Mario Party Superstars, an¨¢lisis. Una propuesta familiar

Hablar de Mario Party es hacerlo de uno de los juegos de fondo de armario con los que siempre puede contar el usuario de las consolas de Nintendo. La trilog¨ªa original para Nintendo 64 sorprendi¨® y gust¨® en su momento. Mezclaba din¨¢micas de juego de mesa y dados con minijuegos entretenidos que explotaban una de las caracter¨ªsticas de la plataforma, los cuatro jugadores en local gracias a sendos puertos para los mandos. Pero r¨¢pidamente la saga se dej¨® llevar a base de entregas que iban reparti¨¦ndose buenas ideas con ejecuciones no tan ¨®ptimas, minijuegos que aprovechaban la consola de turno con otros olvidables y una sensaci¨®n de cierto estancamiento con altibajos.

La ¨²ltima de las entregas, Super Mario Party, consigui¨® elevar t¨ªmidamente la cabeza con mayor agilidad en la gesti¨®n del tablero, pruebas musicales aprovechando el control por movimiento y buena variedad de pruebas. No era una revoluci¨®n, conste en acta. Y ahora, tres a?os despu¨¦s, aparece Superstars, que quiere marcar diferencias con dos caracter¨ªsticas principales: la primera, ser un recopilatorio-homenaje de las entregas principales de la saga con gr¨¢ficos remozados; y la segunda, la primera iteraci¨®n que mira hacia el juego online con cara y ojos. Y con buen resultado.

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Escaso en tableros y con minijuegos sencillos

El nuevo Mario Party no enga?a a nadie de salida. Cuenta con cinco tableros recuperados de la trilog¨ªa original de Nintendo 64 y con un recopilatorio de 100 minijuegos, muchos de ellos llegados de los mismos tres primeros juegos, con una selecci¨®n no menor de propuestas de la saga en Gamecube y pinceladas de otras entregas posteriores. Todos ellos con un denominador com¨²n: la accesibilidad de los mismos. Olvidaos de minijuegos con controles por movimiento o similares, habituales en las ¨²ltimas entregas. Aqu¨ª se recopilan propuestas sencillas en el control: el stick izquierdo para controlar y como mucho alg¨²n bot¨®n de acci¨®n, adem¨¢s de los cl¨¢sicos de machacar el mando lo m¨¢s r¨¢pido posible.

Esto se traduce en pruebas muy directas y para todos los p¨²blicos, ya que r¨¢pidamente sabes lo que tienes que hacer casi sin necesitar el tutorial. La sencillez es un arma de doble filo para Mario Party Superstars: por un lado entenderemos lo que tenemos que hacer pero por el otro, varios de los minijuegos que repiten mec¨¢nicas y propuesta entre s¨ª.

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En todo caso, la selecci¨®n de la trilog¨ªa original nos traslada directamente a propuestas conocidas y muy funcionales. Los champi?ones coloridos ¨Ccolocarse en el que toca mientras los otros desaparecen-, esquivar bombas, levantar la bandera que Shy Guy nos indica, saltar a una comba de fuego, la batalla de tanques a lo Mario Kart o las carreras tipo scalextric no fallan, como tantos otros de jugar a mini golf, pintar la l¨ªnea a seguir con un rotulador y muchas acciones que no necesitan explicaci¨®n.

En un primer momento se present¨® el juego como una manera de recuperar los cl¨¢iscos de los tres primeros Mario Party, pero cuando uno ve que realmente es un recopilatorio que abarca casi toda la serie, uno se queda medio camino. Es evidente que se quer¨ªa hacer algo accesible y directo, pero eso no quita para que se pudiera tener una selecci¨®n de juegos por movimiento de otras entregas, de extras como ten¨ªa el anterior (musicales, salas de puzles¡­), etc. Al final, por categor¨ªas, hay una quincena de juegos 1c3, y varios de ellos poco inspirados, mientras que de duelos uno contra uno nos quedamos solo con cinco.

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El favorito de los m¨¢s peque?os

Pero toda decisi¨®n tiene su contrapartida. En casa, este Mario Party ha gustado mucho. Y lo ha hecho por lo que dec¨ªamos al principio: estamos ante un juego de controles simples y directos, y eso se entiende r¨¢pidamente. Lo que para los m¨¢s mayores puede acabar siendo poco interesante a la larga, para los y las que se adentran por primera vez, aqu¨ª tienen una buena opci¨®n ya que se exige poco en controles. Todo el mundo puede divertirse sin haber jugado antes y casi sin haber tocado un mando. El recorrido ser¨¢ inferior, pero su puerta de entrada es enorme y lo que pod¨ªa parecer complicado para ni?os y ni?as de 5-7 a?os, aqu¨ª entra f¨¢cil.

Cinco tableros para tanto recorrido

El modo principal es Mario Pary, en el que cuatro jugadores a escoger entre Mario, Luigi, Peach, Daisy, Wario, Waluigi, Yoshi, Estela, Donkey Kong y Birdo se enfrentan en un total de (escasos) cinco tableros. Recuperados de la trilog¨ªa original, vamos a disfrutar de las t¨ªpicas partidas en las que todos tiran los dados, se mueven por las casillas intentando conseguir monedas y sobre todo estrellas, con los minijuegos de por medio para sumar m¨¢s monedas. Una buena selecci¨®n, aunque corta, con opciones de personalizar ronda, premios, handicap y guardado a mitad de partida (cada cinco rondas).

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Mientras la isla tropical de Yoshi es el m¨¢s tradicional y con menos sorpresas, Space Land tiene cambios de direcci¨®n, elementos externos como naves errantes, disparos rayos de Bowser y detalles que lo hacen m¨¢s interesante. El pastel de Peach sigue siendo m¨¢s tradicional y menos intrusivo (era del primer Mario Party) y los dos restantes tienen su miga: Woody Woods puede ser frustrante por los topos que cambian la direcci¨®n a cada turno, dejando demasiado al azar el desarrollo de la partida, mientras que Horror Land cuenta con muchas variantes con la casa encantada, el Rey Boo y un circuito repleto de caminos diferentes.

En todos ellos reina lo mismo: tirar dados, conseguir objetos, molestar a los rivales e intentar conseguir estrellas y monedas. Al final de las rondas toca realizar minijuegos al azar para ganar m¨¢s monedas y llevarnos alguna bonificaci¨®n extra al final (tambi¨¦n personalizable). El ritmo de los tableros se ha agilizado y eso se agradece ¨Caunque Toad sigue hablando de m¨¢s en los intermedios- pero cinco nos parecen muy escasos para lo que quiere ser el juego. Acotarlo solo a esto significa que lo habremos jugado todo en pocas sesiones, y volvemos a lo de antes: si vas a recopilar la historia de la serie ¨Co gran parte de ella- sin novedades, qu¨¦ menos que compensarlo con una mayor cantidad de contenido.

El t¨ªtulo se desarrolla con estos dos grandes modos: los tableros o los minijuegos sueltos, en los que podremos competir de forma libre, dos contra dos, desaf¨ªos 1 contra tres, categor¨ªas de deportes y puzle, modo supervivencia online o por monedas. Es en esta categorizaci¨®n donde echamos en falta m¨¢s minijuegos para ciertos modos ¨Chaberlos, los hab¨ªa-. M¨¢s all¨¢ de esto tenemos acceso a datos de juego, personalizaci¨®n de los mismos y una tienda para comprar m¨²sica, pegatinas, dise?os y p¨¢ginas de enciclopedia que conseguimos gastando las monedas que acumulamos mientras vamos jugando.

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Un online que funciona, y es accesible

La mayor sorpresa de Mario Party Superstars nos la hemos llevado con el modo online. Primero porque el sistema de invitar a amigos es sencillo. Adem¨¢s de crear un grupo con contrase?a o sin ella para que amigos se a?adan directamente, podremos mandar invitaciones que el otro amigo recibir¨¢ y podr¨¢ aceptar directamente, pulsando el bot¨®n home y sin salir del juego y volver a entrar ¨Ccomo pasaba con Mario Golf-. ES algo que se hace en otras plataformas de hace a?os, y parece extra?o celebrarlo, pero en Switch no era tan ¨¢gil hasta ahora.

Dicho esto, podremos jugar a tableros, a minijuegos sueltos y nuestros ¨¦xitos se sumar¨¢n a nuestra partida, aunque no seamos el host. El rendimiento de las partidas que estuvimos probando fue bueno, sin problemas de lag. Dos de nosotros jugamos con cable y el resto con conexi¨®n por WiFi, pero no afect¨® en ning¨²n momento a los minijuegos. As¨ª que si las conexiones de los integrantes del grupo son buenas, no deber¨ªa haber problema para disfrutar de las funciones online. Veremos c¨®mo va el sistema de jugar con gente de todo el mundo que, eso s¨ª, todav¨ªa no hemos podido probar por razones obvias. Pero en general, nos ha dejado gratamente sorprendido el rendimiento online del juego, que seguramente se ve beneficiado por el tipo de minijuegos que tiene el t¨ªtulo.

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A nivel audiovisual, el t¨ªtulo mantiene la l¨ªnea de la anterior entrega de Switch, renovando gr¨¢ficamente y en m¨²sica y efectos los minijuegos de las anteriores entregas. Cumple sin m¨¢s, con un acabado colorido y una remodelaci¨®n convincente de los tableros, escenarios y dem¨¢s. Naturalmente, llega traducido al castellano como es habitual.