High Hell
- PlataformaPC7.5
- G¨¦neroAcci¨®n
- DesarrolladorTerri Vellmann
- Lanzamiento23/10/2017
- TextoEspa?ol
- EditorDevolver Digital
High Hell, An¨¢lisis
La nueva propuesta del creador de Heavy Bullets vuelve a ser un excelente juego de disparos en primera persona, abandonando el esp¨ªritu roguelike de la anterior obra de su autor para convertirse en el sue?o de los fan¨¢ticos del Speedrun en una catarsis de tiroteos y habilidad calculada al mil¨ªmetro.
Desde que distribuyeran en 2009 el remake en alta definici¨®n del cl¨¢sico Serious Sam, la emergente distribuidora independiente Devolver Digital ha ido moldeando un cat¨¢logo de t¨ªtulos excelsos que figuran entre los m¨¢s destacado del panorama independiente. Y es que el sello Devolver se ha convertido en sin¨®nimo de calidad entre los t¨ªtulos que lo ostentan. A saber: Enter The Gungeon, The Talos Principle, BroForce, el reciente Ruiner, la aventura gr¨¢fica patria Gods Will Be Watching o los transgresores Hotline Miami son una peque?a muestra de la tremenda calidad y variedad que nos ha ofrecido el sello afincado en Texas. Precisamente no pocas reminiscencias guarda High Hell con los mencionados Hotline Miami. Salvando las distancias, y cambiando la perspectiva a¨¦rea cenital por la de FPS, High Hell conserva el esp¨ªritu transgresor, al amor por los tonos de ne¨®n y un desarrollo de niveles que recuerda al violento y popular cl¨¢sico independiente.
El juego corre a cargo de Terri Vellmann, creador de Heavy Bullets, tambi¨¦n distribuido bajo el sello Devolver. En esta ocasi¨®n ha optado por dejar atr¨¢s el alma roguelike de su anterior juego en pos de un acercamiento que har¨¢ las delicias de los aficionados al Speedrun, con unos niveles my cortos con un dise?o calculado al mil¨ªmetro y un desarrollo tremendamente fren¨¦tico que exige mucha pericia y habilidad por parte del jugador. Para rematar la faena, el se?or Vellmann se ha hecho acompa?ar de Doseone, creador de las bandas sonoras de Enter The Gungeon y Gang Beasts entre otras, para dar forma al ecl¨¦ctico apartado sonoro de High Hell y reforzar su esp¨ªritu an¨¢rquico y nihilista. El resultado de todo ello es un juego de disparos en primera persona fren¨¦tico y de ritmo alt¨ªsimo, que por desgracia llega muy justo de contenido y enfocado a un p¨²blico muy concreto: los amantes del speedrun. Si te encuentras entre ellos, High Hell te har¨¢ disfrutar por todo lo alto.
Guerra a la Corporaci¨®n del demonio
Poco sabemos de la historia de High Hell una vez nos sumergimos en el frenes¨ª de balas que supone su desarrollo. Encarnamos a una misteriosa mujer en su cruzada por reducir a cenizas a la corporaci¨®n Pitchcorp. La totalidad de la aventura se desarrolla en las oficinas de dicha corporaci¨®n, dedicada entre otras actividades de dudosa legalidad al tr¨¢fico de drogas y la extorsi¨®n. Bajo una ambientaci¨®n siempre bizarra y nihilista, el juego nunca se toma demasiadas molestias en contarnos las motivaciones de nuestra protagonista para asaltar las oficinas de la malvada corporaci¨®n y masacrar sin piedad a sus matones. Como bien reza el eslogan del juego, sin muchos rodeos ni explicaciones, este nos invita a descender al submundo criminal y llevar la salvaci¨®n a las almas que se han alejado de la luz, empleando el convincente y efectivo m¨¦todo de enca?onarlos con nuestra escopeta celestial. Pese a lo ligero de su narrativa, siempre da la sensaci¨®n de que esconde mucho m¨¢s mensaje del que aparenta.
Por desgracia lo poco que nos cuenta High Hell lo hace en poco m¨¢s de 2 horas en nuestra primera partida. Y si nos quedamos ah¨ª la sensaci¨®n de vac¨ªo pesar¨¢ demasiado en nuestra percepci¨®n del t¨ªtulo. Su objetivo verdadero es que nos piquemos en sus 20 niveles y tratemos de completarlos en el menor tiempo posible realizando la mejor puntuaci¨®n, dando rienda suelta al perfeccionista y speedrunner que llevemos dentro. Si ese es nuestro perfil, High Hell nos enganchar¨¢ y nos tendr¨¢ horas y horas tratando de ara?ar segundos y buscando las formas m¨¢s efectivas para superar cada uno de sus niveles. Si simplemente buscamos un t¨ªtulo para darle una pasada, quiz¨¢ esta no sea la mejor opci¨®n, pese a los ajustados 9,99 euros que vale. Pero si queremos poner a prueba nuestra habilidad con un FPS donde todo est¨¢ medido al mil¨ªmetro y su jugabilidad funciona de maravilla resultando ser sumamente ¨¢gil y fren¨¦tica, y sobre todo queremos un reto al que enfrentarnos una vez tras otra para tratar de exprimir su propuesta al m¨¢ximo, sin duda High Hell es una apuesta ganadora.
Visceral vuelta a los or¨ªgenes. Dispara y olvida.
La jugabilidad de High Hell no podr¨ªa ser m¨¢s simple y directa. Contamos con una ¨²nica arma, una suerte de escopeta laser de baja cadencia, de munici¨®n infinita y que no es necesario recargar. Podemos saltar, agacharnos, hacer zoom con el bot¨®n derecho del rat¨®n y tirar puertas abajo de una patada. Estas son nuestras herramientas, que deberemos emplear junto con una precisi¨®n quir¨²rgica a la hora de desplazar nuestros dedos por las teclas WASD para sobrevivir a los fren¨¦ticos e inmisericordes tiroteos del juego. El ritmo del mismo es alt¨ªsimo, y de un par de tiros recibidos estamos muertos, por lo que se nos exigir¨¢ gran precisi¨®n en el manejo de teclado y rat¨®n, siendo esta combinaci¨®n la ¨²nica disponible para controlar el juego. Todo el apartado jugable est¨¢ aqu¨ª ajustado a la perfecci¨®n, y supone una vuelta salvaje a los tiempos pret¨¦ritos del g¨¦nero. Se trata de ser ¨¢gil en nuestros movimientos y certeros en los disparos. Y precisamente esta jugabilidad tan enfocada a sacarle el m¨¢ximo jugo a cada nivel es la gran baza del t¨ªtulo. Nos empuja a ser mejores, m¨¢s efectivos, buscar la forma m¨¢s directa y eficiente para superar cada fase cada vez en el menor tiempo posible. Se trata sin duda de uno de los mejores t¨ªtulos enfocado al speedrun que se han lanzado en much¨ªsimo tiempo.
El excelente dise?o de niveles ayuda a multiplicar las posibilidades a la hora de superar cada uno de ellos. En los mismos siempre se nos propondr¨¢ una misi¨®n principal, desde encontrar ciertos objetos, a eliminar o rescatar determinados objetivos, pasando por destruir varias posesiones de la vil corporaci¨®n a la que nos enfrentamos. A mayores nos propone quemar fajos de billetes obtenidos por nuestros rivales de forma fraudulenta, y encontrar unos monigotes ocultos, por lo que siempre tendremos que encontrar un equilibrio entre lo veloces que somos completando los niveles y los objetivos que cumplimos para obtener la mejor puntuaci¨®n posible. Una vez cumplidos los objetivos, rematamos el nivel saltando al vac¨ªo fuera del edificio donde transcurre la misi¨®n con nuestro paraca¨ªdas. La ¨²nica peque?a pega del juego en este sentido es una inteligencia artificial enemiga no demasiado brillante, cosa que por otra parte no supone demasiado problema. Cuatro de los 20 niveles del juego ser¨¢n un enfrentamiento con un jefe final, lo que le da variedad al juego, pese a que en ning¨²n momento resultan excesivamente brillantes. Los niveles son cortos, y como se ha comentado completaremos los 20 disponibles en torno a las 2-3 horas en nuestra primera pasada. Para que nos hagamos una idea de la capacidad de exprimir el juego que este presenta, uno de sus logros nos retar¨¢ a completarlo en menos de 20 minutos, todo un desaf¨ªo. Pese a que apenas cuenta con textos, estos est¨¢n correctamente traducidos al castellano, por lo que no tendremos problema para entender el objetivo de cada misi¨®n, cosa que tampoco resulta muy compleja por otra parte.
Balas y luces de ne¨®n
Visualmente High Hell apuesta por un estilo bizarro y verdaderamente desenfadado, con una puesta en escena que coquetea constantemente con el surrealismo. M¨¢s all¨¢ de tratar de impactar con lo que muestra en pantalla, el t¨ªtulo trata de no tomarse demasiado en serio a s¨ª mismo y resultar efectivo a la vez. Y lo consigue con una direcci¨®n art¨ªstica minimalista y simple que le dota de personalidad y frescura. Ni los modelos de personajes tienen un elevado detalle, ni nos encontramos con texturas de alt¨ªsimas definici¨®n, de hecho una del as peculiaridades del juego es el empleo de colores planos. Lo verdaderamente importante es lo fluido que resulta el juego, algo indispensable en un t¨ªtulo tan fren¨¦tico como el que nos ocupa. Todo ello con un peculiar envoltorio de luces de ne¨®n y aire ochentero, que tambi¨¦n nos evoca, guardando las distancias, al mencionado Hotline Miami. Como no pod¨ªa ser de otra forma, el se?or Adam ¡°Doseone¡± Drucker se luce con una banda sonora que se adapta como anillo al dedo al elevado ritmo del juego. Fren¨¦tica y pulsante, como la acci¨®n a la que acompa?a, la m¨²sica del t¨ªtulo refuerza el tono veloz e implacable de lo que vemos en pantalla.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.