An¨¢lisis de Gear.Club Unlimited para Nintendo Switch

Gear.Club Unlimited, An¨¢lisis de la alternativa de conducci¨®n en Nintendo Switch 

Nintendo Switch est¨¢ teniendo un primer a?o de vida repleto de lanzamientos de pr¨¢cticamente todos los g¨¦neros, incluyendo el de la conducci¨®n; pero ninguno de esos exponentes pertenece al de los veh¨ªculos reales. Desde Mario Kart 8 Deluxe pasando por FAST RMX hasta Rocket League, la m¨¢quina hibrida se ha quedado sin t¨ªtulos multiplataforma como Need for Speed Payback, aunque por suerte la gente de Meridiem Games nos ha tra¨ªdo Gear.Club Unlimited, la producci¨®n de Micro?ds con Eden Games encarg¨¢ndose del desarrollo. Le hemos dedicado horas y hemos probado todos sus modos de juego para comprobar si verdaderamente merece la pena.

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Luces y sombras sobre el asfalto

Hay dos maneras de analizar Gear.Club Unlimited: compar¨¢ndolo con los grandes estandartes del g¨¦nero durante este a?o (Forza, Gran Turismo, Project CARS) o interpretando esto como una alternativa de corte m¨¢s o menos independiente, m¨¢s honesta, intentando apreciar m¨¢s lo que ofrece que lo que no ofrece. Hemos decidido apostar por lo segundo. Ser¨ªa injusto intentar ver aqu¨ª un intento de simulador de conducci¨®n h¨ªper realista cuando en realidad estamos ante un juego para m¨®viles rehecho para consolas.

Esto es algo que se nota desde el propio dise?o del t¨ªtulo; y ojo, no es necesariamente malo, pero es necesario dejarlo claro para que nadie se lleve una sorpresa. Detr¨¢s del desarrollo se encuentran veteranos empleados que trabajaron en V-Rally, Need for Speed: Porsche y Test Drive Unlimited, y eso tambi¨¦n se nota. Desde el primer momento al volante sentimos que ha habido un gran esfuerzo por trasladar la jugabilidad del original a una consola con controles f¨ªsicos, capaz de ser disfrutada tanto en formato dom¨¦stico como port¨¢til.

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Tu propio garaje, el eje neur¨¢lgico de Gear.Club Unlimited

Micro?ds quiso reinterpretar la obra ¡°desde cero¡± para Switch, pero dejando intacto el sistema de progresi¨®n del juego original, que cuenta con una manera de avanzar muy similar a la que podemos ver en t¨ªtulos para smartphones, bas¨¢ndose en la simplicidad. El principio de la aventura del modo individual nos ofrece un garaje que tendremos que gestionar. Inicialmente contaremos con pocos metros cuadrados para instalar la zona de reparaciones y mejoras en el motor, pero m¨¢s adelante podremos ampliarlo para cimentar un taller de chapa y pintura as¨ª como otras mejoras que dar¨¢n m¨¢s profundidad al apartado de personalizaci¨®n de los veh¨ªculos.

Nuestro primer coche no ser¨¢ nada del otro mundo, pero es nuestra herramienta de trabajo, as¨ª que hay que cuidarlo y mejorarlo. Con una suerte de tarjetas que se pueden comprar mejoraremos las diferentes partes del coche (frenos, aceleraci¨®n, potencia, agarre¡­) -lo que en juegos para m¨®viles nos obligar¨ªa a tener que esperar horas reales para que surtieran efecto-, y con tan solo pagar se aplicar¨¢n ipso facto en el coche que hayamos elegido.

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La gracia del juego llega precisamente aqu¨ª, porque la gesti¨®n del dinero es una parte fundamental de nuestro ¨¦xito en la historia. ?Cambiar de coche por uno que tenga una base mejor o ir mejorando el que ya tenemos? Hay veces en las que ser¨¢ mejor una cosa que la otra, todo depender¨¢ de varios factores, ya que no siempre merecer¨¢ la pena utilizar un mismo tipo de veh¨ªculo. Si corremos en competiciones de asfalto, ser¨¢ mejor apostar por coches que se manejen bien sobre el cemento; pero si es el rally, habr¨¢ que priorizar otro tipo de motores, chasis y ruedas.

Un notable modo para un solo jugador: horas y horas de contenido

As¨ª las cosas, la sensaci¨®n de gesti¨®n y progreso es total con Gear.Club Unlimited, que te va premiando constantemente con una propuesta muy, muy honesta con el jugador. Parece mentira que a d¨ªa de hoy tenga que ser notorio decir esto, pero no hay micropagos, no hay que esperar para efectuar cambios y todo se compra con el dinero del propio juego. Cada carrera nos otorga puntos de experiencia para subir de nivel, y no ser¨¢ hasta que alcancemos un nivel determinado cuando desbloqueemos las competiciones en l¨ªnea (por ahora solo se comparten los mejores tiempos en clasificaciones), las carreras estilo rally o carnets de competiciones m¨¢s exigentes.

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Cada vez que mejoremos lo suficiente desbloquearemos nuevas zonas/ciudades en un mapa bastante grande; la cantidad de contenido de base es abrumadora, para m¨¢s de 25 horas de juego. Y cada ciudad tiene diferentes competiciones, unas cinco de media con tres estrellas cada una. La rejugabilidad reside no solo en ganar sino en completar cada carrera con la mejor calificaci¨®n posible; eso s¨ª, como aspecto negativo hay que decir que las carreras son por lo general bastante cortas, excesivamente breves teniendo en cuenta que esto no es un dispositivo m¨®vil sino una consola. Por tanto, aunque el dise?o del juego sea m¨¢s que notable, a nivel jugable nos hemos quedado con ganas de m¨¢s.

Problemas m¨¢s all¨¢ del motor

No es solo un problema de control de los veh¨ªculos, que a nuestro aparecer cuentan con una sensibilidad demasiado alta y al m¨ªnimo toque los coches se ir¨¢n de un lado a otro facilitando los choques contra los muros; es m¨¢s un problema de sensaciones al volante y opciones de control. Toda la libertad que se nos da en los talleres no la tenemos aqu¨ª: solo hay dos tipos de c¨¢mara ¨Cla exterior demasiado cercana al maletero del veh¨ªculo-; no podemos ajustar la sensibilidad del giro; la mayor¨ªa de coches se controlan exactamente igual; las ayudas de conducci¨®n son demasiado agresivas si las activamos, haciendo que casi con acelerar y girar sea suficiente para llegar a la meta; o la dificultad, que es muy f¨¢cil incluso en el modo m¨¢s complejo.

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Se nota que es un juego para m¨®viles porque todo es demasiado simple en el gameplay, sin da?os por colisi¨®n, con f¨ªsicas y reacciones de los coches algo toscas y artificiales; incluso en el dise?o de los men¨²s y las interfaces. Pero especialmente nos ha sabido a poco la duraci¨®n de las carreras y el dise?o de los circuitos, con apenas variaciones entre ellos a pesar de haber m¨¢s de 200 trazados. Esto es matizable, ya que la mayor¨ªa de casos son fragmentos de una traves¨ªa en carreteras.

Pero hay que agradecer tambi¨¦n el enorme empe?o por hacer de Gear.Club Unlimited un cartucho completo, con tanto contenido por delante para un solo jugador ¨Cm¨¢s de 430 carreras- y 32 veh¨ªculos de lanzamiento. Adem¨¢s, cada trimestre tendremos DLC gratuitos con m¨¢s coches, ambientes, circuitos y modos de juego. Hablaremos en su momento cuando se implemente el modo online.

Con el paso de las horas, tal como apunt¨¢bamos, el juego se presta a seguir jugando porque desbloqueamos nuevas zonas, vemos que es posible invertir los ahorros en mejoras interesantes para los coches desde la aerodin¨¢mica a las ruedas pasando por el mero aspecto visual, hasta la compra de algunos de esos coches que solo est¨¢n disponibles en los mejores concesionarios del mapa. La historia que se cuenta es anecd¨®tica, sin ning¨²n tipo de trasfondo ni enjundia, aunque tampoco la echamos en falta.

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A nivel t¨¦cnico cumple, pero no destaca. Algunos efectos visuales son demasiado exagerados, impidiendo en ocasiones que veamos bien lo que aparece en pantalla por la luz solar, aunque todo se compensa con una tasa de im¨¢genes por segundo realmente s¨®lida, sin ca¨ªdas. Es quiz¨¢ el apartado sonoro el que m¨¢s flaquea en lo art¨ªstico, con piezas que no se escuchan demasiado realistas, como tampoco es demasiado notorio el repertorio de melod¨ªas para men¨²s y carreras.

De manera adicional, aprovechamos para decir que Gear.Club Unlimited incluye ayudas como la opci¨®n de rebobinar en cualquier momento pulsando X o modo contrarreloj si queremos mejorar los tiempos en los trazados que m¨¢s nos hayan gustado.

El modo multijugador es interesante, aunque esto es m¨¢s por las capacidades de Nintendo Switch que hemos visto en otros t¨ªtulos. Adem¨¢s de modo sobremesa y port¨¢til, tambi¨¦n podemos usar el modo table-top y partir la pantalla en dos, cada jugador con un Joy-Con. Podr¨ªamos haber esperado alguna diferencia a peor en el control de los coches, pero al ser un control tan simple de ra¨ªz, las diferencias son m¨ªnimas. Se puede jugar con control por movimiento, pero hemos preferido hacerlo de la manera m¨¢s convencional; y lo cierto es que es realmente divertido porque al ser tan arcade las sensaciones son similares a cuando jugamos a una obra del estilo Mario Kart. 

Hemos analizado el juego con un c¨®digo digital proporcionado por Meridiem Games.