LocoCycle

Xbox One presenta sus primeros juegos independientes para su lanzamiento. La primera toma de contacto de los indies con la consola no result¨® demasiado acertada. Y no porque Microsoft no quisiera saber nada de estos peque?os estudios que han parido grandes glorias durante la generaci¨®n que nos deja, sino por una falta de informaci¨®n que provoc¨® ciertos recelos entre las desarrolladoras. Twisted Pixel Games, estudio con solera en lo que respecta a producir juegos descargables para la casa Xbox pues han generado lanzamientos como Splosion Man, un 9 sobre 10 para esta casa, y The Gunstringer, de valoraciones m¨¢s ajustadas, se estrena en Xbox One con Loco Cycle.

El concepto tras este t¨ªtulo es difuso, pues no encaja a priori en ning¨²n g¨¦nero concreto de forma exacta. No es un juego de carreras, tampoco es un juego de combates, pero mezclas estos dos conceptos. La mejor manera de definirlo es como un endless runner donde los QTE¡¯s se mezclan con los golpes al estilo Devil May Cry, y en el que como protagonista tenemos a una motocicleta de alta tecnolog¨ªa que arrastra por avatares del destino a un mec¨¢nico latinoamericano llamado Pablo. Todo muy loco, r¨¢pido y directo, sin florituras en ninguno de sus frentes y con un objetivo que no va m¨¢s all¨¢ de entretener durante algunas horas (no demasiadas) usando el mando de Xbox One.

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Todo comienza cuando Big Arms, una estramb¨®tica corporaci¨®n de tecnolog¨ªa militar, presenta dos de sus nuevos inventos entre los que se encuentra la motocicleta I.R.I.S., un veh¨ªculo inteligente, capaz de hablar decenas de idiomas y con inteligencia artificial propia, a lo Coche Fant¨¢stico, pero en versi¨®n femenina. Pablo, un pobre mec¨¢nico latinoamericano, queda atrapado en la rueda de la moto por accidente, y se ve arrastrado carretera abajo en una persecuci¨®n donde la moto trata de escapar de los agentes de Big Arms. La forzada relaci¨®n se estrecha cuando la moto entabla di¨¢logo con el mec¨¢nico dici¨¦ndole que desea viajar hasta Indiana, EE. UU. para competir en una carrera.

Con el motor arrancado y la moto corriendo siempre hacia el horizonte de forma autom¨¢tica, podemos acelerar con el turbo, golpear a los enemigos con diferentes ataques y combos especiales, mientras recorremos pistas por ¡°pantallas¡± divididas en cap¨ªtulos, muy a la vieja usanza, y superamos jefes finales. Loco Cycle tiene ese toque estructural retro que recuerda a los arcades beat¡¯em up cl¨¢sicos. I.R.I.S. utiliza sus armas propias (ametralladora y golpes) combinadas con Pablo, que es un arma en s¨ª mismo al ser arrojado contra los enemigos, por ejemplo, para superar las embestidas a las que se ver¨¢ sometida. Una especie de martirio motorizado para el personaje hispanohablante.

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Controlando los movimientos de I.R.I.S. (izquierda, derecha y turbo), podemos realizar golpes con ella y golpes con Pablo, reaccionar a contraataques pulsando el bot¨®n preciso en el instante indicado, asestar combos a¨¦reos a los enemigos voladores y despachar rivales con otras mec¨¢nicas (por ejemplo, lanzando al mec¨¢nico contra ellos).  El combate moto-cuerpo es suficiente, pero est¨¢ demasiado encasillado a momentos concretos de la partida, lo que hace que las sesiones de juego sean previsibles por su estructura. Y no es que Loco Cycle funcione mal en control o mec¨¢nicas, sino que se presenta una mezcla que se queda corta.

No pod¨ªa faltar un antagonista en este esquema, y ese rol lo asume S.P.I.K.E., la segunda moto de Big Arms que se lanza tras I.R.I.S. para mandarla al desguace, con un estilo heavy metal propio de Los ?ngeles del Infierno. S.P.I.K.E. hace las veces de jefe de nivel en algunas ocasiones enfrent¨¢ndose de t¨² a t¨² a la moto protagonista. Las mec¨¢nicas de combate se alteran cuando toca combate contra boss nutri¨¦ndose m¨¢s movimientos y apoy¨¢ndose en exceso en QTE¡¯s para esquivar golpes, realizar especiales, etc. sin una dificultad demasiado destacable, pero seleccionable en varios niveles.

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Entre combo, combo y QTE se han incorporado algunos minijuegos especiales para, por ejemplo, reparar da?os puntuales sobre la moto que cambian ligeramente la partida, pero tampoco son el acabose jugable. El sistema de juego de Loco Cycle brinda al jugador un gazpacho de elementos razonables y atractivos, pero que no terminan de destacar especialmente. Es un juego descagable que puede dejarte algo fr¨ªo dentro de la primera hornada de t¨ªtulos. De hecho, se hace notar que su producci¨®n se inici¨® en Xbox 360 y se deriv¨® a la nueva m¨¢quina de Microsoft, donde no consigue sorprender tanto como otros juegos del estudio independiente.

Por otra parte, es todo un detalle es que la moto se pueda mejorar (salud, fuerza, etc.) mediante los puntos de experiencia que ganamos jugando los niveles. No es que sea el acabose, pero le da un ligero toque de personalizaci¨®n a las partidas. Siguiendo con el terreno visual, Loco Cycle pasa perfectamente por un juego no ya de la anterior generaci¨®n, sino de sus primeras remesas de juegos. Ausencia casi total de f¨ªsicas, veh¨ªculos que se atraviesan, carreteras que termina haci¨¦ndose repetitivas¡­ El estilo cartoon de los personajes -pr¨®ximos a Kinect Sports Rivals- no justifica la dejadez en ciertos frentes como algunas texturas, los modelados de los veh¨ªculos, etc.

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Twisted Pixel Games no consigue conquistar al ojo con este motor 3D que peca de simple y poco consistente. Volvemos a la idea inicial: Loco Cycle es un juego con un apartado visual que en una tableta o un m¨®vil estar¨ªa bien resuelto, pero que en una consola de nueva generaci¨®n, sobre todo como una de sus primeras apuestas, tiene m¨¢s que ocultar que presumir (se nota que deriva de Xbox 360). Aunque los modelos de los personajes resultan simp¨¢ticos, los escenarios no terminan de ofrecer ese punto necesario para que como juego indie destaque en el cat¨¢logo de la nueva consola de Microsoft. Y en Twisted Pixel Games tienen experiencia suficiente como para haber dado mucho m¨¢s de s¨ª.

Lo absurdo de la trama, que se agradece y hasta resultar¨¢ atractivo para los jugadores amantes de lo casposo (tiene ese toque ¡°absurdo¡± que ofrec¨ªan juegos como el primer Resident Evil con su intro), se refleja en escenas cinematogr¨¢ficas grabadas con actores reales (live action) y repletas de clich¨¦s (basta ver la introducci¨®n con parodias de l¨ªderes pol¨ªticos) en una calidad HD m¨¢s que razonable. Por estas piezas producidas por Legacy Effects pasan actores como como Robert Pattrick, Lisa Foiles, James Gunn y Freddy Rodr¨ªguez, que han trabajado en pel¨ªculas como Planet Terror y Terminator 2. Un reparto que le da un valor a?adido al juego, pero que no pasa de lo anecd¨®tico.

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