La excusa de la portabilidad ha llevado a muchas compa?¨ªas a reeditar en PSP t¨ªtulos que ya cuentan con algunos a?itos a sus espaldas. Tal es el caso de los dos ¨²ltimos RPG que han sido lanzados en nuestro pa¨ªs, Breath of Fire III y Tales of Eternia, los cuales resultan ser conversiones de juegos que ya aparecieron a?os atr¨¢s bajo los circuitos de la primera PlayStation. Debido a ello, no logran aprovechar ni por asomo la capacidad t¨¦cnica de la potente port¨¢til de Sony.
Teniendo esto en cuenta, la aparici¨®n en nuestro pa¨ªs de Key of Heaven toma una importancia a?adida, ya que al fin nos encontramos ante un RPG de acci¨®n al estilo oriental exclusivo para PSP, que nos ofrece un espect¨¢culo visual de excelente factura, impensable de ver en una port¨¢til hasta hace no mucho tiempo.
Tras un Primeras Impresiones en el que desgran¨¢bamos varias de las caracter¨ªsticas de Key of Heaven, os ofrecemos ahora una valoraci¨®n definitiva del juego. Pero antes de nada os dejamos con el pr¨®logo a una aventura que nos llevar¨¢ unas veinte horas completar, en la que recorreremos de un extremo a otro un continente que exhala misticismo oriental por todos sus poros.?
La Gran Guerra
Suele decirse que el Gran Oc¨¦ano es vasto e infinito, un enorme manto azul que cubre el planeta por completo, cuyo l¨ªmite el ser humano jam¨¢s ha logrado alcanzar. Sin embargo esto no es del todo cierto. En realidad, salpicando el inmenso oc¨¦ano se hallan nueve continentes repletos de vida, aunque las largas distancias existentes entre unos y otros hacen que permanezcan aislados entre ellos. S¨®lo los habitantes de Seima, el continente tecnol¨®gicamente m¨¢s avanzado del planeta, conocen la existencia de los otros ocho.
En el pasado, los gobernantes de Seima decidieron entrar en contacto con su vecino m¨¢s cercano: el continente de Ouka. Y no lo hicieron con vistas a entablar lazos de amistad o relaciones comerciales con los nativos, sino con la intenci¨®n de derrotarlos y sumirlos en la esclavitud. La Gran Guerra lleg¨® a las costas de Ouka sin previo aviso y tom¨® por sorpresa a sus habitantes.
Tanto fue as¨ª que el clan Byakko, situado al oeste de Ouka, acab¨® siendo invadido en un tiempo record. Una vez establecidos, los invasores de Seima decidieron atacar con contundencia las tierras de Kirin, ya que los guerreros de aquel lugar parec¨ªan ser los m¨¢s poderosos de toda Ouka. Este nuevo ataque fue igualmente devastador, y los habitantes de Kirin apenas pudieron contener a los despiadados soldados de Seima, por lo que casi acaban siendo destruidos por completo.
Por fortuna, para aquel entonces los tambores de guerra se hab¨ªan extendido por todos y cada uno de los extremos de Ouka. Los restantes clanes que habitaban el continente, Seiryu, Suzaku y Genbu, unieron sus fuerzas y plantaron cara a los invasores. El conflicto fue largo y sangriento, aunque por fortuna acab¨® decant¨¢ndose del lado de Ouka. Los invasores de Seima fueron finalmente expulsados del continente, y la paz volvi¨® a reinar en aquellas ancestrales tierras.
Trescientos a?os despu¨¦s, en la ¨¦poca actual, la semilla de la muerte y la destrucci¨®n ha vuelto a germinar sobre Ouka, esta vez tomando la forma de lo que parece ser una sangrienta guerra civil entre clanes. Las tierras situadas al este de Ouka, gobernadas por el clan Seiryu, son brutalmente atacadas sin previo aviso ni justificaci¨®n por los guerreros de Kirin. El conflicto resulta ser tan breve como devastador para los disc¨ªpulos Seiryu, ya que todos acaban siendo exterminados sin miramientos, aunque una joven aprendiz logra escapar de la masacre y se dirige hacia la aldea m¨¢s cercana para buscar refugio...
Incentivos para viajar por Ouka
El hilo argumental de Key of Heaven, aunque acaba adoleciendo de poca profundidad y falta de originalidad, logra desarrollarse de manera m¨¢s que decente, convirti¨¦ndose as¨ª en un aliciente para avanzar en la aventura. De todas maneras, sin duda los mayores atributos del t¨ªtulo son tanto la fenomenal ambientaci¨®n oriental con reminiscencias a la china de hace un par de milenios -algo a lo que contribuyen los id¨ªlicos escenarios y la excepcional m¨²sica del juego- como la tem¨¢tica adulta de sus gr¨¢ficos. Los Action RPG orientales suelen estar plagados de personajes ani?ados o con est¨¦tica Super Deformed, por lo que es de agradecer que Climax haya huido por una vez de este t¨®pico.?
Sin embargo, la mayor traba de la aventura es lo repetitiva que puede llegar a tornarse en sesiones de juego prolongadas, ya que pr¨¢cticamente lo ¨²nico que haremos ser¨¢ o bien visitar ciudades para hablar con sus habitantes o combatir durante nuestros largos recorridos de un emplazamiento a otro. Sin duda se hecha en falta mayor variedad, ya sea en forma de minijuegos o de situaciones de acci¨®n que huyan del combate cuerpo a cuerpo con el enemigo.
Sistema de combate
Algo que destaca con luz propia sobre todo lo dem¨¢s en lo referente al sistema de combate de Key of Heaven son los 150 -s¨ª, hab¨¦is le¨ªdo bien- movimientos de ataque diferentes que nuestro protagonista puede aprender para deshacerse de sus enemigos. Lo mejor de todo es que el control se ha simplificado al m¨¢ximo, con un sistema de pergaminos para construir nuestros propios combos y un ¨²nico bot¨®n para ejecutarlos, as¨ª que nada de largas series en las que debemos pulsar diferentes botones en un orden concreto, lo cual suele llevarnos en otros juegos a ejecutar ¨²nicamente los combos m¨¢s simples y efectivos. Gracias al sistema de Key of Heaven, podremos usar todos y cada uno de los 150 golpes disponibles como y cuando queramos. Todo un acierto.
Los 150 movimientos -denominados Kenpu- se distribuyen en cinco categor¨ªas diferentes, una por cada clan existente en Ouka, por lo que tambi¨¦n puede decirse que tendremos disponibles varios estilos de lucha distintos. Existe uno que da mucha preferencia a las patadas, otro que presta especial atenci¨®n a las estocadas con el arma, o una clase que pone especial hincapi¨¦ en los giros y los ataques en arco... Sin duda, nos encontramos ante el Action RPG con el cat¨¢logo de ataques cuerpo a cuerpo m¨¢s grande jam¨¢s visto hasta ahora.
Sin embargo, el sistema de combate de Key of Heaven no est¨¢ exento de peros. En primer lugar, no existen puntos de magia, por lo que los hechizos pueden ejecutarse cuantas veces queramos. El ¨²nico requisito es recargar la barra de magia, dejando el bot¨®n cuadrado pulsado durante un breve instante. Esto nos otorga una clara ventaja sobre los adversarios y hace que los combates sean en muchos momentos m¨¢s f¨¢ciles de lo que ser¨ªa deseable. Y hablando de adversarios, ¨¦stos pecan de una variedad m¨¢s bien escasa.??
Gr¨¢ficos
El apartado gr¨¢fico de Key of Heaven, en lo que a escenarios se refiere, s¨®lo puede ser definido con una palabra: magistral. A lo largo de nuestra aventura se nos ofrecen bell¨ªsimos parajes que resultan ser todo un regalo para la vista. Recorreremos Ouka de un extremo a otro por sus largas carreteras y caminos mientras por la pantalla de nuestra PSP se suceden ciudades, monta?as, aldeas, templos, pueblos, r¨ªos o lagos creados con un gusto exquisito.
S¨®lo por disfrutar de tan on¨ªricos paisajes merece la pena avanzar en el juego. Se nota que este t¨ªtulo es un desarrollo exclusivo para la consola port¨¢til de Sony, ya que adem¨¢s los escenarios est¨¢n libres de ralentizaciones, popping o cualquier atisbo de niebla. E incluso la resoluci¨®n de las texturas es en ocasiones m¨¢s alta de lo que estamos acostumbrados a ver en PSP. En cuanto a los personajes principales de Key of Heaven, tanto el protagonista como sus principales aliados y enemigos poseen un buen dise?o y una notable carga poligonal, con menci¨®n especial a las conversaciones en primer plano en la que los personajes gozan incluso de expresiones faciales.
Sin embargo, incluso el mejor apartado del juego no se ve libre de trabas. El excelente cuidado con el que los grafistas han tratado a los escenarios y personajes principales contrasta completamente con la poca atenci¨®n dedicada a los aldeanos y personajes secundarios que pululan por toda Ouka. Vayamos donde vayamos, siempre nos encontraremos con el mismo modelo de anciano, la misma ni?a, el mismo hombre adulto, la misma mujer, etc., todos repiti¨¦ndose una y otra vez. Adem¨¢s, estos personajes desaparecen como por arte de magia a poco que nos alejemos de ellos, por lo que podemos encontrarnos con lugares que parecen vac¨ªos de vida, hasta que comenzamos a caminar y los aldeanos aparecen de improviso justo delante de nosotros. Tambi¨¦n sorprende entrar en cualquiera de las posadas distribuidas por Ouka y encontrarnos con que el interior es exactamente igual en todos los casos.??
M¨²sica y sonido
La traducci¨®n al castellano de Key of Heaven es bastante buena, nada que objetar en este aspecto. Tan s¨®lo hemos encontrado un par de errores rese?ables, que m¨¢s tienen que ver con un descuido por parte de los traductores -un mercader preguntando qu¨¦ queremos comprar cuando en realidad estamos vendiendo objetos, por ejemplo- que con errores de ortograf¨ªa o similares.
Las voces no han corrido igual suerte; como viene siendo tristemente habitual en los juegos desarrollados por compa?¨ªas niponas, ¨¦stas siguen neg¨¢ndose a localizar sus t¨ªtulos al castellano. Tendremos disponibles dos idiomas diferentes: ingl¨¦s y japon¨¦s, as¨ª que al menos los puristas estar¨¢n contentos. La m¨²sica es otro de los apartados fuertes de Key of Heaven, todo gracias a una banda sonora compuesta por bell¨ªsimas melod¨ªas de corte oriental que contribuyen a ambientar de manera magistral el desarrollo del juego.