Harvest Moon: El ¨¢rbol de la tranquilidad
- PlataformaWii6
- G¨¦neroAventura, Acci¨®n
- DesarrolladorMarvelous Entertainment
- Lanzamiento09/10/2009
- TextoEspa?ol
- VocesIngl¨¦s
- EditorNatsume
Paz y un poco de trabajo
Extra?a lacra la que tiene que sufrir Harvest Moon. Si hace unos meses era Rune Factory el encargado de redefinir la franquicia de una vez por todas, ahora aparece en Espa?a con bastante tiempo de retraso la primera aventura exclusiva de Wii, que se limita a ofrecer la f¨®rmula tradicional que ya conocemos de ntregas anteriores sin molestarse por incluir grandes cambios, un argumento profundo o siquiera novedades que destaquen en el conjunto. Simple y sencillamente, Harvest Moon de sobremesa.
La pregunta m¨¢s coherente que cualquier lector deber¨ªa formularse antes de comenzar a leer este an¨¢lisis tiene mucho que ver con la procedencia de esta ¨²ltima entrega, El ¨¢rbol de la tranquilidad, que hace ni m¨¢s ni menos que un a?o -exactamente- aparec¨ªa como novedad en el mercado norteamericano. Meses antes hac¨ªa lo propio en Jap¨®n sin obtener demasiada repercusi¨®n entre el p¨²blico de la zona, bien por su falta de originalidad o sencillamente por contar con varias ediciones que a lo largo del tiempo han demostrado mantenerse en la c¨²spide. El problema del desfase temporal entre la aparici¨®n en su pa¨ªs de origen y Europa es que, durante este intervalo, han aparecido otros t¨ªtulos que saben jugar mejor sus cartas, aprovechando de paso tambi¨¦n mejor la potencia t¨¦cnica de la consola de Nintendo.
Esto no quiere decir que Tree of Tranquility, como se lee en el original, sea mal juego. Tampoco que no deba ser tenido en cuenta por los aficionados de una serie que parece haber quedado relegada a un anodino segundo plano por culpa de unas ventas que no acompa?an y por un estilo de juego que vino a monopolizar esa saga de Nintendo que en resumidas cuentas copi¨® la f¨®rmula de Natsume teniendo en todo momento las ideas claras sobre c¨®mo llamar la atenci¨®n del p¨²blico occidental, poco amigo de los simuladores rupestres. La sorpresa fue tan grande que Animal Crossing se convert¨ªa no s¨®lo en un referente, sino tambi¨¦n en uno de los juegos m¨¢s vendidos y caracter¨ªsticos de Game Cube, como tambi¨¦n lo har¨ªa posteriormente con Nintendo DS y Wii, aunque esta ¨²ltima en menor medida.
Al margen del ¨¦xito o fracaso personal de Nintendo en este sector, lo anteriormente expuesto es necesario para que el lector se haga una idea r¨¢pida sobre cu¨¢l es la situaci¨®n que atraviesa el g¨¦nero en la sobremesa de la compa?¨ªa japonesa. Despu¨¦s del Harvest Moon que hoy llega a Espa?a con motivo de la celebraci¨®n del d¨¦cimo aniversario de la franquicia, Natsume ha tenido tiempo para lanzar el primer Rune Factory de la consola (que a d¨ªa de hoy se considera el fil¨®n m¨¢s interesante de la franquicia), un remake de Magical Melody e incluso le ha sobrado tiempo para anunciar la aparici¨®n de Animal Parade, la en¨¦sima revisi¨®n de la mec¨¢nica tradicional que tuvimos el placer de probar a principios de junio. De Rune Factory ya est¨¢ en marcha una secuela que parece indicar que se ha desmarcado definitivamente de la saga principal pero, ?hasta qu¨¦ punto supo innovar en su d¨ªa este Tree of Tranquility?
Ellos nos ayudar¨¢n a instalarnos pero, como bien dec¨ªamos anteriormente, primero se apaga la luz en el barco para aparecer en un acogedor cuarto de un albergue -tambi¨¦n completamente vac¨ªo-. Cuando descendemos las escaleras encontramos a los propietarios del mismo quienes nos informan prestos del gran inter¨¦s del alcalde Hamilton por conocer al h¨¦roe -o hero¨ªna, es decisi¨®n del jugador elegir entre ambos al comenzar la partida-. Este curioso personaje, vestido con atuendos impropios de su ¨¦poca, es el encargado de facilitarnos un alojamiento, que escoge dependiendo de varias contestaciones anodinas que el jugador tiene ocasi¨®n de contestar, as¨ª como de servirnos de gu¨ªa por el pueblo. ?l es el encargado de notificar a todo el pueblo que vamos a trabajar a destajo antes siquiera de que pase el primer d¨ªa.
La historia nunca ha sido especialmente importante en Harvest Moon. La intenci¨®n de Natsume es centrar el contenido en el trabajo de huerta, colecci¨®n de materiales preciados y cr¨ªa de animales que posteriormente vendemos para ganarnos el sustento con el que mejorar poco a poco su material de trabajo, hogar e incluso para asegurarse el futuro de su descendencia, que podemos asegurar si conocemos a la chica adecuada, una labor que a priori no deber¨ªa costar demasiado trabajo a tenor de la cantidad de mozas que encontramos por la zona. Tener hijos es una de las muchas formas que podemos encontrar para garantizar seguir con la partida cuando la vida del h¨¦roe ha llegado a su fin, lo que de alg¨²n modo otorga una duraci¨®n infinita a la partida.
Los primeros compases de juego se hacen eternos. La introducci¨®n es demasiado larga, muy pausada, con cargas de contenido que no se pueden justificar a estas alturas, m¨¢s a¨²n si tenemos en cuenta que a cada nuevo escenario (tambi¨¦n cuando abrimos el men¨²) aparece una pantalla en negro pidi¨¦ndonos paciencia. Al margen de este hecho considerablemente molesto, y una vez superado el tedioso pr¨®logo en el que no vamos a descubrir nada nuevo si somos conocedores de la franquicia, tenemos por fin la oportunidad de poner a prueba las habilidades del granjero de moda en el pueblo. La primera granja donde nos toca trabajar sirve como tutorial para dominar los fundamentos b¨¢sicos de la mec¨¢nica.
Como en todo Harvest Moon, lo esencial es trabajar el huerto, obtener dinero a trav¨¦s de los frutos de nuestro trabajo mientras combinamos estas actividades con otras m¨¢s l¨²dicas que podemos disputar conjuntamente con otros ciudadanos. La primera actividad que hemos de realizar no va mucho m¨¢s all¨¢ de levantar unos cuantos matorrales que impiden el crecimiento de una planta frutal que m¨¢s tarde descubrimos nos recompensa con fresas. Antes de verlas germinar no queda m¨¢s remedio que coger nuestra regadera, un regalo del primer hu¨¦sped que nos atiende, llenarla de agua en la fuente de marras y empezar a regar todo atisbo de vegetaci¨®n que veamos en el peque?o espacio que se ha habilitado para el trabajo. Si somos un poco avispados, no deber¨ªamos tener problemas para entender qu¨¦ es lo que viene despu¨¦s.
Hay muchas acciones con las que pasar el rato -adem¨¢s de cuidar a los animales, orde?ar vacas, plantar diferentes espacias en el huerto, de regar, de conquistar a quien nos hace til¨ªn...-, aunque es el jugador a quien le toca elegir la forma en la que prefiere gastar la energ¨ªa del h¨¦roe, que como decimos debe acostarse a dormir bien temprano para estar con fuerzas para el d¨ªa siguiente. Adem¨¢s de esta modalidad, que como venimos diciendo representa la ¨²nica v¨ªa de divertimento en solitario, tambi¨¦n podemos pasar un rato divertido jugando a diversos minijuegos -un total de ocho que desbloqueamos a lo largo de la partida- entre los que destacamos la divertida caza del topo o las mismas recolectas que hemos comentando a lo largo del an¨¢lisis. Pocas acciones tienen que ver con el sensor de movimientos salvo algunos gestos muy b¨¢sicos que nos cansamos de repetir con demasiada asiduidad.
La escasez de propiedades que tengan que ver con el sensor de movimientos o con la potencia de la Wii son los elementos que peor hablan de El ¨¢rbol de la tranquilidad -que, por cierto, se perfila como el motivo de la desastrosa situaci¨®n de la isla Waffle-. El espacio que tenemos a nuestro alcance para recorrer es enorme: varios sectores dentro de la ciudad, distintos planos en los que indagar para descubrir secretos, etc¨¦tera. La isla en s¨ª tampoco luce una apariencia mal puesta en escena: el problema radica en la baja calidad de las texturas, en la sensaci¨®n que transmite el alegre motor gr¨¢fico a los jugadores. Un ni?o podr¨¢ apreciarlo en su justa medida, pero es evidente que no corresponde con la capacidad de la consola y que en este sentido Natsume no se ha calentado demasiado la cabeza.
Es el mismo h¨¢ndicap encontramos a la hora de valorar los controles, que salvo acciones muy espec¨ªficas apenas se molestan por emplear el sensor de movimientos. La parte t¨¦cnica sale mal parada por estas cr¨ªticas en las que hemos querido pasar de largo la banda sonora, que por fin podemos bajar para evitar algunas de las melod¨ªas que se repiten una y otra vez hasta la saciedad. Recordamos que la idea es pasar bastantes horas trabajando nuestro terreno; si cumplimos esta premisa tened por seguro que la m¨²sica acabar¨¢ por cansar al m¨¢s pintado, un hecho al que ya deber¨ªan estar acostumbrados los aficionados ac¨¦rrimos de la franquicia.
No obstante, ante todas las posibles cr¨ªticas que se puedan verter sobre este Harvest Moon, la m¨¢s importante hace referencia directa a la total ausencia de novedades que realmente justifiquen interesarse por el producto. Si a esto le sumamos la espera que supone estar 1 a?o pendientes del lanzamiento europeo cuando el americano data de octubre de 2008 no se entiende por qu¨¦ arriesgarse con este t¨ªtulo cuando es tan evidente que dif¨ªcilmente puede competir contra los pesos pesados del g¨¦nero. Lo mejor es la respuesta a esta pregunta, ya que pese a este hecho Natsume sigue apostando en firme por la franquicia, contentando a los seguidores que quieran disfrutar del juego por un precio asequible.
Correcto
No es lo ¨²ltimo ni lo m¨¢s original, tampoco cuenta con la mejor ejecuci¨®n, pero puede divertir si te gusta el g¨¦nero. Bien, pero mejorable. C¨®mpralo si te gusta el g¨¦nero y te gusta tenerlos todos.