El peor juego de la PSX.

Los pinballs son de esa clase de m¨¢quinas recreativas que nunca faltan en un sal¨®n arcade pero que no llaman demasiado la atenci¨®n. No est¨¢n presentadas en muebles rimbombantes y, si tienen una pantalla con la que intentar aumentar la espectacularidad de las partidas, ¨¦sta no es demasiado grande ni suele contar con portentosos efectos sonoros ni consigue deslumbrarnos proezas gr¨¢ficas. Se puede decir que las conocidas como M¨¢quinas del Mill¨®n (a causa de la facilidad con la que es posible conseguir alt¨ªsimas puntuaciones) son el mejor ejemplo de que para divertirse no hace falta montarse en el simulador de moda o pilotar una moto virtual.

Los pinballs para sistema dom¨¦stico normalmente suelen aportar como principales bazas un impresionante apartado gr¨¢fico y sonoro, un elevado n¨²mero de mesas y algunos incluso un editor de m¨¢quinas con el que crear nuestra recreativa so?ada, lo que siempre es de agradecer, porque incluso contando con un n¨²mero elevado de mesas puede que lleguemos a aburrirlas a todas ellas. Uno de los mejores pinballs que recuerdo para cualquier consola es, sin duda, el genial "Devil's Crush", el cu¨¢l ¨²nicamente comparte con ¨¦ste el g¨¦nero y que est¨¢ inspirado en una banda de m¨²sica. En cotas de calidad nada que ver con "Kiss Pinball", una de las ¨²ltimas producciones de Take 2.

Lo cierto es que tan s¨®lo 2 mesas se antojan como algo del todo insuficiente para conseguir mantener nuestra atenci¨®n por un tiempo considerable. S¨ª, es cierto que las canciones de una banda heavie tan popular como es Metal Kiss aumentan considerablemente el inter¨¦s de este compacto y, por consiguiente, su tiempo de vida. Pero creedme si os digo que, si os hac¨¦is con ¨¦l, no pasar¨¢ demasiado antes de que lo relegu¨¦is al fondo de vuestro armario. Una l¨¢stima, porque extras tan originales como los videos musicales de este grupo tan ca?ero han ca¨ªdo en saco roto a causa del poco acierto de Take 2. Mejor suerte la pr¨®xima vez.

Wilrdfire ha conseguido su meta. Han estado trabajando muy duro con KISS Pinball, d¨ªa a d¨ªa, noches en vela, para conseguir el resultado m¨¢s lastimoso del cat¨¢logo de la gris de SONY. ?Qu¨¦ cuales han sido los factores?, pues muy f¨¢cil. El contar con tan solo dos tablas ya es de por s¨ª es un empuj¨®n que ha ayudado, y mucho, a crear este panorama tan menoscabo. Pero el empuj¨®n deber¨ªa de ser el m¨ªo, al coger la caja y defenestrarla de una vez por todas.

Si todav¨ªa sigues ah¨ª, leyendo este an¨¢lisis, es que tienes un aguante que ya quisieran para si los castigados al via crucis. Pero tengo algo en mi manga que te obligar¨¢ a dejar de perder tu tiempo. Pues bien, si no has tenido suficiente, te advierto que la resoluci¨®n del juego que nos ocupa es digna de una consola a varias generaciones hac¨ªa atr¨¢s, siempre manteniendo un respeto claro. Porque en realidad no merece que ni se le compare a viejas glorias de esta industria que sudaron para explotar las posibilidades de una plataforma, pero que por una mera cuesti¨®n de tecnolog¨ªa, se quedo a medio camino. Sin embargo, KISS Pinball no pretende absolutamente nada. Bueno si, aburrirnos a la vista. Desde luego, misi¨®n cumplida.

  m  ¨²  s  i  c  a

Evidentemente, la banda de "heavy glam" deja su huella a base de guitarras el¨¦ctricas y gritos con el timbre m¨¢s agudo que ha pasado por videojuego alguno. Esto, puede que no sea nada malo, siempre y cuando te guste este cuarteto que antes de la m¨²sica se dedicara a unos menesteres m¨¢s vehementes. Si por el contrario, no aguantas a las caras pintadas hasta por las orejas, a buen seguro que no bajar¨¢s el sonido al primer acorde.

  s  o  n  i  d  o   f  x

Las digitalizaciones son m¨¢s que correctas. Los t¨ªpicos sonidillos del mill¨®n retumbando sobre tus manos y oyendo como la bola de metal choca contra todas las superficies de la m¨¢quina es de todo plausible. Las voces digitalizadas, adem¨¢s, tambi¨¦n est¨¢n m¨¢s o menos a la altura... a la altura de un rascacielos si se compara con el resto de apartados de este t¨ªtulo.

  j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d

Pulsas dos botones, se mueven las palancas, pulsas otro, y salta el muelle para expulsar a la bola. Muy sencillo el control, de eso no cabe duda, y, como aliciente, puedes mover el esqueleto del Pinball y provocar los m¨¢s que agradables Tilt si est¨¢s hastiado de tantos movimientos in¨²tiles.

Lo malo es que toda la facilidad con que se controla, que igualmente tampoco es algo muy novedoso dentro de este g¨¦nero, aburrir¨¢s, cansar¨¢s y manir¨¢s como nunca lo has hecho las dos ¨²nicas fases que hay a tu disposici¨®n. Para, posteriormente, probar suerte en el resto de niveles de dificultad.

Supongo que Take 2 habr¨¢ pensado que como ya es un regalo otorgarnos la posibilidad de jugar al mill¨®n gratis, pues con tan solo dos de estas estructuras tendr¨ªamos para dar y regalar. Y de hecho, no tenemos ni para comenzar. Es de lo m¨¢s ef¨ªmero y vol¨¢til que se ha visto nunca, se deshar¨¢ de tus manos a los dos d¨ªas, se vaporizar¨¢ como el agua en plena ebullici¨®n o como el alc¨¢nfor quem¨¢ndose y consumi¨¦ndose en un aire obstruido. Vamos, que adem¨¢s de ser corto, desprende un aura de repulsi¨®n que har¨¢ que lo abandones para siempre nunca jam¨¢s en un caj¨®n, en el armario, o porque no, devolverlo en tu establecimiento habitual o canjearlo por algo que te entretenga m¨¢s, como por ejemplo... ?el kendama?. A lo mejor eso m¨¢s sofisticado...

  c  o  n  c  l  u  s  i  ¨®  n

Ya ha quedado claro que he estado dedicando unas cuantas l¨ªneas a un compacto que pasar¨¢ a la historia por una simple raz¨®n: es el peor juego de PSX. Dificil de creer que un cat¨¢logo tan amplio como este, con tantos infortunios, traspi¨¦s o deslices, haya visto como KISS Pinball les pasaba la mano por la cara y ense?aba, a todos, lo que es realmente un juego insulso se mire por donde se mire.

Se me olvidaba una cosa: te guste o no KISS, te gusten o no los Pinball, no te lo recomendamos por nada del mundo. Dos tableros es como... ?una tomadura de pelo?... desde luego que s¨ª.