La expansi¨®n del Imperio

Se cumple un a?o desde la salida de Imperivm: La guerra de las Galias. El t¨ªtulo forjado por Haemimont en el Este de Europa cosech¨® un importante ¨¦xito de ventas al salir de sus fronteras. La estrategia comercial de FX, ofreciendo localizaci¨®n y buena presentaci¨®n al mejor precio del mercado, contribuy¨® de forma definitiva a que Imperivm superara las cien mil unidades vendidas en nuestro pa¨ªs. Para celebrarlo, la nueva entrega se ha basado en hechos hist¨®ricos ocurridos en Hispania.

FX Interactive se ha esforzado en acercar este nuevo producto al p¨²blico espa?ol. Y lo ha hecho por partida doble; por una parte, FX ha intervenido de forma realmente activa en el desarrollo de Imperivm II. Se ha encargado del dise?o de los v¨ªdeos renderizados que sirven de introducci¨®n a cada una de las campa?as, y ha contribuido a la recolecci¨®n de peticiones de mejora por parte de la comunidad de jugadores, para que fueran incluidas en esta nueva entrega.

Por otra parte, su labor de localizaci¨®n y distribuci¨®n, a un nivel impecable, tal y como nos tiene acostumbrados. En el punto m¨¢s ¨¢lgido de su campa?a de mercado est¨¢, sin duda, el hecho de que una copia de Imperivm II ha sido enviada sin coste alguno a todos los usuarios registrados que adquirieron la primera parte. Algo a tener muy en cuenta y que deber¨ªa ser tomado como ejemplo por muchas compa?¨ªas.

El conjunto de caracter¨ªsticas que ofrece Imperivm II ofrece un producto m¨¢s redondo que su primera parte en l¨ªneas generales, algo que notaremos sobre todo en el dise?o de las campa?as. Al estar basadas en hechos hist¨®ricos, se ha puesto especial esmero en recrear situaciones parecidas a las que hace a?os acontecieron y a trav¨¦s de interpretar el rol de h¨¦roes tan recordados como An¨ªbal, Amilcar Barca o Escipi¨®n el Africano. Lo malo es que se nota demasiado su car¨¢cter oculto de expansi¨®n, ya que a la hora de la verdad, se hace complicado hallar diferencias de peso entre un juego y otro.

Gr¨¢ficos y sonido

El apartado gr¨¢fico no ha sufrido apenas variaciones. Como es l¨®gico, la inclusi¨®n de nuevas civilizaciones conlleva el modelado de unidades para las mismas. Para ello se ha seguido con rigor hist¨®rico el aspecto externo de cada una de ellas. Es destacable la personalizaci¨®n de unidades, siendo exclusivas de cada civilizaci¨®n. Si repasamos las unidades ¨ªberas, veremos que tanto sus vestimentas como el armamento que utilizan (hondas, arcos, falcatas y escudos?) se han extra¨ªdo directamente de documentos hist¨®ricos. Por su parte, los cartagineses hacen gala de un variopinto ej¨¦rcito compuesto de guerreros mauritanos, numidas y libios, adem¨¢s de tuaregs y elefantes de guerra, estos ¨²ltimos demasiado peque?os en comparaci¨®n con el resto de unidades.

Por otra parte, el entorno en el que se sit¨²a el contexto del juego ha hecho necesaria la inclusi¨®n de nuevos decorados acordes con la Hispania de la ¨¦poca y el Norte de ?frica: predomina la vegetaci¨®n mediterr¨¢nea y los parajes des¨¦rticos. Los nuevos edificios contienen elementos arquitect¨®nicos basados en los restos arqueol¨®gicos que a d¨ªa de hoy perduran en los museos de nuestro pa¨ªs.

Las dos dimensiones en que se basan los gr¨¢ficos permiten un modelado definido y lleno de detalle, aunque muy desfasado en los tiempos que corren. Eso s¨ª, el motor de v¨ªdeo permitir¨¢ que juguemos a altas resoluciones para no perder la pista a las unidades, sin que el rendimiento se vea afectado en lo m¨¢s m¨ªnimo. No se ha corregido el efecto de "avance r¨¢pido" que ocurre cuando las unidades se quedan rezagadas.

Como ya apuntamos en el an¨¢lisis de su predecesor, vuelven a echarse de menos detalles gr¨¢ficos que confieran espectacularidad visual a la acci¨®n. No vamos a encontrar iluminaci¨®n din¨¢mica ni hechizos plagados de efectos de part¨ªculas. Por poner un ejemplo, el lanzamiento de proyectiles por parte de las catapultas o de los arqueros es bastante decepcionante. Ya se sabe que esto no es, ni mucho menos, b¨¢sico en un juego de estrategia, aunque sin duda el contraste es enorme tras ver las maravillas visuales que han salido ¨²ltimamente en el g¨¦nero.

Los v¨ªdeos que hacen de introducci¨®n a cada campa?a no son nada del otro mundo, siendo b¨¢sicamente una sucesi¨®n de im¨¢genes del lugar de los hechos, a la par que un narrador nos cuenta lo que suceder¨¢ a continuaci¨®n.

Respecto al apartado audio la banda sonora que Imperivm II ofrece, se encuentra totalmente renovada respecto a la primera parte. En ella encontraremos cortes de car¨¢cter ¨¦pico con toques de m¨²sica ¨¦tnica, muy acordes con la tem¨¢tica del juego. Suele quedar por debajo de los efectos de sonido durante el desarrollo de las partidas, efectos que han sido incrementados en esta expansi¨®n, distingui¨¦ndose perfectamente el sonido de cada arma por separado, y el entrechocar de cada espada y escudo. Y como no, el doblaje vuelve a ser perfecto, algo intachable en cada producci¨®n de FX. Tanto en traducci¨®n como a la hora de pronunciar y entonar cada frase, el trabajo de doblaje sigue dejando el list¨®n en un lugar hasta ahora inalcanzable para otras compa?¨ªas.

Gui¨®n

Corre el a?o 238 antes de Cristo, y Cartago decide emprender la conquista de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica en el primer paso para recuperar el dominio del Mediterr¨¢neo. Pero en esta contienda, hay muchos que tienen algo que decir. El pueblo ¨ªbero y el Imperio Romano ser¨¢n sus mayores enemigos a la hora de conseguir su prop¨®sito. En esta ocasi¨®n, el norte de ?frica e Hispania ser¨¢n el escenario de batallas tan memorables como el Sitio de Numancia o la conquista de Sagunto y Gades. Y como no, tendremos la gran oportunidad de rememorar las haza?as de un h¨¦roe como An¨ªbal a trav¨¦s de los Alpes. M¨¢s de un siglo de batallas se encierran en Imperivm II.

Jugabilidad

Todo aquel que deposit¨® su confianza en Imperivm hace un a?o pudo comprobar que el sencillo planteamiento que ofrec¨ªa daba mucho juego, convirtiendo cada escenario en una constante lucha por conquistar los puntos clave del mismo, donde las batallas se suced¨ªa una tras otra con un alto n¨²mero de unidades en liza. Imperivm II no pretende modificar el dise?o de la acci¨®n, ni mucho menos. Sin embargo, se ha apuntalado la importancia de los fortines, proporcionando mayores ventajas al que logre conquistarlos y mantener su posesi¨®n.

A su vez, se incrementa la plantilla disponible de objetos m¨¢gicos que, bien usados en la batalla, pueden inclinar la balanza a uno u otro lado. Respecto a la interfaz, tenemos dos novedades a rese?ar: la primera ata?e a aquellas unidades que agrupemos y asignemos mediante numeraci¨®n. Ahora podr¨¢n ser seleccionadas mediante acceso directo gr¨¢fico, de forma similar a como ocurre en "Age of Mythology"; la segunda consiste en la pausa t¨¢ctica, un rimbombante nombre que permite, al m¨¢s puro estilo "Baldur's Gate", detener la acci¨®n y ejecutar ¨®rdenes para cada ej¨¦rcito por separado.

El reci¨¦n bautizado estilo "Real Time Conquest" que ofrece Imperivm II sigue ofreciendo los mismos pros y contras que su primera parte. El hecho de obviar la gesti¨®n econ¨®mica de la ciudad posibilita centrarse en cada una de las batallas que libraremos por el dominio del escenario, aunque confiere al desarrollo de la partida una peligrosa monoton¨ªa que puede llegar a aburrir. Sin embargo, hay que reconocer que el juego, al centrarse en el apartado militar, no llega a decepcionar en la forma en que se ha implementado.

Son de agradecer detalles como la ventaja de la caballer¨ªa al cargar y la desventaja en la lucha cuerpo a cuerpo, el plus de ataque que gana un ej¨¦rcito si logra mantenerse en posici¨®n al enfrentarse a otro ej¨¦rcito, o la gran importancia de los carros de suministro -ahora se pueden capturar las mulas de suministro del enemigo y usarlas a nuestro favor- y del comercio en general. Cumple perfectamente el cometido de ofrecer una amplia gama de posibilidades t¨¢cticas y de generar entretenimiento en cada partida, tanto en las cuidadas campa?as -de dificultad bastante elevada- como en el modo de escaramuza.

La resoluci¨®n del combate, algo esencial en Imperivm II, sigue ofreci¨¦ndonos una oportunidad de comprobar la elevada IA de las unidades controladas por la CPU, capaces de adoptar formaciones que les aporten ventaja sobre nosotros o de batirse en retirada para salvar al h¨¦roe. Inteligencia que a veces parece que abandona a nuestras unidades, como cuando se quedan est¨¢ticas mientras el enemigo las destroza sin piedad. M¨¢s contrastes: ahora podemos manejar a las unidades por separado y darles ¨®rdenes, pero el combate sigue siendo, en la mayor¨ªa de ocasiones, demasiado embarullado.

En resumen, la jugabilidad que vamos a encontrar es pr¨¢cticamente id¨¦ntica a la de su predecesor, con todo lo bueno y lo malo que ello implica. En este sentido, Imperivm II no es perfecto ni mucho menos, pero opino que sus virtudes quedan por encima de sus defectos.

Multijugador

Las partidas multiplayer admiten hasta ocho jugadores como m¨¢ximo. En la configuraci¨®n de cada mapa se nos permite modificar una amplia variedad de factores referentes a la inteligencia artificial de la CPU, la cantidad de ej¨¦rcitos teutones -neutrales en principio- que aparecer¨¢n, o los accidentes geogr¨¢ficos del mapa. Brilla por su ausencia el apoyo de GameSpy o alg¨²n portal similar que sea capaz de acoger partidas y sirva de punto de encuentro para los jugadores.

Estrategia y trucos

El conocimiento de cada civilizaci¨®n es b¨¢sico y crucial a la hora de enfrentarnos con otros jugadores en el campo de batalla, ya est¨¦n controlados por humanos o por una CPU que suele atacar con inteligencia nuestros puntos d¨¦biles. Es vital hacerse pronto con un ej¨¦rcito equilibrado que permita defender nuestra ciudad principal, ya que si la perdemos se acabar¨¢ la partida para nuestro imperio.

El suministro de comida para los ej¨¦rcitos debe ser constante, ya que si las unidades pasan hambre ir¨¢n perdiendo lentamente su energ¨ªa. Aprovechad que podemos robar los suministros al enemigo y descubrid sus rutas de comercio para asaltar a los carros de comida.

Los mapas suelen tener una vasta extensi¨®n, pero no por abarcar mucho ganaremos m¨¢s r¨¢pido la partida. Es preferible ir conquistando aldeas y fortines poco a poco y tener siempre dispuesto un ej¨¦rcito capaz de repeler el ataque del enemigo. Tampoco conviene malgastar tropas, si ves que la lucha va a ser desequilibrada, abandona el fort¨ªn y repli¨¦gate para lanzar un contraataque devastador.

Como es l¨®gico, hay unidades que marcan la diferencia en cada civilizaci¨®n. Practica todo lo que puedas hasta que des con la combinaci¨®n militar ideal. En Imperivm no sirve de nada tener un numeroso ej¨¦rcito si no est¨¢n equilibrados y bien entrenados.

Compar¨¢ndolo con?

Imperivm II no es una clara evoluci¨®n de Imperivm, sino m¨¢s bien una extensi¨®n del original. Es m¨¢s variado tanto en sus campa?as como a la hora de disputar escaramuzas en mapas aleatorios, gracias a sus cuatro civilizaciones y las nuevas campa?as hist¨®ricas.

Lo que est¨¢ bien

Lo que no est¨¢ tan bien