Edge of Eternity
- PlataformaPS56.7PS46.7XBO6.7XBS6.7PC6.7
- G¨¦neroRPG
- DesarrolladorMidgar Studio
- Lanzamiento08/06/2021 (PC)10/02/2022 (PS5, PS4, XBO, XBS)
- TextoEspa?ol
- VocesIngl¨¦s
- EditorDear Villagers
Edge of Eternity, an¨¢lisis. French Kiss al JRPG de toda la vida
Un equipo franc¨¦s, de tan solo nueve personas, traduce su amor por el rol japon¨¦s en un juego de tama?o colosal. El resultado, aunque irregular, es capaz de brillar con fuerza en sus aciertos
Los franceses Midgar Studio ya ponen de manifiesto su amor por los juegos de rol japoneses desde el propio nombre con el que se han bautizado: La m¨ªtica ciudad donde se inicia Final Fantasy VII. No es de extra?ar pues, que en Edge of Eternity se evidencie el profundo conocimiento que tienen de los JRPG. Desde el mismo comienzo del juego, adem¨¢s, se muestran plenamente conscientes de ello desde el metalenguaje. Un personaje se mofa de nuestro protagonista por lo sobredimensionado de su espada. Lo que viene justo despu¨¦s es el primer tutorial de lucha, donde le demostramos a nuestro compa?ero, mientras muerde el polvo, que el tama?o s¨ª importa, y para bien, en la arena de combate.
Esta consciencia del g¨¦nero al que veneran aparece una y otra vez en las conversaciones a trav¨¦s de la resabiada voz del protagonista. Y es algo que le aporta frescura al conjunto. Es f¨¢cil alinearse con su tono socarr¨®n y descre¨ªdo porque as¨ª somos el p¨²blico al que va dirigido el juego, ya de vuelta de mil batallas en terreno digital japon¨¦s. Desgraciadamente es un ¨²nico punto de brillo en una trama de ritmo muy irregular, donde las simas se cuentan en n¨²mero muy por encima de las crestas. Abierto el mel¨®n, centr¨¦monos pues en exponer lo peor del juego. Y no desesper¨¦is por lo que vais a leer a continuaci¨®n, despu¨¦s hablaremos de las virtudes, que las tiene y muy potentes. Quedar¨¢ ante vosotros al final del texto una balanza, y la decisi¨®n de haceros con Edge of Eternity seg¨²n lo que pese m¨¢s seg¨²n vuestros intereses.
La historia como excusa y no como motor
Resulta un pecado capital para un JRPG que la historia que cuenta no nos importe. Por desgracia, en Edge of Eternity ocurre esto. La excelente localizaci¨®n a nuestro idioma nos expone de forma pr¨ªstina sus carencias. Ya desde el pr¨®logo observamos ciertos problemas de enfoque. Se realiza una presentaci¨®n de personajes para seguidamente soltarlos en mitad de una tragedia. No funciona por pura l¨®gica. Y es que no ha habido tiempo para empatizar con nadie. As¨ª, el dramatismo de la situaci¨®n solo ocurre en pantalla, no en nuestros corazones.
El marco general, interesante en principio, no tarda en diluirse. La invasi¨®n del planeta que habitamos por una flota de naves es mero macguffin. La casi nula presencia de esta potencia tecnol¨®gica a lo largo del juego denota que podr¨ªa haber sido cualquier otra cosa y dar¨ªa exactamente igual. Lo que queda es el habitual peregrinaje, espada en mano, por un entorno fant¨¢stico.
El viaje, parte central del juego como es habitual en el g¨¦nero, se da en busca de una cura al mal tra¨ªdo por los invasores: la corrosi¨®n. Dos hermanos se patear¨¢n el mundo para salvar a la madre infectada y, por ende, al resto de la humanidad. Esta enfermedad s¨ª que la notamos presente a lo largo de toda la trama, aunque a menudo queda en segundo plano v¨ªctima de la extensi¨®n del juego. Para m¨¢s inri, el villano, uno de los pilares sobre los que se sustentan los JRPG, no es aqu¨ª nada memorable, haciendo acto de presencia en off de muy largo en largo. Si bien, lo ¨²nico que sobresale ante tal desprop¨®sito es que los dos protagonistas se encuentran estupendamente definidos, por contra, sus arcos de transformaci¨®n son casi imperceptibles.
So?ar no cuesta nada, pero s¨ª llevar ciertos sue?os a cabo
No es extra?o que un peque?o equipo de desarrollo nobel cometa el error de medir mal la envergadura de su primer proyecto. Quieres meter todo lo que puedas en lo que ser¨¢ el juego de tus sue?os. Luego la realidad te pasa por encima en forma de un tiempo muy dilatado de desarrollo y la falta de presupuesto para aguantar todo ese tiempo funcionando, entre una cantidad ingente de otros problemas. No es de extra?ar tampoco que muchos estudios en este camino no lleguen a su destino. Midgar Studio ya ten¨ªa en su haber el mucho m¨¢s modesto Hover, pero el salto tan enorme hacia un concepto que bien podr¨ªa considerarse Triple A podr¨ªa haber dado al traste con el resultado. Aunque bueno, ya sabemos lo que ocurri¨® con Hello Games. De los saltitos de Joe Danger a asaltar las estrellas con No Man?s Sky. Se dieron el batacazo del siglo en su estreno, pero hoy resulta uno de los juegos m¨¢s respetados del mundillo, con una incesante evoluci¨®n a lo largo de m¨¢s de cinco a?os digna de estudio. ?Le ha pasado factura a Edge of Eternity su ambici¨®n casi desmedida?
Resulta loable el esfuerzo y la dedicaci¨®n de Midgar Studio, conformado por apenas nueve personas, para levantar tal monumento durante m¨¢s de un lustro de trabajo, pero el rendimiento t¨¦cnico del juego pone en evidencia lo escueto del equipo de desarrollo. Las ca¨ªdas de frame rate, el exagerado popping de los escenarios tras las cargas de partida y un aspecto de los NPC m¨¢s propio de tiempos de PS2 nos dicen que igual la ambici¨®n deber¨ªa haber sido menor. Creemos que la parte del rendimiento puede (deber¨ªa) ser subsanada a base de parches; los modelados de los NPC, nos tememos, tienen dif¨ªcil arreglo. Pero dejemos atr¨¢s la parte fea del asunto. Vamos a hablar de lo bueno del juego, una parte que puede igualar en peso a lo contado hasta conseguir nivelar la balanza.
Las mec¨¢nicas, el primer paso hacia la redenci¨®n
Si la historia en los JRPG es algo muy importante, no lo es menos el combate. De hecho, es un pilar que, de funcionar, puede hacer que sigamos jugando a pesar de otras carencias. Y Edge of Eternity cumple en este apartado. Si bien la mayor¨ªa del tiempo contamos con solo dos personajes en nuestro equipo, lo cierto es que esta limitaci¨®n no resulta en una p¨¦rdida de diversi¨®n. La veneraci¨®n de Midgar Studio por los juegos de rol japoneses se podr¨ªa haber traducido en un calco de los sistemas de batalla nipones. Afortunadamente no es el caso, y se opta por dar distinci¨®n propia a la f¨®rmula e incluso ofrecer variedad de situaciones.
A la hora de entrar en combate aparece el habitual corte en la escena, aunque el escenario en el que nos encontramos se mantiene. As¨ª, los cambios de ¨¢ngulo nos pueden mostrar, por ejemplo, un cofre en una esquina que no hab¨ªamos visto y que abriremos en cuento termine la refriega. Es m¨¢s, tambi¨¦n aparecen en su sitio rocas que, seg¨²n el color, servir¨¢n por cercan¨ªa, tanto a h¨¦roes como enemigos, para potenciar ataque, curaci¨®n, escudo¡ no pudiendo ocupar ese mismo espacio a la vez ambas facciones. El componente estrat¨¦gico, por su parte, se ve potenciado por la divisi¨®n en hex¨¢gonos del territorio al m¨¢s puro estilo juego de mesa. Nuestros personajes aparecer¨¢n distribuidos en ese mantel como hayamos decidido de antemano en las opciones. Por ejemplo, el que dispone de ataques a distancia, no solo podemos colocarlo detr¨¢s del as de la espada para que est¨¦ protegido, si no que podemos ponerlo en hex¨¢gonos adyacentes. Ya sobre el terreno depende de uno gastar parte de un turno en buscar la espalda de un enemigo, donde los golpes hacen m¨¢s da?o, o ejercer de tanque para que los hechizos de nuestra compa?era puedan lanzarse sin intromisi¨®n.
Las armas, que se potencian con cristales de poder (que a su vez podemos mezclar para hacerlos m¨¢s poderosos), disponen de hechizos y golpes especiales seg¨²n la combinaci¨®n de los mismos. Estas armas podemos fabricarlas en pueblos y ciudades tirando de recursos encontrados por ah¨ª o comprados en tiendas. Vale la pena dedicarle tiempo a conseguir esa espada que puede evolucionar hasta el nivel 14 antes de buscar camorra en seg¨²n qu¨¦ parajes (la subida de experiencia tras los combates tambi¨¦n afecta a las armas). Los monstruos abatidos van sumando de forma invisible para cumplir los encargos que hemos aceptado de NPC o del tabl¨®n de anuncios que encontramos en cada asentamiento. Da gusto darse cuenta tras un combate que hemos cumplido, sin darnos cuenta, con aquello de: Mata a 5 ejemplares de tal bicho que est¨¢ aterrorizando a los viandantes de tal camino.
En algunos casos nos encontraremos con jefes finales que requieren de una estrategia espec¨ªfica, como una m¨¢quina que solo es vulnerable si desconectamos temporalmente a su guardi¨¢n que, a su vez, es revitalizado continuamente por tres pilares. Son situaciones contadas, y se agradece, porque nos obliga a cambiar nuestra forma de batallar. Ya sabemos que tarde o temprano, en los JRPG suele terminar uno repitiendo una y otra vez de forma mec¨¢nica la combinaci¨®n de ataques y movimientos que ha demostrado ser la m¨¢s v¨¢lida.
Es curioso, porque el sistema de hex¨¢gonos se aplica tambi¨¦n a la resoluci¨®n de puzles. No son muchos, y si al principio son opcionales para acceder a uno o varios cofres, m¨¢s adelante resultan imprescindibles para poder avanzar en algunos tramos. Se basan en la l¨®gica y disponen de un tiempo y n¨²mero de movimientos determinado para su resoluci¨®n, por lo que aconsejamos llegar a los segundos habiendo practicado con los primeros.
Un entorno audiovisual que hace justicia como legado
Habl¨¢bamos al principio de problemas de rendimiento (esperamos, solucionables) y del pobre modelado de los personajes secundarios. No ocurre as¨ª con todo lo dem¨¢s. Edge of Eternity aspira a transmitir las sensaciones que nos ofrec¨ªan juegos como Xenoblade Chronicles o Final Fantasy XV. Grandes extensiones de terreno de atractiva direcci¨®n art¨ªstica se abren ante nosotros para ser recorridas sin descanso (a pie primero, y a lomos de un gato gigante despu¨¦s). El d¨ªa y la noche se van sucediendo con igual impacto visual, y cada zona a descubrir es un regalo para la vista. Aunque el conjunto no alcanza el excelso nivel de sus modelos, el resultado es de lo m¨¢s efectivo y satisfactorio. Recordar que el inmenso mundo del juego est¨¢ levantado con las esforzadas manos de solo nueve personas solo puede responderse con admiraci¨®n.
Podr¨ªamos decir que luce incluso m¨¢s la banda sonora que nos acompa?a en nuestro periplo. Al igual que con los entornos, los referentes est¨¢n claros. Desde las tranquilas y emotivas notas de piano de la pantalla de men¨² hasta la fanfarria de victoria, pasando por los field themes o la animada composici¨®n de batalla, todo respira aqu¨ª, con Uematsu a la cabeza, la herencia de los grandes compositores nipones en el g¨¦nero del JRPG. La ¨²nica pega que podemos poner para tan efectivos apartados, el visual y el sonoro, es la demasiado evidente devoci¨®n por sus referentes, algo que el sistema de combate s¨ª consigue evitar.
Conclusi¨®n
Edge of Eternity aspira a ser un JRPG de primer orden. Aunque el resultado es desigual, es justo reconocer que lo consigue en apartados tan importantes como el combate y la direcci¨®n audiovisual. Si en lo segundo es demasiado deudor de sus referentes, lo primero es capaz de desenvolverse con entidad propia. El combate no solo se expresa con convicci¨®n tomando como base los juegos de tablero, tambi¨¦n refresca su monol¨ªtica f¨®rmula con frescas variantes en momentos determinados e incluso lo implementa en la resoluci¨®n de puzles. Midgar Studio, compuesto por solo nueve integrantes, casi se atraganta por la ambici¨®n del proyecto. Su sufrido rendimiento t¨¦cnico y una historia que no est¨¢ a la altura casi dan al traste con el resultado final. Las piezas en la balanza quedan finalmente equilibradas, aunque, dado el tit¨¢nico esfuerzo realizado por este escueto equipo franc¨¦s, apena que no se decante el peso hacia una excelencia que s¨ª toca en algunos momentos.
Lo mejor
- Una banda sonora y una direcci¨®n art¨ªstica a la altura de sus referentes.
- El sistema de combate y el esfuerzo por sacarle partido en otros fines y situaciones.
- Que un mundo tan enorme haya sido puesto en pie por tan solo nueve personas.
Lo peor
- Aunque una ambici¨®n menos desmedida pod¨ªa haber resultado en un producto m¨¢s afinado.
- Fallos de rendimiento en forma de visible carga de texturas al reiniciar la partida y framerate inestable.
- Algo tan importante en un JRPG como es la historia, dista mucho aqu¨ª de estar a la altura.
Correcto
No es lo ¨²ltimo ni lo m¨¢s original, tampoco cuenta con la mejor ejecuci¨®n, pero puede divertir si te gusta el g¨¦nero. Bien, pero mejorable. C¨®mpralo si te gusta el g¨¦nero y te gusta tenerlos todos.