Framed

El concepto en torno a Framed resulta tan sorprendente como curioso; el formato videojuego como tal contiene infinidad de matices que dan como resultado g¨¦neros de todo tipo, siendo la interactividad uno de los principales reclamos del medio. En contra de lo que podr¨ªa parecer, muchos usuarios rehuyen cualquier aproximaci¨®n a otros medios como el cine o los c¨®mics, alegando que la experiencia se resiente demasiado y lo aleja del t¨¦rmino videojuego m¨¢s cl¨¢sico; pero muchos otros jugadores, en busca de experiencias frescas y curiosas, ven con buenos ojos los nuevos acercamientos de t¨ªtulos con una especial preocupaci¨®n por la narrativa, a menudo, por encima de la jugabilidad o la tecnolog¨ªa m¨¢s puntera. Framed llega a iOS de la mano de Loveshack para reafirmar un estilo de juego muy personal, seguramente no apto para todos los p¨²blicos, pero que pretende ir m¨¢s all¨¢ de todo convencionalismo. Descubramos m¨¢s sobre tan enigm¨¢tico t¨ªtulo en nuestro an¨¢lisis.

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Si bien es cierto que toma prestadas varias ideas empleadas en otros t¨ªtulos del pasado reciente y lejano, su magistral forma de aprovechar el interfaz t¨¢ctil de smartphones y tablets y su llamativa puesta en escena, hacen de Framed algo muy especial. La adaptaci¨®n a su propuesta de juego es inmediata; a los pocos minutos estaremos interactuando con las vi?etas siendo testigos de las diferentes reacciones de los personajes que all¨ª aparecen. As¨ª, el sistema no puede ser m¨¢s sencillo y directo; tan s¨®lo deberemos arrastrar, girar o desplazar vi?etas para lograr los efectos deseados y solucionar infinidad de peque?os rompecabezas que ante nuestros ojos se ir¨¢n construyendo. Todo para dar forma a una historia inspirada en el cine negro o noir de los a?os 40 y 50, en el que un misterioso hombre debe escapar con un malet¨ªn, al parecer, muy valioso.

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A lo largo de las diferentes escenas o p¨¢ginas iremos descubriendo su oscuro argumento, amenizado con la aparici¨®n de varios personajes que construir¨¢n una historia t¨ªpica aunque cautivadora, ayudada sin duda por su particular propuesta audiovisual. La mayor¨ªa de desaf¨ªos responden a la necesidad de esquivar a nuestros perseguidores, polic¨ªas repartidos por los diferentes escenarios que tratar¨¢n de darnos caza para arrebatarnos tan especial mercanc¨ªa, de vi?eta en vi?eta, p¨¢gina tras p¨¢gina. Ser¨¢ este el n¨²cleo central del juego, aunque durante otras secciones deberemos ayudar a construir su narrativa interactuando con los elementos mostrados en pantalla sin desaf¨ªo alguno, haci¨¦ndonos part¨ªcipes de su propio desarrollo m¨¢s all¨¢ de dar con la soluci¨®n a los constantes puzles.

Pasar inadvertidos, girar una esquina, subir o bajar escaleras, esquivar trampas o emboscadas o interactuar con ciertos elementos de los escenarios ser¨¢n s¨®lo algunas de sus muchas posibilidades a nuestro alcance. Y todo lo haremos de una forma muy intuitiva, aunque eso s¨ª, abusando de la mec¨¢nica de ensayo-error, seguramente, el elemento m¨¢s controvertido de su propuesta de juego. Evidentemente, para disfrutar de la esencia de Framed es necesario que prestemos atenci¨®n a sus pistas para resolver los continuos enigmas a los que nos veremos sometidos, aunque tambi¨¦n podremos probar varias soluciones hasta dar con la correcta de forma sistem¨¢tica. No obstante, tendremos que prestar atenci¨®n del m¨ªnimo detalle de cada vi?eta para dar con la tecla correcta.

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A pesar de todo, algunos puzles no sugieren una soluci¨®n l¨®gica, ya que Framed trata de sorprender al usuario con desenlaces nada esperados e incluso sorprendentes. As¨ª, en algunos tramos tendremos que colocar las vi?etas de forma en la que nuestro protagonista logre dejar KO a los guardias; en otras, podremos interactuar con diferentes interruptores para abrir o cerrar las luces y despistar as¨ª a nuestros enemigos. Est¨¢ claro que un t¨ªtulo de estas caracter¨ªsticas no va dirigido a la gran masa de jugadores, puesto que muchos de ellos dejar¨¢n de lado su particular personalidad a favor de t¨ªtulos de corte m¨¢s cl¨¢sico; Framed trata de llamar la atenci¨®n de aquellos usuarios que quieren vivir nuevas experiencias interactivas, no necesariamente cumpliendo con las reglas m¨¢s extendidas en un medio demasiado complaciente y convencional.

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Otro de sus grandes aciertos es su impecable puesta en escena, marcada por una apariencia sencilla, incluso minimalista, dominada por una gama de colores fr¨ªos, sombras oscuras para unos personajes fant¨¢sticamente animados, entornos sobrios pero con el nivel justo de detalles ?elemento indispensable para los diferentes rompecabezas? y un apartado sonoro a la altura, con temas de jazz de gran calidad que se ir¨¢n adaptando a cada circunstancia. Y es que la m¨²sica juega un papel fundamental en hacernos creer que estamos inmersos en una trama cien por cien noir, con sus matices bien marcados y un n¨²mero de temas m¨¢s que suficiente.

En su contra puede jugar una notable falta de variedad en su desarrollo, puesto que a lo largo de toda la aventura nos centraremos en la resoluci¨®n de rompecabezas algo homog¨¦neos. Eso s¨ª, algunos de ellos nos sorprender¨¢n por su propio planteamiento y aprovechar¨¢n muy bien el interfaz de nuestros dispositivos t¨¢ctiles; la imaginaci¨®n demostrada por sus creadores est¨¢ fuera de toda duda. Y como dec¨ªamos, la mec¨¢nica de ensayo-error puede convertirse en un estorbo si no prestamos plena atenci¨®n a las pistas facilitadas, lo que puede provocar cierto hast¨ªo; por lo dem¨¢s, nos queda un t¨ªtulo que marca la diferencia desde el primer momento y con mucho estilo y elegancia, que no es poco.