Lego Bionicle

Lego siempre ha sido se?al de creatividad all¨¢ por donde pasa. Son muchos, tanto ni?os como adultos, lo que han dedicado una parte de su tiempo a estos juguetes. ?Perp ser¨¢ Lego Bionicle digno de ese nombre?, m¨¢s bien no...

?Qu¨¦ es lo que hace a un juego divertido? En una pregunta de imposible soluci¨®n, pues nadie ha encontrado el denominador com¨²n que tienen los jugadores a la hora de medir lo placentero de su experiencia, Pero, puesto que la industria ya tiene unos a?os (aunque sigue siendo joven), s¨ª se tienen experiencias sobre que gusta y que no. Por ejemplo, a mucha gente le gustan los juegos de Miyamoto y tambi¨¦n a un gran numero de personas les interesa la obra de Hideo Kojima. M¨¢s concretamente, hay muchos juegos que son considerados, en general, como divertidos o interesantes.

Se entiende que un juego llegue a no ser divertido porque el equipo ha sido demasiado ambicioso y ha intentado innovar. Pero no es comprensible que con un juego normalito, en el que no han necesitado hacer ninguna proeza, al menos no sea divertido ?como se explica eso?. En Bionicle se puede encontrar un caso realmente extra?o, y es que pese a contar con un aspecto t¨¦cnico decente y dejarse jugar gracias a unos controles, sino perfectos, s¨ª jugables, resulta que no ofrece ning¨²n aliciente para jugarlo. Es un juego correcto, pero no apetece jugar a ¨¦l, porque no se ha sabido imprimir eso que se llama diversi¨®n y que tan vital resulta para cualquier juego. No sirve de excusa que est¨¦ marcado a un p¨²blico infantil, pues la simpleza no deber¨ªa ser el rasgo predominante para un ni?o.

El argumento es de lo m¨¢s soso. Un aldeano de la isla Mata Nui debe cargar con el peso de buscar las misteriosas piedras Toa que permiten convocar a los h¨¦roes que ayuden a su pueblo a liberarse del tir¨¢nico gobierno de Makuta. Para ello cuenta con sus dotes atl¨¦ticas, que le permiten saltar y levantar piedras, adem¨¢s de su punter¨ªa lanzando diversos objetos. El aldeano en cuesti¨®n puede ser "creado" por el jugador, aunque la creaci¨®n se limita a elegir el color de las tres piezas en las que se divide el feo mu?ecote que ha tocado en ventura como protagonista. Por tanto, la maravillosa capacidad de los juguetes Lego para estimular la creatividad y crear cualquier cosa, queda en este t¨ªtulo reducida a nada.

El "desarrollo" de este t¨ªtulo se basa en ir por unos escenarios, sorteando obst¨¢culos y resolviendo simples puzzles. Pero los obst¨¢culos son tan ins¨ªpidos, y los puzzles tan obvios, que el atractivo que puedan tener queda reducido en nada. Hay una trama, pero llevada con pinzas, cosa a la que no ayudan los di¨¢logos, que intentan ambientar el juego sin lograrlo, fallando estrepitosamente por lo pesados que pueden llegar a ser.

Como punto de m¨¦rito, se encuentra el hecho de por cada nivel se abre un minijuego, lo que a?ade algo de necesaria variedad. El problema es que no son minijuegos excesivamente inspirados, as¨ª que solo pueden aportar un peque?o extra, bastante insuficiente.

 g r a f i c o s

Correctos, sin m¨¢s. El personaje es feo a rabiar, pero se mueve con bastante fluidez y la animaci¨®n est¨¢ conseguida. Especial menci¨®n merecen algunos efectos, como el del chapoteo del agua cuando uno se cae, pero no ocultan la triste realidad de que se est¨¢ ante un juego de una simpleza visual alarmante, y no es incapacidad de la m¨¢quina (pues juegos como Magical Vacation han demostrado la capacidad de manejar sprites de la peque?a de Nintendo). Lo que hay est¨¢ bien realizado, pero resulta escaso y ¨¢rido, un paisaje que resulta dif¨ªcil de gustar.

  s o n i d o

Al igual que todo lo dem¨¢s, cansado. Al poco rato de partida, resulta imposible sucumbir a la tentaci¨®n de quitar el sonido y escuchar algo de buena m¨²sica. Las melod¨ªas son poco inspiradoras, m¨¢s bien mediocres, al igual que su calidad, por lo que no se hacen merecedoras de mucha atenci¨®n. Los efectos digitalizados son agradables, con diversos sonidos puntuales, pero tampoco son nada del otra galaxia, discretos ser¨ªa la palabra m¨¢s justa.

 j u g a b i l i d a d  

Bionicle se juega desde una perspectiva a¨¦rea, que no presenta inconvenientes importantes de visionado. En lo que flojea bastante es en el control, pues aunque responde bien, la propia mec¨¢nica del juego lo complica. Resulta que una de las principales "armas", consistir¨¢ en levantar una pesada roca y arrojarla encima del enemigo de turno. Para eso, habr¨¢ que direccionarse bien, y darle la fuerza que se quiera pulsando el bot¨®n indicado, lo que en la pr¨¢ctica, hace que resulte bastante complicado acertar a la primera.

No hay mucho que decir. Marchar por unos parajes casi des¨¦rticos, sortear los obst¨¢culos que puedan surgir, aplastar las alima?as a base de arrojar cantos rodados, y jugar a los minijuegos que van surgiendo a medida que se avanza, algo de agradecer pues da variedad, pero no lo suficiente como para paliar la monoton¨ªa general del juego.

 c o n c l u s i o n

Un mal juego en general. Hay infinitos t¨ªtulos mejores que este para la peque?a de Nintendo, y a este redactor no se le ocurre ni un solo motivo para aconsejar este t¨ªtulo, ni siquiera a los amantes de los juguetes Lego, que bien har¨¢n en guardar su dinero para nuevos kits Lego, de donde sacar¨¢n mucho m¨¢s provecho.  

 l o  m e j o r

 l o  peor