Matt Hazard fue un h¨¦roe de acci¨®n que durante la d¨¦cada de los 80 tuvo su ¨¦poca de m¨¢ximo esplendor. Ahora, est¨¢ olvidado. Con este original punto de partida comienza la nueva franquicia de Vicious Cycle, un t¨ªtulo de acci¨®n que nos pone bajo la piel del formido guerrero que, como ave f¨¦nix, decide renacer para grabar su nombre en la historia.
Los v¨ªdeos mostrados por su desarrolladora dejan bastante claro hasta que nivel van a llegar estas parodias. Por poner un ejemplo, en uno de ellos se ve c¨®mo Hazard, tras acabar con un grupo de enemigos bastante numeroso, llega hasta una sala en la que tiene lugar un enfrentamiento contra un jefe de final de nivel, nada menos que un guerrero con pintas de protagonista de un RPG japon¨¦s, atrapado en un cristal gigante (referencia a Sephiroth en FFVII), que destrozar el ?recipiente' que lo contiene y comienza a luchar. Pelo blanco, una bandana, espada gigantesca? todo se?as de identidad que los seguidores del g¨¦nero reconocer¨¢n. Aun hay m¨¢s: el monstruo no se mov¨ªa del centro de la pantalla, dado que se pon¨ªa a conversar mediante cuatros de texto. Hazard, tras pasarlos presionando un gigantesco bot¨®n 'A' en el escenario, comenzaba a luchar contra ¨¦l.
Eat Lead: The Return of Matt Hazard podr¨ªa convertirse en una de las sorpresas de los primeros meses de este 2009 son suma facilidad. Ocultando su a priori sencillo apartado jugable bajo una capa de originalidad, y un hilarante argumento que se mofar¨¢ de todo y de todos los estereotipos de un g¨¦nero a todas luces parodiable. Soldados pixelados, jefes finales que combaten por turnos, pistolas de agua como arma y muchas otras sorpresas son las que parece que nos encontraremos en este producto de Vicious Cycle Software y que distribuir¨¢ D3 Publisher el pr¨®ximo mes de marzo en Estados Unidos, y que se espera que llegue a nuestras tiendas pocos d¨ªas m¨¢s tarde. Por ahora su campa?a viral nos ha parecido fant¨¢stica y, como todo sea as¨ª, bien podr¨ªa perdon¨¢rsele su falta de innovaci¨®n en pos de un punto de partida tremendamente divertido. En unos meses, sabremos si funciona tan bien en la pr¨¢ctica como sobre el papel.