Ion Fury, an¨¢lisis

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Ion Fury es el causante de que descubri¨¦ramos que uno de los grupos de heavy metal favoritos de nuestra adolescencia, Iron Maiden, se dedica hoy en d¨ªa a librar batallas contra peque?os desarrolladores de videojuegos por los derechos a un t¨¦rmino que existe desde hace cientos de a?os. Pero una batalla legal tan controvertida no debe distraernos del producto que la ha causado y menos cuando este tiene tanta calidad.

El nuevo t¨ªtulo de 3DRealms, creadores del archiconocido Duke Nukem, viene pisando fuerte como parte del movimiento de resurrecci¨®n del FPS seminal que comienza el a?o pasado. Despu¨¦s del increible DUSK, el fant¨¢stico Amid Evil y poco antes de que salga el otro t¨ªtulo de este peque?o estudio (WRATH, inspirado en Quake) viene Ion Fury con la peculiaridad de que este no es un juego que imite el estilo de sus antecesores. No, Ion Fury est¨¢ dise?ado con el motor Build, el mismo que se us¨® en la decada de los noventa para crear juegos como Shadow Warrior o Duke Nukem 3D. ?Ser¨¢ capaz Ion Fury de manter su frescura a pesar de usar un motor gr¨¢fico ya marchito?

Regreso al pasado pixelado

Comencemos por lo m¨¢s importante: Ion Fury podr¨ªa ser perfectamente un t¨ªtulo lanzado hace veinticinco a?os. Es m¨¢s, de serlo lo recordar¨ªamos como uno de los mejores ejemplos de la ¨¦poca. Esto implica que si en su d¨ªa disfrutaste de los cl¨¢sicos del First Person Shooter, que si no solo sabes lo que significa tener que encontrar llaves de distintos colores para completar un nivel y a?oras esos tiempos te sentir¨¢s en tu casa en Ion Fury. Tambi¨¦n significa que si nunca te pareci¨® atractiva la promesa de niveles enormes, acci¨®n constante y movimiento vertiginoso de los juegos de anta?o Ion Fury no ser¨¢ el juego para ti. Este juego no reinventa la tortilla, la perfecciona.

Y es que desde el comienzo Ion Fury es un aut¨¦ntico bombardeo de acci¨®n. A lo largo de todo el juego apenas hay diez minutos de exposici¨®n, la historia siendo una mera excusa para pegar tiros. Lo que si tenemos es una barbaridad de contenido si nos gusta pegar tiros y los niveles grandes y bien construidos, pues completar Ion Fury nos puede llevar de diez a treinta horas dependiendo de cuantos secretos queramos encontrar. Como sol¨ªa ser costumbre los niveles est¨¢n repletos de tesoros, algunos que solo pueden ser producto de la obsesiva man¨ªa de rejugar su juego de los propios desarrolladores. Peque?os recovecos inalcanzables que tardaremos horas en encontrar pueden esconder un arma temprana, munici¨®n adicional o simples bromas o referencias. Cada nivel esconde por lo menos una decena de ellos y solo los m¨¢s obsesivos e imaginativos podr¨¢n encontrarlos todos por su cuenta.

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Estos niveles no distan en absoluto de los grandes cl¨¢sicos del g¨¦nero. Mientras que el reimaginado DOOM de 2016 pecaba de un dise?o de arenas conectadas por t¨²neles lo que encontramos aqu¨ª son aut¨¦nticos laberintos tridimensionales. Es cierto que la tem¨¢tica de los niveles no es todo lo variada que nos habr¨ªa gustado. Rascacielos y laboratorios con poquita variaci¨®n no llegan a las altas cotas del dise?o de niveles del g¨¦nero y a lo largo del juego la repetici¨®n tem¨¢tica acaba cansando. Nos habr¨ªa gustado que hubiera alg¨²n giro argumental que justificara algo m¨¢s de variedad en los niveles (un zepel¨ªn aerost¨¢tico dada la tem¨¢tica, por ejemplo). Quitando esto no podemos poner ninguna pega al dise?o de niveles y sospechamos que algunos de los dise?adores de 3DRealms estuvo en su d¨ªa involucrado en el dise?o de las Pir¨¢mides de Giza pues aqu¨ª tenemos aut¨¦nticos laberintos dignos de ser explorados durante horas. No solo eso sino que todas las habitaciones est¨¢n repletas de detalles, algunos visuales pero la mayor¨ªa interactivos. Esto hace que los entornos de Ion Fury parezcan m¨¢s reales que los de algunos FPS contempor¨¢neos donde todo luce m¨¢s bonito pero pocas cosas reaccionan a las balas o nuestras acciones.

Frenes¨ª sin control

Mientras recorremos estos excepcionales niveles habr¨¢ pocos momentos en que la pantalla no contenga una gran cantidad de entra?as y v¨ªsceras. El combate es constante, incre¨ªblemente veloz y sorprendentemente preciso. Los controles en ordenador son maravillosos y nos recuerdan que no hacen falta unos grandes gr¨¢ficos para conseguir poner nuestro coraz¨®n al borde del infarto. Comenzaremos el juego movi¨¦ndonos torpemente, muriendo ante enemigos que no deber¨ªan acabar con nosotros y sintiendo en todo momento el peso de nuestra incompetencia. Pronto habremos amaestrado los sistemas de movimiento y combate, las diferentes armas y patrones de combate de los enemigos. El juego pasa de ser un juego de disparos a uno de ballet, un constante baile donde debemos ser gr¨¢ciles y perpetuamente m¨®viles para eludir la constante carga de proyectiles enemiga. La sabidur¨ªa y la habilidad van aqu¨ª mano a mano y es igual de importante apuntar bien que saber que arma usar contra cada enemigo, cambiar entre ellas fluidamente y movernos sin tropezar con obst¨¢culos. El resultado es un combate que no llega nunca a aburrir, que continuamente sorprende y que la gran mayor¨ªa de juegos contempor¨¢neos no se acerca siquiera a tocar en cuanto a emoci¨®n y descarga de adrenalina.

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Esto no significa que el combate sea perfecto. Las armas que est¨¢n aqu¨ª son deliciosas, con crujientes efectos de sonido, excelentes animaciones de recarga e interesantes dise?os que hacen que utilizarlas sea siempre divertido. Pero, al igual que con el dise?o de niveles, echamos de menos algo m¨¢s de creatividad en el asunto. Alg¨²n arma alocada que no nos esper¨¢semos al empezar la partida, algo que de verdad canalizase lo absurdo de la jugabilidad. Por desgracia nos debemos conformar con un arsenal bastante blando de pistolas, subfusiles, escopeta, explosivos, etc. Ello no quita que tanto la pistola como el rev¨®lver sean ejemplos casi perfectos de como dise?ar estas armas pero no podemos evitar fantasear con una secuela que se dej¨¦ llevar un poquito m¨¢s.

Estar¨ªa mal acabar este an¨¢lisis sin comentar el aspecto visual y sonoro del t¨ªtulo. En lo que a esto respecta la recreaci¨®n de la est¨¦tica del momento que homenajea es perfecta. Por supuesto, el estar dise?ado con el motor gr¨¢fico que replica ayuda bastante, pero aun as¨ª es sorprendente lo que nos puede transportar en el tiempo el estilo art¨ªstico de un videojuego. Aquellos que tengan nostalgia de la ¨¦poca sentir¨¢n que encuentran aqu¨ª quiz¨¢s un t¨ªtulo perdido, un juego que las revistas del momento olvidaron y nadie compr¨®. Uno podr¨ªa comprar este t¨ªtulo y no sospechar jam¨¢s que sali¨® este mismo a?o, pero eso no quita que sea visualmente muy agradable. Los colores son vistosos y llamativos, los enemigos tienen un dise?o relativamente creativo (nos gustan especialmente los drones-escorpi¨®n voladores que lanzan misiles) y como ya hemos mencionado la cantidad de detalle en los entornos solo la rivalizan simuladores inmersivos como Deus Ex o Dishonored. Por no hablar de que t¨¦cnicamente no desentona en absoluto con lanzamientos modernos, teniendo fotogramas ilimitados y una buena cantidad de opciones y ajustes gr¨¢ficos.