Buenas intenciones
En el momento de conocer el lanzamiento de esta expansi¨®n para Guitar Hero II la comunidad de jugadores se revolucion¨® esperando con ansias m¨¢s contenido para poner a prueba su habilidad. El vac¨ªo temporal entre la segunda parte de la serie y la esperada tercera, que llegar¨¢ a final de a?o, se antojaba largo para los aficionados. Por ello, el anuncio de RedOctane y Harmonix, en aquellos momento todav¨ªa pareja comercial, result¨® m¨¢s que jugoso para los ¨¢vidos de nuevas canciones y retos que superar. El hecho de ambientarse en la d¨¦cada de los ochenta ha propiciado el inter¨¦s de los jugadores m¨¢s veteranos, que encontrar¨¢n en Rock de los 80 la respuesta a las peticiones realizadas a la compa?¨ªa solicitando temas m¨¢s antiguos. En conjunto, y como comentamos en nuestras impresiones, la lista final tiene temas interesantes y de complicada estructura jugable pero en general se queda bastante corta. Preferencias personales al margen, la realidad es que? falta algo m¨¢s de energ¨ªa en la selecci¨®n, cuyo versionado tampoco llega a deslumbrar. As¨ª, la treintena de canciones sirve para entretener a los m¨¢s entusiastas de la saga y para satisfacer a los enamorados de la ¨¦poca, pero poco m¨¢s.
Ampliar
Quien sabe si por la ruptura entre ambas compa?¨ªas, esta expansi¨®n parece hecha de forma apresurada y con poco entusiasmo. Aunque hablaremos de ello posteriormente, hay muchos detalles que dan esta impresi¨®n al fijarnos en puntos como los cambios visuales o la nula evoluci¨®n en modos de juego o a?adidos. Por suerte, al ser un spin-off de Guitar Hero 2, la expansi¨®n mantiene intactos los detalles positivos, como la zona de? pr¨¢ctica o las modalidades competitivas. Simple y llanamente, nos encontramos con una versi¨®n algo modificada de GHII en la que la lista de temas se ha alterado completamente para acortarla a casi la mitad y para incorporar un dise?o de personajes acorde con la ¨¦poca en la que se inspira el producto. A pesar de ello, el juego consigue mantener al usuario pegado a la guitarra hasta completarlo, lo que tampoco nos llevar¨¢ mucho tiempo si somos habituales de la serie.
Ampliar
Gr¨¢ficos
El apartado visual es junto al repertorio de temas la ¨²nica modificaci¨®n existente en esta expansi¨®n respecto al juego original. Los personajes presentan un dise?o coherente y extravagante, fiel a los c¨¢nones art¨ªsticos del pasado, y que deja buen sabor de boca al verlos moverse sobre el escenario. L¨¢stima que la plantilla de m¨²sicos se limite a una versi¨®n reducida de cinco m¨¢s el grim ripper, despu¨¦s de ser desbloqueado. Los m¨²sicos que nos acompa?ar¨¢n sobre el escenario tampoco parecen haber acusado los veinte a?os de diferencia entre ¨¦pocas, mostrando modelos id¨¦nticos a los de Guitar Hero II. Resulta curioso ver a nuestro personaje totalmente transformado en un artista glam mientras el resto de nuestra banda porta atuendos que rompen totalmente la magia de la representaci¨®n. Se echa de menos algo de coherencia en este sentido, que refuerza la sensaci¨®n de encontrarnos frente a un producto acabado demasiado deprisa.
Ampliar
M¨¢s de lo mismo en los escenarios, que cuentan con cambios realmente m¨ªnimos en su aspecto, ofreci¨¦ndose los mismos que ya conoc¨ªamos. Los observadores notar¨¢n algunos a?adidos en los entornos, como motivos en forma de pintadas u objetos que aparecen en una posici¨®n donde antes no exist¨ªan. En conjunto, parece que estemos tocando en los mismos lugares sin modificar, ya que los a?adidos son extremadamente superficiales y simples. Ni una nueva localizaci¨®n para tocar parece algo demasiado pobre para la expansi¨®n de uno de los simuladores musicales de m¨¢s ¨¦xito en los ¨²ltimos tiempos. Una l¨¢stima que no se haya trabajado m¨¢s este aspecto, del que podr¨ªa haber resultado un producto mucho m¨¢s vistoso y agradable para el jugador habitual. Los men¨²s y la intro del juego si que reflejan apropiadamente el cambio, contando con una est¨¦tica m¨¢s colorida que los habituales.
Ampliar
La lista de temas elegidos contiene una selecci¨®n interesante y que cuenta con grandes nombres como Iron Maiden , Anthrax, Poison o Skid Row. Lo cierto es que se combinan temas punteros con otros no tan destacables para lograr un recopilatorio que satisfar¨¢ a unos y disgustar¨¢ a otros. Independientemente de gustos y preferencias, lo importante para el jugador es saber c¨®mo se han trasladado estos ¨¦xitos hasta la guitarra que utilizamos. Sobre esto hay que decir que la fidelidad de las pulsaciones respecto a los temas que estamos tocando es elevada, encontr¨¢ndonos con escalas casi enfermizas en los ¨²ltimos temas del juego. El resto de canciones, los cinco primeros bloques de los seis que contiene el juego, no muestran grandes dificultades a en cuanto al planteamiento las de notas. Lo que si se deja notar es el versionado, que en ocasiones se aleja bastante del tema original, sobre todo en cuanto al aspecto vocal del mismo. Salvo el mencionado ¨²ltimo grupo de canciones, el resto de los temas pasar¨¢ sin pena ni gloria por nuestros dedos, pese a encontrar grandes ¨¦xitos entre ellos.
Ampliar
Los efectos sonoros se mantienen inalterados desde el juego de origen, resultando correctos en su totalidad. El familiar sonido de las cuerdas nos volver¨¢ a acompa?ar al fallar una nota, de la misma forma que los gritos del p¨²blico al tocar un bis. Sobre el resultado definitivo, el que las canciones no inviten a volverlas a jugar es un s¨ªntoma de que el nivel de calidad alcanzado no es el logrado en los dos juegos anteriores. A¨²n y con todo, Rock de los 80 mantiene el inter¨¦s del aficionado con un ¨²ltimo bloque bastante brillante, donde destacan sobremanera los dos temas que cierran la selecci¨®n, Caught in a Mosh y Play With Me de Anthrax y Extreme, respectivamente. Junto a ellos, Electric Eye de Judas Priest, Seventeen de Winger y Police Truck de Dead Kennedys, aportan algo de inter¨¦s a la recta final del modo historia. Por otro lado, la ausencia de canciones extra colabora en que la tracklist definitiva?quede algo hu¨¦rfana en cuanto a cantidad, algo que se deja notar a largo plazo.
Ampliar
Jugabilidad
Ampliar
Hay cierta evoluci¨®n respecto a GHII en lo que respecta a la dificultad de las canciones y las mec¨¢nicas de juego habituales. Si bien la gran mayor¨ªa de temas mantienen un nivel bastante similar al de la primera y segunda parte,?se incorpora una peque?a proporci¨®n desafiante incluso para el m¨¢s habilidoso. El crecimiento de los acordes de tres notas es algo que ya hab¨ªamos comentado en nuestras primeras impresiones, y que puede chocar un poco para los jugadores habituales. En esta expansi¨®n se llega incluso a abusar de ellos, encontrando temas que est¨¢n literalmente repletos de triples. El juego se comercializa tambi¨¦n en forma de pack con la guitarra, aunque por su nivel de contenido no resulta id¨®neo para los jugadores inexpertos, que encontrar¨¢n un producto mucho m¨¢s redondo en Guitar Hero II.
Ampliar
El modo carrera comprender¨¢ recorrer seis bloques de canciones, cada uno visitando un escenario distinto y con los correspondientes bises pedidos por el p¨²blico y que ser¨¢ obligatorio realizar para continuar con el juego. Adem¨¢s de este modo, contaremos de nuevo con la posibilidad de jugar los temas sueltos, practicarlos y acceder al tutorial o enfrentarnos a otro jugador de forma competitiva. La tienda, aparece en esta ocasi¨®n extremadamente vac¨ªa, y s¨®lo podremos adquirir guitarras y acabados para las mismas, adem¨¢s del acceder a un ¨²nico personaje desbloqueable. No existen novedades en la lista de instrumentos que podemos adquirir, que repiten al cien por cien desde Guitar Hero II, al igual que sus acabados. De nuevo, no hubiera estado de m¨¢s el a?adir alg¨²n motivo relativo a la ¨¦poca para aplicar a nuestras inseparables compa?eras sobre el escenario.