Elven Legacy, Impresiones
Ino-Co nos invita a volver al mundo fant¨¢stico de Illis, donde la situaci¨®n de la raza ¨¦lfica es cada vez m¨¢s precaria. Los elfos no s¨®lo deben lidiar con sus propias hecatombes internas, sino que se ver¨¢n obligados a embarcarse en un viaje estrat¨¦gico para impedir que un m¨ªsero humano se apodere de uno de sus bienes m¨¢s preciados: la magia.
Ino-Co nos invita a volver al mundo fant¨¢stico de Illis, donde la situaci¨®n de la raza ¨¦lfica es cada vez m¨¢s precaria. Los elfos no s¨®lo deben lidiar con sus propias hecatombes internas, sino que se ver¨¢n obligados a embarcarse en un viaje estrat¨¦gico para impedir que un m¨ªsero humano se apodere de uno de sus bienes m¨¢s preciados: la magia. Elven Legacy -Legado ¨¦lfico- es una paradoja en forma de videojuego, pues tras su aparente clich¨¦ narrativo se esconde una bocanada de aire fresco para el g¨¦nero de la estrategia por turnos. Su creador, el equipo Ino-Co -subsidiaria de la rusa 1C Company-, no busca superar a sus coet¨¢neos -como el colosal Empire: Total War-, sino que se ha planteado unos objetivos m¨¢s humildes: solucionar los errores cometidos con Fantasy Wars y presentar una secuela que atraiga a aquellos que rechacen la complejidad inherente en estos periplos t¨¢cticos sin traicionar por ello a los m¨¢s veteranos estrategas.La premisa inicial es simple: la raza ¨¦lfica se encuentra en plena ¨¦poca de declive tras una serie de hecatombes. Mientras ¨¦stos intentan recuperar la gloria perdida, un humano ha empezado a realizar sus primeros pinitos en el prohibido arte de la magia. Los elfos, temiendo que la humanidad haga un mal uso de los conocimientos m¨¢gicos, encomiendan a dos de sus h¨¦roes a buscar y retener al primer -y quiz¨¢s ¨²ltimo- hechicero, antes de que ¨¦ste desvele los secretos arcanos. La trama es tan s¨®lo una excusa para iniciar un viaje por el que desfilar¨¢n sospechosos habituales como zombis, ladrones, enanos, orcos... Pese a tratarse de una odisea rebosante de t¨®picos ¨¦picos, la historia mejora muchos de los puntos flacos vistos en Fantasy Wars gracias, en parte, a sus protagonistas. En lugar de mostrar diferentes puntos de vista de un mismo suceso b¨¦lico, Elven Legacy presenta una ¨²nica campa?a, donde el jugador encarnar¨¢ a los deca¨ªdos elfos. ?stos son todo lo que esperamos de ellos: altivos y arrogantes, siempre mirando por encima del resto de razas que pululan por el mundo de Illis. Incluso en diversas ocasiones los h¨¦roes cuestionar¨¢n la val¨ªa de sus esbirros, alent¨¢ndoles a abandonar las armas si no se ven capaces de continuar. Las conversaciones y mon¨®logos reflejan perfectamente su car¨¢cter desp¨®tico y su desd¨¦n, ofreciendo una forma inusual de seguir la historia.Uno de los mayores problemas del anterior proyecto de Ino-Co fue la sobredosis de elementos que iban dirigidos a los jugadores m¨¢s expertos, alienando as¨ª a los menos versados en el noble arte de la guerra. Dicha amenaza desaparece en esta nueva epopeya gracias a una interfaz m¨¢s asequible y a un control m¨¢s intuitivo. Se puede empezar perfectamente la primera misi¨®n sin haber pasado antes por el tutorial - que ya de por s¨ª es muy completo y detallado-. Los paisajes donde transcurre la acci¨®n, en su mayor¨ªa rebosantes de verdor y colorido, animan a los m¨¢s cautelosos a explorar sus diversos rincones. No obstante, esto no significa que la dificultad haya mermado, sino todo lo contrario: se han a?adido nuevas caracter¨ªsticas y opciones que ampl¨ªan la gama de t¨¢cticas a utilizar, s¨®lo que ahora podemos asegurar con total certeza que nadie se sentir¨¢ perdido o apesadumbrado al iniciar la partida. Antes de empezar la misi¨®n, ser¨¢ necesario situar a nuestras unidades en el mapa. Ya que el n¨²mero de combatientes del que dispondremos para la contienda es limitado, deberemos elegir con precauci¨®n y teniendo siempre en cuenta las caracter¨ªsticas de los adversarios. La variedad estar¨¢ de nuestra parte: cada raza cuenta con unos 100 tipos de unidades -arqueros, lanceros, barcos voladores, dragones...-. Cada uno de ellos es presentado gradualmente a lo largo de la campa?a, de modo que siempre habr¨¢ tiempo de sobras para experimentar con las capacidades de los nuevos reclutas.Los valientes elfos que vayan en pos del infame humano ser¨¢n liderados por los h¨¦roes, guerreros y hechiceros potenciados con ciertas habilidades que pueden cambiar el transcurso de la batalla. En los primeros niveles, los jugadores conocer¨¢n al mis¨¢ntropo Sagittel -un arquero equipado con potentes flechas explosivas- y a la permisiva Gylven -conjuradora capaz de invocar bolas de fuego o hacer brotar ra¨ªces para retrasar el movimiento de los contrincantes-; ambos son dos ejes centrales en la historia, de modo que sus muertes deber¨¢n evitarse a toda cosa , so pena de volver a empezar la misi¨®n.Una vez situadas las tropas -normales y heroicas-, empezar¨¢ la misi¨®n en s¨ª. En los inicios, las tareas a realizar son sencillas y en su mayor¨ªa se reducen a ir de un punto al otro del mapa. Por suerte, los caminos no s¨®lo est¨¢n repletos de enemigos dispuestos a pararnos los pies, sino tambi¨¦n de b¨²squedas secundarias. Hay multitud de aldeas y zonas opcionales que esconden diversas recompensas para los jugadores con sed de exploraci¨®n. Normalmente, visitar y proteger dichos lugares conllevar¨¢ conseguir interesantes sumas de dinero, pero en ocasiones hallaremos poderosos artefactos. Toda bonificaci¨®n ser¨¢ bien recibida, ya que en los interludios podremos invertir el dinero recolectado en la compra de nuevas unidades.Conforme avancemos por el mapa o exploremos aldeas, ir¨¢n apareciendo numerosas tareas alternativas, desde eliminar a todos los ladrones de la zona hasta ir a recoger un barco volador. Estos encargos alargan significativamente la duraci¨®n de una partida, y ofrecen premios sumamente ¨²tiles ante las inminentes contiendas -sin olvidar que son una forma ideal de conseguir experiencia-. Pero atenci¨®n: cada misi¨®n debe ser completada en un n¨²mero espec¨ªfico de turnos o los elfos habr¨¢n fracasado en el intento. Es de m¨¢xima prioridad actuar con cautela al desviarnos de la trama principal, pues corremos el peligro de agotar el tiempo establecido, y entonces todas nuestros ¨²ltimos esfuerzos habr¨¢n sido en vano.Durante el turno del jugador, cada unidad podr¨¢ realizar dos opciones: avanzar y atacar. Los desplazamientos se ven claramente marcados con hex¨¢gonos de color verde, ayudas visuales que siempre tendr¨¢n en cuenta las alteraciones provocadas por el tipo de terreno por el que pasemos. Si cabe la posibilidad de enfrentarse a un enemigo, la interfaz indicar¨¢ nuestros objetivos m¨¢s cercanos y las probabilidades de ¨¦xito si decidimos luchar contra ellos. El terreno tiene un papel importante a la hora de inclinar la balanza hacia un lado o al otro; por ejemplo, los guerreros apenas sufrir¨¢n da?os si se hallan en una aldea protegida, o los arqueros mejorar¨¢n su punter¨ªa si lanzan las flechas desde un promontorio. El juego se encarga de informar al estratega de todas estas variables, e incluso en muchos casos nos permitir¨¢ rebobinar nuestras acciones si vemos que el escondite que hab¨ªamos escogido no era tan bueno como pens¨¢bamos.Si las tropas enemigas logran rodear a los h¨¦roes ¨¦lficos y a sus fieles soldados, llegar¨¢ el momento de utilizar el sistema de moralidad del juego. Si conseguimos provocar bajas importantes en una unidad rival con un ataque potente, los pocos supervivientes que hayan quedado en pie entrar¨¢n en estado de p¨¢nico y se alejar¨¢n de la batalla durante un turno. A su vez, ciertos batallones cuentan con fuertes l¨ªderes cuya derrota desalentar¨¢ a sus esbirros, consiguiendo as¨ª una victoria casi inmediata. Cada acci¨®n que realicemos con nuestras unidades conllevar¨¢ un correspondiente aumento de la barra de experiencia. Las tropas normales pueden llegar hasta el nivel cinco, mientras que los h¨¦roes alcanzar¨¢n el diez. Aumentar la val¨ªa de una tropa no s¨®lo conllevar¨¢ los correspondientes incrementos de sus habilidades, sino que tambi¨¦n podremos escoger una capacidad de entre tres disponibles. Por ejemplo, los arqueros pueden elegir entre tener m¨¢s defensa o bien ser capaces de cruzar un r¨ªo sin sufrir demoras en el avance. De este modo, unidades de un mismo tipo contar¨¢n con habilidades diferentes que diversifican todav¨ªa m¨¢s nuestros embates t¨¢cticos. Destacar adem¨¢s que la campa?a no es del todo lineal, ya que en muchas ocasiones los h¨¦roes deber¨¢n elegir entre distintos caminos y formas de afrontar un problema. La bifurcaci¨®n de misiones no s¨®lo incita a la rejugabilidad, sino tambi¨¦n afectar¨¢ el final que recibiremos. Adem¨¢s, cada mapa cuenta con hasta tres niveles de dificultad distintos, ajust¨¢ndose en todo momento a las necesidades del estratega. Asimismo, y como ya ocurr¨ªa en Fantasy Wars, existe un sistema de recompensas que otorga medallas seg¨²n los turnos que hayamos necesitado para superar las distintas tareas principales. De conseguir el oro en una de ellas, tendremos la oportunidad de llevar a otra raza en un nivel especial.Todav¨ªa quedan por probar las bondades del modo multijugador o el prometedor editor de mapas, pero la campa?a de Elven Legacy puede llegar a convertirse en una epopeya digna de ser jugada, siempre y cuando sus creadores logren superar ciertos obst¨¢culos. Para empezar, la sombre de su primer parte est¨¢ siempre presente, de modo que ser¨¢ de vital importancia que Ino-Co haya erradicado completamente sus molestos errores. Por otra parte, la trama de proporciones t¨®picas amenaza con convertirse en una carga aburrida y pesada seg¨²n se vayan desarrollando las misiones... un posible inconveniente que transformar¨ªa su apartado narrativo en un mero anexo "tolkieniano".
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