Rompiendo el t¨®pico

Quiz¨¢ sea un espejismo o un indicativo de que las cosas est¨¢n cambiando. En cualquier caso, en Jerusal¨¦n las cosas se ven de diferente manera. Aunque conserva muchos de los fallos que siempre se achacan a las aventuras gr¨¢ficas de Cryo, lo cierto es que apunta muy buenas maneras. Al menos, mejores que en otras ocasiones.

Para ser completamente sinceros, Jerusal¨¦n sorprende desde todos los puntos de vista. Y casi siempre para bien. No estamos ante una aventura gr¨¢fica que marcar¨¢ un punto de partida para las que tienen que venir, pero s¨ª hay que reconocer la mejora, con respecto a t¨ªtulos anteriores de Cryo, de todos los aspectos que otorgan a una aventura el calificativo de buena.

Primero, hay que recordar que la compa?¨ªa francesa sigue siendo de las pocas que invierte gran parte de su trabajo en el desarrollo de aventuras gr¨¢ficas. Esto es un arma de doble filo ya que, si por un lado el casi monopolio asegura las ventas, por otro, se le acusa de dar prioridad a la cantidad y no a la calidad. Esto queda fuera de lugar en Jerusal¨¦n. Es un juego cuidado hasta el l¨ªmite en todos sus aspectos; no s¨®lo en el tratamiento hist¨®rico y su correspondencia fiel en los gr¨¢ficos, puntos fuertes de Cryo, sino tambi¨¦n en el desarrollo del argumento, en los di¨¢logos y en los puzzles. En Jerusal¨¦n han desaparecido los errores de gui¨®n y tan s¨®lo permanece un punto negro: las animaciones de los personajes dejan a¨²n mucho que desear.

Antes de entrar de lleno en todos estos aspectos, es necesario aclarar que no estamos ante una aventura interactiva y llena de datos hist¨®ricos. No es una historia al servicio de unos datos sino al contrario. S¨ª, uno de sus objetivos es instruir al jugador en las distintas religiones, pero no es el ¨²nico. No ser¨ªa arriesgado asegurar que es s¨®lo una excusa para crear un juego que, en definitiva, persigue lo que todos quieren, divertir. Y Jerusal¨¦n lo consigue.

Audio y V¨ªdeo

En la secuencia de introducci¨®n, algo pobre, el jugador ve como Adrian ha salvado a Sof¨ªa, su novia, de las lavas del Vesubio -recordemos "Pompeya"- y, de nuevo, la diosa Ishtar le ofrece un reto. Adrian despierta en un oasis de la ciudad de Jerusal¨¦n y se encuentra con un hombre perseguido por los beduinos. De su astucia para burlarlos depender¨¢ la continuaci¨®n de su aventura. As¨ª es como comienza la segunda parte de una trilog¨ªa que ya comenz¨® Pompeya y que contin¨²a en el siglo XVI en la Ciudad Santa. De momento, el inicio es distinto. S¨ª, es cierto que Adrian cae del cielo en un oasis, pero su introducci¨®n en el ambiente es mucho m¨¢s lenta y firme que en el t¨ªtulo anterior.

Esta escena del oasis es un reflejo exacto de lo que deparar¨¢ el resto del juego. La visi¨®n de Jerusal¨¦n es en primera persona y el jugador podr¨¢ ver todo lo que le rodea. La visi¨®n del desierto no es muy esperanzadora, a pesar de que todos los elementos son casi palpables. Lo mejor, sin duda, vendr¨¢ cuando Adrian pise la ciudad, y en esos momentos es cuando se nota el esfuerzo de la "Reuni¨®n de los Museos Nacionales de Francia", trabajo que se respira en cada columna, en cada friso y en cada mezquita. Hay que recordar que Jerusal¨¦n en el siglo XVI era parte del imperio otomano, por tanto, toda la decoraci¨®n pertenece al arte isl¨¢mico. Alfombras, yeser¨ªas y c¨²pulas, absolutamente todo est¨¢ recreado a la perfecci¨®n. No hay ning¨²n elemento en los escenarios que parezca estar fuera de lugar. Sin duda, el trabajo en este aspecto es perfecto.

Adem¨¢s, el juego, incluso con los requerimientos m¨ªnimos, fluye r¨¢pido y sin ninguna ralentizaci¨®n, hecho que hay que agradecer ya que algunos de los puzzles son contrarreloj y unos movimientos lentos terminar¨ªan con todo el esfuerzo. Sin embargo, el aspecto gr¨¢fico, como se comentaba antes, tiene un punto importante en contra. As¨ª como en las animaciones los personajes han recuperado la expresi¨®n facial y ahora no parecen tan artificiales, en el cara a cara del juego, en los di¨¢logos sobre todo, parecen marionetas. Ojos fijos, mand¨ªbula que se mueve y expresividad nula. A estas alturas, este error es casi imperdonable.

Otro aspecto negativo, aunque no tanto como el anterior, es el doblaje. O mejor dicho el no doblaje porque, aunque todos los men¨²s est¨¢n traducidos al castellano y tiene subt¨ªtulos -con algunas faltas de ortograf¨ªa llamativas-, no hay voces espa?olas, como ocurr¨ªa en Pompeya, sino inglesas. A¨²n as¨ª, el doblaje es magn¨ªfico y algunos reconocer¨¢n voces de juegos anteriores.

Dos negativos y dos positivos. El ¨²ltimo de ¨¦stos el apartado de los efectos de sonido y de la m¨²sica. El jugador escuchar¨¢ todos los sonidos que puede ofrecer una ciudad: gent¨ªo, pisadas, p¨¢jaros, viento, arena que cae del techo,?Eso s¨ª, de forma regular. Es decir, sonar¨¢n cada cierto per¨ªodo de tiempo y siempre de la misma manera. A¨²n as¨ª, el ambiente se consigue. Y si el sonido es notable, la m¨²sica es fant¨¢stica. Instrumental o vocal. Cantos gregorianos o temas isl¨¢micos. Y siempre acordes con el momento de la historia.

Gui¨®n

A pesar de que Jerusal¨¦n sigue la historia de la venganza de la diosa Ishtar contra el cart¨®grafo Adrian Blake, el argumento no s¨®lo se centra en la condena de la b¨²squeda de Sof¨ªa, su novia. De hecho, ella no es un personaje principal en la aventura. La protagonista es una daga, supuestamente de Abraham, ¨²nico profeta que todas las religiones acogen, y que ha sido encontrada en la ciudad. Las tres religiones, musulmana, jud¨ªa y cristiana, quieren tener el objeto en su posesi¨®n pero alguien se les adelanta y no s¨®lo roba la daga si no que se lleva consigo a la hija del Gobernador de la ciudad.

Despu¨¦s de la escena del oasis, Adrian tendr¨¢ que resolver un enigma que el ladr¨®n ha dejado y, tras esto, se convertir¨¢ en el secretario del Gobernador y tendr¨¢ como misi¨®n encontrar la daga y salvar a su hija. Esta tarea no ser¨¢ f¨¢cil, y entre puzzle y puzzle, se encontrar¨¢ con tres religiones distintas y mucha informaci¨®n sobre cada una de ellas. Pero no datos aislados, sino distribuidos regularmente por toda la aventura, muy relacionados con los puzzles y sin ning¨²n ¨¢nimo de adoctrinar sino de instruir. Y todo esto sin olvidar los giros que descolocar¨¢n a m¨¢s de uno, aunque el final sea lo esperado.

Jugabilidad

Con el rat¨®n se realizan todas las acciones. La forma del puntero es una especie de c¨²pula. Si dentro aparece un c¨ªrculo blanco significa que pueden cogerse objetos y si es una c¨²pula m¨¢s peque?a dentro de la grande, se puede dialogar o utilizar otros elementos. Tambi¨¦n puede adoptar formas de lupa, para ver zonas m¨¢s de cerca o para salir de mapas o libros y, si tiene forma de flechita, es para mover objetos.

El inventario se abre con el bot¨®n derecho. En ¨¦l, adem¨¢s de encontrar los objetos, est¨¢ el men¨² para grabar o guardar y un diario con todos los avances de Adrian. Sin embargo, el almacenamiento de objetos no es el ¨²nico medio de solucionar los puzzles, ya que estos son muy variados. En general, el nivel de dificultad no es muy alto y todos los enigmas siguen una l¨®gica que se encuentra o bien en los propios objetos o bien en los di¨¢logos. Hay un par de puzzles que requieren las matem¨¢ticas, otro la arquitectura e incluso hay uno que la cocina. La variedad es muy notable.

Por ¨²ltimo, el juego a grandes rasgos es lineal. Sin embargo hay zonas en las que el jugador puede optar por ir a distintos lugares de la ciudad sin que esto repercuta en el resultado final. Adrian tambi¨¦n puede morir pero si esto ocurre, la otra opci¨®n siempre es la correcta.

Estrategia y Trucos

Utilizar siempre la l¨®gica, mirarlo todo y coger todo lo que se pueda. Hablar con todos los personajes y agotar todos los di¨¢logos. Si hay un atasco, hay que asegurarse de que se han explorado bien los alrededores, la soluci¨®n siempre suele estar al alcance de la mano.

Compar¨¢ndolo con?

Si es con su anterior entrega "Pompeya", "Jerusal¨¦n" sale ganando, sobre todo, en lo que se refiere a la firmeza de la historia que cuenta y al nivel de los puzzles. Si es con "Gabriel Knight 3", por ejemplo, su nivel es inferior. Aunque es cierto que en muchas de las zonas se tiene la sensaci¨®n de estar en una de las aventuras de Jane Jensen, la creaci¨®n de los personajes y su relaci¨®n con la historia no es, ni mucho menos, tan profunda como en la saga de Sierra.

Lo que est¨¢ bien

Lo que no est¨¢ tan bien

Enlaces

Manual

Bastante soso. S¨®lo cinco p¨¢ginas con los comandos b¨¢sicos. Eso s¨ª, Jerusal¨¦n ha sido "apadrinado" por el Museo Arqueol¨®gico Nacional y en la caja se incluye un d¨ªptico de informaci¨®n sobre el museo y su exposici¨®n sobre "Las Tres Culturas". Ambos CD's incluyen una visita guiada por los monumentos m¨¢s representativos de la ciudad y una enciclopedia con los acontecimientos y personajes m¨¢s importantes relacionados con Jerusal¨¦n.

Requerimientos del sistema

Pentium III 450, 64MB RAM, 440MB de espacio libre en el disco duro, tarjeta gr¨¢fica de 16 bits (24 bits recomendados), 2MB de memoria de v¨ªdeo, tarjeta de sonido compatible con SoundBlasterTM y DirectX TM (incluido en el CD).

Con un Pentium III 550, 64MB RAM y tarjeta gr¨¢fica de 24 bits, el juego funcionaba con mucha fluidez y sin ning¨²n problema. En algunos momentos, te expulsa a Windows pero no se ha comprobado si es por problemas del equipo o por el propio juego, por eso no se ha tenido en cuenta en el an¨¢lisis.

Ampliar

Ampliar