Girl Fight

El g¨¦nero de la lucha est¨¢ totalmente revitalizado en esta generaci¨®n de consolas por diversos motivos. El renacer de las batallas 2D por un lado, la presencia de las cl¨¢sicas sagas tridimensionales por otro y el boom de juegos en formato descargable que est¨¢n llegando: tanto remasterizaciones de cl¨¢sicos pasados como nuevos proyectos. En medio de este escenario llega un ¨²ltimo contrincante al ring con Girl Fight, un videojuego que quiere mezclar luchadoras tan atractivas como poderosas con un sistema de combate en entornos 3D conocido por todos. El resultado final, eso s¨ª, est¨¢ lejos de lo que podr¨ªamos esperar de un juego que tiene las palabras ¡°Girl¡± y ¡°fight¡± en su nombre.

Kung Fu Factory no es precisamente una compa?¨ªa muy prol¨ªfica en esto de hacer videojuegos de calidad y relumbr¨®n. Recientemente se dieron a conocer por el free to play de Ubisoft Spartacus Legends, un videojuego de lucha ambientado en la serie de mismo nombre en el que pod¨ªamos crecer como gladiadores y luchar en las mejores arenas de la ¨¦poca romana. Un juego con ideas bastante buenas en muchos casos, pero que no acab¨® de cuajar en general. Y a Girl Fight le pasa algo similar a ese t¨ªtulo, ya que comparten algunas virtudes pero acaba engullido por sus propias carencias. La primera de todas, como podremos ver, tiene que ver con lo gen¨¦rico y poco personal de su propuesta. Lo que ofrece Girl Fight ya lo hemos visto, y mejor, en otros videojuegos.

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El t¨ªtulo nos presenta la historia de ocho chicas que cuentan con poderes ps¨ªquicos. ?stas luchan entre s¨ª dentro de un gran centro de investigaci¨®n secreto del gobierno. Con esta premisa nos encontramos con luchadoras que se han dise?ado seg¨²n diversos t¨®picos dentro del g¨¦nero femenino y que son f¨¢cilmente reconocibles: desde una rubia con poca ropa y algunos movimientos wrestler comparables a Tina de Dead or Alive a otra de nombre Shogun que tambi¨¦n nos evoca ciertas luchadoras del Team Ninja, una especie de soldado de color, una mujer de corte futurista, y as¨ª hasta ocho. La originalidad a la hora de dise?ar a las contrincantes no ha sido precisamente el fuerte de Kung Fu Factory con este nuevo juego, la verdad.

La mec¨¢nica de combate es muy similar a la que se puede ver en un Dead or Alive. Contamos con cuatro botones b¨¢sicos que nos permiten dar pu?etazos, patadas, agarrar y bloquear. Adem¨¢s de todo esto, hay algo que refuerza nuestra comparativa: los contragolpes. Los hay de dos tipos para poder detener ataques altos y ataques normales. La funci¨®n es la misma que en la saga del Team Ninja: cuando un rival va a golpearnos, si hacemos el movimiento de contragolpe justo en el momento adecuado responderemos con una llave. El t¨ªtulo nos permite movernos libremente por el escenario, ya que es un juego de lucha tridimensional, aunque no hay interacci¨®n con elementos del escenario m¨¢s all¨¢ de las paredes, donde se puede impactar al rival pero sin tantas posibilidades de combo como en los juegos ¡°mayores¡±.

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De hecho, este es uno de los grandes errores del t¨ªtulo de Kung Fu Factory. Puede ser vistoso en un primer momento teniendo en cuenta que es un descargable (1¡¯74 gigas) pero al poco de jugar se hace tremendamente simple y falto de profundidad. Cada personaje tiene una veintena de movimientos y combos predefinidos a base de golpes y direcciones, algo que acaba antoj¨¢ndose poco teniendo en cuenta el estilo de lucha tridimensional que impera a d¨ªa de hoy (los recientes t¨ªtulos del g¨¦nero se van a casi cien movimientos listados por personaje). Adem¨¢s, las posibilidades fuera de dichas combinaciones tampoco son demasiadas, vi¨¦ndose claramente limitados en seg¨²n qu¨¦ combos que podr¨ªan continuar de alguna manera. De nuevo, la ¡°inspiraci¨®n¡± en ciertas mec¨¢nicas de otros juegos se hace de manera regular: existe un movimiento de aturdimiento que deja al rival sin opciones de reaccionar. Buscar encajar este golpe nos permite asaltar al rival sin demasiadas complicaciones.

La gran aportaci¨®n del t¨ªtulo tiene que ver con los poderes ps¨ªquicos, que podemos asignar a dos botones y que nos permiten conseguir algunas ventajas mientras luchamos siempre y cuando rellenemos las barras correspondientes. Se trata de un tipo de ayuda muy similar a las gemas de Street Fighter X Tekken, con elementos que activamos a cambio de quitar m¨¢s vida, recibir menos da?o, etc. Durante un tiempo concreto. A medida que vamos luchando y jugando podemos comprar m¨¢s poderes en la tienda del juego, adem¨¢s de otros desbloqueables y extras que pueden entretener al jugador (como desaf¨ªos de hacer X veces un movimiento o ganar de alguna manera concreta).

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El problema es que para poder desbloquear todo esto solo tenemos un modo Arcade de escasa duraci¨®n en el que lucharemos contra el plantel de personajes al completo (tres dificultades, siendo la ¡°normal¡± una aut¨¦ntica verg¨¹enza por la inoperancia de la CPU), un modo cara a cara donde podemos jugar contra la CPU o contra alg¨²n amigo y el modo entrenamiento para practicar los golpes que tenemos en nuestras manos. A nivel online hay dos grandes modalidades, las partidas igualadas y las partidas de un jugador. Esta semana ha salido el juego, pero la expectaci¨®n es realmente baja porque no hay ni un alma buscando contrincantes (otro de los problemas de juegos descargables de este tipo, dicho sea de paso).

T¨¦cnicamente Girl Fight no ofrece gran sorpresa, aunque es verdad que ciertos modelados de las luchadoras est¨¢n bien teniendo en cuenta que su dise?o es bastante gen¨¦rico e inspirado en otras propuestas mejor cuidadas. Los escenarios carecen del detalle suficiente para prestarles atenci¨®n, y en algunas ocasiones notaremos como si el juego se viera un poco borroso. En movimiento, el t¨ªtulo de  Girl Fight es bastante r¨¢pido, aunque le falta fluidez en la transici¨®n e ciertas animaciones sobre todo cuando impactamos con nuestro rival o cuando se suceden algunas situaciones concretas, como deshacernos de un agarre o realizar un contragolpe. Por su parte, la banda sonora cuenta con diversos temas electr¨®nicos, algunos bastante pegadizos y otros olvidables y repetitivos. Acompa?a la voz de una especie de robot que como narradora nos ir¨¢ indicando adjetivos a lo que hacemos, tanto buenos como malos. Eso s¨ª, a nivel de textos llega totalmente traducido al castellano.

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