International Superstar Soccer Advance
F¨²tbol donde quieras...
Hasta el momento, ning¨²n juego de f¨²tbol de los pocos que hay en el cat¨¢logo hab¨ªa conseguido pasar el corte y proporcionar al jugador una buena experiencia, pero gracias a la llegada de International Superstar Soccer, ese agujero ha quedado tapado.
La peque?a Game Boy Advance va a dar muchas alegr¨ªas a lo largo de su trayectoria, y es que sus posibilidades t¨¦cnicas la hace ideal para poder recuperar aquella ¨¦poca que fue la de los 16 bits. Ya se ha podido ver que domina los plataformas, los juegos de lucha, los RPG e incluso los deportivos como Tony Hawk, aunque faltaba demostrar su pericia en el deporte rey: El F¨²tbol. Hasta el momento, ning¨²n juego de este deporte de los pocos que hay en el cat¨¢logo hab¨ªa conseguido pasar el corte y proporcionar al jugador una buena experiencia, pero gracias a la llegada de International Superstar Soccer, ese agujero ha quedado tapado.
Para conseguir esto, se ha recurrido a una formula sencilla, pero eficaz. Coger el antiguo ISS de Super Nintendo, que es y sigue siendo un gran juego, y adaptarlo a la peque?a GBA. Parece sencillo, pero lograr transmitir las sensaciones de la versi¨®n de 16 bits, y adaptar los controles y la jugabilidad de la port¨¢til no es tarea f¨¢cil, pero se ha conseguido.
Se ponen a disposici¨®n del jugador 40 selecciones mundiales, para que este pueda echar un partido amistoso, jugar una competici¨®n entre selecciones o una tanda de penalties. Lo primero que uno se dar¨¢ cuenta cuando elija una y vea los jugadores es que son los nombres aut¨¦nticos. Lejos queda ya la ¨¦poca de cuando Konami no ten¨ªa licencias de ning¨²n tipo y se ten¨ªa que jugar con jugadores de nombres tan curiosos como Koko (en vez de con Kiko). Gracias a la licencia obtenida por la compa?¨ªa nipona por parte de la FIFA, puede poner en pantalla los nombres de casi todos los jugadores que integran las selecciones, as¨ª que se podr¨¢n controlar a futbolistas reales y de la talla de Raul, Mendieta, Guardiola, Zidane, Figo, Scholl, Beckham... Pero el lector avispado se habr¨¢ dado cuenta de que en esa lista no se hace menci¨®n a ning¨²n jugador americano como Rivaldo o Batistuta, y eso es porque la licencia obtenida solo posibilita la inclusi¨®n de los jugadores de Europa y Asia, lo que deja fuera a los jugadores integrantes de las selecciones americanas. De este modo, habr¨¢ que jugar con Rivasko (como Rivaldo) o Batasta (como Batistuta), cosa que, aunque pueda ser insignificante en lo que respecta a la jugabilidad del t¨ªtulo, est¨¢ demostrado que puede llegar a condicionar al potencial comprador, aspecto que EA ya ha demostrado en decenas de ocasiones en sus t¨ªtulos. De todos modos, hay que decir que esto solo empa?a minimamente un m¨¢s que recomendable producto, que no obstante tiene algunas carencias m¨¢s que se comentar¨¢n m¨¢s adelante.
Gr¨¢ficos
Quien busque la espectacularidad de un Pro Evolution Soccer en una Game Boy Advance, deber¨ªa dar un peque?o repaso a alg¨²n manual de inform¨¢tica que le explicara que es imposible. La consola de Nintendo, aunque quiz¨¢s con el tiempo pueda llegar a controlar sus funciones poligonales para conseguir un juego 3D en buenas condiciones, dif¨ªcilmente podr¨ªa montar un estadio con jugadores poligonales y c¨¢maras multidireccionales, por no hablar de la capacidad de memoria que tendr¨ªa que tener el cartucho para poner unas texturas decentes.
Esto no quita para nada que el juego tenga un gran aspecto, con un sabor a?ejo de aquellos tiempos que ahora parecen tan lejanos, en donde el sprite era el protagonista absoluto. Todo est¨¢ dibujado a mano, y desde una posici¨®n de "c¨¢mara" totalmente fija (en 2D el concepto de c¨¢mara simplemente no existe, pero de alguna forma hay que llamarlo).
Los jugadores son realmente grandes y gozan de una excelente animaci¨®n, adem¨¢s de variada pues es sorprendente la cantidad de movimientos que se pueden efectuar con tan solo cuatro botones: pases cortos, largos, tiros, chilenas, bicicletas, quiebros... adem¨¢s de acciones defensivas. Todo desarroll¨¢ndose a gran velocidad y fluidez, lo que hace que no solo gane en cuanto a gr¨¢ficos, sino que hace que la jugabilidad suba muchos enteros.
La ¨²nica pega, y esto es algo inevitable, es que aparte de por los nombres, es imposible reconocer a los jugadores porque los sprites, aunque excelentemente realizados, no dan para hacer reconocibles las caras, cosa l¨®gica. Pero tampoco reflejan algunos de los rasgos m¨¢s caracter¨ªsticos de los jugadores, cosa un poco m¨¢s complicada, pero posible y que en esta ocasi¨®n no se ha incluido. Es normal el no poder apreciar la cara a los jugadores de la selecci¨®n espa?ola, pero s¨ª resulta algo m¨¢s raro que todos los jugadores sean cl¨®nicos entre si, con mismo cuerpo y pelo corto y negro, a excepci¨®n de Mendieta, que luce pelo largo (negro, eso s¨ª). Seguramente al bueno de Manuel Pablo le gustar¨¢ verse con una frondosa cabellera, pero para los usuarios esto resta credibilidad, cosa que nunca es buena en un juego deportivo. Incluir detalles que hagan medianamente reconocibles a los jugadores ser¨ªa una de las pocas cosas pendientes que les quedar¨ªa por hacer para completar lo que es un magn¨ªfico trabajo gr¨¢fico.
Sonido
Otro punto para Major A, pues la demostrada capacidad de la GBA para reproducir sonido de buena calidad y digitalizaci¨®n de voces se ha aprovechado para introducir un buen sonido de ambiente y unos comentarios muy bien llevados, aunque lamentable sean en ingl¨¦s. Esto no quita para reconocer el trabajo que se ha hecho a la hora de conectar las m¨²ltiples frases grabadas, cosa que se ha hecho con bastante acierto, aunque en ciertos momentos se aprecien los cambios de tonos cuando se cambia la frase.
No es que sea un aspecto muy importante en un juego de estas caracter¨ªsticas, pero el sonido ambiental y los efectos de sonido que se producen en el campo han sido recreados con esmero, lo que consigue hacer un poco m¨¢s cre¨ªble la sensaci¨®n de estar ante un partido de verdad, que es siempre el objetivo final de un juego de f¨²tbol, adem¨¢s de que sea divertido de jugar claro est¨¢.
Jugabilidad
Aqu¨ª es donde se juntan el punto fuerte y el punto d¨¦bil de este ISS. Sin duda, el punto fuerte es que es un juego muy divertido y bien realizado. No solo est¨¢ el gran numero de acciones que se pueden realizar, sino que se ejecutan a la perfecci¨®n merced una excelente respuesta de los controles, lo que hace de jugar un partido todo un placer.
Hay que matizar que no es un juego muy t¨¢ctico, sino que est¨¢ orientado m¨¢s bien al arcade. Hay estrategias, s¨ª, pero el no poder tener una mejor perspectiva y tener que usar solo el radar para orientarse hace que trenzar jugadas sea una cosa verdaderamente complicada, aunque con algo de paciencia y haci¨¦ndote con los controles llegue a ser posible plantear estrategias algo rudimentarias, pero que pueden tener buenos resultados realizadas con acierto. Controlar los pases altos, y especialmente los regates y quiebros necesarios para deshacerte de tus perseguidores ser¨¢n puntos clave que se deben controlar para conseguir cosas interesantes desde el punto de vista t¨¢ctico, pero no hay que olvidar que ISS no es un simulador, y no tiene el realismo de sus hermanos mayores como Pro evolution Soccer 2, un juego eminentemente t¨¢ctico donde los haya.
El mayor defecto es que es un t¨ªtulo muy limitado. No hay ligas nacionales ni m¨¢s posibilidades que amistosos o liga entre selecciones. No hay gesti¨®n de clubs, edici¨®n de jugadores u otro tipo de detalles que har¨ªan ganar riqueza al t¨ªtulo (por ejemplo, J-League Soccer, para la misma GBA, permite llevar a un jugador desconocido al estrellato mediante su correcto entrenamiento). Una vez que se domina el juego totalmente, cuando ya no haya partido que se le resista a uno, el juego habr¨¢ llegado al fin de su etapa vital y ser¨¢ el momento de su descanso eterno en alg¨²n caj¨®n, solo resucitando en el caso de que se encuentre a alg¨²n amigo que tenga la consola con el juego y el cable link, algo muy habitual en Jap¨®n, pero en Espa?a resulta m¨¢s complicado.
Pero no hay que alarmarse, desde la primera partida hasta llegar a ese punto pasar¨¢n muchas y muchas horas jugando en autobuses, trenes, metros y hasta estando con el novio/a. No es un juego precisamente f¨¢cil, sino bastante dif¨ªcil. En primer lugar, la I.A hace un gran trabajo defensivo, haciendo que los jugadores usen ayudas para marcar al jugador que tenga la pelota, y quitarselos de encima no es tarea f¨¢cil pues su velocidad en carrera aumenta sin el bal¨®n. Los porteros son casi imbatibles, pese a que las porter¨ªas parecen enormes, resulta complicado meter un gol aunque se haya conseguido superar a la defensa, porque si uno se acerca demasiado el portero se lanzar¨¢ a agarrar el bal¨®n disminuyendo el margen de maniobralidad, adem¨¢s los tiros desde fuera del ¨¢rea son imposibles de marcar, y desde dentro del ¨¢rea la mayor¨ªa de las veces el portero llegar¨¢ por lo menos a despejar el bal¨®n, que ser¨¢ autom¨¢ticamente despejado por la defensa si no se consigue rematar r¨¢pido.
Por si esto fuera poco, la I.A hace tambi¨¦n un buen trabajo en la delantera, haciendo que el salvar balones en el ultimo segundo, arrebat¨¢ndoselos al contrario que est¨¢ a punto de rematar un despeje del portero, sea una acci¨®n de lo m¨¢s usual (y eso cuando se tiene la oportunidad de hacerlo, porque en otras ocasiones no se llegar¨¢).
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.