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La saga Mechwarrior, basada en el juego de tablero Battletech de Fasa Corporation, ha sido sin duda uno de los m¨¢s aclamados ¨¦xitos de la compa?¨ªa Activision. Por eso, cuando Fasa decidi¨® ceder la licencia para la explotaci¨®n inform¨¢tica de Battletech a Microprose -que prepara Mech Commander, m¨¢s en la l¨ªnea Command & Conquer- , Activision tuvo que apresurarse en buscar un sustituto. Tras descartar la posibilidad de partir desde cero y crear su propio universo de juego, se opt¨® por adaptar Heavy Gear, un juego de Dream Pod 9 que contin¨²a con el mismo planteamiento del combate t¨¢ctico entre robots pilotados por humanos, pero aportando detalles novedosos.
Un poco de historia. En Heavy Gear la acci¨®n se desarrolla en Terranova, planeta afectado por una largu¨ªsima guerra civil entre dos grandes facciones: la CNCS, compuesta por ciudades-estado del Norte asociadas por mutuo acuerdo, y la AST, alianza del Sur basada en la coacci¨®n que ejerce uno de sus miembros, la Rep¨²blica del Sur. En el centro de Terranova y coincidiendo con su meridiano, encontramos las Badlans, una gigantesca zona de desiertos de distinto tipo apenas salpicados por peque?os estados independientes. Las Badlands son el principal campo de batalla del enfrentamiento entre las dos potencias, que recurren como elemento principal en sus respectivos ej¨¦rcitos a letales robots de combate, los gears.
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M¨¢s que un lavado de cara. Para plasmar el universo de Heavy Gear con toda su riqueza de detalles, Activision ha utilizado el engine de Mechwarrior perfeccionado, a?adi¨¦ndole adem¨¢s caracter¨ªsticas especiales del de Interestate 76. Esto, les ha permitido entre otras cosas crear escenarios muy realistas. Ahora el terreno no es liso, sino que est¨¢ formado por colinas; hay multitud de edificios, los cielos est¨¢n hechos con mapeado de texturas, y todo con colores de 16 bits y alta resoluci¨®n(aunque por supuesto se pueden bajar las opciones para los equipos menos potentes). Habr¨¢ soporte para tarjetas compatibles con Direct3d, adem¨¢s de una versi¨®n a¨²n mejor para tarjetas 3dfx, en la que se hace uso intensivo del mip-mapping, del z-buffering,y de las texturas transparentes para representar espectaculares explosiones, humo y niebla.? Por si fuera poco, el sonido 3d y la tecnolog¨ªa para joysticks Force Feedback tambi¨¦n estar¨¢n contempladas. La perspectiva del juego ser¨¢ la usual, vista subjetiva desde el interior del robot, aunque con posibilidad de contemplarlo en todo su esplendor desde una c¨¢mara exterior rotable. A los aficionados a Mechwarrior puede sorprenderle el que no veamos la cabina desde la que pilotamos. Esto es as¨ª porque aqu¨ª el piloto est¨¢ conectado a su gear mediante una especie de casco de realidad virtual, y no ve el exterior directamente sino gracias a una c¨¢mara. Por otra parte los visores mediante los cuales controlamos diversos aspectos como el da?o recibido, las instrucciones o los blancos han sido perfeccionados y el armamento est¨¢ ahora representado gr¨¢ficamente, siendo reconocible a primera vista.
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Todos los Gears que puedas imaginar. Para representar los gears se han utilizado una media de 700 pol¨ªgonos (frente a los 400 que ten¨ªa un mech en Mechwarrior II). Se han incluido 16 tipos de gears tales como el Kodiak, el Hunter, el Black Mamba o el Spitting Cobra . Atendiendo a su aspecto y funci¨®n hay 4 tipos principales: los exploradores -su misi¨®n es encontrar al enemigo-, los gears de combate -todo potencia de fuego y velocidad -, los de apoyo -especialistas en el fuego indirecto- y los striders - de aspecto no humanoide, muy grandes y armados hasta los dientes-. Lo mejor es que no estamos limitados a este n¨²mero de gears, ya que gracias a un sencillo pero potente sistema de construcci¨®n podremos desde personalizar los modelos ya existentes hasta crear un original nuestro. Para ello bastar¨¢ con ir haciendo click sobre los componentes deseados, armas, motores, chasis, extremidades... hasta completar nuestro gear, al que por supuesto podremos bautizar como nos apetezca. De esta forma y dependiendo de la misi¨®n que tengamos que afrontar podremos crear por ejemplo un gear h¨ªbrido entre uno de combate y uno de exploraci¨®n, o cualquier otra combinaci¨®n que se nos ocurra.
Casi humanos. Al contrario que los mechs en Battletech, gigantescos, lentos y poco maniobrables, los gears son robots b¨ªpedos de aspecto y movimiento m¨¢s humano, relativamente peque?os (de 3 a 5 metros de alto) y bastante ¨¢giles. M¨¢s en la l¨ªnea de los estilizados mechas japoneses, son capaces de una gran variedad de movimientos: desde los b¨¢sicos andar y correr, hasta agacharse, moverse lateralmente, deslizarse colina abajo velozmente, levantarse si hemos caido al suelo debido a un gran impacto o volar durante algunos segundos gracias a los jet-pack. Los gears tienen brazos articulados y manos. Por eso, aunque hay armamento montado en diversas partes de sus cuerpos, cargan con el arma principal en uno de sus brazos, mientras que el otro queda libre para lanzar granadas. Esto resulta interesante porque ahora si nuestra arma queda sin munici¨®n o es inutilizada (las armas sufren da?os), podremos arrojarla al suelo y sustituirla por otra que haya quedado en el campo de batalla, tal como har¨ªa un soldado cualquiera.
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Jugabilidad ante todo. A pesar de las excelencias t¨¦cnicas, el aspecto en el que m¨¢s se ha trabajado en Heavy Gear es en el relativo a la jugabilidad. Para evitar la monoton¨ªa, adem¨¢s de a los consabidos gears nos enfrentaremos a multitud de tanques, naves, artiller¨ªa y parece que incluso a infanter¨ªa. El repertorio de armas es apabullante: fusiles, l¨¢sers, granadas, misiles, morteros ( cada uno incluyendo modelos ligeros, medianos y pesados). Adem¨¢s, al igual que en Mechwarrior II:Mercs no lucharemos s¨®los, ya que podremos hacernos cargo de una unidad compuesta por otros gears o incluso por naves. Seg¨²n Tim Morten, director del proyecto, hay dos aspectos novedosos en la jugabilidad que diferencian especialmente a Heavy Gear de la trilog¨ªa anterior. Uno de ellos es que para derribar a un gear hay que en primer lugar debilitar su armadura con un determinado tipo de munici¨®n y despu¨¦s penetrarla con otra. Si no hacemos esto los disparos rebotar¨¢n, sin conseguir llegar a los puntos vitales. El otro punto novedoso es el relativo a la importancia que se da ahora a la cobertura. En Mechwarrior, dada la falta de obst¨¢culos, un combate t¨ªpico era aquel en el que dos mechs posicionados frente a frente intercambiaban disparos, hasta que el que normalmente ten¨ªa mejor armamento y blindaje venc¨ªa. Pero en Heavy Gear, gracias a la elevada IA del juego, la t¨¢ctica favorita del enemigo ser¨¢ la de disparar, cubrirse tras alg¨²n obst¨¢culo, volver a disparar o lanzar una granada para buscar protecci¨®n de nuevo, siendo as¨ª la lucha m¨¢s realista y dificultosa.
Jugando s¨®lo. Hay dos modos de juego en solitario.El primero y principal es el de campa?a, que transcurre en las Badlands, y en el que se nos propone asumir el papel de un miembro de las fuerzas del Norte al que las cosas no le van muy bien. La unidad a tu cargo deb¨ªa servir como refuerzo, pero t¨² y tus hombres sois apresados a mitad de camino. Escapas a duras penas para ver como ahora se te acusa de traici¨®n y cobard¨ªa. Para acabar de arreglar las cosas tu novia, tambi¨¦n piloto de gears, es capturada... En fin, toda una intrincada trama que se ir¨¢ desvelando mediante escenas con actores reales, que junto a los comentarios previos al combate ir¨¢n hilvanando las 32 misiones (m¨¢s 4 de entrenamiento) que conforman la campa?a. De todas formas, si no tenemos inter¨¦s en seguir una historia o simplemente ya la hemos completado, tenemos a nuestra disposici¨®n otro modo de juego en el que podemos optar por ser del Norte o del Sur y jugar por toda Terranova con las misiones aleatorias creadas por el ordenador.
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Es la guerra virtual. Como ya viene siendo habitual la opci¨®n para multiplayer estar¨¢ contemplada, ya sea mediante m¨®dem, Internet, o red local. Adem¨¢s, al igual que en Interestate 76, los jugadores podr¨¢n congregarse para organizar partidas en Active.net. En modo multiplayer podremos jugar a la campa?a de un solo jugador en modo cooperativo o alguna misi¨®n suelta. Pero el desafio mayor esta en la opci¨®n de Internet conocida como Guerra Virtual. Aqu¨ª elegiremos entre formar parte de las tropas del Norte o las del Sur, enfrent¨¢ndonos a los jugadores de la otra facci¨®n en una misi¨®n aleatoria, a la que seguir¨¢n otras relacionadas. As¨ª, si en una misi¨®n de exploraci¨®n descubrimos una base oculta en la siguiente misi¨®n pueden encomendarnos asaltarla. Lo interesante es que el resultado de nuestro peque?o combate afectar¨¢ a la marcha de la guerra, reflej¨¢ndose en un mapa de Terranova a disposici¨®n de todos los pilotos.
Requerimientos. El equipo m¨ªnimo parece que va a ser un Pentium 90 (Pentium 133 recomendado), 16 o m¨¢s megas de ram, Cd-rom de 2 velocidades, Sound-Blaster 16 o compatible y 85 megas disponibles en el disco duro para la instalaci¨®n. Se recomienda igualmente una tarjeta 3dfx o cualquier aceleradora compatibles con Direct 3D.