Honor y prosperidad a orillas del Nilo

Las grandes civilizaciones e imperios han sido en muchas ocasiones escenarios de todo tipo de videojuegos. La Antigua Grecia, el Imperio Romano, la Europa colonial? y como no, Egipto, recurso inestimable para tramas enigm¨¢ticas, misteriosas e incluso aterradoras.

Y es que Egipto tiene los principales alicientes para convertirse en la musa de cualquier guionista: secretos, riqueza, poder, reyes que eran casi dioses? Pero, adem¨¢s de sus impresionantes pir¨¢mides y esfinges, ?qu¨¦ tuvo Egipto que no ten¨ªa nadie en su ¨¦poca? ?Sab¨ªan ustedes que fueron pioneros en algunos campos de la agricultura? ?Sab¨ªan que fue precisamente gracias a su gran producci¨®n de alimentos lo que les transform¨® en una naci¨®n tan rica y poderosa? ?O que fueron impulsores de la divisi¨®n entre clases sociales y del acercamiento a la igualdad de sexos?

Todo esto viene a cuento porque Los Ni?os del Nilo es una de las mejores representaciones de Egipto que se ha hecho en un videojuego. La sociedad, los faraones, la construcci¨®n de monumentos, la agricultura, el comercio? Tilted Mill nos invita a recrear nosotros mismos todos esos aspectos y organizarlos para crear una ciudad pr¨®spera e inolvidable que inscriba tu nombre en los libros de historia.

La gran diferencia entre ¨¦ste y el resto de los juegos de construcci¨®n de ciudades es que aqu¨ª la pieza fundamental no son los edificios sino los propios habitantes. No llega a ser los Sims, pero a poco que hubieran dado m¨¢s sentimientos y necesidades a los ciudadanos otro gallo cantar¨ªa.

Al igual que en el juego de Maxis, los personajes que rondan por tu ciudad tienen nombre propio, un trabajo, necesidades b¨¢sicas y otras accesorias y sobre todo, son ellos y su buen funcionamiento dentro de la sociedad lo que hace que la ciudad pueda progresar y avanzar organizadamente.

S¨®lo hay que darse una vuelta por la ciudad a vista 'humana' y espiar a la gente. Nadie hace nada por que s¨ª. La mujer que est¨¢ andando posiblemente venga de hacer la compra. El ni?o que vaga por el campo posiblemente est¨¦ atizando a los ¨¢rboles para buscar comida si hay escasez. El sacerdote que callejea entre el casco m¨¢s urbanizado posiblemente se dirija a la escuela a ense?ar a los ni?os bien, o quiz¨¢ tambi¨¦n venga de hacer la compra.

Gr¨¢ficos y sonido

El juego est¨¢ montado sobre el motor gr¨¢fico de Empire Earth debidamente optimizado a los tiempos que corren. A vista de p¨¢jaro puede que no llame mucho la atenci¨®n, de hecho encontraremos un panorama quiz¨¢ un poco soso y repetitivo ya que todos los escenarios son iguales (arena, r¨ªo, barro y hierba). Sin embargo, a vista 'humana', la cosa cambia y podemos observar las texturas realistas y la gran cantidad de detalles que tienen las casas y el decorado.

Podemos movernos con total libertad por el escenario, haciendo zoom hasta ver con detalle los ojos de un habitante y orientando la c¨¢mara hacia cualquier punto. Incluso tambi¨¦n podemos hacer que la c¨¢mara siga a un habitante determinado desde distintas posiciones y as¨ª poder vigilar todos sus movimientos.

Como contrapartida a la libertad de la c¨¢mara tenemos el cada vez m¨¢s rancio sistema de divisi¨®n cuadricular del terreno, es decir, que no hay libertad para colocar edificios en cualquier parte y orientaci¨®n. Los caminos siempre ser¨¢n rectil¨ªneos y esquinados, lo mismo que las casas s¨®lo pueden colocarse en 8 posiciones de rotaci¨®n distintas.

Una de las cosas que destaca es el agua del Nilo, con suaves ondas en movimiento y con un reflejo del sol muy logrado. El ciclo d¨ªa/noche refleja de forma sobresaliente los cambios en la iluminaci¨®n general del terreno y las sombras.

El modelado de los personajes es muy sencillo, el justo para poder moverlos a todos sin problemas sin que resulten excesivamente cuadriculados. Algunas otras cosas pod¨ªan haber mejorado bastante, como el follaje de los ¨¢rboles demasiado borroso al hacer zoom o algunos animales que son simples planos en 2D.

La interfaz del juego y los men¨²s, aunque repletos de simbolog¨ªa real egipcia son bastante sobrios y con un ligero toque retro que puede gustar a algunos y a otros no tanto. Adem¨¢s, los men¨²s se presentan en una resoluci¨®n baja aunque tengas seleccionada la de 1024 x 768 o superior para el juego, lo cual hace que algunas secciones llenas de elementos como el editor de escenarios resulten muy grotescas para la vista.

Como ¨²ltimo apunte en el tema gr¨¢fico, el juego cuenta con una intro CGI bastante sencilla y todos los escenarios tienen una bonita pantalla de carga que lamentablemente es siempre la misma.

En el apartado de sonido tenemos una banda sonora acorde con las circunstancias, aunque escasa en cantidad de temas lo que acaba convirti¨¦ndose en un carrusel repetitivo. Los efectos sonoros acompa?an a la acci¨®n siempre y cuando tengamos la vista a ras de suelo mientras damos un paseo por la ciudad, en ese momento escucharemos todo tipo de sonidos realistas para animar la ciudad.

Jugabilidad

Los que est¨¦n acostumbrados a los city-building tradicionales ya pueden ir borrando de la cabeza la forma cl¨¢sica de construir una ciudad, es decir, asignar zonas para viviendas, edificios de servicios con su correspondiente zona de cobertura y toda la parafernalia t¨ªpica made in Maxis. Aqu¨ª el recurso fundamental son las personas y el trabajo que desempe?an dentro de tu futura urbe.

El motor del crecimiento se basa en la divisi¨®n por estratos sociales, tal como sucedi¨® en verdad. La clase baja, la clase media y la clase alta. Todos ellos, junto con los trabajadores del gobierno, son los que hacen que puedas seguir construyendo edificios y que haya estabilidad.

En la parte m¨¢s baja de la pir¨¢mide social se encuentran los agricultores, que en sus humildes caba?as cercanas al Nilo esperan la ¨¦poca de siembra cuando el cauce est¨¢ bajo para cultivar sin cesar durante las pr¨®ximas jornadas. Tambi¨¦n en este estrato se encuentran los criados, que sirven a la realeza, a los nobles y a algunos tenderos que puedan permit¨ªrselo.

Siguiendo la escala social nos encontramos a la clase media, compuesta por los comerciantes, tanto de lujo como convencionales y los artistas. Son gente que tratar¨¢ de ganarse la vida vendiendo los productos que elijas. No s¨®lo los venden, sino que recogen la materia prima y en sus tiendas-talleres lo convierten en el objeto final. Los artistas sirven b¨¢sicamente a los nobles como entretenimiento para sus lujosas fiestas.

Y como ¨²ltimo escal¨®n en la pir¨¢mide social se encuentran los reci¨¦n mencionados nobles. El trabajo de estas personas es administrar las caba?as de los campesinos, pudiendo tener a su cargo entre 4 u 8 chozas. Los agricultores pueden hacer su trabajo por s¨ª solos, pero no rendir¨¢n lo mismo que teniendo tras de s¨ª la atenta mirada de los nobles que despu¨¦s se encargaran de llevar los alimentos a los graneros, panader¨ªas y al palacio en forma de impuestos.

Los campesinos no pueden vivir sin tiendas, los tenderos no pueden vivir sin comida y los nobles no tienen nada que hacer si no administran ning¨²n campo de cultivo. Todo est¨¢ interrelacionado de tal forma que el exceso de un lado o la falta de otro hace que la sociedad se desequilibre y los paseos del fara¨®n de conviertan en una pesadilla viendo manifestaciones o mendigos por las calles.

Una ciudad llena de funcionarios

Pero no podemos olvidarnos de los servicios, los adornos y los monumentos que hacen a¨²n m¨¢s grande y prestigioso el nombre de tu estirpe. Esto es otra cosa bastante compleja y que requerir¨¢ paciencia si queremos llegar a tener todo tipo de edificios en nuestra ciudad.

Los funcionarios prestan estos servicios a cambio del pan que suministra la realeza. Tambi¨¦n est¨¢n divididos en estratos, encontr¨¢ndose en lo m¨¢s bajo los peones y los soldados. Los primeros ser¨¢n los encargados de llevar a cabo grandes obras monumentales como las mismas pir¨¢mides, siempre bajo la supervisi¨®n de los capataces. Los segundos formar¨¢n el ej¨¦rcito y las fuerzas de seguridad de la ciudad.

Subiendo en la escala de trabajadores del gobierno nos encontramos con todo tipo de artesanos: panaderos, fabricantes de ladrillos, picapedreros, escultores, fabricantes militares, alba?iles, fabricantes de papiros? Algunos nos servir¨¢n para construir nuevos edificios y otros ser¨¢n la base para el trabajo de otro sector.

La ¨¦lite de los funcionarios la forman los llamados 'trabajadores educados', personas cultas que han recibido formaci¨®n por parte de los sacerdotes y que prestan servicios esenciales. Pueden ser escribas para controlar que nadie hace evasi¨®n fiscal y organizar el comercio con otras ciudades. Pueden ser capataces que dirijan los duros trabajos de los peones. Tambi¨¦n pueden ser cl¨¦rigos con los que podr¨¢s cubrir servicios funerarios, dar educaci¨®n y sanidad o mantener los templos de adoraci¨®n. Y por ¨²ltimo tambi¨¦n pueden ser comandantes con los que podr¨¢s tener tu propio ej¨¦rcito o dirigir la seguridad local.

El prestigio del fara¨®n, variable que aumentar¨¢ o disminuir¨¢ en funci¨®n de sus logros locales y en el extranjero, es el tope que marca la cantidad de trabajadores educados que puedes tener en tu ciudad. As¨ª que no esperes que muchas de estas personas tan cultas quieran gastar su tiempo en tu ciudad si tu nombre no tiene mucha reputaci¨®n a lo largo del Nilo.

Y esto es, a grandes rasgos, de lo que est¨¢ compuesta la sociedad de tu ciudad, sin contar con la familia real que tambi¨¦n puede trabajar en la justicia y los mendigos, que si sus condiciones de vida son extremas se dedicaran a robar y hacer el v¨¢ndalo por las calles.

Repartir el trabajo

Como pod¨¦is ver, los edificios quedan casi en segundo plano, aunque no nos enga?emos, son igual de importantes que en el resto de juegos de este tipo. Un sacerdote puede tener su casa y estar muy a gusto, pero si no construyes una farmacia, un templo o una escuela, poco m¨¢s podr¨¢ hacer que perder el tiempo.

El tema de los trabajadores educados es todo un acierto por la complejidad que supone llegar a cubrir todos los servicios de la ciudad. Un trabajador educado s¨®lo podr¨¢ dedicarse enteramente a una profesi¨®n. Esto significa que si s¨®lo tienes un sacerdote y en tu ciudad has construido un hospital y un templo, ¨¦l s¨®lo podr¨¢ atender al 100% las necesidades de un edificio. Podemos hacer que se turne entre los distintos oficios lo cual salvar¨¢ en parte este problema, pero a veces nos tendremos que plantear que s¨®lo se dedique a una funci¨®n, por ejemplo si hay una epidemia lo m¨¢s l¨®gico ser¨¢ hacer que tu cl¨¦rigo se olvide de las clases a los chavales y atienda las boticas y hospitales.

No hay problema, puedes pensar, construyo 20 viviendas para sacerdotes y todo resuelto? ?Ni mucho menos! Prep¨¢rate para una partida bien larga porque conseguir el respeto necesario para tener 20 empleados cultos trabajando para ti es todo un reto, a lo que hay que sumar que tal vez no tengas los suficientes medios para educar a los ni?os. No hay que olvidar que la educaci¨®n en las escuelas es la ¨²nica manera de que m¨¢s adelante los alumnos se conviertan en empleados educados.

Unos tanto y otros tan poco

Unos mat¨¢ndose a trabajar y otros dirigiendo el cotarro? no es justo, por eso los que est¨¢n m¨¢s abajo en esta pir¨¢mide social intentar¨¢n por todos los medios conseguir un trabajo mejor. Ninguna familia es est¨¢tica y donde antes eran simples campesinos ma?ana pueden ser tenderos de lujo. Otro problema m¨¢s en la administraci¨®n de tu ciudad. No puedes ponerte como loco a construir tiendas porque si faltan inmigrantes esos puestos los ocupar¨¢n los que ya habitan en la ciudad y en concreto los que tengan un trabajo peor, como los campesinos.

El dinero no existe, al menos no como lo conocemos ahora, todo se comercia con comida. El sueldo de los funcionarios es la comida transformada en las panader¨ªas que los nobles se encargan de abastecer de sus campos de cultivo. El poder de tu ciudad se basa en los alimentos y en la cantidad de ladrillos que tengas.

La cantidad de comida es un n¨²mero muy variable que depender¨¢ sobre todo de la cantidad de campesinos que tengas y los nobles que administren las fincas. Pero tambi¨¦n hay que tener en cuenta las ¨¦pocas de crecida del r¨ªo. Existen tres estaciones al a?o que determinar¨¢n el estado en el que se encuentran nuestros campos de cultivo. Peret, el fin de la crecida, es la etapa de germinaci¨®n de las plantas. Shemu, es un periodo anterior a la crecida en el que empieza la cosecha y distribuci¨®n. Por ¨²ltimo el Ajet, el periodo de crecida y descanso para los campesinos.

Cada estaci¨®n comprende un d¨ªa/noche por lo que un a?o en el juego son tres ciclos de d¨ªa entero. Hay que calcular bien la relaci¨®n entre comida y poblaci¨®n y ser muy previsores ya que pueden llegar ¨¦pocas en las que el Nilo se inunde o por el contrario la crecida sea muy escasa y apenas se pueda cultivar despu¨¦s.

Bueno, todo parece un poco lioso, ?no? Pues lo cierto es que s¨ª, es lioso y comprender todos los aspectos del juego puede llevarte las m¨¢s de dos horas largas que componen los tres tutoriales de aprendizaje que incluye el juego. En estos escenarios aprenderemos a construir una ciudad en condiciones, comerciar con las regiones vecinas, hacer acuerdos, aumentar tu prestigio, construir pir¨¢mides y formar un gran ej¨¦rcito para dominar las ciudades enemigas.

Adem¨¢s del tutorial hay un bot¨®n de ayuda al que podemos recurrir en cualquier momento. Si tenemos algo seleccionado la ayuda se centrar¨¢ en el objetivo y desplegar¨¢ una gran informaci¨®n con temas relacionados si a¨²n nos quedan dudas. Adem¨¢s de la ayuda para jugar, tambi¨¦n hay una peque?a colecci¨®n de datos reales para conocer m¨¢s sobre esta civilizaci¨®n.

El nivel del mundo

Si los aspectos locales de la ciudad son importantes, m¨¢s lo son las relaciones con los vecinos. En las partidas podemos acceder al nivel del mundo y realizar expediciones teniendo en cuenta la cantidad de recursos, prestigio y n¨²mero de enviados que tengamos (las personas que se encargan de viajar al extranjero).Mediante el comercio exterior podemos obtener mercanc¨ªa ex¨®tica que de otro modo ser¨ªa imposible. No s¨®lo hay ciudades sino tambi¨¦n yacimientos de minerales y canteras con las que una simple expedici¨®n bastar¨¢ para empezar a explotarlos para nuestro bien.

Las batallas tambi¨¦n ser¨¢n recurrentes en nuestro reinado. No es extra?o encontrar alguna ciudad enemiga o un peque?o poblado que se revele a nuestro sometimiento. Los combates no son en tiempo real sino que son m¨¢s bien esquem¨¢ticos. Si decides invadir una ciudad y conquistarla primero tienes que armarte de paciencia y tiempo para formar un ej¨¦rcito en condiciones. Son multitud de pasos los que tienes que seguir, entrenar a los soldados con un comandante, dotarles de las armas adecuadas, preparar barcos, provisiones? Y una vez que lo tengas todo listo seleccionas la ciudad para obtener un informe previo de las posibilidades de ¨¦xito de tu campa?a.

Mientras tus hombres combaten la vida en la ciudad sigue. S¨®lo si los enemigos deciden entrar en tu ciudad ver¨¢s combates en vivo y los intentos del invasor por destruir los edificios y molestar a la gente. Afortunadamente tambi¨¦n podemos colocar murallas alrededor de la ciudad para prevenir los ataques y frenar cualquier acto de vandalismo que venga de fuera.

Lo m¨¢s importante

Hemos destripado el juego en casi todo pero falta lo esencial? ?las pir¨¢mides! ?Qu¨¦ ser¨ªa de Egipto sin estos monumentos colosales y dignos de una inteligencia sobrehumana? Pues en Los Ni?os del Nilo aprender¨¢s paso a paso como se construyen y desterraremos por fin esa leyenda de que fueron los extraterrestres quienes las hicieron.

El proceso de construcci¨®n es el m¨¢s largo, tanto que pasar¨¢n varias generaciones de tu familia hasta que puedas verla completada. Estos monumentos los llevan a cabo los peones, que extraen pedruscos de caliza de las canteras, los transforman en bloques y los transportan y colocan en el lugar adecuado para ir formando la base y la altura. Es un proceso largo porque muchas veces tendr¨¢s que conseguir la caliza fina para completarla en otros puntos del mapa del mundo.

Hay muchos tama?os distintos y el ¨²nico fin es albergar el cuerpo del fara¨®n tras su muerte lo cual har¨¢ que el prestigio de tu familia suba por las nubes. Adem¨¢s de pir¨¢mides tambi¨¦n podemos construir esfinges, estatuas, obeliscos y estelas que har¨¢n las veces de cartel de propaganda para recordar tus grandes haza?as.

Y pasando a un plano ¨ªnfimo tambi¨¦n podemos adornar la ciudad con todo tipo de objetos como plazas y jardines que adem¨¢s son gratis. Y por supuesto, caminos y carreteras, que no sirven para nada. S¨ª como lo oyes, nuestros habitantes raras veces andan por los senderos, casi siempre van de un lado a otro campo a trav¨¦s, lo cual para mi no deja de ser una rareza y un punto negativo.

Un fara¨®n debe estar al tanto de todo

Hay una gran cantidad de paneles informativos que muestran los datos detallados de tu ciudad, como el n¨²mero de profesionales de un determinado gremio, el estado de comodidad en que se encuentran, las reservas de comida y predicciones, tu prestigio, el n¨²mero de trabajadores educados que puedes contratar y los que hay disponibles?

Al hacer clic sobre una persona una ventana emerger¨¢ mostr¨¢ndonos sus pensamientos en forma de iconos y colores. Si aparece una tinaja de color rojo entonces querr¨¢ decir que esa persona echa en falta m¨¢s mercanc¨ªas para comprar o quiz¨¢ que no tiene buen acceso a las tiendas. Tambi¨¦n puedes ver el historial de trabajos que ha desempe?ado, la acci¨®n que est¨¢ haciendo ahora mismo, la casa donde vive y los dem¨¢s miembros de la familia.

Uno de los puntos negros de este sistema es que cuando un grupo social, como los nobles, est¨¢n descontentos tendr¨¢s que ir casa por casa buscando los motivos ya que el panel informativo de cada grupo s¨®lo te indicar¨¢ mediante un color su estado de ¨¢nimo, pero no las razones generales por las que el grupo no est¨¢ contento. Cuando esto sucede, la gente empezar¨¢ a manifestarse y si la situaci¨®n es muy grave se ir¨¢n de la ciudad.

Pulsando con el bot¨®n izquierdo sobre una gran parte de los edificios podr¨¢s tambi¨¦n cambiar el funcionamiento del mismo. Por ejemplo, si lo hacemos sobre una tienda podemos cambiar el producto que venden (cestas, cer¨¢mica, sandalias, joyas, cosm¨¦ticos, etc); si es sobre una casa noble, podemos ordenarles que manden a los campesinos sembrar otro tipo de alimentos (trigo, cebolla, lechuga, etc).

Modos de juego

En teor¨ªa hay dos, pero a mi me han parecido el mismo. Por m¨¢s que he intentado diferenciarlos los veo igual, salvo que en la campa?a s¨®lo hay tres escenarios para jugar y en el modo escenario, valga la redundancia, hay muchos m¨¢s.

La desventaja de este juego es que no es exactamente un city-building por lo que construir por construir no tiene tanta gracia como cuando lo haces en busca de un objetivo. Las ciudades al final no terminan siendo muy variadas. En SimCity puedes construir por el mero hecho de construir. Los edificios tienen muchas variantes y los resultados son m¨¢s o menos distintos. Pero aqu¨ª no, siempre tienes la sensaci¨®n de que necesitas un objetivo para todo lo que est¨¢s haciendo.

Por ello los escenarios nos proponen retos muy diversos, pero que siempre concurren en objetivos similares: una ciudad pr¨®spera con X de prestigio, una ciudad con un n¨²mero X de casas nobles totalmente equipadas, construir una gran pir¨¢mide, vencer a un enemigo, comerciar con tales ciudades? Escenarios libres apenas hay tres d¨®nde puedes hacer lo que quieras.

Un rey-dios en toda regla

Y si te cansas de tantos escenarios predefinidos pues te creas el tuyo con el mega-editor de escenarios que se incluye. Con ¨¦l podr¨¢s modificar el paisaje a tu antojo, el tama?o del mapa, 'pintar' con texturas, colocar edificios? pero tambi¨¦n puedes inventar tu propia historia y crear guiones. Lamentablemente la versi¨®n de que hemos dispuesto para hacer el an¨¢lisis no ven¨ªa con un manual de instrucciones y me ha sido imposible realizar un escenario en condiciones. Casi hay que hacer un m¨¢ster para llegar a entender como se hace un gui¨®n, puede que despu¨¦s no sea para tanto, pero sin ninguna ayuda es una tarea muy complicada.

En el editor tambi¨¦n puedes modificar el mapa del mundo y colocar todo tipo de eventos para despu¨¦s poder comerciar, explorar o batallar. El editor de campa?as no te permite modificar el paisaje, s¨®lo el nivel del mundo donde podr¨¢s poner ciudades o sitios que ya existen en el juego.

Otro punto en contra del editor lo encuentro en la parte de modificaci¨®n del mapa del mundo, en el que para colocar ciudades o cualquier otro recurso hay que introducir por teclado las coordenadas donde queremos que se sit¨²e, cuando lo m¨¢s l¨®gico habr¨ªa sido implementar un sistema que aprovechase m¨¢s la sencillez del rat¨®n.

Compar¨¢ndolo con?

Mi reciente experiencia con Medieval Lords hace que sea una de las primeras cosas que me vienen a la cabeza. El t¨ªtulo de Monte Cristo te da una absoluta libertad para construir una villa a tu antojo. No tiene divisiones cuadriculares, puedes poner caminos en cualquier direcci¨®n y en general, est¨¢ m¨¢s orientado al desarrollo de la creatividad visual lo cual implica que a nivel t¨¦cnico supera con creces a Los Ni?os del Nilo.

Pero si obviamos el plano est¨¦tico y nos vamos al conjunto, Immortal Cities sale ganando de calle. La complejidad general y la profundidad que tiene es algo de lo que no todos los city-building pueden presumir.

Quiz¨¢ lo m¨¢s comparable sea el propio Fara¨®n y los que ya lo conozcan se van a encontrar un juego casi id¨¦ntico en el funcionamiento, pero con especial ¨¦nfasis en la organizaci¨®n social. La mayor¨ªa de edificios de Fara¨®n est¨¢n tambi¨¦n aqu¨ª, la interfaz de juego es casi id¨¦ntica, los paisajes y el minimapa tambi¨¦n? s¨®lo que ¨¦ste es en 3D y algo m¨¢s completo, como no pod¨ªa ser menos.