S¨®lo le falta oler a gasolina

Si de juegos de conducci¨®n hablamos, la mayor¨ªa se pueden enmarcar en el tipo arcade, m¨¢s o menos aderezados con elementos de simulaci¨®n. Pero lo que propone SimBin con su opera prima como estudio profesional, es un reencuentro con el realismo, y as¨ª, con la violencia propia de un choque frontal, nos sacan de la conducci¨®n light para devolvernos a la mejor simulaci¨®n que puede deparar un ordenador dom¨¦stico.

A¨²n as¨ª, GTR, siendo en esencia un juego concebido para ser disfrutado como simulador, no se olvida de los menos ac¨¦rrimos a este g¨¦nero, por lo que incluye tres modalidades distintas. La 'Arcade', donde tenemos a su vez varios escalones de dificultad, donde dependiendo de cu¨¢l elijamos tendremos m¨¢s o menos ayudas, una m¨¢s relajada o agresiva IA de los otros pilotos, un menor o mayor nivel de da?os, etc. La segunda modalidad es la 'Semi-Pro', tan ampliamente configurable que podremos partir desde lo meramente arcade hasta llegar al m¨¢s profundo realismo que el juego ofrece. Y por ¨²ltimo el modo Simulaci¨®n, tambi¨¦n muy moldeable a nuestros gustos, donde podremos contar con ayudas si lo deseamos o prescindir de todas ellas.

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GTR cuenta con licencia oficial del campeonato GT de la FIA, competici¨®n en la que se basa, y gracias a lo cual exhibe todos los equipos, coches, pilotos y circuitos de la temporada 2.003. Eso y m¨¢s, puesto que la versi¨®n que desde hoy encontrar¨¦is en las tiendas espa?olas es la 1.2.2., que adem¨¢s de nuevos coches, incluye la prueba de resistencia de las 24 Horas de Spa, gracias a la cual tendremos el gozo de disfrutar de carreras nocturnas.

Como todo buen simulador, GTR no es un juego f¨¢cil que se disfrute a tope desde el primer minuto. Si decidimos correr con las m¨¢ximas opciones de realismo -no tiene mucho sentido comprar GTR si no es para eso-, nos vamos a encontrar con una jugabilidad que necesita ser entrenada para exprimirla y disfrutar de ella a tope. Este simulador requiere precisi¨®n y minuciosidad, y adem¨¢s de forma sostenida, porque en una carrera de 3 horas de duraci¨®n, no vale con ser bueno una vuelta.

He aqu¨ª pues el principal handicap de este programa: no apto para principiantes en su modalidad de simulaci¨®n. Pero he aqu¨ª tambi¨¦n su gran virtud: sentir c¨®mo se te va el coche de atr¨¢s al salir de una curva, soltar el acelerador, pisar lo necesario el freno y contravolantear, bajar una marcha con la direcci¨®n ya recuperada y volver a dar gas? todo ello mientras el volante te vibra entre las manos y se endurece ante la maniobra y desde el pit te alientan con un 'keep pushing?'. Sensaciones como ¨¦sta son las que no te puede ofrecer el ¨²ltimo fantoche automovil¨ªstico de la fiebre tunning.

Y es que para conseguir este nivel de realismo no se han escatimado esfuerzos: dise?o de los circuitos en base a los datos recogidos a trav¨¦s del GPS, datos de telemetr¨ªa reales suministrados por los equipos del campeonato, software profesional MoTeC Interpreter para el an¨¢lisis de telemetr¨ªa -incluido en el juego-, c¨¢maras de v¨ªdeo digital para recoger todos los elementos presentes en los circuitos?, etc. Como muestra un bot¨®n: Henrik Roos, CEO de SimBin, es piloto del campeonato GT de la FIA, de modo que no se puede contar con un mejor asesor y a la vez betatester.

Como conclusi¨®n a esta descripci¨®n general, puedo decir que GTR es, probablemente, el mejor simulador automovil¨ªstico del momento, cima actual de su g¨¦nero; que brinda la posibilidad de ser jugado como arcade, pero sabiendo que ello supone despreciar lo m¨¢s suculento del programa; que puede ser atractivo para los m¨¢s reacios a la simulaci¨®n, pero que es un must have para sus amantes.

Gr¨¢ficos y sonido

T¨¦cnicamente el juego pasa del notable, en especial el sonido, que es sencillamente delicioso. Podemos empezar hablando de lo m¨¢s obvio: el ruido del motor, que es diferente para cada uno de los modelos que incluye el juego y que ha sido grabado directamente de ellos, tanto desde el interior del veh¨ªculo como desde su exterior, para que as¨ª, sigamos la acci¨®n desde la perspectiva que sea, tengamos un sonido acorde con ella.

Menci¨®n especial para las voces de nuestro equipo desde boxes, tremendamente cre¨ªbles, llenas de interferencias y ruidos de fondo, que de verdad te hacen sentir que lo que haces es observado y que el juego va m¨¢s all¨¢ de lo que se cuece en el asfalto.

Pero no quedan ah¨ª las bondades sonoras de GTR, pues no son menos loables los truenos de los d¨ªas de lluvia, el picoteo de las gotas en el parabrisas, el ruido de las ruedas derrapando, los sonidos que reproducen los cambios de neum¨¢ticos y repostar combustible, las subidas por los pianos,? y un largo etc. Lo peor del aspecto auditivo es la m¨²sica, que siendo ben¨¦volos puede considerarse pasable, pero por fortuna, es desde luego lo que menos importa en este juego.

Gr¨¢ficamente no se puede decir menos. Aqu¨ª la palma se la llevan los modelos de los coches, creados con un mimo y atenci¨®n tales que les hacen ser id¨¦nticos a sus equivalentes en el mundo real. El otro aspecto destacable es el texturizado del asfalto de los circuitos, de tonos iguales a los reales y plagados de matices, marcas y manchas que refuerzan la sensaci¨®n de velocidad.

Y como al comentar el sonido, no podemos olvidarnos de todo lo dem¨¢s, como las vallas y paneles publicitarios, las zonas de arena o de hierba, las gr¨²as, camiones y dem¨¢s veh¨ªculos que hay tras los l¨ªmites del circuito, la vegetaci¨®n, los sem¨¢foros, los postes indicadores,? y otro largo etc¨¦tera que perfecciona el conjunto.

Gui¨®n

?Qu¨¦ gui¨®n? Agarra el volante, c¨¢lzate los pedales y corre tan r¨¢pido como tus nervios te permitan.

Jugabilidad

GTR es un juego dif¨ªcil que requiere pr¨¢ctica para disfrutar de ¨¦l. Pr¨¢ctica y un buen volante, a ser posible con Force Feedback. El teclado puede servir, pero siempre tendremos que usar en alguna medida ayudas de tracci¨®n y giro, que a buen seguro frustran a alg¨²n purista.

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Por lo dem¨¢s, una vez que tengamos ambas cosas -pr¨¢ctica y un controlador id¨®neo-, vamos a divertirnos con GTR como con pocos t¨ªtulos. La exigencia en su modelo de juego nos obliga a concederle tiempo, pero desde luego, una vez que nos hacemos con ¨¦l, las sensaciones que depara son ¨²nicas.

La credibilidad -se me resiste a veces la palabra realismo- de su funcionamiento nos obliga a ser muy cuidadosos con nuestra conducci¨®n, porque el coche nos devuelve cualquier error en ella: pasarnos con el freno clava las ruedas al asfalto y el coche se cruza, dar demasiado gas con el volante muy girado nos cuesta un trompo, en especial en primera y segunda marcha, subirnos a ciertos pianos nos puede acarrear la p¨¦rdida de control, etc.

Tambi¨¦n habremos de tener en cuenta a los rivales, cuya agresividad provoca a menudo peque?as colisiones o altercados que se saldan con da?os en el coche. Da?os que, por leves que sean, pueden producir cambios en el control, como por ejemplo que la direcci¨®n se endurezca o que vibre m¨¢s de lo habitual, lo cual puede no afectar al rendimiento en un primer momento, pero es cierto que provoca cansancio si no paras en boxes para solucionarlo y, por lo tanto, acaba por hacerte perder tiempo. Ni que decir tiene que nuestras salidas de pista o golpes pueden producir toda una panoplia de desperfectos que repercutir¨¢n igualmente en la conducci¨®n.

Las condiciones de la pista tambi¨¦n son otro factor que juega su papel. Hay algunas zonas fuera de trazada donde se puede notar c¨®mo las ruedas tienen menos agarre y poco a poco te van sacando de la pista; el bacheado provoca el bote del coche, dificultando la visi¨®n e incluso el control en algunas ocasiones; y claro, est¨¢ la lluvia, que puede convertir el asfalto en una pista de patinaje, realmente dif¨ªcil de conducir sobre ella, puesto que el volante se mueve en contra de tu voluntad como si quisiera escapar de tus manos, y donde el tacto con los pedales tiene que ser a¨²n m¨¢s preciso, no cabiendo casi la posibilidad de recuperarse de un error.

Pero en este programa no todo es conducir, pues para quien guste tanto de la llave inglesa como del volante, el t¨ªtulo de SimBin, como todo simulador que se precie, ofrece la posibilidad de retocar infinidad de detalles mec¨¢nicos del b¨®lido, cuya enumeraci¨®n huelga. Claro, que si no quer¨¦is invertir demasiado tiempo en ello, siempre podr¨¦is echar mano de los settings que empiezan a proliferar por Internet, aun a riesgo de ser vosotros quienes os teng¨¢is que adaptar el setup y no a la inversa, que ser¨ªa lo ideal.

En fin, GTR ha tratado de representar tantos factores presentes en la conducci¨®n como ha sido posible, y el resultado es realmente una gozada en forma de videojuego. Y lo es m¨¢s desde el momento en que soporta partidas multijugador, tanto en red local como sobre Internet, lo cual abre la irresistible posibilidad de ligas y campeonatos virtuales -algunas ya abiertas-.

Estrategia y Trucos

?Trucos? Hablar de trucos en un simulador es igual de dejar de hablar de simulaci¨®n. En cuanto a las estrategias, pues supongo que no hay ninguna que realmente funcione realmente bien y para todo el mundo salvo una: hincharte a darle vueltas a cada circuito hasta que cada cambio de marcha y pisada al pedal sea m¨¢s un acto reflejo que uno premeditado.

Enlaces

Manual

Junto a la versi¨®n review que nos ha servido para este an¨¢lisis se inclu¨ªa un manual de poco m¨¢s de setenta p¨¢ginas, donde desde luego se da cabida a todos los aspectos del juego, pero sin excederse, y la verdad, trat¨¢ndose de un programa de este tipo, uno siempre echa de menos profundidad en los contenidos. En definitiva, un manual correcto, pero no de cabecera.

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Los grandes del g¨¦nero son en este momento TOCA 2 y Live for Speed. Pero sinceramente, y en mi opini¨®n, la conducci¨®n de GTR me parece m¨¢s veros¨ªmil, en lo que quiz¨¢ tenga algo que ver el hecho de basarse en una ¨²nica competici¨®n. Esta diferencia con los otros dos t¨ªtulos, que presentan diferentes categor¨ªas y tipos de veh¨ªculos, superficies y competiciones, creo que no juega en contra de GTR, e incluso me atrevo a decir lo contrario.

Lo malo