Dynasty Warriors 7
Dynasty Warriors regresa a nuestras consolas con una s¨¦ptima entrega numerada que a¨²na lo mejor de tan hist¨®rica franquicia para dar como resultado el que promete ser mejor juego de la saga. La Guerra de los Tres Reinos, m¨¢s espectacular, intensa y profunda que nunca.
Los aficionados a los beat 'em ups masivos, herederos directos de aquellos inolvidables 'yo contra el barrio' que anta?o nos maravillaron tanto en los salones recreativos como en nuestros sistemas dom¨¦sticos, seguimos de enhorabuena. Aunque en occidente el ¨¦xito de estos arcades desenfrenados sigue sin ser el deseable, Jap¨®n es suficiente soporte como para que contin¨²en lanz¨¢ndose nuevas propuestas de manera regular. Como los apasionados a esta clase de juegos sin duda sabr¨¢n, aunque en el mercado pueden encontrarse t¨ªtulos como Ninety Nine Nights de Q Entertainment o Sengoku Basara de Capcom, los amos y se?ores del g¨¦nero siguen siendo los chicos de Omega Force, siempre bajo el auspicio de Koei. De hecho, fueron ellos los que crearon esta nueva forma de entender el beat 'em up con Dynasty Warriors 2 (Shin Sangoku Musou en oriente), juego que hace poco celebr¨® su d¨¦cimo aniversario.
El ¨¦xito de la franquicia DW fue para Koei total durante la generaci¨®n de los 128 bits, aunque la inmensa mayor¨ªa de un volumen de ventas que sol¨ªa sobrepasar el mill¨®n de unidades en cada entrega (cifra que hasta entonces tan hist¨®rica compa?¨ªa no hab¨ªa alcanzado con juego alguno) se registraban en Jap¨®n. Tama?o ¨¦xito propici¨® el lanzamiento de secuelas, expansiones (Xtreme Legends y Empires) y nuevas franquicias o spin-offs (Samurai Warriors, Warriors Orochi, Dynasty Warriors: Gundam?). Ya en 2007, y tras algunos experimentos en los que se lanzaban para Xbox 360 t¨ªtulos de la franquicia que no eran sino meras conversiones de las entregas originalmente desarrolladas para PS2, lleg¨® el momento de dar el definitivo salto a la generaci¨®n de la alta definici¨®n. As¨ª, Koei anunci¨® a bombo y platillo la llegada de Dynasty Warriors 6, t¨ªtulo que sobre el papel se ve¨ªa bastante interesante dado que supon¨ªa un borr¨®n y cuenta nueva para la franquicia a casi todos los niveles. Dicha renovaci¨®n se centr¨® en los personajes, la mayor¨ªa de los cuales fueron dotados de un aspecto visual diferente as¨ª como una nueva arma para blandir en batalla. Ello tambi¨¦n daba pie a que el cat¨¢logo de ataques de cada personaje (que desde DW3 ven¨ªa siendo pr¨¢cticamente el mismo para cada luchador, con algunos a?adidos en cada nueva entrega) fuera completamente novedoso, y en efecto as¨ª fue.
Sin embargo, tantos cambios propiciaron el regreso de los personajes cl¨®nicos (algo que no se ve¨ªa desde aquel primer Shin Sangoku Musou o DW2), por lo que la abrumadora oferta de guerreros seleccionables, que desde siempre hab¨ªa sido una de las principales virtudes de la franquicia, se ve¨ªa aqu¨ª mermada. El apartado gr¨¢fico tampoco ayudaba, aunque fueron bienvenidas nuevas caracter¨ªsticas en batalla como la posibilidad de nadar (por fin los r¨ªos dejaban de convertirse en obst¨¢culos insalvables, lo que daba pie a nuevas opciones estrat¨¦gicas y posibilidades ofensivas) o acceder a plataformas elevadas y torreones mediante el uso de escaleras. As¨ª, Dynasty Warriors 6 se intu¨ªa como un t¨ªtulo que desde luego no lograr¨ªa convencer a los que desde siempre hab¨ªan renegado de la franquicia, aunque en principio s¨ª parec¨ªa estar dotado del suficiente n¨²mero de virtudes como para satisfacer a su legi¨®n de fieles seguidores, los cuales recib¨ªan con amplia expectaci¨®n cada nueva entrega. Por desgracia, entraba adem¨¢s en juego un nuevo elemento que hizo que tambi¨¦n los jugadores devotos de Dynasty Warriors negaran su apoyo a esta nueva entrega: el sistema Renbu.
En 2007, con el ¨¦xito de Wii en pleno auge, a las compa?¨ªas les dio por buscar nuevos jugadores tambi¨¦n para sus propias franquicias. ?C¨®mo podemos hacer que hasta la abuela, el ama de casa adicta a los culebrones y reality shows, e incluso el perro jueguen a nuestras sagas cl¨¢sicas? F¨¢cil, simplific¨¢ndolo todo al m¨¢ximo. El sistema Renbu no era otra cosa que un vil intento de reducir hasta el absurdo el sistema de combate del que siempre hab¨ªa hecho gala Dynasty Warriors, algo absolutamente innecesario dado que dicho sistema ya era lo suficientemente sencillo y accesible como para permitir jugar sin muchas complicaciones. As¨ª, Dynasty Warriors 6 se convirti¨® m¨¢s que nunca en un aburrido machacabotones en el que todo se reduc¨ªa a pulsar repetidamente bien el bot¨®n cuadrado o bien el bot¨®n tri¨¢ngulo, sin tan siquiera existir la posibilidad de combinar los ataques normales y fuertes para ofrecer algo de profundidad jugable en los combates.
Esta simplificaci¨®n extrema llamada Renbu fue, en definitiva, un completo fiasco que sin embargo se implement¨® tambi¨¦n en Dynasty Warriors 6: Empires y Dynasty Warriors: Strikeforce. Eso s¨ª, otras franquicias de la familia, como Dynasty Warriors: Gundam, Samurai Warriors o El Pu?o de la Estrella del Norte continuaron con el sistema cl¨¢sico de carga y ataques combinables que tan buen resultado hab¨ªa dado en la generaci¨®n de los 128 bits. Ahora, Koei encara el desarrollo de una nueva entrega numerada de Dynasty Warriors, y por suerte el nefasto Renbu es borrado por completo de la ecuaci¨®n, regresando el sistema cl¨¢sico visto en los DW anteriores al 6, aunque potenciado para la ocasi¨®n y acompa?ado de los mejores aciertos de las entregas m¨¢s recientes de la saga. Parece ser que Dynasty Warriors entrar¨¢ al fin con buen pie en la actual generaci¨®n. M¨¢s vale tarde que nunca, sobre todo si la espera, como en esta ocasi¨®n, acaba mereciendo la pena.
Un reino para gobernarlos a todos
Como los conocedores de la franquicia sin duda sabr¨¢n, la ambientaci¨®n, trasfondo argumental y personajes que pueblan los juegos de Dynasty Warriors est¨¢n basados en la novela El Romance de los Tres Reinos, creada por Luo Guanzhong en el siglo XIV y considerada un¨¢nimemente como una de las obras literarias capitales de China. Dicha novela se basa, a su vez, en acontecimientos hist¨®ricos que tuvieron lugar en los siglos II y III de la presente era, abarcando la ca¨ªda de la dinast¨ªa Han, la fragmentaci¨®n de China en tres reinos que dieron lugar a una cruenta guerra civil, y la posterior reunificaci¨®n de todo el territorio. Por supuesto, Dynasty Warriors 7 sigue inspir¨¢ndose en la obra de Guanzhong, aunque se incluyen novedades hasta ahora in¨¦ditas en la saga, las cuales llegan de la mano de un cuarto bando que se une a la batalla: el reino de Jin.
Hasta ahora, el hilo narrativo de los Dynasty Warriors sol¨ªa concluir en la batalla de las llanuras de Wuzhang, donde tiene lugar el enfrentamiento m¨¢s trascendental entre el reino de Shu, con el estratega Zhuge Liang a la cabeza, y el reino de Wei, liderado por Sima Yi, gran rival de Zhuge Liang. Dicha batalla termin¨® con la muerte por enfermedad de Zhuge Liang y una contundente y pr¨¢cticamente definitiva derrota para el reino de Shu. Pues bien, el nuevo reino que se nos presenta en Dynasty Warriors 7 da pie a que la historia contin¨²e a partir de ese punto, dado que el reino de Jin no es otro que un reino de Wei transformado por las luchas internas que dieron pie a la p¨¦rdida de influencia del clan Cao en beneficio de la familia Sima. Es de esperar por parte de Koei el cl¨¢sico buen hacer de la compa?¨ªa a la hora de narrar estos nuevos acontecimientos de forma ¨¦pica y espectacular, seguramente subrayando la entrega, el sentido del honor y el sacrificio de los abundantes personajes que forman parte del juego.
Desde Koei se han prometido m¨¢s de 60 personajes seleccionables, todos perfectamente diferenciados a nivel de aspecto, personalidad y cat¨¢logo de t¨¦cnicas, ataques y movimientos. As¨ª, la principal virtud que hace a los DW tomar una abrumadora ventaja sobre cualquier otro juego del g¨¦nero se encuentra aqu¨ª m¨¢s presente que nunca. En el momento de redactar este avance se han presentado ya 48 de esos m¨¢s de 60 guerreros con los que contar¨¢ el juego. Por ahora 13 de ellos son totalmente nuevos, siendo en su mayor¨ªa miembros del nuevo reino de Jin. Entre los personajes habituales de DW que se echaron en falta en la anterior entrega de la franquicia regresan Jiang Wei, Da Qiao, Meng Huo y Zhu Rong, mientras entre las incorporaciones a las filas de los tres reinos cl¨¢sicos se encuentran personajes como Liu Chan (hijo de Liu Bei y por lo tanto heredero al trono de Shu), Ding Feng o Deng Ai.
El regreso a la franquicia de Meng Huo y Zhu Rong trae consigo la vuelta del reino menor de Nanman, y con ellos ?los elefantes! Y es que parece ser que en Dynasty Warriors 7 se dar¨¢n cita todas las virtudes y m¨¢s recordados elementos de las entregas anteriores, al tiempo que se desechan los errores cometidos en DW6 para dar como resultado el mejor juego de la franquicia. Como ya mencionamos en la introducci¨®n, el plomizo y extremadamente limitado sistema Renbu pasa a mejor vida para volver al sistema de carga que tan buenos resultados dio en los DW lanzados en la generaci¨®n de los 128 bits. Ello significa que de nuevo la mec¨¢nica de combate del juego se basar¨¢ principalmente en los ataques normales (bot¨®n cuadrado en PS3, X en 360) y fuertes (tri¨¢ngulo en PS3, Y en 360), los cuales pueden ser combinados de diversas maneras para dar lugar a nuevas t¨¦cnicas que noquear¨¢n a los adversarios, los elevar¨¢n por los aires para dar pie a un combo a¨¦reo, romper¨¢n su defensa, etc?
Como todo aficionado a la franquicia sin duda sabe, el sistema de combate cl¨¢sico de la saga DW destaca por su sencillez y accesibilidad, permiti¨¦ndonos realizar largos combos tanto terrestres como a¨¦reos (lo que en el argot de los juegos de lucha versus se denomina juggles) con gran facilidad. Pero sin duda la gran virtud de este sistema es su efectividad a la hora de hacer que cada t¨¦cnica, golpe y movimiento de nuestro personaje sea ¨²til por s¨ª mismo. Es decir, aqu¨ª no se cae en el error adolecido por la inmensa mayor¨ªa de beat 'em ups, en los cuales se acaba desnivelando el cat¨¢logo de movimientos de sus personajes de forma que uno o dos ataques son claramente m¨¢s eficaces que el resto, empuj¨¢ndonos a repetir la misma t¨¦cnica una y otra vez de forma continuada mientras dejamos de lado otras posibilidades a causa de su futilidad. En Dynasty Warriors 7 existe un gran equilibrio en cuanto a la utilidad de las t¨¦cnicas pose¨ªdas por cada guerrero, de forma que cada una cuenta con su ventaja determinada y todas acabar¨¢n siendo usadas en batalla de igual manera por el jugador seg¨²n las circunstancias y enemigos a los que tenga que hacer frente.
Por supuesto, el nuevo sistema de carga de DW7 ofrecer¨¢ cuantiosas novedades respecto a lo visto en DW previos. La mayor¨ªa de ellas vienen de la mano de una acertada caracter¨ªstica que ya se implement¨® en DW Strikeforce: el arma secundaria. En Dynasty Warriors 7 cada personaje contar¨¢ con su arma ¨²nica y primaria, que ser¨¢ el principal elemento que le permitir¨¢ diferenciarse del resto de guerreros seleccionables en cuanto a t¨¦cnicas y ataques. Adem¨¢s de esto, podremos equipar un arma secundaria que nutrir¨¢ a nuestro soldado de un nuevo cat¨¢logo de golpes y movimientos. Lo mejor de todo es que podremos intercambiar ambas armas en tiempo real (bot¨®n R1 en el caso de PS3, RB en 360) y en todo momento, por lo que a las cl¨¢sicas combinaciones de ataques normales y fuertes se les unen nuevos combos que podremos comenzar con un arma, cambiar a otra para seguir atacando sin romper la cadena de golpes y finalizar regresando al arma anterior. Y ¨¦ste es solo un ejemplo de las nuevas posibilidades que se abren. De momento en cuanto a armas secundarias se han visto desde las cl¨¢sicas espadas, sables, lanzas, ballestas y arcos hasta otras mucho m¨¢s ex¨®ticas (y en obvia fuera de ¨¦poca) como un ca?¨®n de mano o una ametralladora gatling. Koei promete mucha variedad en este aspecto, para que as¨ª las combinaciones entre armas principal y secundaria se cuenten por cientos y puedan dar lugar a un amplio abanico de ataques que adem¨¢s podr¨¢ ser modificado en todo momento, dado que tambi¨¦n podremos equipar las nuevas armas adquiridas en plena batalla en lugar de tener que esperar al final de la fase como suced¨ªa en anteriores DW.
Por si esto no fuera suficiente, se a?ade la posibilidad de que cada personaje adquiera experiencia con el uso de las armas. Por ejemplo, un arma secundaria que sea poco usada por nuestro guerrero puede incluso tener efectos negativos sobre el personaje, como un -5 al ataque, mientras la acumulaci¨®n de uso y experiencia abre la posibilidad de gozar de mayor alcance al blandirla o incluso desencadenar ataques elementales sobre los enemigos. Adem¨¢s, cada personaje es experto en el uso de una determinada arma secundaria (nos daremos cuenta de ello cuando las letras EX aparezcan sobreimpresionadas en el icono de dicha arma mostrado en la interfaz del juego), por lo que al blandirla podr¨¢ ejecutar t¨¦cnicas y ataques extra que de nuevo dar¨¢n pie a una mayor diferenciaci¨®n entre guerreros. A todo esto hay que a?adir que ahora cada personaje contar¨¢ con dos ataques Musou (la t¨¦cnica m¨¢s mortal de cada luchador, ejecutable tras llenar una barra destinada a tal efecto), siendo el segundo de ellos generalmente a¨¦reo. Ello tambi¨¦n da pie a que la barra Musou se divida en dos secciones, por lo que podremos encadenar hasta dos de estas t¨¦cnicas mort¨ªferas de manera sucesiva, o ejecutar una para luego seguir con combos normales y finalizar ejecutando otra. De nuevo se abren cuantiosas posibilidades al respecto.
Y si se nos promete variedad de ataques, las v¨ªas a la hora de cambiar de personaje durante el transcurso del Modo Historia (la modalidad principal del t¨ªtulo) tampoco son precisamente escasas. En esta ocasi¨®n, el Modo Historia nos narrar¨¢ el hilo argumental de cada uno de los cuatro reinos incluidos en el juego (Shu, Wu, Wei y Jin), mediante diversas batallas basadas tanto en los eventos de la novela El Romance de los Tres Reinos como en cr¨®nicas alternativas inventadas por la propia Koei. La inclusi¨®n de un cuarto bando da pie a un Modo Historia m¨¢s longevo que el incluido en anteriores DW, algo muy de agradecer dado que en esta ocasi¨®n se basa en cada uno de los cuatro reinos en lugar de en los m¨¢s destacados guerreros de cada bando. Ello posibilita que se pueda jugar con diferentes personajes seg¨²n avanza la historia. Es m¨¢s, incluso durante el trascurso de los propios niveles tendremos que controlar a m¨¢s de un guerrero, posibilitando con ello diferentes perspectivas de una misma batalla. De momento se ha puesto como ejemplo la batalla de Chang Ban, donde encarnando a Zhao Yun deberemos cubrir la retirada de Liu Bei y sus tropas antes de que caigan en las garras de Cao Cao, mientras a mitad del enfrentamiento pasaremos a tomar el control de Zhang Fei para que ¨¦ste proteja el puente de Chang Bang con vistas a dar el suficiente tiempo a Liu Bei para escapar con ¨¦xito del acoso enemigo.
Adem¨¢s del Modo Historia, sin duda hay que destacar el nuevo Modo Cr¨®nica, repleto de posibilidades in¨¦ditas en la modalidad principal. De entrada, existen varios guerreros que al no pertenecer a alguno de los cuatro reinos del juego no podr¨¢n ser seleccionados en el Modo Historia, por lo que el Modo Cr¨®nica se convierte en la v¨ªa para poder controlarlos sin problemas. Aqu¨ª nos encontraremos ante una especie de Free Mode en el que, sobre un mapa de libre exploraci¨®n de China dividido en diferentes casillas, podremos luchar del lado de cualquiera de los cuatro bandos en liza con el objetivo de conquistar cada vez m¨¢s terreno. Esta mec¨¢nica parece ser muy similar a la vista en los Dynasty Warriors: Empires, aunque a¨²n est¨¢ por confirmar si existir¨¢n tantas posibilidades como en dichas expansiones.
Ser¨¢ tambi¨¦n en este modo donde se nos dar¨¢ la posibilidad de participar junto a un segundo jugador, tanto online como offline (mediante la cl¨¢sica y socorrida split-screen), algo no posible en el Modo Historia. Tambi¨¦n llama poderosamente la atenci¨®n el hecho de que el men¨² previo a la batalla visto en anteriores DW, donde nos equip¨¢bamos con armas, ¨ªtems de mejora, monturas y pod¨ªamos consultar las estrategias previas al combate, ha pasado a mejor vida, siendo sustituido por un sistema similar al visto en Strikeforce. As¨ª, ahora visitaremos diversas aldeas y poblados antes de entrar en combate, donde podremos tanto adquirir armas e ¨ªtems como conversar con diversos personajes con vistas a conocer estrategias ¨²tiles para la inminente batalla.
A la hora de subir de nivel a los personajes tambi¨¦n se usa una v¨ªa claramente inspirada en anteriores Dynasty Warriors. Aqu¨ª entran en juego diversos ¨ªtems que permitir¨¢n subir nuestras estad¨ªsticas de salud, ataque y defensa. Dichos ¨ªtems pueden encontrarse tanto en posesi¨®n de un general enemigo como en el interior de cajas y barriles desperdigados por el escenario, dando con ello pie a la exploraci¨®n de cada campo de batalla. As¨ª, los puntos de experiencia adquiridos conforme vamos luchando quedan reservados a la mejora y expansi¨®n tanto de la barra Musou como del cat¨¢logo de t¨¦cnicas y ataques de cada personaje. En cuanto a los animales que participan en la batalla, a las ya m¨¢s que cl¨¢sicas monturas (tal y como mencionamos unos p¨¢rrafos atr¨¢s, volvemos a contar con la posibilidad de arrasar con todo sobre la grupa de un elefante) se suman animales de apoyo que luchar¨¢n a nuestro lado, comport¨¢ndose de una forma similar a los guardaespaldas de DW anteriores. A¨²n se desconocen las especies animales que nos servir¨¢n de apoyo en los combates, aunque es de esperar que los tigres se encuentren entre ellas. Lo que s¨ª se ha confirmado es que existir¨¢n pandas, aunque no se sabe si como monturas o animales de apoyo.
En lo referente al apartado visual, se nota una clara mejor¨ªa respecto a lo visto en Dynasty Warriors 6, t¨ªtulo que ni mucho menos parec¨ªa haber sido construido con un engine de la actual generaci¨®n. Si analizamos la historia de la franquicia, nos encontramos con que Omega Force necesita tiempo para exprimir el hardware de una determinada plataforma. As¨ª, Dynasty Warriors 2 era muy limitado a nivel t¨¦cnico, pero con el lanzamiento de cada nueva entrega se mostraba una clara mejor¨ªa, hasta que se consigui¨® exprimir a fondo el hardware de PS2 con DW5. Lo mismo sucede en la actual generaci¨®n, not¨¢ndose el salto a mejor de DW7 con respecto a lo visto tanto en la anterior entrega como en los spin-offs surgidos entre un juego y otro (DW Strikeforce, Gundam o El Pu?o de la Estrella del Norte). Se ha prestado especial atenci¨®n a la hora de dotar de m¨¢s pol¨ªgonos, mejores texturas y mayor grado de detalle a soldados rasos y comandantes gen¨¦ricos, los cuales ya ni mucho menos parecen, como suced¨ªa en DW6, provenir directamente de la anterior generaci¨®n.
Los efectos de luz, ondas de energ¨ªa y explosiones varias tambi¨¦n gozan de una clara mejor¨ªa, as¨ª como los propios escenarios, que dejan atr¨¢s ese aspecto desolado para encontrarse m¨¢s poblados de detalles. Se sigue cojeando en algunos aspectos, como la hierba, demasiado artificial y desangelada, pero en general, y teniendo en cuenta todo lo que el juego mueve manteniendo en todo momento una tasa estable de frames por segundo, ya podemos adelantar que el trabajo de Omega Force ha sido bastante aceptable en esta ocasi¨®n. Todo es mucho m¨¢s ¨¦pico y espectacular, not¨¢ndose en agradecidos detalles como la transici¨®n en tiempo real entre las escenas cinem¨¢ticas y el propio combate. Podemos encontrarnos por ejemplo con una escena cinem¨¢tica en la que nuestro guerrero y sus aliados observan un campamento enemigo desde una colina, llamando la atenci¨®n de los soldados de dicho lugar. Se da la voz de alarma y todos los enemigos cargan al un¨ªsono, al tiempo que nuestro guerrero y sus compa?eros descienden la colina a todo correr y se precipitan sobre ellos. En el mismo instante en que ambos bandos chocan, observamos c¨®mo la interfaz de juego aparece en pantalla, indic¨¢ndonos que la secuencia de v¨ªdeo ha terminado y podemos pasar a controlar a nuestro personaje.
Dynasty Warriors 7 tambi¨¦n ser¨¢ compatible con el cada vez m¨¢s habitual formato estereosc¨®pico, as¨ª que si disponemos de una televisi¨®n compatible con dicha tecnolog¨ªa podremos disfrutar del juego en gloriosas 3D. Lo sorprendente es que seg¨²n parece contaremos con compatibilidad estereosc¨®pica en el DW7 de Xbox 360 adem¨¢s de en la versi¨®n PS3, por lo que si no nos fallan las cuentas estar¨ªamos ante uno de los primeros t¨ªtulos de la consola de Microsoft que har¨¢n gala de estas 3D de nueva generaci¨®n. El Dynasty Warriors 7 de PS3 tambi¨¦n ser¨¢ compatible con PlayStation Move, aunque de momento se desconoce la v¨ªa por la que ha optado Koei a la hora de usar este nuevo controlador. Esperemos que no se conformen con el cl¨¢sico 'agita el mando desenfrenadamente para atacar' tan com¨²n en los juegos de Wii, dado que as¨ª nos cansar¨ªamos a los pocos minutos de comenzar a jugar.
Mencionar ya por ¨²ltimo que el juego debutar¨¢ el 10 de marzo en Jap¨®n, para aparecer tan solo unos cuantos d¨ªas despu¨¦s en occidente. En concreto ser¨¢ el 22 del mismo mes en Estados Unidos y el viernes 25 en el viejo continente. As¨ª nos encontramos con que por primera vez un Dynasty Warriors goza de un lanzamiento pr¨¢cticamente simult¨¢neo a nivel mundial, dando con ello buena fe de que Koei pone toda la carne en el asador para que, esta vez s¨ª, su nuevo juego goce de un ¨¦xito aceptable fuera de las fronteras japonesas. Razones no faltan para ello, dado que DW7 se convierte en la excusa ideal para que aquellos que a¨²n se muestran reacios a prestar atenci¨®n a la franquicia le den una oportunidad. Esperemos que Koch Media, distribuidores de Tecmo Koei en Espa?a, se pongan las pilas y den al lanzamiento la atenci¨®n que merece, ya que sus ¨²ltimos juegos distribuidos (El Pu?o de la Estrella del Norte y BlazBlue: Continuum Shift) han llegado m¨¢s tarde que al resto de Europa, y adem¨¢s lo han hecho en muy escasas unidades. Es obvio que no estamos hablando de un triple A como Call of Duty o Gran Turismo, pero si el juego que nos ocupa no cuenta con una m¨ªnima presencia en las tiendas especializadas seguiremos estando en las mismas independientemente de la poca o mucha calidad que atesore.
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