Live for Speed (PC)

Hace ya mucho tiempo que desaparecieron de la escena de los videojuegos los programadores solitarios. Estos personajes, mezcla de ermita?os autorecluidos y genios de la programaci¨®n ocuparon un brillante lugar en los primeros a?os del mercado de videojuegos.

Disfruta del juego en movimiento con este v¨ªdeo

Pero a medida que el mercado crec¨ªa y adquir¨ªa una complejidad equivalente a la de la producci¨®n cinematogr¨¢fica desaparecieron lentamente para ser substituidos por equipos multidisciplinares a las ¨®rdenes de las grandes productoras. Hoy d¨ªa es impensable encontrar alg¨²n programador escondido realizando un buen producto y teniendo ¨¦xito en su comercializaci¨®n.

?Impensable? Tal vez no. Tal vez con la ayuda de Internet y un poco de promoci¨®n entre amigos al estilo de las reuniones del Tupperware alguien podr¨ªa (con un juego de cierta calidad) hacerse un hueco entre los gigantes.

Pues el caso es que aqu¨ª tenemos a los se?ores Scawen Roberts, Eric Bailey y Victor van Vlaardingen dispuestos a plantar cara a las corporaciones m¨¢s potentes del mundillo del videojuego. Y nada m¨¢s y nada menos que con un juego de conducci¨®n deportiva. Como si no estuviera el genero requetesaturado hasta el punto de que ilustres marcas han debido abandonar sus productos lami¨¦ndose las heridas econ¨®micas.

Live For Speed es un simulador de carreras automovil¨ªsticas basado en turismos y GT que han desarrollado entre los tres y que se proponen comercializar a golpe de correo electr¨®nico y descarga desde su p¨¢gina Web. Dicho as¨ª puede parecer uno m¨¢s de tantos proyectos bienintencionados pero poco prometedores. Pues nada m¨¢s lejos de la realidad. Se da el caso de que ya hace meses que los programadores han publicado sucesivas demos a cual mejor y m¨¢s completa y est¨¢ pr¨®ximo el momento del inicio de la comercializaci¨®n.

El revuelo que han ocasionado estas demos entre los foros de pilotos de todo el mundo es considerable y la comunidad de pilotos de LFS crece constantemente hasta el punto de que no hay d¨ªa en que no se disponga de m¨¢s de 50 servidores para partidas multijugador.

Si, en efecto, entre sus puntos m¨¢s destacables esta el magn¨ªfico resultado que est¨¢n proporcionando las partidas on-line.  La calidad de las conexiones influye, naturalmente, pero en condiciones normales es f¨¢cil encontrar servidores con pings bajos que proporcionan espectaculares carreras. Cuando as¨ª es el caso las partidas son memorables. Y adem¨¢s la conexi¨®n es sumamente f¨¢cil. A un golpe de tecla aparece una lista de servidores con sus respectivos pings. Otro golpe de tecla y ya estamos inmersos en plena carrera

Junto a este ¨¦xito en la programaci¨®n de las partidas m¨²ltiples corre parejo un excelente modelo f¨ªsico de simulaci¨®n. Aunque cabe esperar mejoras en la versi¨®n final que pronto se lanzar¨¢ ya se puede decir que LFS incorpora el mejor modelado f¨ªsico que se ha visto en juegos de conducci¨®n. Tan s¨®lo le puede hacer sombra (y no es seguro) el magn¨ªfico Grand Prix Legends que lleva camino de convertirse en una presencia eterna en el ordenador de todo aficionado a las carreras.

Naturalmente, para sacar provecho de este modelo se dispondr¨¢ de varios tipos distintos de coches desde los turismos tal cual hasta los monoplazas abiertos pasando por todo lo imaginable a medida que se vayan incorporando complementos al juego inicial. Aunque en las demos disponibles s¨®lo hay un par de circuitos se nos ha dicho que habr¨¢ numerosas pistas tanto urbanas como de circuito. Ya se pueden contemplar im¨¢genes de esos escenarios en la p¨¢gina de los programadores.

Y en este punto se ha de mencionar que la calidad gr¨¢fica es, tambi¨¦n, excelente. No se han hecho concesiones y podremos disfrutar de un entorno muy completo y de gran calidad. Hasta el punto de que se han incorporado efectos como el movimiento de las banderas y follaje de los ¨¢rboles con el viento. No es un asunto trivial puesto que en el modelado f¨ªsico se han incluido los efectos del viento en las velocidades y frenadas de los coches, como si tal cosa. Para mayor diversi¨®n las texturas de los veh¨ªculos son totalmente modificables por el jugador con lo que, de salida, nos evitamos el engorro de tener que andar descifrando formatos gr¨¢ficos novedosos.

Si el aspecto visual es destacable tampoco desmerece el uso del sonido que hace el juego. El chirriar de los neum¨¢ticos es tan inquietante como excitante y el soplado del turbo no deja lugar a dudas sobre la potencia de la bestia que alberga el cap¨®.

Otro punto que merece ser elogiado es el Force-feedback. Pocos juegos hacen un uso efectivo de esta capacidad. En algunos llega a ser una mera vibraci¨®n ocasional. Pero no en LFS donde se pueden sentir con claridad las distintas tensiones del volante a medida que negociamos las curvas, la vibraci¨®n al subirnos a los pianos o la p¨¦rdida de adherencia en los giros bruscos. Se puede, claro, manejar el juego con teclado o rat¨®n. Pero, honestamente, LFS pide a gritos un volante con Force-feedback. Y, si es posible, con embrague.

Del cuidado que est¨¢n poniendo en el desarrollo de este juego da fe el hecho de que apretando la tecla F podemos ver en plena carera un esquema de las fuerzas que inciden en cada neum¨¢tico. Ahora ya no tenemos excusa para bloquear los frenos o perder agarre en esa curva maldita. Un vistazo a la repetici¨®n y a practicar ese sector hasta eliminar fallos.

Ni que decir tiene que disponemos de un buen surtido de ajustes mec¨¢nicos para optimizar el comportamiento de nuestro coche. Desde los habituales reglajes de suspensi¨®n hasta conceptos bastante m¨¢s arcanos en el reglaje de la direcci¨®n.

Lo mejor, no obstante, es que esos cambios funcionan. Muchos jugadores se suelen quejar de que la puesta a punto es muy dif¨ªcil en juegos en los que no hay una sensaci¨®n de CAMBIO en el coche a medida que se prueban las configuraciones. En LFS si que hay cambio y si que SE NOTA. Otra cosa, empero, es que seamos capaces de sacarles rendimiento. Se impone ir poco a poco y practicar mucho.

Este es un punto esencial. Es necesaria la pr¨¢ctica constante para obtener buenos tiempos. No nos enfrentamos a coches de potencias descomunales y frenos irreales como en los simuladores de F1. Vamos a tener que aprender a dosificar con mimo los pedales y los giros de volante. Demasiado de lo uno o lo otro y adi¨®s a nuestra soberbia vuelta. Y lo malo es que hay unos tipos que est¨¢n esperando justamente eso para adelantarte.

En resumen ?Puede este triunvirato de programadores proporcionarnos un simulador que colme nuestras expectativas a un precio razonable?

Del asunto del precio no puedo dar m¨¢s detalles hasta nuevo aviso. Se nos ha asegurado que ser¨¢ un precio razonable y m¨¢s bajo que el de productos similares del mercado convencional. Pero en cuanto a la calidad del producto puedo asegurar sin reservas que lo ya visto hasta ahora es suficiente para aguantar esperanzados su publicaci¨®n.  No ser¨ªa exagerado decir que LFS puede convertirse en las pr¨®ximas semanas en el mejor simulador de conducci¨®n que jam¨¢s hayamos tenido en nuestras manos.