Guns, Gore & Cannoli 2
- PlataformaPC7.5XBOPS4
- G¨¦neroPlataformas, Acci¨®n
- DesarrolladorCrazy Monkey Studios
- Lanzamiento02/03/2018
- TextoEspa?ol
- VocesIngl¨¦s
- EditorCrazy Monkey Studios
Guns, Gore & Cannoli 2, an¨¢lisis
Crazy Monkey Studios regresa tras tres a?os de trabajo y presenta una secuela que mejora a su predecesor. El juego mantiene su bonito acabado visual y ofrece unas horitas de diversi¨®n fren¨¦tica para hasta cuatro jugadores.
Guns, Gore & Cannoli 2, an¨¢lisis
Si preguntamos a cualquier persona de la calle qu¨¦ le viene a la cabeza al escuchar el top¨®nimo ¡°Sicilia¡± seguramente la respuesta sea bastante coincidente: ¡°mafia¡±, ¡°calor¡± y ¡°postres¡±. Por mucho que a los sicilianos les fastidie, como a los espa?oles cuando se nos relaciona con los toros, el flamenco y la Sagrada Familia, el crimen organizado es un problema no resuelto que se ha proyectado hacia el exterior y que forma parte de la imagen colectiva compartida por el resto del mundo.
Sicilia se erige asimismo como el para¨ªso de los golosos, pues los dulces aut¨®ctonos son verdadera ambros¨ªa para el paladar. Este hecho no es ajeno a la mixtura de culturas que se ha dado desde antiguo, con influencias de la Grecia y Roma cl¨¢sicas, el Imperio de Oriente, los ¨¢rabes y los europeos. Todos estos saberes se han entrecruzado y han permeado en el arte y el conocimiento, conserv¨¢ndose de esta manera para la posteridad. As¨ª, el empleo de frutos secos en los postres es herencia directa de su pasado musulm¨¢n, cuando la isla mediterr¨¢nea configuraba el Emirato de Sicilia.
Se cree que los cannoli (cannolo en singular), una masa enrollada en forma de canuto que se elabora utilizando queso ricotta como base, tiene su origen en ese pasado ¨¢rabe. Que un manjar tan sabroso sea capaz de restituir la salud es mucho decir, pero en la ficci¨®n alocada de Guns, Gore & Cannoli 2 todo es posible. El protagonista se atiborra a dulces a ritmo de pistola, disparando contra un sinf¨ªn de blancos en movimiento y saltando de plataforma en plataforma mientras evita los obst¨¢culos m¨¢s peligrosos. Ah, y tampoco es casualidad que su nombre sea, ?oh, sorpresa!, Vinnie Cannoli.
Crazy Monkey Studios firma una secuela que vuelve a desafiar el tan manoseado ¡°segundas partes nunca fueron buenas¡±. Y es que la primera entrega, a pesar de su bonito envoltorio visual, pecaba de limitado en muchos sentidos. La incomprensible decisi¨®n de que los disparos se ejecutaran en una ¨²nica direcci¨®n constre?¨ªa las posibilidades jugables del t¨ªtulo, am¨¦n de otros elementos que no terminaban de cuajar. Afortunadamente, el estudio ha dispuesto de tres a?os para presentar un producto mucho m¨¢s pulido que abrir¨¢ el apetito a los aficionados de la acci¨®n 2D. Alguna ca¨ªda de framerate puntual afea un pel¨ªn el acabado final, pero nada excesivamente grave.
La m¨²sica ambienta sin grandes pretensiones a trav¨¦s de composiciones inspiradas en los sonidos de la ¨¦poca. El doblaje, correcto sin m¨¢s, incluye frases ¨¢cidas que hacen referencia a lo contempor¨¢neo, por ejemplo a Donald Trump y su ¡°Make America great again¡±.
Un mafioso contra Hitler y su horda de zombis
Vinnie Cannoli est¨¢ de vuelta. Tras los hechos acaecidos en el primer juego, Europa se encuentra en el filo de la navaja. Los felices a?os veinte han concluido, Estados Unidos trata de salir de la crisis del 29 y en el Viejo Continente se respiran aires viciados, puesto que Adolf Hitler se ha alzado como F¨¹hrer de la Alemania nazi. La historia ya la conocemos, las hostilidades de los nazis provocaron la II Guerra Mundial, conflicto devastador que enfrent¨® a los aliados y a las fuerzas del eje en cruentas batallas por la supervivencia. Como no pod¨ªa ser de otro modo, en Guns, Gore & Cannoli 2 los acontecimientos narrados son un tanto diferentes a lo que se cuenta en los libros de la escuela.
La obra de Crazy Monkey Studios apuesta por el surrealismo y mezcla a la mafia con los nazis en una historia tan disparatada como hilarante. ?Os imagin¨¢is a un capo como don Corleone entre los soldados estadounidenses que protagonizaron el Desembarco de Normand¨ªa? Quiz¨¢ hubiera alguno de uniforme, qui¨¦n sabe, pero desde luego no vestido de traje y con sombrero, ni luciendo una barriga prominente debajo de la camisa.
Si a este c¨®ctel de lun¨¢ticos ingredientes le a?adimos que Adolf Hitler y sus soldados experimentan con un virus que transforma en zombis a humanos y animales, el resultado deviene en una chifladura de nivel. Guns, Gore & Cannoli 2 contin¨²a la l¨ªnea fren¨¦tica del anterior a trav¨¦s de m¨²ltiples niveles que ofrecen diversi¨®n para el jugador solitario y para el que busque una experiencia cooperativa.
Lo nuevo del estudio sigue las directrices del g¨¦nero run and gun, esa modalidad de juego al que pertenece el legendario Metal Slug y que tantas horas de diversi¨®n nos ha dado a lo largo de los a?os. El producto conserva un toque retro que le confiere encanto y que se puede apreciar a simple vista gracias al fant¨¢stico estilo visual en dos dimensiones del que hace gala.
Se trata de un shooter en scroll lateal que combina disparos y plataformas a velocidad de v¨¦rtigo. Oleadas de enemigos saldr¨¢n de todos los lugares con la intenci¨®n de acabar con la vida de Vinnie. La variedad de los antagonistas es, esta vez, bastante notable. Es cierto que al final se repiten, pero en las filas rivales nos topamos con una mara?a de mafiosos, nazis de distinto rango, zombis diferentes y monstruos como ratas o brutos gigantes de laboratorio. Cada clase y subclase dispone de sus propios patrones y armamento espec¨ªfico, por lo que es importante observar c¨®mo se comportan con el fin de hallar sus puntos d¨¦biles. A veces seremos testigos de c¨®mo los nazis se enfrentan a las alima?as zombis, aunque no hay que confiarse: mister Cannoli est¨¢ enemistado con todos. Dispara, dispara a matar, y si es a la cabeza, mejor que mejor.
En esta producci¨®n hay espacio para las plataformas. Los saltos configuran otra de las mec¨¢nicas b¨¢sicas que haremos bien en dominar si queremos contar batallitas a los nietos. El t¨ªtulo exige al jugador moverse en todo momento, esquivar las balas enemigas y brincar de un lado para otro. Por si eso fuera poco, los escenarios son interactivos y brindan soluciones alternativas a los ataques directos. As¨ª las cosas, si Cannoli dispara sobre unos barriles colgantes es posible que caigan encima de los enemigos y los aplasten. Si vac¨ªa el cargador sobre un veh¨ªculo, explotar¨¢ como en las mejores pel¨ªculas hollywoodenses, calcinando a todo aquel que se encuentre en las inmediaciones.
La variedad de armas es considerable: pistolas, escopetas, lanzallamas, lanzacohetes, un bate de b¨¦isbol, una motosierra¡todo sirve para sembrar el caos. El hecho de que en la secuela se pueda apuntar en cualquier direcci¨®n subsana el encorsetamiento de la primera entrega, muy limitada en este sentido. Ahora bien, teniendo en cuenta que la propuesta de este t¨ªtulo se basa en una jugabilidad r¨¢pida y horizontal, la acci¨®n de cambiar el arma no es todo lo ¨¢gil que deber¨ªa ser. Ninguna de las dos opciones, la rueda de selecci¨®n y el bot¨®n r¨¢pido, permiten elegir el arma deseada con la presteza necesaria si juegas con mando. Cuando al bueno de Vinnie le cae plomo desde todos los puntos cardinales, seleccionar la pistola adecuada en el momento oportuno es capital. De todos modos, el mando plantea un problema de dise?o dif¨ªcil de solucionar. En cambio, con el teclado en mente, el estudio ha esquivado el problema: cada bot¨®n num¨¦rico tiene un arma asignada. Por otra parte, el sistema de apuntado es de lejos mucho m¨¢s satisfactorio con teclado y rat¨®n, como suele ocurrir con los shooters.
No fueron pocas las personas que criticaron que en el primer t¨ªtulo se decidiera implementar la recarga de las armas como mec¨¢nica. A pesar de ser algo an¨®malo en el g¨¦nero, Guns, Gore & Cannoli 2 se resiste a prescindir de este aspecto jugable. Si bien aporta un plus de dificultad, no encaja bien del todo, pues es una barrera que no nos ha parecido ni divertida ni inteligente teniendo en cuenta el tipo de juego que tenemos entre manos. En el fragor de la batalla, recargar la pistola se siente como antinatural, toda vez que la vertiginosidad de la partida demanda mec¨¢nicas m¨¢s ¨¢giles.
En este avanzar irreflenable, Vinnie se ver¨¢ las caras con hordas de enemigos, pero tambi¨¦n deber¨¢ hacer frente a la amenaza de poderosos jefes finales. No desvelaremos nada de ellos para no arruinar la sorpresa. Basta decir que no son tan numerosos como nos hubiese gustado, aunque cada uno tiene su intr¨ªngulis.
Adem¨¢s de implementar un modo cooperativo local amen¨ªsimo, los belgas han introducido una modalidad online que permite disfrutar de la campa?a en compa?¨ªa. Nos apena, sin embargo, que sea casi imposible encontrar partida: lo hemos intentado en franjas horarias diferentes sin ¨¦xito.
El juego se adapta al nivel del jugador y brinda la posibilidad de elegir un modo de dificultad acorde con las necesidades de cada uno. Abre las puertas tanto al usuario que busca retos como al que no desea complicarse la vida. De una u otra forma, acompa?ar a Vinnie en su guerra se convierte en una sangrienta odisea. Entre tiro y tiro y con tanto cannoli de por medio, a uno le ruge el est¨®mago. Tras seis horas de juego, lo ¨²nico que nos apetece es darle otra vuelta y degustar unos cuantos dulces, si son de Sicilia mejor que mejor. ?Te hace tomar la merienda con Vinnie?
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.