Patriotismo americano

Dentro de un tiempo, se ver¨¢ con perspectiva que la subsaga 'Modern Warfare' ha marcado el modelo est¨¢ndar de los FPS actuales: sus caracter¨ªsticas son claras y han sentado c¨¢tedra a todos los niveles, quiz¨¢s cogiendo prestado elementos de otros shooters anteriores, pero al mismo tiempo d¨¢ndole su propia personalidad. Es decir: ambientaci¨®n contempor¨¢nea o desde luego muy cercana a la realidad de hoy d¨ªa, lo que implica armas y dem¨¢s elementos b¨¦licos muy coherentes y veros¨ªmiles con la actualidad. A?adir una serie de secuencias escriptadas  espectacularmente impactantes, que queden en la retina, que impresionen y que nos hagan sentir inmersos en una pel¨ªcula hollywoodiense de acci¨®n. Si lo sazonamos con un desarrollo lineal, donde adem¨¢s podremos en un momento dado utilizar un veh¨ªculo, un arma fija, etc, y con un ritmo de juego que no decaiga en casi ning¨²n momento. Todos estes ingredientes forman lo que hoy d¨ªa es un FPS al uso. Claro, siempre tendremos los casos singulares que se desvinculan de lo establecido, y donde Valve Software es la reina del baile. Y es que Call of Duty es el nombre a batir, sus ventas se cuentan por millones, y obviamente si algo funciona? ?porqu¨¦ no copiarlo? Eso mismo pensaron en EA con el ¨²ltimo Medal of Honor, pero no lleg¨® a los niveles de calidad que Infinity Ward marc¨®.

HomeFront, el t¨ªtulo de Kaos Studios que hoy nos ocupa, no es un 'outsider' en este sentido. M¨¢s bien coge todos y cada uno de los elementos antes descritos y les a?ade una ambientaci¨®n y un argumento que impacta por su plausible realidad. Es decir, los elementos que pone sobre la mesa son reales, podr¨ªa pasar, y hasta si se sucediesen los hechos que se describen en la vertiginosa intro, no ser¨ªa de ilusos pensar que las dos Coreas se uniesen en una sola naci¨®n, invadiendo todo a su paso, hasta llegar al pa¨ªs que un d¨ªa fue el centro del planeta, el m¨¢s poderoso: los Estados Unidos de Am¨¦rica. La ocasi¨®n la pintan calva, pensaron en la uni¨®n Coreana, as¨ª que aprovechando el baj¨®n socio-econ¨®mico en el que estaba sumido el pa¨ªs de la libertad lanzaron un ataque de varios EPM (pulso electro-magn¨¦tico) dejando sin suministro el¨¦ctrico a toda la naci¨®n. Las consecuencias se muestran en la ya nombrada intro, y durante el transcurso de la misma podremos ver c¨®mo en 2027 EE.UU. es un pa¨ªs totalmente hundido, e invadido por la nueva Corea. Todo est¨¢ acabado, los ciudadanos son ejecutados, masacrados y llevados a campos de exterminio que recuerdan mucho a lo sucedido en el Holocausto. No hay salvaci¨®n? ?o s¨ª? Lo que parece ser una versi¨®n 'seria' de Ast¨¦rix ambientada en territorio americano, es el punto de comienzo de HomeFront.

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El comienzo del juego, mientras Jacobs viaja en el autob¨²s, es el m¨¢s claro homenaje a 'Half Life' que hace -y puede hacer- Kaos Studios. Mientras en Black Mesa ¨ªbamos en el transporte hasta nuestra primera jornada de trabajo observando c¨®mo transcurre el d¨ªa a d¨ªa de los dem¨¢s trabajadores, en HomeFront veremos sucesivas escenas de masacres, asesinatos a sangre fr¨ªa, secuestros y avasallamientos que llevan a cabo diariamente los coreanos en suelo americano. Todas estas escenas no hacen sino aumentar nuestra empat¨ªa con el pueblo afligido, poni¨¦ndonos en su piel, mientras esperamos el rescate. A partir de la liberaci¨®n de nuestro personaje, podremos ser testigos de las continuas guerras de guerrillas, enfrentamientos directos y cortos tiroteos que puede llevar a cabo la resistencia. Con pocos medios intentar¨¢n ir socavando el poder coreano, hasta poder trasladarse a San Francisco para enfrentarse a ellos a un nivel superior. Todo pinta excelentemente bien, pero el problema de HomeFront comienza, curiosamente, cuando el juego se pone en marcha. Bien, podr¨ªamos ser m¨¢s concretos y decir que el modo Historia queda bastante por debajo de la calidad del modo Multijugador online, probado por el propio estudio en su anterior t¨ªtulo 'Frontlines: Fuel of War'. El problema que afecta a HomeFront no es otro que el copiar descaradamente la mec¨¢nica y ritmo de juego de Call of Duty, pero adem¨¢s presentando un producto netamente inferior a nivel monojugador y t¨¦cnico.

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La historia, dividida en cap¨ªtulos, nos llevar¨¢ por varios escenarios muy reconocibles por su familiaridad. No estamos en medio de un campo de batalla al uso, sino en pueblos, zonas del extrarradio de las ciudades y en general escenarios que nos son familares a cualquiera de nosotros, aunque modificados por la situaci¨®n extrema. Esto da m¨¢s cohesi¨®n y cercan¨ªa con lo que pasa en pantalla, consiguiendo una inmersi¨®n superior. El dise?o de niveles nos pondr¨¢ en situaciones distintas, desde enfrentamientos en zonas cerradas, pasando por apoyo defensivo, ataques a zonas de seguridad, eliminaci¨®n a distancia con rifle sniper, etc? Las situaciones se muestran dej¨¢ndonos una sensaci¨®n de 'ya visto', y no consiguen remontar el vuelo en ning¨²n momento. A ello tampoco ayuda mucho el ritmo de la acci¨®n, por mucho que nos deje en ciertos momentos a nuestro aire, movi¨¦ndonos en camarader¨ªa y hablando con ciertos NPC's que no afectan para nada al desarrollo totalmente lineal de la acci¨®n y de la historia. De hecho, uno de los fallos m¨¢s llamativos de HomeFront es no hacernos sentir casi en ning¨²n momento protagonistas de la acci¨®n. No llevamos la iniciativa, s¨®lo respondemos a los objetivos que nos marcan. Nos pasamos todo el juego siguiendo a un personaje, disparando, y volviendo a seguirlo hasta el siguiente punto. La repetitividad de esta mec¨¢nica de juego es tal que acaba por cansar al usuario.

Uno de los pocos puntos positivos que posee HomeFront en su modo Historia es el uso de 'Drones', como ocurr¨ªa en su anterior 'Frontlines'. Con esos elementos, encontraremos escenas que disparan la acci¨®n hacia momentos que se salen un poco de realismo estricto que envuelve la acci¨®n en su mayor parte, dot¨¢ndolo de ciertos aspectos originales. Por lo dem¨¢s, como FPS que es, no mantiene una mezcla potente de situaciones peligrosas, IA enemiga y control 100% fiable que deber¨ªa tener. El nivel de dificultad medio -en nivel Normal- es algo alto, pero no lo ser¨¢ precisamente por una IA bien perfilada y con m¨²ltiples acciones para afrontar un mismo suceso, sino por la cantidad de enemigos y su m¨¢s que curiosa punter¨ªa. De hecho, nos encontraremos con situaciones en las que sabr¨¢n d¨®nde estamos incluso sin ver c¨®mo nos movemos por coberturas perfectamente escondidas. Por otro lado, son capaces de dispararnos y alcanzarnos casi sin mostrar nuestro cuerpo, pero al mismo tiempo las rutinas de ataque que se les han aplicado los hacen ir como corderos al matadero en fila india hacia una ¨²nica puerta donde los esperamos arma en mano. El uso de granadas para hacernos salir de nuestras posiciones puede ser uno de los mejores ejemplos del trabajo llevado a cabo por Kaos Studios en cuanto a resoluci¨®n de enfrentamientos con cobertura, pero al mismo tiempo son incapaces de devolver una granada que les hayamos tirado, ni siquiera casi de salir de su radio de acci¨®n. En este sentido, las sensaciones son encontradas pero por lo general, negativas.

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T¨¦cnicamente HomeFront no alcanza un nivel brillante, aunque consigue dar una sensaci¨®n robusta casi todo el tiempo. El motor gr¨¢fico pondr¨¢ en pantalla gran cantidad de elementos y personajes, con un texturizado que no alcanza un nivel aceptable en muchos puntos de los escenarios, con unos mapeados borrosos y de poca calidad. Por otro lado, los personajes s¨ª poseen unos modelados de buen nivel, pero su gesti¨®n facial y la sincronizaci¨®n labial falla bastante. Veremos entornos muy recargados y otros con una gran extensi¨®n a la vista, aunque el efecto 'niebla' est¨¢ presente en muchos momentos para que el engine sobrelleve de la mejor forma posible la cantidad de elementos y la gesti¨®n de part¨ªculas de las explosiones y los disparos, de un nivel m¨¢s que bueno. El 'gunplay' se ve afectado por un control algo tosco y lento, sobre todo al girar y por culpa de un motor de colisiones defectuoso que nos dejar¨¢ vendidos en m¨¢s de una ocasi¨®n. Ya sea porque no somos capaces de sortear un simple pelda?o o porque el nivel crea una de las t¨ªpicas 'paredes invisibles' en sitios donde hay? nada. Un recurso extra?o que no favorece la jugabilidad en momentos cr¨ªticos, donde necesitamos ponernos a cubierto para recuperar salud -autoregeneraci¨®n, c¨®mo no, la lacra de los FPS de esta generaci¨®n- o simplemente para recargar. Adem¨¢s, en ocasiones el mismo motor de colisiones es injusto con un mismo hecho: es decir, un soldado que recibe un headshot cae fulminado a las primeras de cambio, mientras otro aguanta hasta 3-4 impactos en la misma zona y sin tener protecci¨®n extra con respecto al soldado antes nombrado.

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La aplicaci¨®n de la luz en general cumple de manera efectiva, aunque hay momentos y aspectos muy mejorables. Para empezar, los cielos que envuelven los escenarios tienen una saturaci¨®n de color demasiado elevada, rest¨¢ndole realismo y viveza. En las fases diurnas se ha conseguido que sea m¨¢s efectiva la iluminaci¨®n, pero en las fases de ataque nocturno no mantiene el nivel y muestra una luminosidad irreal para mantener una visibilidad que permita disparar y apuntar de la forma m¨¢s precisa posible. Otro de los aspectos positivos se encuentra en el dise?o de los personajes, los enemigos, los veh¨ªculos y los drones. Cualquiera de ellos posee una poligonizaci¨®n de buen nivel, un motor f¨ªsico que cumple de forma eficaz (la fase del helic¨®ptero es una buena muestra de ello) y una respuesta ajustada y r¨¢pida. Especialmente brillante es el nivel que transcurre en el puente de San Francisco, dir¨ªamos que el mejor de todo el juego por su buen dise?o del entorno, lo bien aplicados y distribu¨ªdos que est¨¢n los enemigos y el ritmo alto pero controlado de la acci¨®n. Por otro lado, las armas tienen unos modelados brillantes, aunque los texturizados siguen sin responder de forma eficiente (como casi todo en el juego, dando una sensaci¨®n de borrosidad extra?a). Su respuesta, cadencia de tiro y retroceso tienen claroscuros. Si bien por lo general responden de forma muy cre¨ªble, el retroceso no es algo que se haya cuidado en demas¨ªa, y veremos armas de gran calibre en las que no nos costar¨¢ nada mantener una r¨¢faga de fuego continua sin perder el objetivo.

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La duraci¨®n del modo Historia ser¨¢ breve, sobre las 5-6 horas de juego. Es ¨¦ste otro de los factores negativos del juego, sobre todo si tenemos en cuenta que no logra mantener un nivel de emotividad o de empat¨ªa con el usuario de forma continua. La falta de un ritmo alto en varias ocasiones, la linealidad total, la falta de carisma en los personajes o la poca libertad del  jugador a la hora de decidir realizar algo juegan muy en su contra. Es divertido -muy divertido- en momentos puntuales, as¨ª como espectacular tambi¨¦n en escenas concretas. Pero el nivel global y general del juego no desprende esa sensaci¨®n ¨¦pica o de protagonismo que s¨ª consiguen otras producciones del g¨¦nero. HomeFront posee una buena base, un gran argumento que nos pone en una situaci¨®n interesante, con objetivos por cumplir que podr¨ªan ser realmente atrayentes manejando mejor el ritmo de juego y el control de la acci¨®n en los tiroteos, algo tosco y que nos deja una sensaci¨®n de estar 'por perfilar'.

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Como dec¨ªamos antes, el motor gr¨¢fico es bastante robusto en general. El nivel de carga poligonal en algunos momentos es alta, y la tasa de frames se mantiene estable en casi todo momento. Sin embargo, encontramos que varios trucos o ausencias hacen que esto sea posible. Para empezar, veremos que en las fases con movimientos bruscos de c¨¢mara y gran cantidad de elementos en pantalla el juego puede tener alguna ca¨ªda de cuadros por segundo. Por otro lado, para mantener estable casi en su totalidad la fluidez aunque tenga gran cantidad de personajes en pantalla sacrifica unos escenarios que no tienen casi elementos interactivos. No encontraremos casi construcciones destru¨ªbles -excepto las expl¨ªcitamente indicadas para seguir la acci¨®n-, tambi¨¦n materiales que no podemos atravesar con los disparos (simples tablas de madera parecen de titanio puro) y que tambi¨¦n afean un poco el resultado final. Por otro lado, las animaciones de los personajes en bastantes ocasiones son muy r¨ªgidas o no se han cuidado en demas¨ªa. Ver c¨®mo nuestros compa?eros giran en redondo, c¨®mo caen los enemigos al ser alcanzados por los disparos, o simplemente no poder ver los brazos de nuestro personaje cuando sube por unas escaleras pero s¨ª cuando es alcanzado y eliminado nos deja con la sensaci¨®n de que no se ha puesto todo el empe?o necesario para presentar un producto redondo. Las animaciones de las recargas mantienen una calidad rese?able, pero el movimiento de mel¨¦ es totalmente irreal.

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En definitiva, el modo Campa?a de HomeFront posee luces y sombras, aunque ¨¦stas ¨²ltimas ganan en demas¨ªa las comparaciones con otros juegos del g¨¦nero. El gui¨®n es interesante y atractivo, pero el desarrollo de la acci¨®n es limitado, repetitivo y con pocos momentos memorables. La utilizaci¨®n de drones y ciertos niveles bien dise?ados pueden hacer que nos sintamos con ganas de m¨¢s, as¨ª como algunas escenas espectaculares, pero por regla general no se ha cuidado mucho ni la mec¨¢nica de disparo, ni la IA de los enemigos, ni el ritmo de juego. Quiz¨¢s con m¨¢s niveles como el del puente de San Francisco por su calidad y dise?o estar¨ªamos hablando de un juego de un nivel superior globalmente hablando. Sin embargo, con una campa?a muy corta, un nivel de dificultad que basa m¨¢s su fuerza en la punter¨ªa exagerada de los enemigos que en sus propias acciones o diversidad de las mismas, y situaciones que restan realismo a la acci¨®n -como siempre, nuestros compa?eros es imposible que mueran por mucho que les disparen a quemarropa- gracias a un uso y abuso de los scripts demasiado visible hacen de HomeFront un juego que 'podr¨ªa haber sido y no es'. De hecho, si por algo puede ser recordado el juego de Kaos Studios es por su vertiente multijugador, el verdadero centro de diversi¨®n del t¨ªtulo. Y es que se nota que los desarrolladores han tenido casi m¨¢s en cuenta este aspecto que la optimizaci¨®n del modo Campa?a, ya que la originalidad y las opciones de personalizaci¨®n brillan bastante por encima del modo monojugador.

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El dise?o de los niveles facilita mucho la diversi¨®n en cualquiera de los aspectos, ya sea por las partidas r¨¢pidas en los entornos peque?os, o por las decisiones estrat¨¦gicas que nos permiten la inclusi¨®n de helic¨®pteros o los drones, por ejemplo. Los modos de juego tambi¨¦n a?aden los cl¨¢sicos 'capturar la bandera' o 'team deathmatch', disfrazados en los t¨ªtulos 'Controlador de Tierra' y 'Muerte por equipos'. Con todo, encontraremos tambi¨¦n su punto de innovaci¨®n en el modo 'Comandante de Batalla', que jerarquiza los equipos y les da poder de decisi¨®n para ir a por un jugador espec¨ªfico del equipo contrario, mostr¨¢ndose en el mapa para todos los soldados de nuestro bando. Este modo de juego incluye los dos antes nombrados, ganando un gran n¨²mero de BP el jugador que logre acabar con el objetivo. Esta comuni¨®n que une los puntos de experiencia y los BP hace que el online de HomeFront sea especialmente adictivo y divertido. Si a esto le a?adimos el perfecto ritmo que se ha conseguido con el dise?o de los escenarios, nos encontramos con el contrapunto positivo a tanto defecto que a?ade el modo Campa?a.

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Nos queda claro -desde hace tiempo- que las compa?¨ªas copian los ¨¦xitos superventas, vengan de donde vengan y utilicen los factores que crean convenientes. Eso no est¨¢ mal, porque aparte de lograr un producto de calidad tambi¨¦n es importante alcanzar la viabilidad econ¨®mica del producto. Est¨¢ visto estes a?os que los FPS b¨¦licos siguen la estela 'Call of Duty', pero ni Medal of Honor (por ejemplo) anteriormente, ni el juego que hoy nos ocupa logran unos resultados que se acerquen. Al usuario medio aparte de gustarle la acci¨®n quiere que ¨¦sta sea de calidad, que recompense al jugador con historias bien hilvanadas y unidas a una jugabilidad satisfactoria. HomeFront lo logra, pero s¨®lo en la parte multijugador, que resulta divertida, adictiva y llena de opciones instant¨¢neas, en un 'caos controlado' donde todo lo que sucede en pantalla se ha llevado a cabo de forma inteligente porque las bases establecidas por los desarrolladores del juego online se amoldan perfectamente a sus posibilidades. No podemos decir lo mismo del modo Historia. Corto, repetitivo y lleno de momentos que ya hemos visto en varios juegos. La f¨®rmula no es repetir lo mismo una y otra vez: el ¨¦xito y el reconocimiento de los usuarios llega en el momento en que presentas situaciones que, aunque ya vividas en otros juegos, aporten un aire nuevo en alg¨²n concepto. HomeFront se queda a las puertas de esto.

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