Homeland
GameCube no ha tenido una gran oferta de juegos online, por eso resulta chocante que ChunSoft anunciara un t¨ªtulo con componente online a estas alturas. Pero eso no es lo ¨²nico que resulta chocante de este peculiar t¨ªtulo...
GameCube no ha tenido una gran oferta de juegos online, por eso resulta chocante que ChunSoft anunciara un t¨ªtulo con componente online a estas alturas. Pero eso no es lo ¨²nico que resulta chocante de este peculiar t¨ªtulo...
Una de las cosas por las que ser¨¢ recordada esta generaci¨®n es por la introducci¨®n efectiva del juego online en las consolas. Dreamcast abri¨® fuego anunci¨¢ndose como una m¨¢quina con gran orientaci¨®n al mundo online, la consola llevaba m¨®dem incorporado, navegador para internet, perif¨¦ricos como ratones o teclados y la firme promesa de crear juegos con vocaci¨®n online como jam¨¢s se hab¨ªa visto en una consola, tal y como sucedi¨® con Phantasy Star Online, el primer juego masivo online para una consola.
A Dreamcast le sucedi¨® Xbox con su archiconocido sistema Live! una de las columnas principales de la plataforma y la estrategia de Microsoft. Bastante m¨¢s tarde Sony tambi¨¦n salt¨® al mundo online y empezaron a verse juegos como Final Fantasy XI, el primer MMRPG persistente que ve¨ªa una consola. El juego online ha ganado fuerza en los ¨²ltimos tiempos y aunque sus bondades financieras est¨¢n todav¨ªa en discusi¨®n, debido a los m¨²ltiples problemas t¨¦cnicos y de mantenimiento que acarrea, lo cierto es que se ha convertido en una opci¨®n apreciada por un creciente sector de consoleros
?Y Nintendo? la compa?¨ªa de Kyoto no ha entrado en esa batalla pese a que tradicionalmente es una de las mejores compa?¨ªas a la hora de crear contenidos multijugador. En GameCube se pueden encontrar aut¨¦nticas joyas en este modo como Four Swors, adem¨¢s de una serie de t¨ªtulos mucho mas divertidos con otros jugadores que en modo individual (Made in Wario, Mario Party, Mario Kart...). Si bien desde el punto de vista del jugador no es f¨¢cil de entender, hay que tener en cuenta que Nintendo no tiene las mismas proporciones que Sony o Microsoft y no puede permitirse excesivos riesgos financieros, lo que le obliga a veces a ser bastante "conservadora" a la hora de utilizar ciertas tecnolog¨ªas.
GameCube ha tenido soporte online gracias a que Nintendo s¨ª ofreci¨® la oportunidad de comprar un m¨®dem o un adaptador de banda ancha para la consola, lo que abr¨ªa la posibilidad a los desarrolladores que quisieran trabajar en contenidos online el poder hacerlo. Hasta ahora esta posibilidad ha sido muy poco explotada, con Phantasy Star Online y su tercera parte como casi ¨²nicos exponentes. Y a pesar de los muchos rumores sobre el inicio de la "carrera" online de Nintendo, lo cierto es que nunca se ha materializado.
Por eso no dej¨® de resultar sumamente chocante el anuncio de Chun-Soft de lanzar un juego de rol online para GameCube en Jap¨®n. La consola lleva cerca de un a?o completamente estancada en Jap¨®n con unas ventas bastante pobres que ni siquiera Resident Evil 4 logr¨® revitalizar. Su numero de usuarios es mucho mayor que el de Xbox pero rid¨ªculo comparado con PS2 y adem¨¢s es una plataforma que tiene el problema de que muchos de sus poseedores s¨®lo compran juegos Nintendo e ignoran las ofertas de terceras compa?¨ªas. Era un proyecto extra?o, sin sentido y bastante suicida, pero ah¨ª estaba.
ChunSoft es un estudio bien conocido dentro de Jap¨®n por su participaci¨®n en varios t¨ªtulos relacionados con Dragon Quest como Torneko no Daibouken en SNES, una historia paralela en la que deb¨ªas controlar a un popular personaje secundario de la saga. Con todo es un estudio peque?o y bastante modesto, bastante especializado en el g¨¦nero de las aventuras gr¨¢ficas, como su Kamaitachi no Yoru 2 en PS2, un juego de detectives.
En un primer lugar, el proyecto parec¨ªa que iba de la mano de Nintendo en su distribuci¨®n, de un modo similar a Giftpia. Pero en un momento del desarrollo parece que las cosas se congelaron y el juego estuvo en "paro t¨¦cnico" hasta el punto de que todo el mundo pensaba que ser¨ªa cancelado. Contra todo pron¨®stico, ChunSoft anunci¨® hace no mucho que el proyecto segu¨ªa su curso y ser¨ªa lazando a finales de Abril en Jap¨®n. Es m¨¢s, ellos mismos distribuir¨ªan el juego a trav¨¦s de su propia p¨¢gina web por demanda, sin comercializarlo en las tiendas ni tener ninguna distribuidora detr¨¢s. Un movimiento a todas luces sorprendente que dice mucho de la resoluci¨®n de la compa?¨ªa entorno a este t¨ªtulo.
Aunque el juego no est¨¢ todav¨ªa a la venta, los residentes en Jap¨®n que hayan reservado el juego en la p¨¢gina del estudio ya han recibido una copia de prueba que permitir¨¢ realizar las necesarias pruebas online que requiere esta clase de juego y adem¨¢s disfrutar de ¨¦l antes que nadie, lo que ha permitido saber un poco lo que se puede esperar de este t¨ªtulo.
Lo primero que hay que decir es que Homeland no es exactamente un MMRPG, ya que tiene una parte offline y otra online, ambos modos est¨¢n interconectados, de modo que en un momento del desarrollo de la aventura puedes estar offline y al llegar a cierto sitio poner el juego online y compartir tu experiencia con los jugadores que se encuentren en ese momento. Adem¨¢s, no es que sea un juego masivo, ya que s¨®lo 30 personas pueden jugar en una misma partida fruto del sistema ideado para soportar este modo de juego: una consola hace de "servidor" y abre la partida, los dem¨¢s jugadores se conectan a esa consola a trav¨¦s de la red. De este modo se ahorran servidores externos, que implica mantenimiento y por tanto costes, permitiendo que no haya que pagar nada extra para jugar a Homeland.
Lo primero al jugar a Homeland es crear tu personaje, sexo, rasgos... en el proceso empezar¨¢s a familiarizarte con el personal estilo gr¨¢fico que posee este juego, que en cierto modo recuerda a otros t¨ªtulos con est¨¦ticas m¨¢s bien extra?as como Animal Crossing o Giftpia. Es realmente interesante y sin duda no ser¨¢ del agrado de todos pero resulta casi entra?able. Los personajes son pocos detallados, con formas redondeadas a excepci¨®n de una curiosa nariz puntiaguda. Los escenarios por los que discurre el juego ofrecen una impresi¨®n extra?a y m¨¢gica, sin excesivos detalles, usando colores primigenios y dejando una impresi¨®n que se podr¨ªa catalogar de inocente, de ser algo que podr¨ªa aparecer perfectamente en un libro de cuentos para ni?os.
La mec¨¢nica del juego se basa en que tu personaje obtiene el poder de transformarse en una criatura y se le otorga la misi¨®n de ayudar a la gente usando sus poderes, aceptando peticiones de los habitantes del mundo de Homeland. Tu personaje ir¨¢ acumulando esas transformaciones y podr¨¢s decidir cu¨¢l utilizar en cada momento ya que las caracter¨ªsticas del protagonista cambian seg¨²n la forma. Junto a las diferentes formas, tendr¨¢s una serie de objetos, armas, utensilios de defensa, curaci¨®n... que podr¨¢s comprar o recoger de entre los enemigos ca¨ªdos.
El sistema de combate es muy tradicional, los enemigos est¨¢n en pantalla y si te acercas demasiado te atacar¨¢n, no hay ninguna transici¨®n a una pantalla en combate, sino que el combate es en la misma pantalla, aunque por turnos. Un c¨ªrculo de opciones aparecer¨¢ en cada uno de tus turnos, pudiendo elegir ataque, magia, uso de objetos.. las opciones t¨ªpicas de esta clase de juegos. El punto original es la idea de "cogerse de manos", que es un concepto dise?ado para el juego online. Se trata de que los personajes se pueden coger la mano, lo que hace que la "uni¨®n" aumente sus estad¨ªsticas y se complementen. Hay transformaciones que aumentan ciertas caracter¨ªsticas y otras que aumentan otras distintas, pero al cogerse de manos los personajes consiguen personajes con caracter¨ªsticas m¨¢s equilibradas y mejores, aumentando la necesidad de cooperar con otros jugadores.
Las posibilidades de ver este juego fuera de Jap¨®n son muy cercanas a cero, de hecho su distribuci¨®n va a ser claramente limitada ya que el sistema de venta requiere que el comprador vaya expl¨ªcitamente a la p¨¢gina y compre el juego. Va a ser una gran curiosidad y si finalmente resultara ser un buen juego seguro que quedar¨¢ como uno de esos t¨ªtulos por el que los coleccionistas pagar¨¢n una barbaridad en unos cuantos a?os.
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