Kingdom Hearts RE: Chains of Memories
Vuelve Sora y lo hace con un regalo en toda regla; el remake del cl¨¢sico Chains of Memories de GBA en el que, mediante el motor gr¨¢fico de la aventura original, los carism¨¢ticos protagonistas de la franquicia recorren los entresijos del Castillo del Olvido. Un t¨ªtulo con el que disfrutar, un homenaje a los miles de fans segregados por el globo, a quien va dirigido claramente este producto.
Vuelve Sora y lo hace con un regalo en toda regla; el remake del cl¨¢sico Chains of Memories de GBA en el que, mediante el motor gr¨¢fico del Kingdom Hearts original, los carism¨¢ticos protagonistas de la franquicia recorren los entresijos del Castillo del Olvido, reencontr¨¢ndose con viejos amigos. Un t¨ªtulo con el que disfrutar, un homenaje a los miles de fans segregados por el globo a los que va dirigido claramente este producto.
Square Enix es una fuente de sorpresas, una compa?¨ªa que del d¨ªa a la ma?ana parece haberse dado de sus errores para comenzar ?una nueva etapa' en la que asentarse y volver a retomar algo del prestigio perdido. Kingdom Hearts es una de las principales bazas de una empresa que curiosamente ha venido de menos a m¨¢s en los ¨²ltimos meses, y Chain of Memories un homenaje a una de las franquicias que m¨¢s ¨¦xito y popularidad ha logrado desde que llegase al mercado. Este remake del cl¨¢sico de GBA comienza exactamente donde el original cerraba el tel¨®n, con Pluto corriendo por una enorme pradera mientras Sora, Donald y Goofy le persiguen con el fin de averiguar qu¨¦ esconde la carta que el perro se niega a soltar.
En el camino, un extra?o encapuchado aparece, y con tono filos¨®fico y enigm¨¢tico desvela a Sora un tr¨¢gico destino en el que por medio de una especie de adivinanza se resume el argumento del juego. Para adquirir cosas nuevas hay que desechar otras inservibles, antiguas; recuerdos que se perder¨¢n para siempre si realmente queremos que el destino se desvele ante nuestros ojos. Una circunstancia compleja, extra?a y muy confusa que nos conduce al Castillo del olvido, Castle Oblivion en el original, un aut¨¦ntico laberinto repleto de habitaciones en donde se revisa la memoria de Sora, sus sentimientos, todo cuanto alberga en su interior un personaje que ha demostrado sobradamente su val¨ªa y fuerza vital.
La historia se torna cuanto menos parad¨®jica si echamos un vistazo al pasado, cuando la edici¨®n especial de Kingdom Hearts II llega al mercado japon¨¦s. Una versi¨®n con numerosos extras entre los que figuraba este mismo Chain of Memories que una vez m¨¢s no cumpli¨® los requisitos para dar el salto y llegar hasta occidente. A?os m¨¢s tarde, Square Enix decide lanzar el juego por separado para ofrecer a los aficionados la posibilidad de disfrutar de un Chain of Memories en 3D, totalmente adaptado al sistema de control original manteniendo la peculiar mec¨¢nica de cartas, que por otro lado forma para inherente del argumento. Si por algo podemos apreciar la aparici¨®n de la edici¨®n norteamericana es porque anuncia un lanzamiento europeo que tendr¨¢ lugar dentro de algunos meses, presumiblemente traducido al castellano.
Squall y Yuffie nos dan una fr¨ªa bienvenida, y poco tardamos en comprobar que en su memoria somos completos desconocidos, o al menos en apariencia. Castle Oblivion es un paraje construido en funci¨®n de los recuerdos de Sora, un mundo irreal en el que se confunden realidad y ensue?o. Los mismos sincoraz¨®n que circulan por nuestro alrededor forman parte de un recuerdo, y como tal resultan id¨¦nticos a los que pudimos disfrutar en el Kingdom Hearts original. El nuevo entramado gr¨¢fico nos garantiza disfrutar de toda esta introducci¨®n y de las escenas desde un punto de vista diferente, id¨¦ntico en esencia, pero con un plus de fuerza al tomar una forma mucho m¨¢s consistente que en GBA.
No hay muchas sorpresas en este aspecto, y como venimos diciendo a lo largo del texto es fundamental recordar que estamos ante un motor gr¨¢fico que data de 2002, a¨²n lejos de que PlayStation 2 tocase techo en este sentido. Resulta l¨®gico que los entornos y el resto de animaciones no destaquen precisamente por su calidad, pese a que siguen presentando un aspecto saludable y exento de problemas de peso que lastren el aspecto del juego. Con todo, no nos podemos olvidar de que estamos ante un juego que pasa de la vista isom¨¦trica del Chain of Memories original a una c¨¢mara en 3D que s¨ª arrastra todos y cada uno de los imperfectos que nos hac¨ªan la vida imposible en Kingdom Hearts -parte de los cuales siguieron presentes tambi¨¦n Kingdom Hearts II-.
Son aspectos que ya conocemos gracias a la informaci¨®n que podemos encontrar en cualquier p¨¢gina web o comunidad especializada en la materia, o simplemente habiendo jugado a Kingdom Hearts II. Por este motivo es tan importante el argumento, porque ata los cabos sueltos que no han sido capaces de aclarar las otras aventuras que hemos presenciado hasta el d¨ªa. Es una forma optimista de entender el remake, no como un simple producto comercial fuera de sitio y en mal contexto. No se puede negar que muchos aficionados descubrir¨¢n el juego gracias a esta edici¨®n, si bien o se justifica que no haya llegado antes y acompa?ada de Kingdom Hearts II: Final Mix+. Tampoco lo vamos a pedir peras al olmo: la calidad del remake justifica esta adaptaci¨®n, realmente cuidada en muchos sentidos.
El sistema de combate es un buen ejemplo de lo anteriormente expuesto, con las cartas como protagonistas. A diferencia del sistema original, aqu¨ª no podemos entrar directamente en combate con nuestro enemigo, sino que es necesario acercarnos hasta ¨¦l. Pasamos entonces a un espacio cerrado por el que podemos caminar a nuestro antojo, y en el que tendremos que hacer buen uso de las cartas para poner en pr¨¢ctica los ataques y hechizos que est¨¢n presentes en la memoria de Sora. Goofy, Donald y el resto del plantel de personajes secundarios que nos apoyan en combate pasan a ser invocaciones que nos prestan sus servicios durante unos instantes para desaparecer sin dejar rastro. En la parte inferior de la pantalla, como bien podr¨¦is apreciar en las im¨¢genes, encontramos una ruleta de cartas que desaparecen despu¨¦s de cada uso. Por suerte contamos con la posibilidad de rellenar de nuevo el casillero tantas veces como queramos, a costa de perder unos segundos adicionales cada vez que recargamos.
A cada carta le sigue un n¨²mero que representa su rango, especificados del uno al nueve. Los primeros combates son sencillos y apenas exigen que tengamos en cuenta cu¨¢ntas veces apretamos el bot¨®n de atacar, pero la historia cambia cuando empezamos a vernos ante situaciones algo m¨¢s comprometidas. En cada combate nos podemos encontrar con m¨¢s de una docena de contrincantes, que tambi¨¦n emplean las cartas y este particular sistema de rangos para efectuar sus ataques. Si un personaje utiliza una carta superior a la del rival, ¨¦ste no s¨®lo recibe da?o sino que adem¨¢s pierde su turno. Hay diferentes tipos de cartas, y conseguirlas todas se convierte en una de las tareas secundarias del juego con las que pasar algo de tiempo entreteni¨¦ndonos.
Resulta tan ¨²til como pr¨¢ctico, y una vez nos hacemos con el sistema dejamos de echar de menos el gatillo f¨¢cil. No se pierde rapidez, de hecho se gana en profundidad al obligarnos a reunir variar cartas para emplear ataques especiales o causar m¨¢s da?o al enemigo cuando atacamos. Mientras tanto, ascendemos de nivel, obteniendo nuevas habilidades, m¨¢s fuerza f¨ªsica o vitalidad. La mec¨¢nica no es tan diferente a lo que estamos acostumbrados a ver, y qu¨¦ duda cabe que resulta ser una fiel representaci¨®n del sistema original, con una c¨¢mara en 3D que dificulta un poco m¨¢s el proceso. Es el precio que hay que pagar por contemplar unos gr¨¢ficos maduros y complejos que los del original.
Al finalizar los combates somos recompensados con cartas de distintos tipos y rangos, que generalmente nos sirven para cumplir los requisitos que nos demandan las puertas de cada habitaci¨®n. Nos acostumbraremos r¨¢pidamente a entrar en una sala, abatir a todos los enemigos y a dirigirnos hacia la puerta con el fin de aplicar las cartas necesarias para poder seguir avanzando, un sistema que a la larga se torna m¨¢s complicado y exigente de lo que puede parecer a primera vista. A cada nuevo escenario que visitemos var¨ªan las cartas, por lo que tenemos a nuestra disposici¨®n un buen n¨²mero de ataques y de posibilidades de cara a salir victoriosos de las batallas.
En general el juego puede presumir de gozar de las mismas virtudes que su antecesor, pero de un modo mucho m¨¢s sencillo y resumido. No es un juego muy profundo, esto es algo que salta a la vista durante las primeras horas de juego, pero s¨ª logra incorporar un sistema de juego muy similar al original, bien implementado y que asegura horas de juego y de diversi¨®n. Aparte de todo esto, queda por explorar un argumento que no tiene por qu¨¦ conocer todo el mundo necesariamente, y que encima goza de tantos matices y de una riqueza argumental suficiente como para entusiasmar a los aficionados o a cualquier otro que se preste a disfrutar de un buen RPG.
Adem¨¢s, hay que tener siempre en mente que nos estamos ante un juego que haya sido pensado para venderse de forma independiente, sino que formaba parte esencial de un pack de coleccionistas, o sencillamente de una edici¨®n mejorada, que como dec¨ªamos nunca lleg¨® a tierras europeas. Ojal¨¢ la historia cambie -eso parece-, y esta vez no nos perdamos un t¨ªtulo que no deber¨ªa perder de vista ning¨²n aficionado a la serie. Adem¨¢s llega al mercado norteamericano a precio reducido, una prueba m¨¢s de las ?buenas' intenciones de Square Enix, compa?¨ªa con la que abr¨ªamos el texto y que tambi¨¦n nos acompa?a en su cierre.
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