Convi¨¦rtete en todo un chef

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Hace tiempo que los juegos de Wii no sorprenden tanto por sus aptitudes gr¨¢ficas como por sus planteamientos jugables. Imagino que justamente juegos como "Fast food Panic" era lo que Nintendo ten¨ªa en mente a la hora de dise?ar su particular control. Pero probablemente en sus planes hab¨ªa algo m¨¢s, una capacidad de inmersi¨®n que fuese ligada a una trama m¨¢s o menos compleja y un sistema de juego variado que en "Fast food Panic" han quedado, desde su condici¨®n de juego casual, en un segundo y olvidado plano.

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Y digo esto con resignaci¨®n porque "Fast food Panic" apuntaba buenas maneras, tiene sus momentos divertidos y da al mando de la Wii todo el sentido funcional que tiene. Pero tambi¨¦n es verdad que al final siempre es lo mismo, lo cual  no deja de decepcionar incluso en un juego casual. A veces no basta con aumentar la dificultad de juego, es necesario aportar, por peque?o que sea, un reto m¨¢s variado, y justamente en eso falla, pues una y mil veces la tarea es ¨²nica: "que no se queme la comida".

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"Fast food Panic" cuenta la historia de dos j¨®venes que regentan una hamburgueser¨ªa de barrio. En su af¨¢n por prosperar intentan atraer clientela con unos precios ajustados, y a fe que lo consiguen, aunque el problema es entonces atenderlos con la suficiente profesionalidad como para evitar que se disgusten y abandonen la idea de volver a comprar ah¨ª. Es en este punto donde intervienes t¨², jugador armado con un Wiimote y un Nunchaku, las dos ¨²nicas herramientas que necesitas para cocinar hamburguesas, pasta, huevos fritos y todo lo que se ponga por delante.

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El objetivo est¨¢ claro, el cliente siempre tiene la raz¨®n y a nadie le gusta la hamburguesa pasada. Por tanto debes coger los mandos y ponerte manos a la obra, empiezas en la cocina del restaurante controlando la plancha, si un cliente entra agitas el Nunchaku para saludarle, eso te hace ganar simpat¨ªa. Pero para tenerlo en el bote deber¨¢s prepararle una suculenta comida, combina carne para hamburguesa, dos rebanadas de pan especial, un huevo frito y un poco de lechuga. Fr¨ªelos por separado en la plancha -?la lechuga no hace falta!-, hay un medidor que indica cu¨¢ndo est¨¢ cada pieza bien dorada, as¨ª que atento, cuando el medidor llegue a la zona roja tendr¨¢s que ser r¨¢pido y darle la vuelta con el Wiimote.

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Y por supuesto, los tiempos de fritura son diferentes para cada ingrediente, el pan se tuesta r¨¢pido, la carne fr¨ªe m¨¢s lentamente y el huevo -s¨ª, aqu¨ª algunas hamburguesas lo llevan- se cocina a fuego lento. As¨ª que cada medidor va de forma as¨ªncrona, si combinas varios tendr¨¢s que estar muy "al loro" porque la plancha no espera, pero si eres lento se quemar¨¢n las cosas y tendr¨¢s que volver a empezar, cabreando al cliente y perdiendo dinero. Es duro progresar, pero m¨¢s duro es no tener a qui¨¦n vender, as¨ª que agita bien esos mandos.

Esto es todo lo que ofrece "Fast food panic", a partir de este momento se transforma en un mar de clientes, cada vez m¨¢s, y nuevos ingredientes, el tiempo apremia, la plancha est¨¢ al 100% y para colmo tu compa?era se ahoga en un vaso de agua y te pide ayuda con la caja registradora en los "mejores" momentos. Tiene su gracia, despejar la cocina y recaudar dinero a fuerza de agitar el mando y evitar as¨ª que se queme la comida resulta divertido en las primeras partidas, despu¨¦s estresante y finalmente todo un reto porque cada nuevo ingrediente necesita su propia preparaci¨®n, que tambi¨¦n se lleva a cabo con el Wiimote, claro.

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?Que los ni?os necesitan saber lo que es trabajar? ?Que todav¨ªa no saben lo que cuesta preparar la comida? Ponles "Fast Food Panic", lo van a entender enseguida. Cero violencia, cero contratiempos, cero enemigos, cero competitibidad, simplemente sentarse en el sof¨¢ frente al televisor y evitar que una plancha arruine unos pedazos de carne, la cocci¨®n de la pasta o la mezcla de ingredientes. Pocas veces ver¨¢s juegos tan divertidos para los ni?os que no se manejen con una Balance Board.

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