o incluso la propia Iglesia. Estas facciones no son floreros, sino que tienen un comportamiento semejante al de una facci¨®n principal, de modo que podr¨¢s, entre otras cosas, tener relaciones diplom¨¢ticas con ellos.
En cuanto al n¨²mero de unidades, decir que ser¨¢n m¨¢s de 100. Hay unidades propias de cada facci¨®n, y tambi¨¦n hay unidades que s¨®lo pueden formarse en determinadas provincias. No s¨®lo eso, hay adem¨¢s unidades cuya disponibilidad depende del momento hist¨®rico en el que nos encontremos, de modo que la tecnolog¨ªa aplicable en el campo de batalla depende del paso del tiempo. Cada facci¨®n tendr¨¢, adem¨¢s, algunas formaciones de combate propias. Todo esto significa que escoger una naci¨®n u otra no tendr¨¢ una trascendencia nula, sino que, muy al contrario, supondr¨¢ notables cambios en la jugabilidad. A esto hay que a?adir que cada facci¨®n tendr¨¢ una ventaja ¨²nica con respecto a las dem¨¢s y edificios exclusivos.
Si las batallas de Shogun eran sobrecogedoras por el elevado n¨²mero de unidades que interven¨ªan en la batalla, casi ni puedo imaginar c¨®mo ser¨¢n las de Medieval, con 10.000 soldados haciendo silbar sus espadas. S¨®lo queda esperar que el sistema soporte semejante bullicio y su rendimiento no se venga abajo. En cuanto a los campos de batalla, nos encontraremos con bosques, desiertos, monta?as y llanuras. Como ves, no hay mucha m¨¢s variedad respecto a lo visto en Shogun -quiz¨¢s los terrenos des¨¦rticos- pero s¨ª podemos contar con que estar¨¢n m¨¢s detallados.
En tu camino hacia la dominaci¨®n no todo va a ser avanzar mediante el filo de la espada. Tendr¨¢s que crear alianzas con aquellos que puedan servirte bien, tratar los asuntos internos de manera que puedas asegurarte la tranquilidad de fronteras para adentro, crear rutas de comercio, una flota naval y desarrollarte tecnol¨®gicamente.
Habiendo recorrido a vista de p¨¢jaro los aspectos generales de Medieval, creo que es hora de pasar a enfocar otros m¨¢s concretos. Empezando por el mapa estrat¨¦gico, lo primero que sorprende es la posibilidad de hacer zoom sobre ¨¦l. Ahora no s¨®lo aparecen las fronteras terrestres, sino que tambi¨¦n se han hecho delimitaciones marinas. Esto permitir¨¢ saber qu¨¦ facci¨®n controla las rutas mar¨ªtimas. Si te al¨ªas con alguien que controle una determinada ruta, tus buques tambi¨¦n podr¨¢n usarla. A pesar de esta delimitaci¨®n, parece ser que los desplazamientos de unidades por mar se har¨¢ como en Shogun, es decir, que podr¨¢s llevar una unidad en un solo turno desde un puerto a otro cualquiera, por lejos que est¨¦.
La posibilidad de hacer zoom no va a ser algo exclusivo del mapa de estrategia, pues tambi¨¦n podremos usarlo durante la batalla. Esto va a venirnos bien para comprobar el mejorado aspecto que lucen nuestros guerreros con respecto a Shogun. Ahora est¨¢n m¨¢s detallados y su indumentaria es m¨¢s colorista, de forma que podremos distinguir los distintos tipos de unidades de forma visual, cosa que en Shogun a veces resultaba dif¨ªcil. Cuando invadimos una provincia, el terreno del campo de batalla var¨ªa dependiendo de por d¨®nde hayamos iniciado la invasi¨®n. Por ejemplo, si es por la costa veremos el mar, si es por un extremo boscoso, pues tendremos bosques.
La climatolog¨ªa seguir¨¢ teniendo un papel fundamental en el desarrollo de una batalla. Adem¨¢s de la lluvia o la niebla, ya vistas con anterioridad en Shogun, hacen acto de aparici¨®n el sofocante calor del desierto y las tormentas de arena. Puedes apostar a que los caballeros europeos enlatados en sus armaduras lo van a pasar realmente mal en ?frica.
Existir¨¢n cinco tipos de castillos: torre¨®n, fuerte, castillo, ciudadela y fortaleza. Una vez construidos pueden ser mejorados por ejemplo, mejorando las torres, con empalizadas, fosos y m¨¢s murallas exteriores. Si levantar castillos es una parte del juego, derrumbarlos es otra. La forma de tratar los asedios ser¨¢ mucho mejor que en Shogun. Disponemos de varias m¨¢quinas de asedio, como pueden ser catapultas y ca?ones de diverso calibre. Habr¨¢ que ser cuidadoso a la hora de emplazarlas, pues demasiado lejos puede significar que no alcancemos la construcci¨®n que queremos demoler, mientras que si los acercamos m¨¢s de la cuenta a las murallas, pueden ser destruidas por las tropas que est¨¦n defendiendo el castillo desde sus torretas. Estas m¨¢quinas de asedio tambi¨¦n pueden hacerse valer en el campo de batalla contra tropas enemigas, pero su eficacia ser¨¢ m¨¢s reducida, sobre todo si hablamos de batallones en movimiento.
Los batallones de unidades m¨¢s poderosas podr¨¢n abrirse paso a trav¨¦s de las l¨ªneas enemigas. Esto puede ser especialmente ¨²til a la hora de cruzar un puente. En Shogun atravesar un r¨ªo era tarea complicada, puesto que el enemigo te embotellaba a la salida del puente, y tus unidades que quedaban retenidas eran un blanco facil¨ªsimo para los arqueros, arcabuceros y mosqueteros rivales.
En Medieval la faceta RPG va m¨¢s all¨¢ de lo visto en Shogun. En ¨¦ste los progresos de tus generales s¨®lo ten¨ªan su reflejo en el honor que los revest¨ªa y en la experiencia y el car¨¢cter que se iba forjando batalla tras batalla. Ahora nuestros generales y gobernadores ir¨¢n desarrollando una serie de vicios o virtudes que tendr¨¢n impacto en sus habilidades, tanto en las cuestiones militares como en las civiles. En cuanto a los miembros de la realeza, estar¨¢n condicionados por su posici¨®n en la l¨ªnea de sucesi¨®n. Las cualidades adquiridas por todos ellos har¨¢n variar el modo y la habilidad para dirigir tropas y la capacidad para gobernar sus territorios.
Famosos personajes medievales hacen su acto de aparici¨®n en este juego, como Federico Barbarroja, Juana de Arco, Ricardo Coraz¨®n de Le¨®n, Saladino, William Wallace o El Cid. Adem¨¢s de estos ilustres, habr¨¢ otros personajes, gen¨¦ricos, con influencia directa en el ¨¢mbito estrat¨¦gico. Si en Shogun ten¨ªamos ninjas, geishas o shinobi que con sus acciones nos proporcionaban ventajas posteriores, el elenco de secundarios de lujo en Medieval crece. Esto significa que nuestras relaciones diplom¨¢ticas ser¨¢n ahora m¨¢s complejas, otorgando mayor peso al terreno no estrictamente militar. Tenemos pues obispos, cardenales, enviados papales, asesinos, herejes, cazadores de brujas, diplom¨¢ticos, famosos artistas o cient¨ªficos, que encauzar¨¢n el devenir de los acontecimientos por un derrotero u otro mediante la maquinaci¨®n de conflictos religiosos, la negociaci¨®n de tratados, consiguiendo hallazgos cient¨ªficos o creando famosas obras de arte.
A cuenta de todo esto, nuestras alianzas ahora tienen mayor significaci¨®n. Por ejemplo, ganarte los favores papales puede ser muy beneficioso, para lo que habr¨¢ que ser generosos con las cosas de la Iglesia. No es que puedas sobornar directamente al Papa, pero conseguir¨¢s su complacencia si donas dinero a causas eclesi¨¢sticas, construyes iglesias o lanzas cruzadas contra los infieles. Estar a malas con la santa instituci¨®n puede ser realmente desastroso para tus intereses. Puede pasar, por ejemplo, que el Papa decida excomulgarte y llamar a una cruzada contra ti. Tendr¨ªas por enemigo a todos los reinos cristianos, feo panorama.
Pero en los asuntos exteriores no todo van a ser misas y comuniones. Podr¨¢s hacer alianzas de la forma menos sutil imaginable: matrimonio de conveniencia. B¨²scale a tu princesa un buen partido, y c¨¢sala con ¨¦l. Con ello puedes hacerte con alguna que otra provincia y, en el mejor de los casos, con un reino. A diferencia de Shogun, donde sellar una alianza tan s¨®lo significaba una garant¨ªa temporal de paz, ahora tus aliados se implicar¨¢n m¨¢s en tu causa, y podr¨ªan mandarte tropas si pasas por apuros. Tambi¨¦n hay cierta colaboraci¨®n entre facciones de la misma cultura, por ejemplo, las naciones cat¨®licas pueden lanzarse juntas a una cruzada hacia la tierra santa ocupada por los musulmanes.
Aparte de las relaciones internacionales, tambi¨¦n habr¨¢ que cuidar los asuntos intestinos. As¨ª, puede que tus acciones empiecen a disgustar a alguno de tus generales, cuya lealtad menguar¨¢ poco a poco. Si este general acumula suficiente poder, se puede sublevar y ser el detonante de una guerra civil, que puede saldarse con el cambio de rey. Para asegurarte su lealtad puedes otorgarle algunos privilegios, como por ejemplo un t¨ªtulo nobiliario o -volvemos a lo mismo- obsequiarle con una c¨¢ndida princesita.
La situaci¨®n de la poblaci¨®n tambi¨¦n es un factor importante en la estabilidad de tu reino. Hay cosas que pueden afectar a c¨®mo te ven tus s¨²bditos. Por ejemplo, el pueblo puede irritarse si te ves envuelto en conflictos militares de larga duraci¨®n. Tambi¨¦n hay que tener en cuanta a los grupos de herejes que acechan en tu territorio. Si montan una rebeli¨®n, tendr¨¢s que iniciar una cruzada contra ellos.
Para cada facci¨®n el juego propone una serie de "Proezas Gloriosas", que son una serie de objetivos a cumplir propios de una determinada facci¨®n, y que reportar¨¢n riqueza, fama y gloria si son alcanzados. Estas proezas pueden consistir en la construcci¨®n de edificios extraordinarios, como catedrales, en las propias Cruzadas, en establecer un imperio allende los mares, o en financiar el descubrimiento del Nuevo Mundo. La m¨¢s importante condici¨®n de victoria del juego es conquistar el mundo -el mundo conocido, se entiende-, pero tambi¨¦n va a ser posible alcanzar la victoria a trav¨¦s de las "Proezas Gloriosas" o la dominaci¨®n econ¨®mica.
El apartado multijugador del programa lo compondr¨¢n las modalidades "Rey de la colina", "Asesino" y "El ¨²ltimo hombre en pie". Muchos deb¨¦is ser los que os pregunt¨¦is por la campa?a en modo multijugador. Pues no, esta vez tampoco la habr¨¢. Si algunos se sintieron decepcionados por el hecho de que no fuera incluida en la expansi¨®n de Shogun, The Mongol Invasion, no va a ser esta la pinza que sirva para sacarse la espina clavada. A cambio de esta contrariedad, habr¨¢ elementos descargables desde el site de Total War, y que ser¨¢n nuevas unidades, nuevos objetos legendarios, campa?as, batallas y personajes hist¨®ricos. Por supuesto, tambi¨¦n habr¨¢ un editor de mapas y campa?as.
De todo lo expuesto se deduce el especial inter¨¦s que The Creative Assembly tiene por mejorar e intensificar la parte estrat¨¦gica no de combate, es decir, todo aquello que se lleva a cabo desde el mapa estrat¨¦gico, fuera del campo de batalla. Ello, junto con las importantes mejoras y cambios que tambi¨¦n se aprecian en las batallas, va a dar lugar a un juego mucho m¨¢s vasto y profundo que Shogun. No s¨®lo va a ser una evoluci¨®n o un cambio de aires desde la cultura japonesa medieval a la europea, ser¨¢ toda una ampliaci¨®n de horizontes.
Bien, pues hasta aqu¨ª hemos llegado, pero no quiero cerrar el tema sin recordar que el juego, tras el E3, estaba en los ¨²ltimos momentos de su fase alpha. Quienes lo han podido ver en acci¨®n aseguran que su nivel de jugabilidad ya era muy alto. El equipo est¨¢ ahora centrado sobre todo en corregir bugs. La demo se espera para cuando ya est¨¦ en fase beta y, como ya dije, su lanzamiento en Estados Unidos tiene fecha de 23 de agosto. Sus creadores admiten que a¨²n no es tarde para hacer cambios y alg¨²n que otro a?adido de ¨²ltima hora. En cualquier caso, no queda mucho para averiguarlo.
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