Francotirador sin punter¨ªa

Marine Sniper: Counter Terror Unit se presenta en principio como una oportunidad de adentrarse en el atractivo mundo de las operaciones encubiertas y de infiltraci¨®n de un francotirador de elite. Una idea interesante que, por desgracia, esta mal aprovechada acabando por ser un juego que pasar¨¢ con m¨¢s pena que gloria en los anales de la historia.

Las comandos militares y sus operaciones encubiertas han sido desde siempre un elemento mitificado y admirado por todo el mundo, desde los mortales de a pie hasta las productoras de Hollywood. En el mundo de los videojuegos, el inter¨¦s que despiertan estas unidades de elite no han pasado desapercibidas, y desde hace tiempo nos han ido brindando con sucesivos juegos basados en las andanzas de estos grupos, siendo de los m¨¢s conocidos sagas como Hidden & Dangerous, Rainbow Six, Commandos o Delta Force.

Con Marine Sniper: Counter Terror Unit se continua esta tendencia, y de la mano de Jarhead, se nos da la oportunidad de encarnar a un tirador de elite de la Marina de los Estados Unidos de Am¨¦rica, para realizar diversas misiones encubiertas de infiltraci¨®n en territorio hostil, generalmente sin m¨¢s compa?¨ªa que nuestro fiel escolta y vig¨ªa.

Un punto de partida que pese a ser un tanto familiar (aunque no sea un planteamiento t¨ªpico), se presenta como una idea en principio bastante atractiva, del que, con buen hacer, podr¨ªa salir un t¨ªtulo interesante y de desarrollo ameno? pero por desgracia, mucho me temo que en esta ocasi¨®n el resultado final est¨¢ muy lejos de lo que podr¨ªa dar de s¨ª.

Y es que Marine Sniper es un t¨ªtulo, para no irnos con rodeos, mediocre. Obviamente tiene alg¨²n que otro aspecto m¨¢s que correcto, pero son tan escasos y los defectos tan grandes, que son ahogados y pasan casi totalmente desapercibidos ante la tormenta de desprop¨®sitos que nos azota continuamente mientras jugamos, y que llenan la casi totalidad de aspectos del juego, tanto t¨¦cnicos (triste desaprovechamiento del motor Lithtech) como jugables (desarrollo soso, aburrido, tedioso y que para nada se corresponde con lo que pretende emular).

C¨²mulo de desprop¨®sitos que, por otro lado, se pueden observar desde los primeros minutos de juego. Y es que, se?ores, si alguien se quejaba de que las junglas de Vietcong eran lineales y con falta de libertad, es que no ha visto la 'jungla' (me niego a ponerlo sin comillas) de este t¨ªtulo, que por momentos parece m¨¢s una autopista con hierbajos de medio palmo en vez de asfalto y con un muro de ¨¢rboles en los lados, que otra cosa.

Por suerte, no siempre se mantiene esa t¨®nica, y en ocasiones nos encontraremos con cierta vegetaci¨®n de mayor tama?o presente en nuestro camino, aunque al parecer en la 'jungla' hay una presencia notable de hierro, dado que dicha vegetaci¨®n, m¨¢s concretamente los matojos, son capaces de bloquearnos el paso con unas hojas de titanio verde que ni con un sable l¨¢ser podr¨ªamos con ellas.

Por otro lado, la TA de los enemigos y compa?ero es m¨¢s que destacable. Y s¨ª, lo he escrito bien, TA, de Tontura Artificial, dado que de inteligencia no andan precisamente sobrados, teniendo graves problemas para realizar cualquier acci¨®n m¨¢s complicada que apretar el gatillo del arma que llevan, y a veces incluso con eso. Un ejemplo sangrante es al apuntar desde lejos (o lo ser¨ªa si no hubiera una bruma impenetrable a partir de 300 metros) a un grupo de enemigos descansando, eliminar a uno, y contemplar la impresionante demostraci¨®n de buen hacer, agarrando todos sus armas y poni¨¦ndose de pie y en posici¨®n 'pato de feria' al lado del cad¨¢ver de su compa?ero. Y luego dir¨¢n de los viejos tiempos, pero ya no hacen terroristas internacionales como los de antes.

Aunque el sector terrorista no es el ¨²nico que est¨¢ en crisis, y la academia de instrucci¨®n de las Fuerzas Especiales tambi¨¦n anda escasa de personal eficiente, aunque alg¨²n que otro apa?o hacen, como es el caso de nuestro compa?ero, un rastreador que har¨ªa palidecer a cierto montaraz Dunedain, pero que a la hora de la verdad es un tanto despistado el pobre. Porque claro, ?qui¨¦n har¨ªa caso a tres enemigos a medio metro de ti disparando con sus AK-47 al pobre compa?ero que te ha ordenado que le protejas y ataques al enemigo con un sencillo men¨² de ¨®rdenes? ?Dispararles? ?Para qu¨¦? Si se est¨¢ m¨¢s tranquilo mirando las nubes, no sea que se ponga a llover? Y podr¨ªa comentar el tema de cuando intenta subir o bajar escaleras de cuerda, pero no soy tan cruel.

Gr¨¢ficos y sonido

En aspecto gr¨¢fico, Marine Sniper se mantiene en la media general (algo no demasiado bueno en este caso), aunque ofrece alg¨²n que otro aspecto que destaca muy por encima del resto, siendo el modelado de los escenarios un claro ejemplo de esto.

Mientras los escenarios de 'jungla' son cualquier cosa menos lo que quiere representar, salvo momentos muy puntuales pero que los matojos de titanio estropean en parte, los mapas ambientados en pueblos y zonas des¨¦rticas tienen una calidad muy superior, siendo de largo los m¨¢s interesantes para jugar, con un dise?o s¨®lido y l¨®gico (al menos en estos las carreteras s¨ª son justificables). A¨²n as¨ª, el que haya ¨²nicamente un par de ambientes ('jungla' y desierto), es algo que a la larga se antoja insuficiente, aunque sea algo justificable en parte por ambientarse en ?frica, pero se echa de menos una mayor variedad.

El modelado de los personajes, y aunque hay una desigualdad patente y varios est¨¢n claramente m¨¢s y mejor cuidados que otros, se podr¨ªan salvar de la quema, a¨²n sin ser nada del otro mundo y teniendo un movimiento a ratos ortop¨¦dico, pero no es plan de pedirles peras al olmo... A¨²n as¨ª, es una pena ver como un motor del que tantas maravillas han salido como es el Lithtech (No One Lives Forever, Tron...), tambi¨¦n sea capaz de parir algo as¨ª, y encima con supuestos alardes de 'mejora' por parte de los responsables del juego, pero imagino que lo podremos considerar la oveja negra de la familia.

En el aspecto sonoro, Marine Sniper presenta algunos aspectos correctos, como pueden ser el doblaje (en ingl¨¦s) de los personajes y los distintos sonidos de las armas al disparar, a¨²n sin ser demasiado precisos, pero s¨ª lo suficiente como para diferenciar cada arma solamente escuch¨¢ndola. Por el lado malo, tenemos una m¨²sica repetitiva y tediosa que a¨²n habiendo una distinta para cada misi¨®n, son tan parecidas entre s¨ª y mantienen un esquema que parece un bucle continuo de unas pocas notas, que al rato ir¨¢s raudo y veloz al men¨² de opciones para desactivarla. Y cuando lo hagas, descubrir¨¢s que no encontrar¨¢s 'jungla' (el desierto es perdonable) m¨¢s silenciosa, a menos que te mires Depredador sin voz.

Gui¨®n

El presidente de cierto pa¨ªs Africano, m¨¢s concretamente Burundi, ha sido secuestrado por un grupo de rebeldes apoyados por cierto grupo mercenario. Como no pod¨ªa ser de otra manera, Estados Unidos env¨ªa un grupo de intervenci¨®n a bordo del USS Nimitz, del que formamos parte como miembro del grupo de elite de la Marina, y como tal tendremos que agarrar rifle y manto de camuflaje y adentrarnos con nuestro escolta en el continente africano, en b¨²squeda del presidente desaparecido, aunque la trama se ir¨¢ complicando poco a poco.

Todo esto a lo largo de diez misiones, que si bien pueden parecer pocas (y lo son), tambi¨¦n hay que decir que si nos planteamos el juego actuando como francotiradores (con paciencia y sigilo), cada una nos durar¨¢ bastante. Por desgracia, el desarrollo del juego y sus incontables defectos nos impiden hacerlo, y lo normal ser¨¢ afrontar las situaciones de un modo un tanto menos sutil, o al menos todo lo sutil que permite un rifle de francotirador al ser usado como sustituto de un rifle de asalto.

Jugabilidad

Y es que el mayor problema que tiene Marine Sniper, es que no permite en pr¨¢cticamente ning¨²n momento ejercer correctamente de lo que la portada anuncia y pretenden vendernos. De acuerdo, disponemos de varios rifles molones con mira telesc¨®pica por todos conocidos, desde el fiel M40A1 al todopoderoso Barret.

Tambi¨¦n vamos vestidos con ropas de camuflaje y tenemos la cara pintada para escondernos (m¨¢s bien intentarlo?) mejor entre la cobertura, e incluso tenemos un leal compa?ero que en teor¨ªa nos cubre la espalda mientras ejercemos nuestro trabajo (aunque ya se sabe que de la teor¨ªa a la pr¨¢ctica hay un buen trecho). Pero esto no es suficiente, y el simple hecho de no poder ver m¨¢s all¨¢ de trescientos metros por culpa de una niebla que ni Turok en su ¨¦poca, no facilita demasiado el actuar como francotirador.

Y si pretendemos usar el fant¨¢stico medidor de cobertura situado en la parte superior-izquierda de la pantalla, movi¨¦ndonos por la escasa cobertura disponible, preparaos para ser incapaces de esconderos, o cuando lo hag¨¢is, ser incapaces de ver al enemigo, o incluso, de no ver a los enemigos, y ellos a ti s¨ª. Por suerte, la misma autopista que encontramos en la 'jungla' del juego nos da la soluci¨®n ante tal dilema: ?para qu¨¦ ir cubri¨¦ndonos cuando yendo de pie a pecho descubierto tenemos mayor visibilidad y nuestra punter¨ªa no se resiente?

Todo esto, unido a la ya comentada inteligencia del enemigo, acaba desembocando en un avance mucho m¨¢s directo que el que tendr¨ªa que realizar alguien con nuestro papel, y durante el cual nos preguntaremos una y otra vez por qu¨¦ demonios no podemos soltar el armatoste de metro y medio que llevamos y apropiarnos de alguna de las armas de los cientos de cad¨¢veres que dejaremos por el camino.

Y ese es otro problema? la enorme cantidad de enemigos que encontramos. De acuerdo que si hubiera poca oposici¨®n podr¨ªa resultar aburrido o un desaf¨ªo poco atractivo, pero hay momentos que parece 'Serious Sam in the Jungle', cambiando suicidas explosivos por suicidas con AK-47, y no es raro eliminar alg¨²n que otro centenar de objetivos por misi¨®n, acabando por ser muy, muy tedioso. Un claro ejemplo de eliminaci¨®n selectiva de los francotiradores? todo lo que se mueva, balazo al entrecejo.

Por otro lado, la variedad de misiones es escasa, y m¨¢s all¨¢ de la exploraci¨®n y despeje de una zona poco hay, y a¨²n en las ocasiones en las que tendremos otro objetivo (rescatar a alg¨²n reh¨¦n, etc.), en la pr¨¢ctica no hay diferencia alguna salvo que hay que cuidar otra vida aparte de la tuyo y la de tu compa?ero (si muere la misi¨®n fracasa). La l¨¢stima es que la inteligencia ya comentada que impregna a nuestro compa?ero y/o escoltado no ayuda precisamente en la tarea, aunque el primero tiene cierta cantidad de botiquines que puede aplicarse cuando anda mal de salud (si se acuerda, claro?).

Por lo dem¨¢s, hay varios bugs comunes que impiden en ciertos momentos la progresi¨®n normal del juego, como se?alar mal un punto de ruta o que no se produzca alg¨²n script cuando tiene que hacerlo o lo haga a destiempo, pero la mayor¨ªa son salvables explorando un poco la zona y no suelen obligar a cargar de nuevo la partida ni nada del estilo.

Tambi¨¦n hay varios aspectos que empa?an a¨²n m¨¢s la jugabilidad, como el modelado del da?o producido por nuestras armas, desembocando en el hecho de que si no le metes una bala de rifle de francotirador a la cabeza, el blanco nunca caer¨¢ con un ¨²nico proyectil, por mucho calibre .50 que sea y por muy en pleno pecho que le des, llegando a aguantar en ocasiones tres o cuatro balazos seg¨²n d¨®nde le des. Y por cierto, que aunque le impactes en plena cabeza, ni una gota de sangre sale despedida... un detalle menor, pero que en esta ocasi¨®n se echa de menos.

Compar¨¢ndolo con...

Marine Sniper saldr¨ªa mal parado en cualquier comparaci¨®n con cualquier juego, y como no quiero haceros sufrir tanto, os ahorrar¨¦ tener que leer el nombre del t¨ªtulo que nos ocupa y el de cualquier otro juego en la misma frase.