Jettomero: Hero of the Universe
- PlataformaXBO6PC6
- G¨¦neroAventura, Acci¨®n
- DesarrolladorGhost Time Games
- Lanzamiento15/09/2017
- TextoEspa?ol
- EditorGhost Time Games
Jettomero: Hero of the Universe, an¨¢lisis
Ser el h¨¦roe que salvar¨¢ a la humanidad nunca es tarea f¨¢cil, pero causar m¨¢s perjuicio que beneficio en el intento jam¨¢s fue menos dif¨ªcil. Jettomero nos recuerda que un gran poder conlleva una gran responsabilidad, y que un gran tama?o requiere much¨ªsimo cuidado.
Jettomero, an¨¢lisis.
Entre la enorme cantidad de lanzamientos de corte independiente que se producen cada mes, la b¨²squeda de distintivos que permitan destacar es cada vez m¨¢s complicada y variada. En Ghost Time Games han optado por un apartado visual llamativo que atraiga por s¨ª mismo y, tambi¨¦n, una propuesta original a nivel argumental y jugable: encarnar a un robot gigante y torp¨®n dispuesto a salvar a la humanidad y no extinguirla en el intento.
Doblemente entra?able.
Jettomero cuenta la historia de un robot gigante con amnesia total: no recuerda cu¨¢ndo fue creado, qui¨¦n lo hizo ni por qu¨¦; lo que le lleva a una total crisis existencial y a la primera pregunta que alguien sin instintos primarios puede hacerse: el prop¨®sito de su existencia. A este respecto, no parece haber nada mejor que hacer que explorar los planetas repartidos por cada sistema que ir¨¢ visitando, lo cual le lleva a encontrarse de lleno con la raza humana y, dada la simpat¨ªa que le despiertan esos diminutos seres desde el primer momento, decide que ser¨ªa un noble cometido el tratar de mantenerlos a salvo. No deja de ser curioso porque es, posiblemente, la tarea que peor se le podr¨ªa dar.
Aunque nadie podr¨ªa dudar de sus buenas intenciones, ya en la primera toma de contacto podemos observar que ¨¦l mismo entra?a el mayor de los peligros para los humanos, puesto que su descomunal tama?o e incre¨ªble poder van acompa?ados de una torpeza s¨®lo alcance del m¨ªtico Steve Urkel. Cada paso de Jettomero hace temblar el planeta entero, y sus constantes vaivenes y p¨¦rdidas de equilibrio provocan numerosos destrozos, obligando a una respuesta armada por parte de los humanos que el buen androide comprender¨¢ y respetar¨¢ al son de su lema: ¡°no pretendo lastimar¡±. De hecho, los m¨¢s perjudicados ser¨¢n los propios hombres, ya que sus ataques no hieren ni enfadan, pero s¨ª obstaculizan el control del robot sobre sus propios pasos, lo que aumenta las posibilidades de desastre.
Mientras a¨²n nos preguntamos cu¨¢l es el mal que Jettomero podr¨ªa combatir, nos encontramos de lleno con el objeto de su causa: existen planetas poblados de seres humanos que son atacados por criaturas gigantes capaces de lo peor. Aunque nuestro educado y diplom¨¢tico h¨¦roe trata de dialogar antes de recurrir a la violencia, sus enemigos no dar¨¢n opci¨®n y tendremos que luchar a muerte con cada uno de ellos. A lo largo de la b¨²squeda y consecuci¨®n de estos enfrentamientos, Jettomero ir¨¢ descubriendo partes de su pasado que le permitir¨¢n tomar plena conciencia de su origen y su misi¨®n.
Tras el velo de la originalidad.
La primera toma de contacto con el juego despierta una sonrisa y curiosidad. El control del personaje, lento, tosco e impreciso para dificultar en lo posible que no derribemos cada edificio que se nos ponga a tiro, es divertido en un principio y nos levanta expectativas sobre los retos que, en base a ello, nos presentar¨¢n. Adem¨¢s, la introducci¨®n de cada nueva mec¨¢nica promete cierta variedad a modo de minijuegos: dentro de cada planeta habremos de buscar combustible, partes de nuestro cuerpo personalizable y enemigos, intentando ocasionar pocos destrozos; durante los combates tendremos que realizar una serie de combinaciones de botones, estilo quick time event; cuando un planeta est¨¦ a salvo, podremos volar por el espacio dirigi¨¦ndonos a cualquier otro; por ¨²ltimo, tras los combates tendremos un puzle que desbloquea una parte de la historia de Jettomero, consistente en un texto a descifrar probando combinaciones de letras.
A pesar de que el inicio es entretenido y parece que el juego ofrecer¨¢ una experiencia din¨¢mica, lo cierto es que la repetici¨®n de patrones (viajar a un planeta, buscar, luchar si se da el caso, volver al espacio) deja de tener gancho demasiado pronto. Seguir la historia es lo que m¨¢s puede incitar a continuar ya que, a pesar de ser bastante simple, tambi¨¦n es interesante y nos invita a ciertas reflexiones. El problema est¨¢ en que hay pocos momentos de avance de la trama (uno por sistema), siendo el resto de planetas peque?os espacios que recorrer en busca de partes personalizables de Jettomero. Al principio tambi¨¦n llaman la atenci¨®n los pocos elementos interactuables (incendios, tormentas, asteroides¡), pero pronto pasan a un segundo plano por su nulo impacto en el conjunto del juego. Todo esto lleva a recomendar su disfrute en peque?as dosis, dado que la sensaci¨®n de monoton¨ªa pesa pronto.
Viaje espacial expr¨¦s.
Por lo dicho en el p¨¢rrafo anterior, que el juego sea corto se antoja necesario, m¨¢s all¨¢ de valorarlo como una virtud o un defecto. Sin embargo, s¨ª se convierte en un problema cuando hablamos de un t¨ªtulo que puede ser perfectamente completado al 100% en una sola tarde, coleccionables incluidos. No es nuestra intenci¨®n establecer el justo precio de ning¨²n producto que lleva su esfuerzo y trabajo detr¨¢s, pero s¨ª advertir que el juego s¨®lo nos llevar¨¢ hasta las tres o cuatro horas si nos dedicamos a coleccionar todo y dar varias vueltas por el espacio por puro placer de explorar o probar cosas, ya que ce?irse a la historia nos llevar¨ªa un suspiro.
A esto contribuye tambi¨¦n la ausencia de retos en el juego base, pues la exploraci¨®n es r¨¢pida y muy sencilla, y los combates tambi¨¦n son muy f¨¢ciles. Donde m¨¢s tiempo podremos entretenernos es en las pruebas de descifrar textos, que en los ¨²ltimos cap¨ªtulos son m¨¢s largas y dif¨ªciles, y en alg¨²n evento totalmente opcional como perseguir aros a trav¨¦s del espacio. No hay que condenar a Jettomero por no ofrecer un gran reto, ya que es evidente que su gran apuesta es la experiencia visual y la trama, reduciendo el punto interesante de la jugabilidad al mero movimiento por aire o tierra. El problema est¨¢ en el atractivo que posea la ejecuci¨®n de esta idea m¨¢s all¨¢ de la curiosidad inicial.
Apuesto pero exigente.
El alto contraste de colores y el aspecto minimalista le sienta de maravilla al juego. Es realmente llamativo contemplar algunas estampas que se suceden mientras pateamos la superficie de alg¨²n planeta, con cada sol imponiendo su brillo de tonos variados y extravagantes. Adem¨¢s, el simp¨¢tico dise?o del propio Jettomero, al que podemos cambiar de aspecto a medida que recolectamos piezas, y el estilo dibujado de los edificios y naves humanas, completan un apartado visual muy atractivo. El modo foto da buena cuenta de este trabajo.
El sonido est¨¢ al servicio de una atm¨®sfera muy bien lograda, tanto en m¨²sica (que cambia y a?ade cuerpo seg¨²n la ocasi¨®n, como cuando nos propulsamos o nos detenemos en el espacio) como en efectos. Sin doblaje de ning¨²n tipo, s¨ª trae subt¨ªtulos en diversos idiomas entre los que se encuentra el espa?ol, pero hay que reprochar al equipo bastantes gazapos ortogr¨¢ficos impropios de cualquier traductor (m¨¢s all¨¢ de fallos que puedan comprenderse), algunos de ellos, incluso, en el interior de alg¨²n men¨². Hay que cuidar mucho m¨¢s ese apartado. Por otro lado, volviendo a lo meramente t¨¦cnico, sorprende mucho comprobar los requisitos del sistema, muy por encima de lo que uno podr¨ªa pensar, recomendando un procesador i7 y una tarjeta GTX970. Podemos asegurar que el rendimiento no se resiente en absoluto con un equipo algo por encima de esos est¨¢ndares, pero no por ello deja de impactar.
Juego analizado en su versi¨®n de Steam.
Correcto
No es lo ¨²ltimo ni lo m¨¢s original, tampoco cuenta con la mejor ejecuci¨®n, pero puede divertir si te gusta el g¨¦nero. Bien, pero mejorable. C¨®mpralo si te gusta el g¨¦nero y te gusta tenerlos todos.